Narra Aiko.
Salgo de casa rumbo a la empresa observando detalladamente todo lo que consigo a mi paso, aunque no quiero, esta es mi última semana en la ciudad y en el país pues debo mudarme por razones de trabajo y lo que más me afecta de todo es que mi madre esta vez no me acompañará, está determinada a dejar a mi padre y quedarse en Colombia junto a su familia, aún no me lo ha dicho pero conozco su mirada y su forma de proceder, hace mucho tiempo la miro triste y rezagada aceptando las normas de mi padre, quien es un hombre frío, injusto y machista, la verdad es que ella hasta ha perdido parte de la alegría que la caracterizaba, dejó de tener el deseo de cambiar las cosas, dejó de llevarle la contraria a mi padre, y hasta dejo de intentar hacer que yo fuese diferente.
Algunas lágrimas salen de mi rostro mientras recorro las calles de la ciudad sentada en la parte trasera del auto que me lleva a la empresa, al tiempo que escucho una canción de Jorge Celedón que habla de cuán bonita es la vida.
Miro las calles y a las personas, todo se ve colorido, alegre y pintoresco. Veo a las personas con mucho menos dinero de lo que yo puedo tener, con menos responsabilidades y con más libertad, aunque algunos envidian la vida que creen que yo tengo, realmente yo envidio la vida que ellos tienen, en especial su alegría, siento un frío en mi corazón al darme cuenta de cuán sola estoy y cuán vacía me siento.
- Son quince mil pesos.
La voz del taxista me saca de mis pensamientos, asiento con la cabeza y cancelo el monto que me ha pedido, me bajó del taxi aliso con las manos mi traje, camino hacia la empresa, doy los buenos días pero nadie siquiera voltea a verme, prosigo mi camino y mientras atravieso el área administrativa, algunas secretarias me miran de arriba abajo y se ríen mofándose de mi manera de vestir y mi aspecto.
Las empleadas de la empresa se ven como modelos, muy altas, con faldas ajustadas y cortas, piernas largar, cabellos largos, arreglados y sueltos, zapatos de tacón delgado y alto, maquillaje profesional, piel bronceada; yo en cambio sin maquillaje, piel pálida, con ropa holgada, cabello por los hombros lacio y sin gracia, de 1, 55 cm., de estatura, insegura, con lentes y un anticuado maletín, aun así sé que no vine a un concurso de belleza y tengo un trabajo que hacer, mi inteligencia y capacidad es mi fuerte.
Intento hacer caso omiso de las burlas y comentarios, dos años en este lugar y no logré ganarme el respeto de nadie, pues solo fui quien caminaba apresurada atrás de su padre cumpliendo todos sus deseos sin protestar, sin reclamar y sin dar su opinión ni en un solo momento.
En este tiempo llegué a escuchar los apodos que me decían, pitufina, tontita y robotsito todo en referencia a mi actitud y aspecto, mis órdenes para los empleados siempre son dadas a través de memorándum siguiendo las palabras fieles de mi padre aunque yo no esté de acuerdo en más de una ocasión.
La única alegría que hoy puedo tener es que me desvinculo totalmente de la empresa y esta es mi despedida, la presentación de una evaluación del rendimiento empresarial del último semestre, por la que me he esforzado y desvelado el último par de meses.
Llego a la sala de juntas y una secretaria me detiene, me informa que la reunión fue cambiada de horario y empezó hace una hora además no debo entrar, porque mi padre ha pedido que no me permitan interrumpir.
Esa información me desconcierta y me molesta la actitud de la estúpida secretaria, no entiendo lo que pasa, la reunión es para que presente el informe, <¿si yo no puedo estar de qué van a hablar?>, empujo a la estúpida secretaria y corro, entro de golpe y aunque el ruido hace que algunas personas volteen, casi nadie puede verme porque las luces están apagadas para que se vea a la perfección la imagen proyectada en la gran pantalla, me lleno de ira al ver mis gráficos proyectados, alguien robó mi informe y lo está presentando por mí, pero quien pudo hacer eso.
Mi hermano tose de forma fingida para tapar su risa nerviosa y sigue hablando, < Kenji está presentando mi trabajo>, pienso totalmente atónita.
