El sonido de un ligero golpeteo en la puerta hizo que el chico que descansaba tranquilo sobre el pecho de su pareja se removiera, quejándose bajo por el molesto sonido que no tenía intención de detenerse, no venía acompañado de nada más, así que no podía asegurar con certeza que en realidad si hubiera alguien golpeando y no fuera más que un simple producto de su imaginación y el cansancio físico que aún tenía. Sin embargo, el cuerpo bajo de él también había notado el ruido, removiéndose en medio del abrazo que mantenían para levantarse con pesadez, escucho pasos, algo levantarse del suelo y finalmente la puerta siendo abierta. -Me han pedido que les informe que la cena ha sido terminada, los esperan abajo – Eso fue todo lo que Shi logró escuchar entre sueños, ¿la cena? ¿habían dormido tan poco? Estaba seguro que lo que habían hecho y el descanso que tuvieron habría tomado bastantes horas y sería ya el día siguiente, ahora se daba cuenta que su percepción del tiempo estaba un poco daña
La mañana llegó con el sonido de una alarma molesta, como había indicado Sakuma, Shi despertó para ver a Kiyan ya vistiéndose con la ropa que les dejo Sakuma, era algo similar a la que llevaban la primera vez que se encontraron. La ropa táctica que había elegido para ellos era bastante peculiar, el pantalón de Kiyan era bastante amplio, contaba con dos bolsas amplias de cada lado, un cinturón de broche, una sencilla camiseta negra con un arnés en el pecho y para completar, una gabardina negra amplia y unas botas altas de combate. Kiyan se sujetó el cabello, observando la mascarilla que les había dejado también - ¿Tendremos que usar esto también? - La pregunta era más para sí mismo que para Shi, por supuesto, no se había dado cuenta que el delta ya había despertado y lo estaba viendo. Shi sonrió, moviéndose en la cama para levantarse, atrayendo la atención de Kiyan por el repentino ruido -Buenos días -Buenos días- Shi mantuvo su sonrisa, pasando sus manos sobre su pecho, acariciando s
Sakuma y el resto de lobos se quedaron esperando tranquilos en el auto, esperando un par de minutos antes de bajar, Sakuma sabía perfectamente bien con cuánta frecuencia entraban las personas en el consejo, y cuando estuvo seguro de que podrían entrar sin levantar algún tipo de sospecha guió a los demás junto a él. Uno de los guardias lo detuvo, observándolo un momento y a los que iban junto a él, estaba dispuesto a detenerlos, sin embargo, Sakuma se sacó la mascarilla unos segundos, dejando que vieran mejor de quien se trataba, ahora los guardias solo miraron a los otros lobos -Vienen conmigo, saben que no puedo salir solo. Él es mi pareja y ellos dos son mis escoltas. No debería haber un problema, ¿o sí? -Por supuesto que no, Joven Sakuma. Por favor, adelante, disculpe las molestias. No lo hemos reconocido -Descuida, espero que no se vuelva a repetir. Informa a los demás guardias que vine, ¿sí? No deseo que vuelvan a detenernos, tengo asuntos importantes que atender hoy -Por supu
“Esta es una confesión, escribo esto en mi lecho de muerte para saber que puedo irme en paz. Los miembros del consejo han obligado a nuestra familia por años a crear los supresores, a hacer daño a los lobos en los campamentos de entrenamiento de la Elite. No está en la naturaleza de los lobos contener nuestros instintos, pero han buscado hacerlo por tantos años por su pretexto de los humanos. Los hombres no pueden sentir nuestras feromonas y nuestros instintos no nos piden atacar humanos, ¿Por qué usarían un pretexto tan malo a pesar de que les dijeron la verdad? El consejo siempre deseo controlarnos. La guerra entre humanos y lobos se dio porque ellos lo planearon, esos viejos testarudos, pensando que los humanos iban a acabar en secreto con nuestra raza por celos, los hombres jamás estuvieron celosos de nosotros. Ellos siempre admiraron a los lobos y las cosas que podíamos hacer, no eran como son ahora, antes los hombres eran buenos. No dañaban nuestra tierra ni a nosotros. Los anti
