Por un instante Soraya se queda allí parada, parpadeando, porque su voz es lo último que esperaba oír a esa hora, pero pronto lo supera y corre hacia la puerta para abrirla, preguntándose qué ocurre. ¿Es Kai? ¿Se habrá escapado de alguna manera? Pero, si ese es el caso, ¿por qué iría con ella? No es como si pudiera calmarlo con su aroma.De hecho, su aroma hace lo contrario.—Alfa —lo saluda—. ¿Pasa algo?Entonces se da cuenta de lo que lleva puesto y siente que sus mejillas se calientan.Está de pie en la puerta, vestido con un traje real. Lleva el pelo peinado con productos de belleza y la mandíbula bien afeitada. Sus ojos brillan bajo la tenue luz de su habitación y el traje los hace resaltar. Además, se tensa contra sus músculos. Su poderosa figura se ve acentuada por ella. Todas las curvas y los bordes se flexionan con cada movimiento. Y siente que el calor le recorre el vientre.«¡Oh, por la diosa! ¿Qué me está pasando?».Pensó que ya lo había superado, pero al parecer todo lo q
Punto de vista de Soraya.Cuando abrí los ojos el panico invade mi interior al encontrame con un lobo enorme.Está en un rincón de la habitación y su pelaje negro ébano brilla imperioso bajo las luces eléctricas. Sus ojos rojos me miran fijamente mientras me muestra los dientes, gruñendo.Nunca pensé que un lobo pudiera parecer tan enojado y vengativo; no sé por qué está dirigido a mí.Pero si hay algo que sí sé es que el lobo me resulta familiar. Sé que lo conozco de algún lugar, pero no recuerdo su nombre.—Hola, Soraya —dice de repente el lobo, con la voz distorsionada y resonante, y resulta extraño oír palabras salir de su hocico—. Nos volvemos a encontrar.—No es posible, no te conozco —le digo al lobo, dando un paso atrás—. Nunca te había visto antes.—Oh, sí que lo has hecho —sonríe el lobo y es algo aterrador de contemplar. Sus colmillos prístinos brillan como si fueran espadas—. Simplemente no me recuerdas.—Lo siento por eso —trato de sonar sincera, porque realmente espero p
En un momento hablaban y al siguiente se había desatado el infierno.Los curanderos, beta Nicolás, Diego y alfa Ace persiguen a Soraya por el pasillo, intentando alcanzarla, pero, en su estado delirante, ella es mucho más rápida y más fuerte, lo cual es impactante porque no había adquirido esas cualidades de su lobo.¿Cómo hace eso? ¿Qué? ¿Qué le habían hecho los osos cuando la raptaron? Alfa Ace no tiene idea, así que no saben cómo lidiar con eso con ella así, excepto para contenerla de alguna manera.Sus pasos resuenan por los pasillos de la casa de la manada y sus voces gritan su nombre, implorándole que se detenga, pero a ella no le importa. Antes de que puedan llegar a ella Soraya logra abrir las puertas auxiliares de la entrada que conducen al salón de baile, donde casi toda la manada bailó.«Oh, no».En el momento en que vio a Soraya estremecerse cuando se inclinó hacia ella supo que algo andaba mal. Luego se dio cuenta de que le había pagado a una bruja para que modificara la
El hombre de cabello oscuro balbucea. La sorpresa es evidente en su rostro. Soraya mira a su madre y a ella varias veces antes de respirar profundo. Cuando sus ojos encuentran los suyos de nuevo, hay una tristeza sin precedentes en su expresión.No sabe por qué nunca esperó ver eso, pero aun así se sorprende.—Tu madre no existe, Soraya —dice el hombre de ojos oscuros con voz suave—. Estás soñando. Tú estás en una ilusión. En el fondo lo sabes, ¿no? Despierta, por favor, antes de que hagas algo malo.Se siente dolida.—¿Por qué dices eso? No es muy agradable.El hombre de cabello oscuro gime.—Lo sé, estoy arruinando esto otra vez, pero esa es la verdad, y no es agradable. Ella no es real. Lo siento, pero tienes que confiar en mí en esto.—Pero se siente tan real… —reflexiona mientras mira a la hermosa mujer que le hace señas para que se una a ella. Se pregunta cómo habría sido crecer con ella. No cree que la hubiera llamado «desagradecida» todos los días de su vida como lo hizo su m