Miro con ira a mi padre, porque sé que todo es obra de él, dejó que me esforzara y trabajara duro todo este tiempo porque sabe que mi hermano no tiene la capacidad de hacerlo bien, pero no considera que una mujer pueda estar frente a los negocios y por eso es su hijo adorado es quien dirige la junta, lo peor de la situación es que Akiro sea tan mal padre como para no ser sincero conmigo, robar mi trabajo, cambiar la hora de la reunión y prohibirme la entrada a la sala de juntas.
No hay palabras para expresar lo mal que me siento, estoy totalmente decepcionada y frustrada, aun así reprimo lo que siento, busco un lugar para sentarme y miro la presentación esperando mi momento para expresar lo que siento.
…
Desde que Karim miró a Aiko no ha podido sacarla de su mente, intenta prestar atención a las palabras del orador en esa importante junta de negocios, pero la verdad es que su mente no logra concentrarse, eso sin contar con que el hombre que está hablando, a su juicio, carece de conocimiento y seguridad.
Con disimulo Karim apoya sus brazos en la mesa y observa a la chica, está seguro de que nadie se da cuenta de su acción, pues las luces están apagadas, la joven que llegó tarde a la reunión y con ropa ejecutiva pasada de moda parece ser muy inteligente y a la vez algo torpe, pero si está en esa reunión es porque es de la confianza de Akiro o tiene algún puesto importante en la empresa.
Karim detalla sus rasgos, y percibe a una chica virginal e ingenua que puede ser una presa fácil para él y tal vez una sutil diversión en la búsqueda de información relevante para sus planes de venganza.
Sonríe con suficiencia al imaginar que le llevará poco tiempo sacarle información a la mujer y estar entre sus piernas, reclina su cuerpo apoyando su espalda en la silla y observa con atención al joven quien en pocos minutos culmina su presentación.
La presentación termina, las luces son encendidas, Akiro mira a Kenji con orgullo y luego mira a Aiko con desaprobación.El rostro de Aiko luce pálido, casi sin expresión pero en su interior siente una mezcla entre ira y tristeza. Le molestó ver el descaro de su padre, lo miró indignada, quería gritarle a la cara lo que sentía pero decidió callar por el momento, porque en esa junta están los compradores de sus acciones en la empresa y para nada les ayuda hacer un espectáculo en ese lugar.El comprador se ve agradecido, un árabe arrogante acompañado de su hijo y su sobrino, hombres hermosos que derrochan lujo y dinero en su forma de vestir y actuar.- Gracias por tan maravillosa presentación, sino es mucha molestia quiero que Kenji trabaje junto a mi hijo un par de meses mientras se acopla al trabajo, ya que es su primera responsabilidad fuera de mi mentoría y veo que su hijo ha hecho un buen trabajo, por supuesto que lo recompensaré como se merece - dijo el señor Alí.Ante ese comenta
Narra Aiko.>No lo podía creer, quería estar equivocada, caminé a un lado y al otro, no quería salir, pero mucho menos quería quedarme a escuchar sus sonidos.Saqué mi teléfono y le envié un texto a mi madre “¿por qué lo toleras, él no te merece”, guardé mi teléfono en mi maletín, tomé mi caja y empujé la puerta con fuerza.Mi padre y la zorra se separaron de golpe y buscaron vestirse con rapidez, caminé hacia la puerta, la abrí y grité a todo pulmón.- Continúa la fiesta con la zorra de la secretaria, tal vez prostituirse sea la única forma de ganar dinero porque es una pésima empleada.Me fui, dejando la puerta abierta, y a ambos en evidencia ante las personas que transitaban en el piso, me fui de prisa de la oficina, vi el auto negro de mi padre estacionado frente a la empresa, me subí a la parte trasera y dije con mi voz quebrada.- ¡Miguel llévame a casa!.El auto comenzó a andar directo a mi lugar de residencia, al llegar entré agitada, con el ros
