Estaba en mi cuarto, preparándome para ir a tomar un largo baño, cuando escuché que Seth ingresaba por la puerta. Me miró con preocupación.—Siento que hay algo que no me dices. —dijo él, mirándome fijamente.Luego, intentó tomar mi mano y besarme, pero yo comencé a recordar aquella imagen de Karly desnuda sobre él. Eso me generó un gran rechazo y lo aparté con brusquedad.—No quieres que me acerque a ti. —Seth se mostró apenado, ladeó la cabeza a un lado.Volvió a intentar acercarse a mi lado, tratando de acariciar mis hombros con suavidad. Pero esto me generó más rechazo. Sentía una pared enorme entre nosotros, que no sentía ni las más mínimas ganas de derribar.Tenía tanta ira acumulada. Karly jugaba conmigo, se burlaba de mí, porque tenía que ver como todos la adulaban e incluso mi propio esposo. Eso no podía disimularlo.—Estás confundido ahora, Seth, tu y yo nos conocimos hace muy poco tiempo. —dije, con un brutal ataque de sinceridad.El no pudo creer lo que le estaba diciendo.
Goth estaba allí, de pie enfrente de mí, con la mirada fuerte y su imponente presencia de Alfa. Es algo que no podía explicar, pero ahora no le tenía miedo, era mi igual. Antes, hubiera comenzado a temblar de miedo y probablemente me habría desmayado sin más.—Goth… —empecé a decir, pensando en que quizás fuera una alucinación provocada por la bruja.Solté los cubiertos y estos fueron a parar al suelo. La bruja se aproximó, recogiéndolos para que no tocaran tanto la tierra. Ella los atesoró en su bolsa y me miró con suspicacia. Entonces comprendí que había sido un plan todo ese tiempo. Ella quería que me reuniera con mi hermano lobo.—Sí, supongo que no hemos quedado en buenos términos. —dijo Goth, volviendo a su forma humana.Yo hice lo mismo, no sentía que fuera una amenaza, no había venido en son de guerra. Lo podía olfatear en sus intenciones. El extrajo de su bolsillo una sortija y me la tendió, con una sonrisa amable.—No temas, es una ofrenda de paz. Se que lo recordarás.Exami
Ingenua, ingenua, ingenua. No podía parar de repetirme a mi misma lo tonta que podía estar mostrándome ante cualquiera de las partes. Era sencillo, si Seth me había estado engañando, entonces había sido una ingenua por creer que nuestro amor era una profecía y que estábamos destinados a estar juntos. Si, por el contrario, Goth me engañaba, entonces sería una ingenua por creer en el lobo que me desterró tantos años atrás.Sin embargo, me sentía tan fuerte y libre corriendo alrededor de los árboles, percibiendo cada sonido con claridad. Me sentía una sola con la naturaleza que me rodeaba, palpitando el poder de loba en mi sangre.Al volver a mi forma humana, sentí una tristeza de tener que dejar a mi Loba para fingir debilidad. Pero hice el esfuerzo, acomodé mi cabello y mi ropa para que nadie notara mis cambios. Caminé hacia el interior de la mansión. No pensé que mi esposo ya hubiera regresado, pero allí estaba. Karly y los otros cazadores estaban a su lado, bebiendo alegremente. Pare
Al ver como mi amado Seth dormitaba recostado sobre mi pecho, sentí una punzada de culpa. Era tan extraño tener que verlo como un posible enemigo. Quería dejar de pelear, terminar con esta intriga y volver a creerle ciegamente.Sin embargo, la incógnita allí estaba y yo no podía dejar de imaginar el peligro. Si cerraba los ojos por mucho tiempo, comenzaba a sentirme acechada. El haberme convertido en una Loba tan fuerte me hacía tener unos instintos muchos más precisos.Mi olfato había aumentado demasiado, sentía hasta el más mínimo aroma y eso a veces me provocaba nauseas. Por ejemplo, incluso el perfume exagerado de Karly casi hace que vomite en medio de la sala. Ella estaba rabiosa por tener que soportarme, cuando creía que estaría derrotada ante sus planes.Ahora, después de adquirir mis nuevos poderes, sentía que era una insignificante loba Omega que jamás podría enfrentarme.—¿Estás despierta, cariño? —preguntó Seth, notando que yo no dormía—Es temprano. —contesté sonriendo.—P
