Karly se sentó a mi lado, acercándose tanto a mi que sentía su aliento en mi rostro. Era el aroma del azufre, mezclado con perfume de alta calidad. Sus ojos penetrantes me hacían sentir algo intimidada, pero no dejé que mi instinto de omega me hiciera someterme tan fácilmente.—Debe ser insoportable tener que verme en mi mejor momento. —dijo Karly, regodeándose. Estaba alegre, con una sonrisa de oreja a oreja.—No creí que ser rechazada podía ser el mejor momento de alguien. —rodé los ojos, tratando de no mirarla.Incluso en ese momento de rabia, no podía evitar sentir vergüenza ajena por aquella escena que vi en el espejo. Me acordaba de la piel desnuda, de su insinuación, como se iba entregando a Seth con la esperanza de que la tomara y su cruda decepción.Eso la molestó, apretó mi pierna con su mano, para hacerme daño. Yo estaba tan sedada por los calmantes que apenas sentí un pellizco leve.—Estuviste de chismosa entonces. —acotó ella, ladeando la cabeza y estirando los brazos, a
Cuando Karly se marchó, junté la sangre del suelo, tratando de aprovechar la mayor cantidad posible. La petición de la bruja había sido muy clara.Me desperté con una idea fija en mi mente. Estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para proteger a mis pequeños, parte de ello era descubrir su origen. Pero para llevar a cabo mi plan con la bruja, tendría que ocultarle a Seth ese secreto.De lo contrario, podía generar problemas. El estaba muy concentrado en su plan contra mi hermano y mi padre. Se corría el rumor de que los lobos atacarían muy pronto. Ya nada de eso me importaba, confiaba en que mi esposo se encargaría de todos los detalles. Después de todo, era un cazador nato. Su habilidad para enfrentarse a los lobos era incuestionable, no creía que necesitaría mi ayuda.Mis cachorros estaban a mi lado apenas abrí los ojos. Estaban cubiertos por las mantas, ya que por las noches soplaba un viento casi helado.Salí hacia el salón comedor para comer algo rápido y comenzar con mi plan. Bu
Estaba en mi cuarto, preparándome para ir a tomar un largo baño, cuando escuché que Seth ingresaba por la puerta. Me miró con preocupación.—Siento que hay algo que no me dices. —dijo él, mirándome fijamente.Luego, intentó tomar mi mano y besarme, pero yo comencé a recordar aquella imagen de Karly desnuda sobre él. Eso me generó un gran rechazo y lo aparté con brusquedad.—No quieres que me acerque a ti. —Seth se mostró apenado, ladeó la cabeza a un lado.Volvió a intentar acercarse a mi lado, tratando de acariciar mis hombros con suavidad. Pero esto me generó más rechazo. Sentía una pared enorme entre nosotros, que no sentía ni las más mínimas ganas de derribar.Tenía tanta ira acumulada. Karly jugaba conmigo, se burlaba de mí, porque tenía que ver como todos la adulaban e incluso mi propio esposo. Eso no podía disimularlo.—Estás confundido ahora, Seth, tu y yo nos conocimos hace muy poco tiempo. —dije, con un brutal ataque de sinceridad.El no pudo creer lo que le estaba diciendo.
