—¡Nicky! Era el tercer raund, no podía creer que resistiera tanto. Nicky me miró algo cansado, gotas de sudor surcaban su rostro, jadeaba. —Estas acabando conmigo—se tumbó de espaldas a la cama, mientras me quedé ahí, mirando el techo e intentando recuperar el aliento. Solo solté una leve carcajada, me levanté para ir al baño y me encerré, me miré al espejo, sinceramente parecía otra persona, pero esto a Nicky le gustaba, los mechones humedecidos por el sudor parecían telarañas en mis hombros. Cabello negro en mi piel desnuda. Quizá no era tan raro, era solo las preferencias de Nicholas. Tiré de la peluca y la dejé con cuidado en un estante del gabinete, comencé a lávame la cara, pero, no fue suficiente, me lavé los brazos y el cuello. Al final me metí a la ducha, me lavé el cabello con fuerza, enjaboné mi cuerpo una y otra vez hasta que sentí que estaba bien, que estaba limpio. Salí a la habitación y vi a Nicky dormido, estaba tan cansado que su semblante estaba relajado, arroj
Para ser sincera, había bloqueado todo pensamiento de cómo sería su encuentro. Alice y Tony se miraron mutuamente, era su lenguaje, mirándose fijamente como si supieran en realidad lo que pensaban el uno del otro, luego me miraron a mí, casi podía sentir esa pregunta silenciosa, cual quiera que fuese, asentí a una aprobación. Para mi sorpresa, James caminó hacia adelante, pasándome de largo, sentándose con cuidado frente a ellos, que solo lo miraban fijamente. —Alice, eres realmente hermosa—sonrió anchamente, luego miró a Tony—, y tú, eres tan parecido a tu madre—les tomó con cuidado sus manos—, me alegra conocerlos al fin—la sorpresa en mis hijos fue repentina, al instante sus ojitos comenzaron a aguarse y soltaron largos sollozos lanzándose al cuello de James para abrazarlo. No pude evitar llorar con ellos, me giré para ocultarme un poco entre la pared de la cocina, escuchaba como James les hablaba con ternura intentando consolarlos. Me tapé la boca con fuerza, el pecho me dolía
Adam se agachó a mi altura, mirándome fijamente.—Duerme conmigo, Holly.Me cortó el aliento por su proximidad.—No, estoy muy cansada—me excusé.Sonrió ligeramente.—No pasa nada, te pedí que durmieras conmigo.—¿Cómo sé que mantendrás tus manos quietas?Caminé hacia mi habitación.—¿Eso es un sí?Tomé mi ropa de dormir y me metí a la ducha, pero esta vez cerré con seguro.Fue un día agotador y mañana lo será más, había estado evitando todo este tiempo a mis familiares, apenas podía soportar los comentarios de mi padre, ahora el turno de mis tías, iba a ser aun peor. Me sentía como una piñata, sus comentarios me molerían a palos.Sentía como si me quisiera a dar fiebre, debía controlarme, no podía enfermarme para mañana, fue mucha presión la que recibí hoy.Terminé de ducharme, me coloqué mi playera de Scorpions que me llegaba a los muslos y mi short de dormir, me recogí el cabello en mi toalla y salí.—Cerraste—refunfuñó Adam, parecía molesto, aunque había una burla en su boca.Esta
Esto había salido mucho mejor de lo que pensé.Ahuequé mis manos entre nosotros, tomando su miembro y comencé a mover mis manos con maestría, subiendo y bajando, Adam me miraba fijamente, con la boca entre abierta, sus pupilas dilatadas, su piel enrojecida, sus manos apretaban mis nalgas aún más.Me acomodé para dirigirlo hacia mí, ambos gemimos con fuerza cuando nos unimos.—Holly—su aliento me golpeó el rostro.Apretujó mi playera, la elevó para dejarme los pechos al descubierto, comencé a moverme y Adam echó la cabeza hacia atrás, comencé a besarle el cuello, hundí mis uñas en sus hombros, movió mi cadera a su gusto, me mordí los labios, solo escuchaba el sonido de nuestros cuerpos.Su piel bronceada contra mi piel blancuzca, me abrazó y movió ahora él sus caderas, hundiéndose más a mí.—Adam—gemí contra la piel de su cuello.Me giró bruscamente para quedar en la cama, tomando mis muñecas y alzándolas sobre mi cabeza, elevando mis pechos, bajó su boca para succionar mis pezones, su
