CAPITULO 2 Blair Cooper — ¿Estas segura de hacer esto, Blair? Cerré la maleta al fin llena con mis cosas y me senté a un lado sobre el colchón con un brazo apoyado sobre la misma. —Totalmente, Cara —vocalice en medio de un suspiro de agotamiento, a lo que, la gordita pelirroja negó en total desacuerdo—. Voy a ir a ese crucero, ya lo decidí. Necesito despejar mi mente y olvidarme de lo que sucedió —me frote los ojos para evadir las lágrimas que volvían con insistencia—. ¡Me lo merezco después de toda este desastre! Solo habían pasado unas cuantas horas desde que había descubierto a eso dos seres teniendo sexo como conejos y ni un solo minuto había dejado de llorar, martirizándome con pensamientos que iban desde responsabilizarme por lo ocurrido, hasta la conmiseración por mí misma. Necesitaba poner tierra de distancia y así ordenar mis ideas al respecto. No había mejor forma de alejarme que utilizar el boleto de la que sería para nuestra luna de miel soñada. Siete días en un cruce
CAPITULO 3Blair Cooper— “No me vuelvo a enamorar. Totalmente para qué. Si la primera vez que entregué mi corazón. Me equivoqué… —cierro mis ojos al sentir nuevas lagrimas bajar por mis mejillas y sonrió a boca cerrada, abrazando el dolor que se expande en mi pecho dejándome sin aliento—. No me vuelvo a enamorar. Porque esta decepción, me ha dejado un mal sabor. Me ha quitado el valor de volverme a enamorar… Ya jamás tropezaré. En nadie me fijaré. No me vuelvo a enamorar…”Alzo mi mano sosteniendo la botella de ginebra que ya me acabe mientras sollozo de forma lastimera al ritmo de una rola de Juan Gabriel. La música suena estridente dentro de mi camarote y no me importa si molesto a otros huéspedes. ¡Me vale verga! Se supone que estoy en primera clase y puedo hacer lo que me venga en gana. Que al menos me sirva de algo haber tenido un prometido forrado en dinero; aunque eso a mí nunca me importo en lo absoluto, pero la familia de Scott siempre pensó que yo era una perra interesada e
CAPITULO 4Blair CooperMe duele cada minúscula parte de mi cuerpo y mi cabeza está a punto de estallar por la jaqueca que tengo. Solo pensar en moverme de la cama hace doler mis músculos, por lo que decido mantenerme en la misma posición mientras la habitación deja de dar vueltas a mí alrededor.Sé que ayer bebí demasiado, pero no se justifica que me duela el cuerpo de esta manera como si me hubiera lanzado un maratón de ejercicios intensos; incluso me duele la entrepierna, siento un leve ardor y mis muslo están húmedos y muy resbalosos.— ¡Que calor hace! —Murmuro entre dientes y parpadeo intentando abrir mis ojos; estoy tirada boca abajo sobre el colchón con mi rostro viendo hacia la pared de la habitación que ya no esta tan oscura, aunque no hay ni una sola ventana por donde pueda filtrarse algo de luz solar—. ¿Qué hora será?Intento incorporarme, pero mi cabeza se siente pesada y de inmediato vuelvo a mi posición de antes y entierro mi cabeza en la almohada, apretando mis ojos a
CAPITULO 5Blair CooperVeo una vez más el lienzo frente a mí y la sensación de que a mi girasol le hace falta un poco más de amarillo sigue carcomiéndome la mente, impidiendo mi avance. Me levanto del taburete y dejo la paleta en el caballete junto con el pincel para estirar un poco las piernas. Me limpio del mandil los restos de oleo que han quedado en mis dedos y me recompongo el moño mal hecho que luce mi cabeza esta tarde.—No soy un experto en el arte, pero algo me dice que esa hermosa flor necesita un poco más de amarillo —opina una voz extraña tras de mí, tomándome desprevenida—. Y disculpa que sea un entrometido.Mis ojos verdes buscan a la persona dueña de tales palabras y sonrió, al ver que se trata de uno de los benefactores de la casa hogar donde crecí junto con las chicas, además de ser uno de los pocos amigos de la familia Emerson que nunca me trato mal o me menosprecio por mi condición social. Él aseguraba no ser experto en arte, pero poseía varias galerías y museos en
