Al ver como mi amado Seth dormitaba recostado sobre mi pecho, sentí una punzada de culpa. Era tan extraño tener que verlo como un posible enemigo. Quería dejar de pelear, terminar con esta intriga y volver a creerle ciegamente.Sin embargo, la incógnita allí estaba y yo no podía dejar de imaginar el peligro. Si cerraba los ojos por mucho tiempo, comenzaba a sentirme acechada. El haberme convertido en una Loba tan fuerte me hacía tener unos instintos muchos más precisos.Mi olfato había aumentado demasiado, sentía hasta el más mínimo aroma y eso a veces me provocaba nauseas. Por ejemplo, incluso el perfume exagerado de Karly casi hace que vomite en medio de la sala. Ella estaba rabiosa por tener que soportarme, cuando creía que estaría derrotada ante sus planes.Ahora, después de adquirir mis nuevos poderes, sentía que era una insignificante loba Omega que jamás podría enfrentarme.—¿Estás despierta, cariño? —preguntó Seth, notando que yo no dormía—Es temprano. —contesté sonriendo.—P
El cazador Seth me observaba con una mezcla de sentimientos en su mirada, era frío, pero ahora dejaba ver mucho solo con sus ojos. Era tan dulce conmigo, que verlo así de hostil era aterrador para mí. El me estaba viendo como a una presa, a alguien que tenía que detener.—Has lastimado a una de los nuestros. —dijo él, con la voz pausada. Trataba de no dejarse llevar por la ira.—No es nadie para mí. —contesté con frialdad, mirando a mi esposo con los ojos llenos de ira.Mi sed de venganza se intensificaba a medida que él hablaba, él tendría que ponerse de mi lado, sabía cuanto había sufrido. Ella era una embustera, una manipuladora cruel que solo quería robarme lo que era mío.Si tanto quería robarme a Seth, yo ya no lo quería a mi lado.—Adiós, Seth. —le dije, con mi voz firme, mirándolo directamente a los ojos.—De que hablas, estás volviéndote loca… Joder Lysa, no te reconozco.—Es porque jamás me has conocido.—Yo te amo… Se quien eres, eres mi Omega bella…—No lo soy, no quiero s
—Mamá…. —empecé a tartamudear por los nervios.Ella estaba igual que siempre, hermosa, con los ojos claros y cansados que parecían mirar lo eterno. Tenía un semblante tranquilo a pesar de que había vivido tantas cosas. Llevaba puesto un vestido largo de mangas largas y anchas, con un chaleco tejido de lana. Mi madre siempre se vestía como en la época antigua, porque ella era muy aficionada a las cosas de antaño. Le sentaba bien y parecía sacada de un cuadro.—Mi pequeña Lysa… —dijo ella, al tiempo en que me abrazaba, estrechándome con fuerza contra su pecho.Me sentí pequeña, pero en el buen sentido, me sentí hija, a pesar de haberme convertido recientemente en madre. Ella irradiaba su espíritu protector y me mantenía entre sus brazos, con el calor de su presencia. Mi corazón latía más despacio, me estabilizaba lentamente, como si cualquier problema se desvaneciera con ese abrazo.Ella me observó con la culpa bañando sus ojos.—Tuviste que pasar por un camino pedregoso, mi querida hij
Desperté con un dolor de cabeza terrible, tenía el cuerpo adormecido y sin fuerza. Traté de ponerme de pie, pero volví a quedarme dormida por mi falta de fuerzas. Soñaba cosas extrañas, tenía visiones de personas a las cuales no conocía.El sol se filtro por la ventana y abrí los ojos, para notar que la hora había pasado. Estaba cerca del mediodía. Miré a mi alrededor, estaba en mi cuarto, en el edificio de mi hermano. No sentía nada fuera de lo habitual.Solo tenía un extraño hormigueo en el pecho, como si alguna cosa tratara de salir de mí. Sin embargo, cuando escuché que alguien abría la puerta, sonreí, aliviada de haber dejado de dormir y tener esos sueños tan confusos.—¿Ya te despertaste, hermana? Mamá quiso que viniera a ver si estabas bien. —dijo Goth, con una bandeja con mi desayuno.Traté de pensar un poco, pero actué con normalidad. En realidad, solo había tenido malos sueños.—Tuve algunas pesadillas, supongo. —dije, frotando mis ojos. —Gracias, Goth.—Este enfrentamiento