Los ojos de Holly se agrandaron al verme.—Dime, así no te parezco, ¿Cómo dijiste? ¿adefesio?Abrió la boca como un pez, sonreí anchamente.Entonces vi lo que tenía puesto, era un vestido que hacía relucir sus curvas, sus pechos blancos rebosaban en el escote, su cintura le formaba pequeña y sus caderas anchas, ese color le favorecía demasiado a su piel exquisita.La atraje hacia mí y la besé.—Hum… Adam—se quejó, pero me abrí paso en su boca, jugué un poco con su lengua—, llegaremos tarde—intentó separarse, presioné más, bajé mis manos hasta sus nalgas, donde la apreté hacia mí.Sentí que sus manos subieron por mi pecho hasta enroscarlas en mi cuello, me reí, siempre me decía que no, pero al final accedía. Tan contradictoria.Tiró de mi cabello hacia atrás.—Dije que es tarde—me empujó alejándose de mí.Tomé el bastón, que Marcell me había enviado, ella lo miró.—¿Cuándo obtuviste eso?—Te dije que Marcell me envió mis cosas, no pensabas que asistiría a una fiesta en muletas ¿o sí?E
La señora me miró estupefacta, la dejé donde estaba, completamente escandalizada.Hasta que visualicé a Holly y sus hijos.—Es un poco de caos ¿no? —dijo mientras intentaba esquivar los granos de arroz que estaban lanzando desde afuera.Tenía una sonrisa ancha—Diría que un desperdicio—murmuré, viendo la cantidad de arroz en el suelo.—Bebés, no se separen de mamá—tomó a los niños, uno en cada mano.Unos cuantos granos de arroz cayeron en su cabello, estiré una mano para quitárselos.—¿Qué haces? —se hizo a un lado para mirarme extrañada.Quizá fui un poco presuntuoso…—Tienes arroz—pero eso no me impediría que la tocase, le rosé el hombro, la sentí estremecer—, quiero besarte—susurré, ella se sonrojó.Se aclaró la garganta.—N… no—miró hacia los lados—, vamos ya.Sonreí anchamente.—Te puedo ayudar—le tendí mi mano para con el niño más próximo.Sopesó un poco, luego miró a la niña y asintió, la pequeña Holly, observó mi mano extendida, pero sin decir nada la tomó.Había mucha gente q
El lugar comenzó a llenarse, al poco tiempo los invitados estaban rodeando la casa.—¿Nos sentamos? —señaló Holly hacia las sillas apiladas para la boda civil.Llamó a sus hijos, le dio a Alice una canasta con pétalos de rosas y a Tony le dio unas indicaciones, haría solo el levantamiento de la cola del vestido, mientras que el otro niño (de quien no tenía ni puta idea de quien podría ser), estaba de pie en el altar.Esta vez no hubo damas de honor a su lado.Holly se quedó a mi lado, nos sentamos juntos.—¿A esto le llamas pasar desapercibido? —le susurré al oído mientras percataba la mirada de todas las personas a nuestro alrededor—¿de verdad nunca has presentado a un hombre en tu familia?—Jamás—me devolvió el susurró.Ella hizo como que se concentraba al frente, pero yo sabía que estaba al pendiente de mí, su lenguaje corporal la delataba. Me recargué del todo en el respaldo de la silla y pasé mi brazo por el respaldo suyo, a nuestro alrededor, un par de mujeres comenzaban a sonr
¿Dos semanas?Resoplé para mis adentros.Si quería dos semanas entonces estaría en problemas, ya no puedo tener más acercamiento con Adam.Se está portando bien, se muestra atento, ¿Cómo puedo saber si es una fachada o no?Pienso en eso mientras nos trasladamos hasta nuestra mesa.A lo lejos veo a mi padre con los niños, me preocupa un poco que vayan correteando por ahí y puedan chocar contra algo o alguien, por fortuna ningún arreglo es de cristal o espejo, todas son flores, girasoles por doquier.Mi padre insistió en que hubiese un área específica para niños, en donde habría personal para cuidarlos, afortunadamente, no son muchos niños.Aun así, no me siento muy tranquila, en un momento tengo que subir a cantar y no podré ponerles el ojo encima.—¿Buscas a alguien? —notaba un poco de irritación en su voz.—Quiero cerciorarme de que mis hijos estén bien o no hagan travesuras.—Están con tu padre, no creo que hagan mucho.Solté una risa.—No los conoces.Ayudé a retirar su silla para