—¿En qué momento tú…? ——Lo agarré de tú alhajero, te dije que lo iba a mandar a arreglar——¿Husmeaste en mis cosas?——¿Qué más da? — preguntó cerrando la cajuela y yéndose con las manos en los bolsillos.Aurore se quedó con la boca abierta y luego infló los cachetes ¿así de tranquilo lo decía? Pero ¡que poca ma…! Manera tan hipócrita de decirlo ¿no conocía la palabra personal? Si será…—¿vienes? — preguntó volteando a verla. — ¿o vas a tomarte tu tiempo para hacer berrinche?— sonrió con superioridad. — Rorarita — dijo mencionando aquel apodo con el que su hermano solía llamarla muy cariñosamente para su gran molestia.La chica bufó cerró con brusquedad la caja y tomo la carriola para empezar a andar, al pasar cerca de Benedict le sacó la lengua, lo miró fijamente y luego volteo su cabeza ignorándolo y yéndose. Benedict solo sonrió y negó con la cabeza para luego seguirla.—Las mesas van de aquel lado, para tener espacio para los juegos— decía la rubia. — ¿Has entendido? ——Si, todo c
Todo aquello era muy raro nunca imaginó poder ver de cerca de los empresarios cuando no estaban bajo las lentes de las cámaras, quien lo diría todos tienen su lado amable a pesar de reflejar una imagen de duros, fríos y egoístas, lo de ahora era todo lo contrario se veían como lo que realmente eran: unas personas como muchas otras, ayudando al prójimo.Le puso pausa a sus pensamientos al ver que Alexis se acercaba prácticamente arrastrando a una pelinegra.—¡pero si es…! — dijo para sí.—Vamos, vamos ¡apresura el paso! — decía la rubia jalando a la chica.—Tranquilízate Lexi — pidió su amiga. — que no puedo ir tan rápido, ¿Qué es eso tan importante? ——¡Si, Caroline! —La mencionada fijó su vista al frente para ver a la castaña quien tenía sus manos en la boca ahogando un grito.—¿Aurore?, ¡Aurore!—La Kennedy corrió, como pudo, el tramo que la separaba de su amiga. Ante tanto escándalo Benjamín Y Benedict dejaron su plática para ver el meollo de tanto alboroto y se acercaron a las mu
¡Ahora si estamos bien!— exclamó poniendo sus manos sobre sus caderas— ¿Quién crees que eres para mandarme?—Soy tu esposo— dijo mostrando su anillo plateado.Esta bien, mi esposo mas no mi dueño—Harás lo que tu esposo mande—Si, claro ¿tu y cuantos mas?—Los tres ajenos a esto seguían con la mirada la discusión volteaban a ver a Benedict, luego a Aurore, Benedict, Aurore, Benedict, Aurore.Algunas cosas nunca cambian ¿Verdad?— decía Caroline moviendo su cabeza de un lado a otroNo, se siguen llevando igual que antes— dijo Alexis imitando a Caroline— no, creo que peor—Como disfruto esto—Y ahora ¿Qué les parece si iniciamos con los juegos?— anunció Alexis por el micrófono recibiendo la aprobación de los presentes— Bien todos reúnanse para las instrucciones—La mayoría de los niños ahí presentes empezaron a brincar de la alegría y otros más gritaban eufóricos, el entusiasmo era tal que inconscientemente terminaron contagiando a Ezra quien, en su linda carriola rosa, aplaudía mientras
—Un momento— dijo Caroline. — ¿Qué no es el hijo de Carl y Julia?——¿Y que esos no son Carl y Julia? — dijo ahora Benjamín—Si, jaja con lo competitiva que es su madre, seguro ese niño gana— dijo BenedictEl pequeño Kei Carrington estaba alcanzando a la pequeño Ezra Ellis, sus padres los llamaban tratando de que fueran más rápido.—¡Amor tú puedes! — llamaba Aurore—¡Ven aquí bebé!— llamaba Julia— ¡Apúrate!——¡La competencia está reñida! — decía Alexis por el micrófono. — ¡Animo bebés! Y ustedes también padres, creo que para motivarlos revelare la sorpresa, no lo habíamos querido decir, pero ya que. Déjenme informarles que los ganadores se llevaran lo siguiente: para los bebes se les proporcionara juguetes y un kit, para las madres un riquísimo día en el Spa más exclusivo para ella y cuatro amigas junto a una tarjeta de crédito para compras y para papá nada más y nada menos que pases VIP para él y sus amigos para ver en vivo el próximo partido de Fútbol—Todos los que competían dejaro
