“Esta es una confesión, escribo esto en mi lecho de muerte para saber que puedo irme en paz. Los miembros del consejo han obligado a nuestra familia por años a crear los supresores, a hacer daño a los lobos en los campamentos de entrenamiento de la Elite. No está en la naturaleza de los lobos contener nuestros instintos, pero han buscado hacerlo por tantos años por su pretexto de los humanos. Los hombres no pueden sentir nuestras feromonas y nuestros instintos no nos piden atacar humanos, ¿Por qué usarían un pretexto tan malo a pesar de que les dijeron la verdad? El consejo siempre deseo controlarnos. La guerra entre humanos y lobos se dio porque ellos lo planearon, esos viejos testarudos, pensando que los humanos iban a acabar en secreto con nuestra raza por celos, los hombres jamás estuvieron celosos de nosotros. Ellos siempre admiraron a los lobos y las cosas que podíamos hacer, no eran como son ahora, antes los hombres eran buenos. No dañaban nuestra tierra ni a nosotros. Los anti
Los lobos del consejo observaban en silencio a los jóvenes sentados frente a ellos, habían ordenado un poco de té y bocadillos para todos, así que Kiyan y Shi estaban más concentrados en los panecillos que tenían enfrente que en querer hablar sobre el pasado del chico, aun así, ambos sabían que en algún momento tendrían que hacerlo, y el consejo esperaba pacientemente a que decidieran hablar. Kiyan sujetaba la mano del delta con fuerza, haciendo todo lo posible por calmarlo a él y también calmarse a sí mismo. No podía evitar preguntarse si los demás ya habrían encontrado algo o si los habrían descubierto. -Bien, me parece que ninguno tiene intenciones de hablar. Así que comenzaremos nosotros, una pregunta sencilla. ¿Cómo se reencontraron? - El líder del consejo es quien tomó la palabra después de darse cuenta de las pocas intenciones de los lobos de hablar. Kiyan suspiro, sintiendo como Shi se tensaba a su lado, apretando más fuerte su mano para darle más descanso -Nos conocimos en e
[DISCLAIMER: EL SIGUIENTE CAPITULO CONTIENEN ESCENAS DE VIOLENCIA EXPLICITA, MENCION DE SANGRE, DESMEMBRAMIENTO, ASESINATO, LENGUAJE VULGAR, USO DE ARMAS, CONSUMO DE TABACO. NO APTO PARA MENORES DE EDAD, SE RECOMIENDA LA DISCRECIÓN DEL LECTOR. ESTO ES UNA OBRA DE FICCIÓN] El sonido de la alarma alteró a todos, guardias y otros lobos que vivían y trabajan ahí corrían asustados, no era normal tener la alarma de un intruso, debían encontrar a quien había entrado a toda costa, los guardias corrieron en dirección a la sala del consejo, protegiendo la habitación de seguridad donde habían entrado de lo que sea que hubiera entrado. Lo que no esperaban es que los intrusos fueran más peligrosos de lo que podrían imaginar, y ellos serían la primera prueba de que ese ejército funcionaba. En la entrada del edificio los guardias yacían sin vida en el suelo, sus cabezas siendo separadas de sus cuerpos, otros de ellos tenían una abertura en su abdomen. Dos bestias se encontraban ahí, jugueteaban con
El grupo de lobos corría siguiendo a Sakuma por los amplios pasillos, podían escuchar gritos y disparos, y en más de una ocasión Kiyan intento regresar para ayudarlos, después de todo muchos de esos lobos eran inocentes y no merecían correr el final que seguramente sufrirían. Pero Sakuma le detuvo en todas esas ocasiones, no podían arriesgar sus vidas, Kiyan lo sabía perfectamente bien, sin embargo, también sentía la necesidad de ir y ayudar a los lobos que estaban en peligro. -Son solo unas cuantas vidas, si nos involucramos moriremos también, debemos encargarnos de seguir con vida si mi hermano decide empezar una guerra. No sabemos cual es su objetivo con estas bestias, pero no podemos desperdiciar tiempo salvando unas cuantas vidas- Las palabras de Sakuma eran crudas y duras, pero tenían sentido, todos sabían que tenían sentido, sabían perfectamente bien que tenían sentido, no podía sacrificar sus vidas, en un momento así debían informar a mas manadas de lo que estaba ocurriendo, d
