[ DISCLAIMER: LOS SIGUIENTES CAPÍTULOS CONTIENEN ESCENAS DE SEXO EXPLÍCITO, LENGUAJE VULGAR, NO SON APTOS PARA MENORES DE EDAD. FAVOR DE LEER CON DISCRECIÓN] Si había una forma en la que Shi pudiera describir a Kiyan en ese momento sería cuidadoso, comparando su primer encuentro y como le había tratado, en esta ocasión el alfa le estaba tratando con toda la delicadeza que poseía en el cuerpo. Sus manos repasaban su torso desnudo como si de una obra de arte se tratase, como si fuera el cristal más precioso y delicado del mundo, que con un simple roce del aire pudiera arruinarse. Esta vez además sus manos estaban libres, permitiéndole también acariciar el definido torso del alfa, pasando sus yemas sobre su cuerpo, queriendo guardarlo en su memoria. Este nuevo encuentro era más cariñoso, había más amor en cada acción de Kiyan, más cariño y cuidado. Nada comparado a la forma tan agresiva en la que lo había tratado la primera vez. Aunque por supuesto, la primera vez cabía decir que ambos e
[ DISCLAIMER: LOS SIGUIENTES CAPÍTULOS CONTIENEN ESCENAS DE SEXO EXPLÍCITO, LENGUAJE VULGAR, NO SON APTOS PARA MENORES DE EDAD. FAVOR DE LEER CON DISCRECIÓN] -Lo estás haciendo muy bien, starshine. Estas resistiendo muy bien, eres un buen chico. Te encanta que te tenga de esta forma ¿no es así? – Los gemidos inundaban la habitación, junto al sonido de golpes contra piel. Las palabras de Kiyan hacían que el chico sobre sus piernas se quejara, removiéndose un poco, intentando escapar por la vergüenza que estaba sintiendo mas que por el dolor que estaba experimentando en ese momento. Pero claro, las manos de Kiyan le sujetaban con la suficiente fuerza para no permitirle escapar -Oh dulzura, estabas siendo tan buen chico, solo debías quedarte quieto y seguir obedeciendo. Me temo que tendremos que empezar nuevamente -Kiyan… No puedo aguantar más- Esas palabras hicieron sonreír al alfa, soltando una risa divertida después, acariciando suavemente los ya rojos y magullados glúteos del delta,
El sonido de un ligero golpeteo en la puerta hizo que el chico que descansaba tranquilo sobre el pecho de su pareja se removiera, quejándose bajo por el molesto sonido que no tenía intención de detenerse, no venía acompañado de nada más, así que no podía asegurar con certeza que en realidad si hubiera alguien golpeando y no fuera más que un simple producto de su imaginación y el cansancio físico que aún tenía. Sin embargo, el cuerpo bajo de él también había notado el ruido, removiéndose en medio del abrazo que mantenían para levantarse con pesadez, escucho pasos, algo levantarse del suelo y finalmente la puerta siendo abierta. -Me han pedido que les informe que la cena ha sido terminada, los esperan abajo – Eso fue todo lo que Shi logró escuchar entre sueños, ¿la cena? ¿habían dormido tan poco? Estaba seguro que lo que habían hecho y el descanso que tuvieron habría tomado bastantes horas y sería ya el día siguiente, ahora se daba cuenta que su percepción del tiempo estaba un poco daña
La mañana llegó con el sonido de una alarma molesta, como había indicado Sakuma, Shi despertó para ver a Kiyan ya vistiéndose con la ropa que les dejo Sakuma, era algo similar a la que llevaban la primera vez que se encontraron. La ropa táctica que había elegido para ellos era bastante peculiar, el pantalón de Kiyan era bastante amplio, contaba con dos bolsas amplias de cada lado, un cinturón de broche, una sencilla camiseta negra con un arnés en el pecho y para completar, una gabardina negra amplia y unas botas altas de combate. Kiyan se sujetó el cabello, observando la mascarilla que les había dejado también - ¿Tendremos que usar esto también? - La pregunta era más para sí mismo que para Shi, por supuesto, no se había dado cuenta que el delta ya había despertado y lo estaba viendo. Shi sonrió, moviéndose en la cama para levantarse, atrayendo la atención de Kiyan por el repentino ruido -Buenos días -Buenos días- Shi mantuvo su sonrisa, pasando sus manos sobre su pecho, acariciando s
