Valencia vuelve a mirar a lo lejos. —Técnicamente, sí, lo hago, pero me tomé un tiempo libre de mi puesto. Tuve que repensar algunas de mis decisiones de vida después de que murió mi pareja.Pronto Soraya se siente mal por haber sacado el tema. —¿Su muerte fue reciente? —suaviza su voz antes de preguntar.—Sí, lo fue. Hace apenas un mes. Y quedarme en la misma casa que compartía con él me estaba aturdiendo, así que necesitaba un escape. —Su expresión raya en la vulnerabilidad. Es la primera vez que la ha visto lucir tan humana. No es una mala apariencia en ella, aunque odia el hecho de que sea la tristeza la que la provocó.—No estaba segura de si era bienvenida aquí, dada la forma en que el alfa Ace y yo nos separamos, pero bueno, si me quedaba lejos con dudas, nunca sabría si me perdonaba o no.—Entonces, ¿se despejó tu duda?Ella sonríe, y no puede evitar corresponderle. —Sí, lo fue. Me alegro de tener de nuevo a mi mejor amigo.Soraya asiente con la cabeza, deseando sinceramen
—¡Defiéndete, Soraya!La espada de madera de Valencia golpea la sw Soraya con la intensidad de un rayo y la mitad de las veces ni siquiera puede verla venir. Lanza su propia espada de madera allí y allá, tratando de bloquear todos los golpes que pueda.—Defiéndete como si fuera tu enemigo, ¡vamos!Valencia es una maestra despiadada y una espadachina inteligente. Su cuerpo se mueve como si bailara por la pista, elegante, casi regia pero efectiva y veloz como un rayo. Sus golpes son precisos y poderosos, y siempre alcanzan a su objetivo, que en ese momento es ella.Habían pasado tres días desde que empezaron a practicar con espadas, y todo el tiempo alfa Ace iba a observarlas.Eso no era algo que esperaba que sucediera en su estilo de vida.Pensó que iba a estallar cuando le dijo que Valencia quería ayudarla a aprender el camino de la espada, como ella lo llamaba. Al principio no quería decírselo, pero luego recordó su advertencia. Así que, cuando fue a verlo, esperaba que explotara. S
Llegó el día de la fiesta.La casa de la manada está más concurrida que nunca, con todo el personal trabajando horas extra para decorar la casa de la manada y sus numerosos patios y preparar un banquete para toda la manada por la noche. Según las criadas, han estado preparándose para el evento toda la semana. Después de todo, debería haber esperado ese tipo de dedicación de los lobos para este festival en particular.Es uno de los más destacados que celebran como lobos.Aunque Soraya no asiste al festival en sí, camina por todos los alrededores antes de que llegue la noche. Ayuda en todo lo que pudo mientras usa una cantidad excesiva de parches perfumados. A estas alturas, el personal se ha acostumbrado a ella y ya nadie la trata con frialdad.Se siente bien estar incluida en algo.Ayuda a los guardias a decorar las paredes con estandartes de color granate con adornos dorados. Entretanto, las doncellas llevan y cuelgan cortinas del mismo color. El gran salón de baile de la casa de la
Por un instante Soraya se queda allí parada, parpadeando, porque su voz es lo último que esperaba oír a esa hora, pero pronto lo supera y corre hacia la puerta para abrirla, preguntándose qué ocurre. ¿Es Kai? ¿Se habrá escapado de alguna manera? Pero, si ese es el caso, ¿por qué iría con ella? No es como si pudiera calmarlo con su aroma.De hecho, su aroma hace lo contrario.—Alfa —lo saluda—. ¿Pasa algo?Entonces se da cuenta de lo que lleva puesto y siente que sus mejillas se calientan.Está de pie en la puerta, vestido con un traje real. Lleva el pelo peinado con productos de belleza y la mandíbula bien afeitada. Sus ojos brillan bajo la tenue luz de su habitación y el traje los hace resaltar. Además, se tensa contra sus músculos. Su poderosa figura se ve acentuada por ella. Todas las curvas y los bordes se flexionan con cada movimiento. Y siente que el calor le recorre el vientre.«¡Oh, por la diosa! ¿Qué me está pasando?».Pensó que ya lo había superado, pero al parecer todo lo q