La mirada de Kion estaba perdida, fija sobre la cama vacía que días antes había ocupado Raz, algo dentro suyo sentía culpa por no haber sido capaz de salvarlo, el y Tsuki eran quienes lideraba, debían proteger a los demás lobos. Aún a pesar del estado en el que estaban, la consciencia de Kion se mantenía fuerte muy dentro suyo, era capaz de ver y procesar todo lo que ocurría, todo lo que lo habían hecho hacer. La cama vacía del joven lobo mantenía fresco también el recuerdo de todos los lobos de su manada que asesino. Sus rostros llenos de pánico y confundidos, los gritos de los cachorros al ser asesinados y sus padres gritando y duplicando para evitar que Kion les hiciera algo. El lobo suspiro, intentando alejar esos pensamientos de su cabeza -Sabia que podría encontrarte aquí, los guardias te están buscando. Ryoichi te necesita- Kion escucho a sus espaldas el sonido de pasos, reconoció incluso antes de que hablará a Elza, recibiendo sólo un suspiro como respuesta de su parte - Tiene
Kiyan se mantuvo en silencio durante el viaje, principalmente porque estaba intentando encontrar la mejor explicación para tener con el a una de las bestias de Ryoichi, que lo había llevado sin pensarlo demasiado, había decidió ayudarlo y por supuesto, lo había desatado después de unos minutos porque no creía que fuera buena idea mantenerlo atado si no tenía intenciones de atacar, además de haberle pasado una sudadera por lo rasgada que estaba su ropa y ahora aló tenía cerca de él como si fuera un cachorro agradecido de haber sido salvado. Todo era bastante bizarro y encontrar las palabras adecuadas para explicarlo lo era aún más. Sólo esperaba que pudieran entender que lo había hecho con la intención de sacarle información, no porque fuera un pequeño lobo indefenso en ese estado y sintiera que debía protegerlo como a cualquier otro lobo, especialmente si el lobo parecía ser demasiado joven como para cuidarse a si mismo. Claro, sabía que el chico era un genocida, pero seguía siendo un
Hace un tiempo atrás El pequeño lobo observaba desde la terraza de su habitación hacia el cielo, perdido mientras contaba con calma las estrellas y constelaciones que podía ver desde ahí, sus brazos apenas lograban llegar a la baranda, debía sostenerse de puntillas para poder alcanzar, pero aquello era lo mejor que podía hacer mientras su hermano mayor estaba ocupado al igual que su padre. Debían preparar el funeral de uno de los lobos de la manada de su padre, así que tenía sentido que ambos tuvieran cosas más importantes que hacer que prestarle atención, su única compañía en ese momento era el ruido del viento moviendo las hojas de los árboles y el cielo estrellado encima de él. Era una noche preciosa, su tía siempre se encargaba de decirle que cada vez que un lobo de buen corazón moría, el cielo les recibía con un campo de estrellas, y cada vez que viera una nueva estrella significaba que un lobo había llegado a ese lugar. Su padre y su hermano le decían que esa era una idea estúp
El ambiente que rodeaba a todos era pesado, podía notarse la tensión y fácilmente podría ser cortada con un cuchillo, todos se mantenían en silencio mientras esperaban a que Sakuma entrará, no era común que el alfa llegara tarde a una reunión, al contrario, Sakuma siempre solía estar antes que los demás, resultaba extraño que en esa ocasión el chico se estuviera tardando más de la cuenta. Nuevamente todos los lobos llevaban una ropa táctica especial que la gente de Phoenix se encargo de darles, pero en esa ocasión, ninguno se había dado la oportunidad de disfrutarlo como habían hecho anteriormente. En esta ocasión, saber que estaban a punto de planear como entrar en la base de Ryoichi y su ejército de bestias era suficiente para que nadie tuviera ganas de bromear ni siquiera. Los gemelos estaban recargados contra una pared, nuevamente no podían distingurise a simple vista, no parecía molestarles de todos modos. Adalrik estaba sentando en la mesa, con la cabeza entreas manos, más que