Los lobos del consejo observaban en silencio a los jóvenes sentados frente a ellos, habían ordenado un poco de té y bocadillos para todos, así que Kiyan y Shi estaban más concentrados en los panecillos que tenían enfrente que en querer hablar sobre el pasado del chico, aun así, ambos sabían que en algún momento tendrían que hacerlo, y el consejo esperaba pacientemente a que decidieran hablar. Kiyan sujetaba la mano del delta con fuerza, haciendo todo lo posible por calmarlo a él y también calmarse a sí mismo. No podía evitar preguntarse si los demás ya habrían encontrado algo o si los habrían descubierto. -Bien, me parece que ninguno tiene intenciones de hablar. Así que comenzaremos nosotros, una pregunta sencilla. ¿Cómo se reencontraron? - El líder del consejo es quien tomó la palabra después de darse cuenta de las pocas intenciones de los lobos de hablar. Kiyan suspiro, sintiendo como Shi se tensaba a su lado, apretando más fuerte su mano para darle más descanso -Nos conocimos en e
[DISCLAIMER: EL SIGUIENTE CAPITULO CONTIENEN ESCENAS DE VIOLENCIA EXPLICITA, MENCION DE SANGRE, DESMEMBRAMIENTO, ASESINATO, LENGUAJE VULGAR, USO DE ARMAS, CONSUMO DE TABACO. NO APTO PARA MENORES DE EDAD, SE RECOMIENDA LA DISCRECIÓN DEL LECTOR. ESTO ES UNA OBRA DE FICCIÓN] El sonido de la alarma alteró a todos, guardias y otros lobos que vivían y trabajan ahí corrían asustados, no era normal tener la alarma de un intruso, debían encontrar a quien había entrado a toda costa, los guardias corrieron en dirección a la sala del consejo, protegiendo la habitación de seguridad donde habían entrado de lo que sea que hubiera entrado. Lo que no esperaban es que los intrusos fueran más peligrosos de lo que podrían imaginar, y ellos serían la primera prueba de que ese ejército funcionaba. En la entrada del edificio los guardias yacían sin vida en el suelo, sus cabezas siendo separadas de sus cuerpos, otros de ellos tenían una abertura en su abdomen. Dos bestias se encontraban ahí, jugueteaban con
El grupo de lobos corría siguiendo a Sakuma por los amplios pasillos, podían escuchar gritos y disparos, y en más de una ocasión Kiyan intento regresar para ayudarlos, después de todo muchos de esos lobos eran inocentes y no merecían correr el final que seguramente sufrirían. Pero Sakuma le detuvo en todas esas ocasiones, no podían arriesgar sus vidas, Kiyan lo sabía perfectamente bien, sin embargo, también sentía la necesidad de ir y ayudar a los lobos que estaban en peligro. -Son solo unas cuantas vidas, si nos involucramos moriremos también, debemos encargarnos de seguir con vida si mi hermano decide empezar una guerra. No sabemos cual es su objetivo con estas bestias, pero no podemos desperdiciar tiempo salvando unas cuantas vidas- Las palabras de Sakuma eran crudas y duras, pero tenían sentido, todos sabían que tenían sentido, sabían perfectamente bien que tenían sentido, no podía sacrificar sus vidas, en un momento así debían informar a mas manadas de lo que estaba ocurriendo, d
La mirada de Kion estaba perdida, fija sobre la cama vacía que días antes había ocupado Raz, algo dentro suyo sentía culpa por no haber sido capaz de salvarlo, el y Tsuki eran quienes lideraba, debían proteger a los demás lobos. Aún a pesar del estado en el que estaban, la consciencia de Kion se mantenía fuerte muy dentro suyo, era capaz de ver y procesar todo lo que ocurría, todo lo que lo habían hecho hacer. La cama vacía del joven lobo mantenía fresco también el recuerdo de todos los lobos de su manada que asesino. Sus rostros llenos de pánico y confundidos, los gritos de los cachorros al ser asesinados y sus padres gritando y duplicando para evitar que Kion les hiciera algo. El lobo suspiro, intentando alejar esos pensamientos de su cabeza -Sabia que podría encontrarte aquí, los guardias te están buscando. Ryoichi te necesita- Kion escucho a sus espaldas el sonido de pasos, reconoció incluso antes de que hablará a Elza, recibiendo sólo un suspiro como respuesta de su parte - Tiene