Sakuma y el resto de lobos se quedaron esperando tranquilos en el auto, esperando un par de minutos antes de bajar, Sakuma sabía perfectamente bien con cuánta frecuencia entraban las personas en el consejo, y cuando estuvo seguro de que podrían entrar sin levantar algún tipo de sospecha guió a los demás junto a él. Uno de los guardias lo detuvo, observándolo un momento y a los que iban junto a él, estaba dispuesto a detenerlos, sin embargo, Sakuma se sacó la mascarilla unos segundos, dejando que vieran mejor de quien se trataba, ahora los guardias solo miraron a los otros lobos -Vienen conmigo, saben que no puedo salir solo. Él es mi pareja y ellos dos son mis escoltas. No debería haber un problema, ¿o sí? -Por supuesto que no, Joven Sakuma. Por favor, adelante, disculpe las molestias. No lo hemos reconocido -Descuida, espero que no se vuelva a repetir. Informa a los demás guardias que vine, ¿sí? No deseo que vuelvan a detenernos, tengo asuntos importantes que atender hoy -Por supu
“Esta es una confesión, escribo esto en mi lecho de muerte para saber que puedo irme en paz. Los miembros del consejo han obligado a nuestra familia por años a crear los supresores, a hacer daño a los lobos en los campamentos de entrenamiento de la Elite. No está en la naturaleza de los lobos contener nuestros instintos, pero han buscado hacerlo por tantos años por su pretexto de los humanos. Los hombres no pueden sentir nuestras feromonas y nuestros instintos no nos piden atacar humanos, ¿Por qué usarían un pretexto tan malo a pesar de que les dijeron la verdad? El consejo siempre deseo controlarnos. La guerra entre humanos y lobos se dio porque ellos lo planearon, esos viejos testarudos, pensando que los humanos iban a acabar en secreto con nuestra raza por celos, los hombres jamás estuvieron celosos de nosotros. Ellos siempre admiraron a los lobos y las cosas que podíamos hacer, no eran como son ahora, antes los hombres eran buenos. No dañaban nuestra tierra ni a nosotros. Los anti
Los lobos del consejo observaban en silencio a los jóvenes sentados frente a ellos, habían ordenado un poco de té y bocadillos para todos, así que Kiyan y Shi estaban más concentrados en los panecillos que tenían enfrente que en querer hablar sobre el pasado del chico, aun así, ambos sabían que en algún momento tendrían que hacerlo, y el consejo esperaba pacientemente a que decidieran hablar. Kiyan sujetaba la mano del delta con fuerza, haciendo todo lo posible por calmarlo a él y también calmarse a sí mismo. No podía evitar preguntarse si los demás ya habrían encontrado algo o si los habrían descubierto. -Bien, me parece que ninguno tiene intenciones de hablar. Así que comenzaremos nosotros, una pregunta sencilla. ¿Cómo se reencontraron? - El líder del consejo es quien tomó la palabra después de darse cuenta de las pocas intenciones de los lobos de hablar. Kiyan suspiro, sintiendo como Shi se tensaba a su lado, apretando más fuerte su mano para darle más descanso -Nos conocimos en e
[DISCLAIMER: EL SIGUIENTE CAPITULO CONTIENEN ESCENAS DE VIOLENCIA EXPLICITA, MENCION DE SANGRE, DESMEMBRAMIENTO, ASESINATO, LENGUAJE VULGAR, USO DE ARMAS, CONSUMO DE TABACO. NO APTO PARA MENORES DE EDAD, SE RECOMIENDA LA DISCRECIÓN DEL LECTOR. ESTO ES UNA OBRA DE FICCIÓN] El sonido de la alarma alteró a todos, guardias y otros lobos que vivían y trabajan ahí corrían asustados, no era normal tener la alarma de un intruso, debían encontrar a quien había entrado a toda costa, los guardias corrieron en dirección a la sala del consejo, protegiendo la habitación de seguridad donde habían entrado de lo que sea que hubiera entrado. Lo que no esperaban es que los intrusos fueran más peligrosos de lo que podrían imaginar, y ellos serían la primera prueba de que ese ejército funcionaba. En la entrada del edificio los guardias yacían sin vida en el suelo, sus cabezas siendo separadas de sus cuerpos, otros de ellos tenían una abertura en su abdomen. Dos bestias se encontraban ahí, jugueteaban con