No podía creer que las causas de nuestro sufrimiento se debieran a un cruel experimento. Lo peor es que era solo una obra de un manipulador que estuviera dispuesto a sacrificar a alguien de su propia familia. Quería llorar, gritar, arrojar objetos al aire por la ira, lo que estaba leyendo era terrible. Mi vida había sido así de complicada y sufrida, porque alguien más así lo había querido. Yo tenía tantos padecimientos como loba, era tan enfermiza… Pensé por tanto tiempo que era un problema mío.—Entiende poco a poco, que las cosas que ven tus ojos son tan reales como tu las quieras creer. —dijo Kalte, con los ojos fijos en mí.—Es una mala broma, una tragedia. —dije, sollozando. No pude evitar que las lágrimas se me escaparan.—Los lobos son seres inteligentes, demasiado. Nada es al azar en este mundo, por ello se encargan de mantener sus jerarquías intactas. —dijo Kalte, con paciencia.Ahora todo tenía un sentido para mí, cuando por tanto tiempo pensé que mi vida fue tan mala por mí
Miré a esos bellos cachorros maravillada, el corazón me latía rápido por la alegría. Sentí una conexión apenas los vi, eran cuatro cachorros pequeños, debían ser casi recién nacidos, amontonados para resguardarse del frío. Uno de ellos era color negro azabache, otro color marrón claro y los otros dos de un rojo pardo. Eran hermosos, cargué en mis brazos al de color negro lo acuné. Me miraba con los ojos brillantes.—¿De donde han salido estos cachorros? —preguntó Seth, estaba interrogando a los que estaban afuera.Uno de los hombres respondió, estaba encogiéndose de hombros.—No tengo la menor idea, Seth. Estoy tan sorprendido como ustedes… No los vi, nadie se acercó. El que lo hizo, ha de tener una gran velocidad. —respondió, tartamudeando.—Un lobo. —dijo Seth, mirando los cachorros con desconfianza. —¿Por qué abandonaría a sus hijos?—No lo sé, pero no creo que sea buena idea conservarlos. Puede que sea una trampa, hay que llevarlos lejos. —dijo el hombre, si mal no recuerdo se lla
Seth había aceptado la crianza de esos pequeños, realmente estaba sorprendida. Mi felicidad era muy grande. Hasta el último minuto pensé que no lo haría, después de todo el era un cazador y adoptar cachorros de lobo no era lo más adecuado. Los días pasaban y él cada vez parecía más encariñado con los pequeños. Era un buen padre, yo lo sabía. Su sed de venganza nunca opacaría su amor por mí. Estábamos destinados a estar juntos.Pero algo dentro de mí hizo me decía que tenían que estar conmigo.Una visión llegó a mí, otra vez la voz de mi bella madre. Me decía que me extrañaba, que se hallaba esperándome.Dolor, el hecho de que su voz estuviera en el aire me hacía sentir una terrible nostalgia.Suspiré con tristeza, yo sabía que no volvería a verla. Era tan difícil tener que elegir entre mi madre y hermana, y el amor de mi vida. Caminé con mis cachorros por la mansión, buscando un poco de tranquilidad. No era bueno que me estresara de esa manera. Seth continuaba con su plan, fortalecie
La rama cayó sobre mi cuerpo, haciendo que mi transformación desapareciera. Me quedé en mi forma humana, lastimada y magullada. Me costaba mucho respirar, el tronco me aplastaba. Ella sonreía, la sangre manchaba su pelaje.—Tal parece que no eres muy lista que digamos. —dijo ella, riéndose. —Has caído en una trampa muy simple.—¿Vas a matarme? Porque no terminas rápido… —empecé a decir, me fastidiaba que se quisiera burlar de mí.Los omegas aprendían a aceptar la muerte incluso desde cachorros. Porque no tenían oportunidad si un alfa los enfrentaba o un beta, porque teníamos nulas capacidades para pelear. Busqué mi fuerza para no mostrarle temor, no iba a suplicarle que me dejara vivir.Otra persona comenzó a caminar hacia mí. Había estado oculta entre los árboles, no pude olfatear su aroma. Su presencia me hizo helar la sangre, me generaba un gran temor incomprensible. Intenté respirar nuevamente, pero volví a toser sangre a un costado. No podía quitarme la rama de encima, era tan pe
