Capítulo 4

Él

He seguido con las pesadillas pero ahora son mucho más constantes. En ellas aparece Margot, sufriendo, triste, llorando. Después despierto y en verdad es su llanto, no está feliz de estar aquí pero en este momento no entiende que ella es sumamente importante para mi y para mi lobo. Ella es como nuestra fuente de vida y si ella no está simplemente… no puedo estar, viviría en un constante dolor y muy probablemente mi lobo terminaría muriendo. 

Salgo de casa, es medianoche y sigo sin poder conciliar el sueño, la he escuchado sollozar de nuevo, tengo que salir de aquí y dejar salir un poco a mi lobo, relajarlo y… no lo sé, algo bueno debe de surgir, tal vez tenga una idea de como acercarme a ella sin que me grite o llore. 

Me apresuro a alejarme de casa para después sentir esa extraña sensación en el pecho, un dolor en todo el cuerpo y trato de mantenerme en equilibrio pero caigo y es cuando él surge hasta quedarme completamente en este modo. Camino aplastando la vegetación a mi alrededor, voy directo a la orilla de la playa y aspiro ese olor… el olor de que ella está cerca y también el olor de su tristeza. 

Siento la necesidad de reclamarla y de querer que ella esté cerca de mi. Puedo escuchar los pensamientos de mis compañeros, los buenos, el resto son bloqueados. 

“Todo irá bien Aquiles”, “deberíamos de ir de caza”, “podríamos conseguir algo bueno para la cena de mañana”, “Aquiles…”

Es la voz de mi madre: 

“Sabes que ella está sufriendo, porque no solo tratas de hablarle y entender que es lo que pasa por su cabeza, tiene miles de dudas y cero respuestas, si tan solo le permitieras otro contacto tal vez ella puede abrirse más, solo imagina lo que siente… lo ha perdido todo y no tenemos mucha idea sobre que era su mundo antes de ti…”

“Lo sé madre, solo quiero ser amable pero esto nunca me había pasado, tu sabes, ella es, lo han visto pero estoy tratando de ser lo más fuerte que puedo para no cometer errores y darle motivos a mi padre de… tener la razón”

“Haces bien tu trabajo “ dice mientras se coloca a mi lado en su forma de loba. Ella es una de las mujeres más importantes para mí. Luego lanzó un aullido que termina por alterar al resto de los lobos al rededor de mi, mi manada me responde y aullamos juntos por la luna llena, porque he encontrado a mi mate, mi alma.   

Siento ansiedad en el cuerpo, me recorre de arriba a abajo y solo queiro ser libre de lo que sea que pueda estarme aprisionando, los pensamientos, la presión que mi padre ejerce sobre mí y cada paso que doy. Es sumamente cansado vivir todo mi mandato siendo cuestionado por cada paso que doy, por cada decisión que tomo y es que así es Jacobo, debería renunciar… si lo debería de hacer pero eso solo me haría ver como un cobarde que no puede controlar la presión que su propio padre le ejerce y la verdad no lo considero tan importante. 

Desde pequeño siendo su hijo mayor me ha desprestigiado frente a cualquier persona, incluso frente a mi madre, diciendo que yo no seré capaz de cuidar la pureza de nuestra sangre, como si ser lobo nos hiciera seres superiores, simplemente por tener los genes de un animal. 

Solo quiero que esta etapa de aceptación pase con Margot y tengo que buscar la manera de mostrarme como soy con ella, a pesar de que aún no sepa que soy mitad lobo. Esto me quitaría un gran peso de encima y solo la preocupación de mantener a la manada tranquila y a mi padre fuera de esto, tendré que trabajar en ello. 

Comienzo a correr recorriendo la orilla de la isla, puedo ver al resto de lobos a mi alrededor, sigo corriendo lo más rápido que puedo para darle paz a mi mente y a mi cuerpo, a mi lobo. Pero él solo quiere una cosa, él solo quiere a Margot. 

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