Se lo dijo. Finalmente aceptó el hecho.Alfa Ace no puede pensar más en ello, porque sigue lloviendo y el episodio de Soraya continúa, pero esa vez no hace nada tan peligroso como casi seguir a un fantasma hacia su muerte.Odia el hecho de que su propia mente esté tratando de matarla. ¿Cómo pudo pasar? ¿Qué magia oscura usaron los osos en ella para destruir tanto su mente en unas pocas horas?«No creo que ella pueda soportar que esto vuelva a suceder. La diosa Luna sabe que yo no podré..»piensa para sus adentrois.Soraya es su compañera. Lo había reconocido antes, pero se había mostrado reacio a actuar en consecuencia. ¿Cómo podía hacerlo si la había traicionado tanto desde el momento en que la conoció? Había exhibido a otra mujer frente a ella, la había encarcelado para que se apareara con Kai y la había acusado falsamente de asesinato. Era el antagonista en su vida, así que ¿cómo podía pasar página de repente y ser su compañero?Todavía no sabe qué debe hacer. Está seguro de que Sor
El gremio de brujas está situado al otro lado del Norte, en lo profundo de las montañas. Desde el principio había estado oculto a los humanos con protecciones más fuertes que las que usaban los grupos de hombres lobo, que habían sido hechizadas hace cientos de años. Está formado por la Academia de formación para jóvenes brujas, la Unidad de investigación de delitos mágicos y el Consejo de brujas.«Que nadie diga que la gente de la magia no tiene sentido del humor».Van a ingresar a Soraya a su recinto, y para eso van a tener que viajar unos cuatro días en carruaje.—¿No podemos ir a caballo? —le preguntó a alfa Ace la mañana después del festival, cuando había devuelto la consciencia.Algo en su expresión la hizo callar. Su voz temblaba, como si estuviera haciendo la promesa no solo a ella, sino también a sí mismo. Parecía tan arrepentido que no arrastró más con el tema.No sabe qué pasó la noche anterior. A juzgar por la atmósfera seria que se apoderó de toda la casa de la manada esa
—¡¿No hay vuelta atrás?! —casi grita Soraya—. ¿Por qué no me lo dijiste antes?—Podría haber pensado que te alejarías de ello si lo hiciera.«Increíble».—Bueno, alfa Ace, considerando que podría morir si me alejo, en realidad no es una opción, ¿no?—Mira, lo siento, pero no tienes por qué preocuparte, Soraya. Sé que puedes lograrlo —la tranquiliza el avergonzado y arrepentido—. Eres la persona más fuerte que conozco. Si tú no puedes, no creo que nadie pueda.«La persona más fuerte que conoce», esas palabras resuenan en sus oídos y le cuesta creer que piense así de ella.Pero ¡aun así!—Tienes suerte de que no apruebe el regicidio.Él sonríe ante eso, y ella trata de no sonrojarse e ignorar el aluvión de mariposas en su estómago.—Además, me temo que me estás sobreestimando, alfa. No creo que sea tan buena.Él escruta su rostro con esos ojos oscuros como el abismo. Uno podría quedar atrapado en ellos si los mira muy de cerca. Te hipnotizarán. Una mirada es todo lo que se necesita para
La noche en las montañas es muy oscura y, por un momento Soraya, no tienen mucha idea de hacia dónde se dirigen, pero de repente sienten una especie de estática en la piel. El aire se espesa con una fuerza sobrenatural y siente como si algo la estuviera observando desde todas las direcciones.—Estamos aquí —anuncia el alfa Ace.Luces etéreas comienzan a iluminar su camino y, más lejos, envuelto por las sombras, aparece el gremio de brujas, que ocupa toda una ladera montañosa, con edificios pequeños y destartalados, todos construidos sobre terrazas, desde el punto medio hasta la cima. Hay una larga escalera que serpentea por una pendiente irregular hasta cada uno de los edificios más pequeños.La niebla cubre la mitad de la montaña y unas luces etéreas brillan a través de la neblina, lo que le da un aspecto bastante fantasmal. En la oscuridad de la noche, no puede contar cuántos edificios hay ni qué forma tienen. Todo lo que ve son siluetas tenuemente iluminadas, pero incluso así es un