CAPITULO 6Ezra Lennox—Me estas jodiendo, ¿no es cierto?—En absoluto, hijo. Estoy hablando muy en serio —respondió mi padre sin miramientos, viéndome a los pies de mi cama en la cual yo seguía medio dormido—. Vas a casarte en un mes y no puedes negarte.Di un respingo sobre la cama, quedando de rodillas con las sabanas de seda gris enrolladas entre mis rodillas.— ¿Qué locura es esa, papá? —Bostece sin remedio y me pase las manos por el rostro intentando espabilar del todo—. ¿Cómo voy a casarme si ni siquiera tengo una novia como prometida? —La exasperación se hizo notoria en el tono de mi voz enronquecida.—No hace falta que tengas una prometida, porque es evidente que ese tipo de protocolos no son tu costumbre, Ezra —me deje caer de culo de regreso al colchón mientras mi padre rodeaba mi espaciosa cama; se acercó a la ventana que daba al balcón de mi habitación y aparto las pesadas cortinas para que las luz del sol inundara el espacioso cuarto—. Desde niño siempre te gusto romper
CAPITULO 7Blair CooperEsto es una mala idea.¡No!Esto es una terrible idea.¡Una completa locura!¿En qué demonios estaba pensando cuando creí que aceptar la propuesta del señor Lennox era lo correcto?Debí hacerle caso a Freya cuando me dijo que huyera mientras mi vida siguiera siendo solo mía.—Me he vuelto loca —me digo a mi misma en un susurro mientras limpio las palmas de mi mano contra la falda de mi vestido rosado que traigo puesto y que resalta de manera favorecedora mi silueta; es una suerte que mi cuerpo no haya comenzado a manifestar ningún cambio notable, a excepción de mis malestares.Estoy sudando demasiado, ¿será por el embarazo o solo son los nervios?Llevo una mano a la boca y otra a mi barriga al sentir una arcada inesperada que amenaza con dejar salir un gran chorro de vomito por mi boca. ¡Esto no me puede estar pasando a mí! ¿Por qué tuve que salir embarazada?— ¿Señorita, Cooper, está usted bien? —me pregunta con tono condescendiente el hombre que va conduciend
CAPITULO 8Ezra Lennox— ¿Siempre eres así de imbécil?Esa pregunta mordaz, me hace saber que mi momento de paz ha llegado a su fin, justo cuando giro la cabeza y veo la curvilínea silueta de Blair caminar en mi dirección.No pienso admitirlo en voz alta, pero Blair es una chica muy hermosa y con unas curvas en su cuerpo que podrían convertirse en la perdición de cualquier hombre. Ella luce ardiente es ese pedazo de tela rosada que se pega a su cuerpo como un guante y ese cabello negro que le llega casi hasta el inicio de su culo, hace que mis ojos se desvíen ahí más tiempo del moralmente permitido. Mis recuerdos no le hicieron justicia a esta mujer, quizás los nervios del momento me jugaron una mala pasada y asociaron su belleza a un recuerdo negativo que siempre evoque de forma distorsionada y tétrica, pero ahora que la tengo frente a mí puedo ver que mi mente me jugo sucio.Mi futura esposa es toda una belleza, aunque tenga el carácter de una loca.—Casi siempre —ladeo una pequeña
CAPITULO 9 Blair Cooper — ¿En qué momento cambio tanto tu vida, Blair? Dejo de mirar la ecografía que me dio mi ginecóloga esta mañana en mi primer chequeo, para ver la expresión de preocupación en el rostro de Cara. —Hace casi tres meses ibas a casarte con el amor de tu vida y ahora resulta que vas a hacerlo con otro hombre que ni siquiera conoces bien y del cual estas esperando un hijo. Se me escapa una risita guasona. —Te dije que ese crucero cambiaria mi vida para siempre, ¿lo olvidaste? —Bromee guardando la copia de la ecografía dentro del sobre que enviaría a los Lennox, ya que ellos querían estar al pendiente de cada detalle de mi embarazo—. Ya no pienses más en eso, Cara —cerré el sobre de manila y lo deje a un lado de la encimera, bajo una fuente de frutas—. Ni siquiera yo pienso en eso. Baje del taburete para ir hasta el fregadero a lavar las verduras para el almuerzo, no sin antes dejar un beso en la mejilla de mi amiga que estaba sentada junto a mí con gesto ensombre