(Por Seth)Ella se marchó, así, sin decir absolutamente ni un solo adiós, sin derramar ni una sola lágrima. Llevándose a los cachorros que yo consideraba mis hijos. Ella se había ido de mi vida, quizás el tiempo de ausencia se extendiera sin que yo pudiera controlarlo. Mis ojos se humedecieron por el abandono, porque aquella mujer era la que yo amaría por siempre. Lysa era mi pareja predestinada, incluso había una profecía que nos unía. Ella era mi Omega prometida, la mujer que estaba hecha para mí….A su lado había sido tan feliz, mi corazón se mantenía cálido por su solo recuerdo.Los cazadores y Omegas comenzaron a entrar en la habitación, alertados por los demás, había sucedido algo muy importante. Karly estaba al frente, con las heridas vendadas.—Lysa nos ha traicionado. ¡Se ha ido y se ha robado a los cachorros! —gritó ella hacia la multitud. Estaba eufórica, el dolor de sus heridas debía ser grande. Lysa le había dado una paliza.Pensar en los cachorros hizo que mi corazón se
—¿Tienes un minuto? —preguntó la bruja, al verme en la cocina. Ella era una presencia continua en el Edificio. Todos la trataban con respeto, mi hermano la había dejado vivir aquí a pesar de que los lobos no simpatizábamos demasiado con las brujas. Todos sabían que eran embusteras y ladronas en muchos casos. Pero debía resultarle útil a Goth, porque él siempre hacía lo mejor por la manada.—Dime. —contesté a secas. Mientras, comencé a prepararme un sándwich. Tenía mucha hambre, una loba de mi tamaño debía alimentarse bien. Mi hora de cacería era por la noche, cuando salía por el bosque a buscar a mis presas.Como los días anteriores, mis cachorros estaban entrenando con su tío. Goth estaba dándoles un entrenamiento de lujo. Ellos crecían muy rápido y pronto, tendrían que pelear sus propias batallas. En un mundo con tantos cazadores, pronto deberían defenderse por su propia cuenta.No habíamos tenido novedades del campamento de los cazadores en casi un año. Pero seguramente estaban pl
(Seth)Mi plan como cazador, siempre era estar en alerta para cuando las oportunidades surgieran. El tiempo transcurría y había bloqueado de mi la nostalgia de volver al lado de Lysa. Ella no podía ser mía y yo, tenía un camino diferente. Jamás hubiera creído que me abandonó para convertirse en todo lo que yo odiaba. No, era una completa locura.Cuando me enteré de que estaba en la guarida de su hermano Goth, supe que no podría perdonarla nunca. Ella había llevado a los cachorros a los dominios del Alfa. Ahora, mi plan consistía en eliminar a Goth de mi camino. Lysa no sabía que estaba metiéndose en graves problemas al estar a su lado.La exploración en el bosque era triste al estar en soledad. El recuerdo de Lysa intentaba volver mientras yo, lo suprimía. Billy estaba a mi lado, para cuidar mis espaldas. Los dos éramos cazadores desde muy jóvenes y éramos también buenos amigos.—¿Estás bien? Parece que piensas en una tragedia. —dijo él, empujándome hacia adelante para que prestara at
(Seth) El aire húmedo y enrarecido llena mis pulmones mientras avanzo por los oscuros pasillos de la mazmorra. Mis pasos resuenan en las paredes de piedra gastada, creando un eco siniestro que parece burlarse de mi presencia. Cada paso que doy es un recordatorio de la incertidumbre que rodea esta lúgubre aventura.La tenue luz de una antorcha parpadea frente a mí, proyectando sombras danzantes sobre las paredes llenas de musgo. Los destellos de la llama revelan el deterioro de la estructura: grietas en el techo, piedras desprendidas en el suelo y murales desgastados que cuentan historias olvidadas. Estos murales, una vez espléndidos, ahora se desvanecen en la oscuridad, como si la mazmorra misma hubiera absorbido su vitalidad.Cautelosamente, avanzo por el corredor, mi mano derecha aferrando firmemente la empuñadura de mi espada mientras mi otra mano sostiene la antorcha. El sonido de gotas de agua goteando desde el techo me hace estremecer. Cada goteo parece ser el latido de un cora