Punto de vista de Soraya.Cuando abrí los ojos el panico invade mi interior al encontrame con un lobo enorme.Está en un rincón de la habitación y su pelaje negro ébano brilla imperioso bajo las luces eléctricas. Sus ojos rojos me miran fijamente mientras me muestra los dientes, gruñendo.Nunca pensé que un lobo pudiera parecer tan enojado y vengativo; no sé por qué está dirigido a mí.Pero si hay algo que sí sé es que el lobo me resulta familiar. Sé que lo conozco de algún lugar, pero no recuerdo su nombre.—Hola, Soraya —dice de repente el lobo, con la voz distorsionada y resonante, y resulta extraño oír palabras salir de su hocico—. Nos volvemos a encontrar.—No es posible, no te conozco —le digo al lobo, dando un paso atrás—. Nunca te había visto antes.—Oh, sí que lo has hecho —sonríe el lobo y es algo aterrador de contemplar. Sus colmillos prístinos brillan como si fueran espadas—. Simplemente no me recuerdas.—Lo siento por eso —trato de sonar sincera, porque realmente espero p
En un momento hablaban y al siguiente se había desatado el infierno.Los curanderos, beta Nicolás, Diego y alfa Ace persiguen a Soraya por el pasillo, intentando alcanzarla, pero, en su estado delirante, ella es mucho más rápida y más fuerte, lo cual es impactante porque no había adquirido esas cualidades de su lobo.¿Cómo hace eso? ¿Qué? ¿Qué le habían hecho los osos cuando la raptaron? Alfa Ace no tiene idea, así que no saben cómo lidiar con eso con ella así, excepto para contenerla de alguna manera.Sus pasos resuenan por los pasillos de la casa de la manada y sus voces gritan su nombre, implorándole que se detenga, pero a ella no le importa. Antes de que puedan llegar a ella Soraya logra abrir las puertas auxiliares de la entrada que conducen al salón de baile, donde casi toda la manada bailó.«Oh, no».En el momento en que vio a Soraya estremecerse cuando se inclinó hacia ella supo que algo andaba mal. Luego se dio cuenta de que le había pagado a una bruja para que modificara la
El hombre de cabello oscuro balbucea. La sorpresa es evidente en su rostro. Soraya mira a su madre y a ella varias veces antes de respirar profundo. Cuando sus ojos encuentran los suyos de nuevo, hay una tristeza sin precedentes en su expresión.No sabe por qué nunca esperó ver eso, pero aun así se sorprende.—Tu madre no existe, Soraya —dice el hombre de ojos oscuros con voz suave—. Estás soñando. Tú estás en una ilusión. En el fondo lo sabes, ¿no? Despierta, por favor, antes de que hagas algo malo.Se siente dolida.—¿Por qué dices eso? No es muy agradable.El hombre de cabello oscuro gime.—Lo sé, estoy arruinando esto otra vez, pero esa es la verdad, y no es agradable. Ella no es real. Lo siento, pero tienes que confiar en mí en esto.—Pero se siente tan real… —reflexiona mientras mira a la hermosa mujer que le hace señas para que se una a ella. Se pregunta cómo habría sido crecer con ella. No cree que la hubiera llamado «desagradecida» todos los días de su vida como lo hizo su m
Se lo dijo. Finalmente aceptó el hecho.Alfa Ace no puede pensar más en ello, porque sigue lloviendo y el episodio de Soraya continúa, pero esa vez no hace nada tan peligroso como casi seguir a un fantasma hacia su muerte.Odia el hecho de que su propia mente esté tratando de matarla. ¿Cómo pudo pasar? ¿Qué magia oscura usaron los osos en ella para destruir tanto su mente en unas pocas horas?«No creo que ella pueda soportar que esto vuelva a suceder. La diosa Luna sabe que yo no podré..»piensa para sus adentrois.Soraya es su compañera. Lo había reconocido antes, pero se había mostrado reacio a actuar en consecuencia. ¿Cómo podía hacerlo si la había traicionado tanto desde el momento en que la conoció? Había exhibido a otra mujer frente a ella, la había encarcelado para que se apareara con Kai y la había acusado falsamente de asesinato. Era el antagonista en su vida, así que ¿cómo podía pasar página de repente y ser su compañero?Todavía no sabe qué debe hacer. Está seguro de que Sor