El cazador Seth me observaba con una mezcla de sentimientos en su mirada, era frío, pero ahora dejaba ver mucho solo con sus ojos. Era tan dulce conmigo, que verlo así de hostil era aterrador para mí. El me estaba viendo como a una presa, a alguien que tenía que detener.—Has lastimado a una de los nuestros. —dijo él, con la voz pausada. Trataba de no dejarse llevar por la ira.—No es nadie para mí. —contesté con frialdad, mirando a mi esposo con los ojos llenos de ira.Mi sed de venganza se intensificaba a medida que él hablaba, él tendría que ponerse de mi lado, sabía cuanto había sufrido. Ella era una embustera, una manipuladora cruel que solo quería robarme lo que era mío.Si tanto quería robarme a Seth, yo ya no lo quería a mi lado.—Adiós, Seth. —le dije, con mi voz firme, mirándolo directamente a los ojos.—De que hablas, estás volviéndote loca… Joder Lysa, no te reconozco.—Es porque jamás me has conocido.—Yo te amo… Se quien eres, eres mi Omega bella…—No lo soy, no quiero s
—Mamá…. —empecé a tartamudear por los nervios.Ella estaba igual que siempre, hermosa, con los ojos claros y cansados que parecían mirar lo eterno. Tenía un semblante tranquilo a pesar de que había vivido tantas cosas. Llevaba puesto un vestido largo de mangas largas y anchas, con un chaleco tejido de lana. Mi madre siempre se vestía como en la época antigua, porque ella era muy aficionada a las cosas de antaño. Le sentaba bien y parecía sacada de un cuadro.—Mi pequeña Lysa… —dijo ella, al tiempo en que me abrazaba, estrechándome con fuerza contra su pecho.Me sentí pequeña, pero en el buen sentido, me sentí hija, a pesar de haberme convertido recientemente en madre. Ella irradiaba su espíritu protector y me mantenía entre sus brazos, con el calor de su presencia. Mi corazón latía más despacio, me estabilizaba lentamente, como si cualquier problema se desvaneciera con ese abrazo.Ella me observó con la culpa bañando sus ojos.—Tuviste que pasar por un camino pedregoso, mi querida hij
Desperté con un dolor de cabeza terrible, tenía el cuerpo adormecido y sin fuerza. Traté de ponerme de pie, pero volví a quedarme dormida por mi falta de fuerzas. Soñaba cosas extrañas, tenía visiones de personas a las cuales no conocía.El sol se filtro por la ventana y abrí los ojos, para notar que la hora había pasado. Estaba cerca del mediodía. Miré a mi alrededor, estaba en mi cuarto, en el edificio de mi hermano. No sentía nada fuera de lo habitual.Solo tenía un extraño hormigueo en el pecho, como si alguna cosa tratara de salir de mí. Sin embargo, cuando escuché que alguien abría la puerta, sonreí, aliviada de haber dejado de dormir y tener esos sueños tan confusos.—¿Ya te despertaste, hermana? Mamá quiso que viniera a ver si estabas bien. —dijo Goth, con una bandeja con mi desayuno.Traté de pensar un poco, pero actué con normalidad. En realidad, solo había tenido malos sueños.—Tuve algunas pesadillas, supongo. —dije, frotando mis ojos. —Gracias, Goth.—Este enfrentamiento
(Por Seth)Ella se marchó, así, sin decir absolutamente ni un solo adiós, sin derramar ni una sola lágrima. Llevándose a los cachorros que yo consideraba mis hijos. Ella se había ido de mi vida, quizás el tiempo de ausencia se extendiera sin que yo pudiera controlarlo. Mis ojos se humedecieron por el abandono, porque aquella mujer era la que yo amaría por siempre. Lysa era mi pareja predestinada, incluso había una profecía que nos unía. Ella era mi Omega prometida, la mujer que estaba hecha para mí….A su lado había sido tan feliz, mi corazón se mantenía cálido por su solo recuerdo.Los cazadores y Omegas comenzaron a entrar en la habitación, alertados por los demás, había sucedido algo muy importante. Karly estaba al frente, con las heridas vendadas.—Lysa nos ha traicionado. ¡Se ha ido y se ha robado a los cachorros! —gritó ella hacia la multitud. Estaba eufórica, el dolor de sus heridas debía ser grande. Lysa le había dado una paliza.Pensar en los cachorros hizo que mi corazón se