—Lo que me dices son puras mentiras. Se que las brujas son embusteras, siempre quieren su propio beneficio. —contesté, rechazando su ofrecimiento.—Por supuesto, es lo que deberían hacer todos. ¿De qué sirve la vida si la vives para otros? Dejar tu vida por una causa trae la infelicidad a futuro. —Sonrió, entrecerrando los ojos con suspicacia.—No tengo porqué escuchar tus tonterías. Mis cachorros le advertirán a Seth sobre mi situación y ahora que se ha roto el hechizo, vendrá a ayudarme.Tenía una fe ciega en que aquello ocurriría, Seth ahora no dudaría en buscarme. Después de todo, me había ausentado por mucho tiempo.—Escucharás, Omega. —ordenó ella. —Las brujas somos poderosas y el Omega siempre debe obedecer a quien posee más poder. —sonrió con malicia. —Te garantizo que obedeciendo te ahorrarás dolor.Por mucho que intenté hacer el esfuerzo por negarme, mis heridas aumentaban mi debilidad. Pero había mas que eso, la sensación de sumisión crecía conforme mis poderes de Omega ava
El aroma de Luvioc se hacía más fuerte, comenzaba a correr con mi mayor velocidad para lograr alcanzarlo. Tenía los sentidos más activados que nunca, el poder corría por mis venas. Aunque estuviera tan malherida, mi dolor disminuía por la fuerza creciente. Era mi hijo, lo sentía como si tuviéramos la misma sangre y nuestra conexión fuera demasiado fuerte.El camino se hizo corto porque me impulsaba el amor.Llegué y me arrojé hacia el barranco, pensando que mi cachorro estaría agarrado de alguna rama. Por el contrario, un montón de personas. estaban contemplando un punto en lo más alto. Me acerqué con sigilo, temía que fueran enemigos, no podía sentir más aromas que no fueran los de mi hijo.—Aquí estas, Lysa. ¿Qué te ha sucedido? —preguntó Seth, corriendo hacia mí.—¿Dónde está Luvioc? —pregunté, desesperada. No quise aceptar su abrazo.El aroma de mi hijo se hizo más fuerte. En el medio del amontonamiento, una luz se filtró y logré ver a mi pequeño allí, sentado, con los ojos claros
Karly se sentó a mi lado, acercándose tanto a mi que sentía su aliento en mi rostro. Era el aroma del azufre, mezclado con perfume de alta calidad. Sus ojos penetrantes me hacían sentir algo intimidada, pero no dejé que mi instinto de omega me hiciera someterme tan fácilmente.—Debe ser insoportable tener que verme en mi mejor momento. —dijo Karly, regodeándose. Estaba alegre, con una sonrisa de oreja a oreja.—No creí que ser rechazada podía ser el mejor momento de alguien. —rodé los ojos, tratando de no mirarla.Incluso en ese momento de rabia, no podía evitar sentir vergüenza ajena por aquella escena que vi en el espejo. Me acordaba de la piel desnuda, de su insinuación, como se iba entregando a Seth con la esperanza de que la tomara y su cruda decepción.Eso la molestó, apretó mi pierna con su mano, para hacerme daño. Yo estaba tan sedada por los calmantes que apenas sentí un pellizco leve.—Estuviste de chismosa entonces. —acotó ella, ladeando la cabeza y estirando los brazos, a
Cuando Karly se marchó, junté la sangre del suelo, tratando de aprovechar la mayor cantidad posible. La petición de la bruja había sido muy clara.Me desperté con una idea fija en mi mente. Estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para proteger a mis pequeños, parte de ello era descubrir su origen. Pero para llevar a cabo mi plan con la bruja, tendría que ocultarle a Seth ese secreto.De lo contrario, podía generar problemas. El estaba muy concentrado en su plan contra mi hermano y mi padre. Se corría el rumor de que los lobos atacarían muy pronto. Ya nada de eso me importaba, confiaba en que mi esposo se encargaría de todos los detalles. Después de todo, era un cazador nato. Su habilidad para enfrentarse a los lobos era incuestionable, no creía que necesitaría mi ayuda.Mis cachorros estaban a mi lado apenas abrí los ojos. Estaban cubiertos por las mantas, ya que por las noches soplaba un viento casi helado.Salí hacia el salón comedor para comer algo rápido y comenzar con mi plan. Bu