Aurore disfrutaba de la vista que tenía, estaba con el pecho y los codos apoyados en la barda de madera que rodeaba el área de juegos infantiles (como esas que rodean en los ranchos a los caballos) mientras sostenía en sus manos una bolsa de Nueces de la India y veía a los niños jugar. Después de tanto ajetreo amaba esos minutos que tenía a solas y en los que podía perderse intentado ver el viento.Alexis y Benjamín se habían ofrecido no, más bien empeñado en cuidar a Ezra, la rubia alegando que debía practicar para cuando tuviera hijos e Benjamín sobre algo con consentir a la pequeño campeona, la verdad no les entendió bien entre tanto alboroto pero le tranquilizó saber que Caroline los observaría aunque con tanta hormona alborotada que tenía en estos momentos suponía que Benedict sería quien vigilaría a los cuatro.Benedict. No sabía porque, pero, esos momentos que paso con él se quedarían en su memoria sin importar nada se había divertido como nunca río y sonrió como antes lo hacía
—Si que la has regado, como me da pena ser tú. Ahora con esto quien sabe como reaccione——¿Crees que no lo he notado?, ¡no me ayudas!——Si que eres MUY inteligente ¡tan bien que iban! Y ahora vienes y lo embarras todo——¡Ya, ya cállate! Pero, es que ¡necesitaba decírselo! Me sacó de quicio que pensara saber lo que yo quiero——¡ni siquiera tú sabes lo que quieres!——Tal vez no todo, pero lo único que sé es que solo quiero estar tranquilo y estar bien con él—La comida pasó normal, una que otra risa por los comentarios que se hacían aunque eso no le importaba mucho a la castaña, luego de la “platica” que tuvo con Benedict las cosas se habían tensado un poco durante la comida no le había dirigido la palabra a su esposo por miedo a que estuviera molesto y por miedo a estropear las cosas, al menos más de lo que según ella ya estaban.Luego de terminar de comer los alimentos, Alexis dio unas palabras para dar por terminado el evento y una a una las familias fueron rumbo a sus vehículos para
Quizás deberíamos practicar un poco – dijo muy seguro de sí.¿Practicar? –La picardía que vio en su mirada le hizo recordar a aquel muchacho que había conocido en sus días de verano, lo que por dentro despertó algo que ella no supo reconocer. Quizás ella quería llamarlo recuerdo, simples recuerdos de una vida ya pasada. La cuestión era ¿Qué estaba tramando?Si te cuesta tanto hacer el papel de esposa cariñosa podríamos practicar – dijo sin verla mientras le daba vueltas a una página de un libro.Me las arreglare sobre la marcha – dijo rápidamente. Su imaginación ya había comenzado a formar escenas. Durante el día se sentaría sobre sus piernas y le daría besos sobre el cuello o bien durante el día podrían pasear por el jardín y darse besos hasta necesitar el aire.Trago saliva. ¡Tenia que deshacerse de esos alocados pensamientos antes de perder el control! Pero quizás ya era muy tarde y lo inevitable estaba luchando por salir a la luz.Si estás segura…— dijo Benedict algo molesto.Emm
Cerró la libreta y la puso donde estaba, Suspiró con pesadez y dejó caer todo su peso en la silla giratoria observó el estudio mientras movía la silla había una gran colección de libros como si formaran una pequeño biblioteca, mientras daba pequeños silbidos siguió recorriendo el lugar: libros, libros más libros una tele de pantalla plana, un mini bar. Con distintos tipos de licores libros, mas libros –Detuvo sus silbidos— había un libro que destacaba y llamó su atención. Se paró y se dirigió hacia él era color rosado con las orillas doradas.Lo tomo entre sus manos y lo abrió tenia poemas, versos y fotos en el, fotos en las cuales había una pareja que no pudo distinguir pero sin dudas se veía muy feliz.Unos pasos se acercaban.Aurore cerró con rapidez en libro dejando caer un sobre.¿Qué es esto? – exclamó tomándolo, era un sobre blanco le dio la vuelta y solo pudo ver dos direcciones si bien sabia la del destinatario era de la Mansión Gray pero la otra, la del remitente, no sabía d