Goth estaba allí, de pie enfrente de mí, con la mirada fuerte y su imponente presencia de Alfa. Es algo que no podía explicar, pero ahora no le tenía miedo, era mi igual. Antes, hubiera comenzado a temblar de miedo y probablemente me habría desmayado sin más.—Goth… —empecé a decir, pensando en que quizás fuera una alucinación provocada por la bruja.Solté los cubiertos y estos fueron a parar al suelo. La bruja se aproximó, recogiéndolos para que no tocaran tanto la tierra. Ella los atesoró en su bolsa y me miró con suspicacia. Entonces comprendí que había sido un plan todo ese tiempo. Ella quería que me reuniera con mi hermano lobo.—Sí, supongo que no hemos quedado en buenos términos. —dijo Goth, volviendo a su forma humana.Yo hice lo mismo, no sentía que fuera una amenaza, no había venido en son de guerra. Lo podía olfatear en sus intenciones. El extrajo de su bolsillo una sortija y me la tendió, con una sonrisa amable.—No temas, es una ofrenda de paz. Se que lo recordarás.Exami
Ingenua, ingenua, ingenua. No podía parar de repetirme a mi misma lo tonta que podía estar mostrándome ante cualquiera de las partes. Era sencillo, si Seth me había estado engañando, entonces había sido una ingenua por creer que nuestro amor era una profecía y que estábamos destinados a estar juntos. Si, por el contrario, Goth me engañaba, entonces sería una ingenua por creer en el lobo que me desterró tantos años atrás.Sin embargo, me sentía tan fuerte y libre corriendo alrededor de los árboles, percibiendo cada sonido con claridad. Me sentía una sola con la naturaleza que me rodeaba, palpitando el poder de loba en mi sangre.Al volver a mi forma humana, sentí una tristeza de tener que dejar a mi Loba para fingir debilidad. Pero hice el esfuerzo, acomodé mi cabello y mi ropa para que nadie notara mis cambios. Caminé hacia el interior de la mansión. No pensé que mi esposo ya hubiera regresado, pero allí estaba. Karly y los otros cazadores estaban a su lado, bebiendo alegremente. Pare
Al ver como mi amado Seth dormitaba recostado sobre mi pecho, sentí una punzada de culpa. Era tan extraño tener que verlo como un posible enemigo. Quería dejar de pelear, terminar con esta intriga y volver a creerle ciegamente.Sin embargo, la incógnita allí estaba y yo no podía dejar de imaginar el peligro. Si cerraba los ojos por mucho tiempo, comenzaba a sentirme acechada. El haberme convertido en una Loba tan fuerte me hacía tener unos instintos muchos más precisos.Mi olfato había aumentado demasiado, sentía hasta el más mínimo aroma y eso a veces me provocaba nauseas. Por ejemplo, incluso el perfume exagerado de Karly casi hace que vomite en medio de la sala. Ella estaba rabiosa por tener que soportarme, cuando creía que estaría derrotada ante sus planes.Ahora, después de adquirir mis nuevos poderes, sentía que era una insignificante loba Omega que jamás podría enfrentarme.—¿Estás despierta, cariño? —preguntó Seth, notando que yo no dormía—Es temprano. —contesté sonriendo.—P
El cazador Seth me observaba con una mezcla de sentimientos en su mirada, era frío, pero ahora dejaba ver mucho solo con sus ojos. Era tan dulce conmigo, que verlo así de hostil era aterrador para mí. El me estaba viendo como a una presa, a alguien que tenía que detener.—Has lastimado a una de los nuestros. —dijo él, con la voz pausada. Trataba de no dejarse llevar por la ira.—No es nadie para mí. —contesté con frialdad, mirando a mi esposo con los ojos llenos de ira.Mi sed de venganza se intensificaba a medida que él hablaba, él tendría que ponerse de mi lado, sabía cuanto había sufrido. Ella era una embustera, una manipuladora cruel que solo quería robarme lo que era mío.Si tanto quería robarme a Seth, yo ya no lo quería a mi lado.—Adiós, Seth. —le dije, con mi voz firme, mirándolo directamente a los ojos.—De que hablas, estás volviéndote loca… Joder Lysa, no te reconozco.—Es porque jamás me has conocido.—Yo te amo… Se quien eres, eres mi Omega bella…—No lo soy, no quiero s
—Mamá…. —empecé a tartamudear por los nervios.Ella estaba igual que siempre, hermosa, con los ojos claros y cansados que parecían mirar lo eterno. Tenía un semblante tranquilo a pesar de que había vivido tantas cosas. Llevaba puesto un vestido largo de mangas largas y anchas, con un chaleco tejido de lana. Mi madre siempre se vestía como en la época antigua, porque ella era muy aficionada a las cosas de antaño. Le sentaba bien y parecía sacada de un cuadro.—Mi pequeña Lysa… —dijo ella, al tiempo en que me abrazaba, estrechándome con fuerza contra su pecho.Me sentí pequeña, pero en el buen sentido, me sentí hija, a pesar de haberme convertido recientemente en madre. Ella irradiaba su espíritu protector y me mantenía entre sus brazos, con el calor de su presencia. Mi corazón latía más despacio, me estabilizaba lentamente, como si cualquier problema se desvaneciera con ese abrazo.Ella me observó con la culpa bañando sus ojos.—Tuviste que pasar por un camino pedregoso, mi querida hij