Narra Aiko.Me levanté de la cama y salí de la habitación con cuidado hacia el recibidor, las luces estaban encendidas pero parecía que no había nadie en la casa, caminé en busca de la cocina y allí encontré una pequeña campanilla parecida a las qué usaban antiguamente en los hoteles, al no saber cómo llamar a la empleada toque la campanilla y al poco tiempo la mujer apareció.Me sentí indignada de la forma en cómo ella es tratada, me di cuenta que no podía trabajar con Karim por qué no toleraría estar con una persona como él, imponente, engreído y maltratador, ya con mi padre había tenido suficiente.Me acerqué a la mujer y le pedí disculpas por haberla llamado de esa forma, le expliqué que no conocía su nombre y por eso no sabía cómo llamarla.- Alicia – respondió de forma precisa.Ella me sonrío con dulzura y me preguntó si tenía hambre, hablando de una forma extraña como si tuviese algún acento extranjero.Mi respuesta fue afirmativa, la miré cocinar, cené y luego la mujer me i
La vida de Aiko ha sido complicada desde el inicio, aunque ella es totalmente inocente de todo lo que ha sucedido, también ha sido la primera afectada y eso ha determinado hasta los momentos su forma de ser.Todo inició con el matrimonio de sus abuelos, ambos herederos de familias adineradas en Corea del Sur con fuertes expectativas sobre sus hombros y una gran cultura ancestral que honrar, para Ha - naul la abuela de Aiko la decisión era clara, debía lograr ser sumisa e inteligente ante su pareja, ganar su voluntad y lograr verse eficiente para ser tomada como esposa y socia empresarial y no quedar relegada solo al hogar, por eso decidió casarse con Hyun Hung el pretendiente más sumiso y menos exitoso ante las opciones propuestas por su familia.La mejor forma de sellar la unión era ser madre y justo un año después de su matrimonio quedó embarazada de su primer hijo, que desafortunadamente resultó ser una niña y no un varón como creía conveniente, pero eso no importaría si Hyo- ri hu
Narra Karim.Después de que Aiko se fue a la habitación de huéspedes su presencia en mi hogar comenzó a inquietarme, vinieron recuerdos a mi mente que podían sacarme de mis cabales por lo que necesité irme a un bar para beber alcohol y pensar muy bien como jugar mis cartas.Mientras conducía no podía evitar repasar lo sucedido el día de hoy en mi mente. La mujer inicialmente me dio la imagen de ser insegura, sumisa, callada y reprimida, toda una presa fácil para lograr mis objetivos, luego afuera de su casa la visualicé diferente.Verla enfrentarse a su padre y la manera en la que actuó conmigo me llamó mucho la atención, pensé que me vería como su salvavidas y me trataría con más amabilidad pero no lo hizo, más bien actuó distante, supongo que es lo correcto según su educación. También pensé que haríamos trato de inmediato y que me ayudaría el hecho de haber sido su salvador pero parece que me equivoqué, ni siquiera ha escuchado mi propuesta y ya me dijo que no le interesa, así que
Narra Karim. Salgo del bar directo al auto donde mi chofer me esperaba, me dirijo a un hotel dónde descanso un par de horas y al despertar, Sergio mi asistente, chofer y amigo, ya me ha traído algo de comer y beber para mejorar mi estado, ingiero todo, luego me doy una ducha renovadora y me dirijo a mi departamento. Llego en silencio, camino con cautela y me dirijo a la habitación dónde Aiko descansa, la miro dormir, se ve serena, joven y hermosa, aun usa la misma ropa de ayer, algo en mí quiere dejarla afuera de esto, pero no es posible, las acciones suelen tener efectos colaterales y ella será uno de esos. Me dirijo a mi habitación, busco una vieja camiseta de algodón, un bóxer y lo coloco en el buró junto a su cama, salgo de la habitación y le envío un texto a Sergio pidiéndole artículos de higiene femeninos, un camisón para dormir y un par de vestidos veraniegos talla pequeña, porque la mujer se ve pequeña, frágil y delgada. Camino a mi habitación y me recuesto en mi cama, ali
Narra Aiko. Busqué mi maletín, tomé mis lentes de montura plateada, saqué mi portátil y me senté en el centro de la cama, con mis piernas cruzadas en forma de agura y la pc sobre ellas, ingreso a internet haciendo un sondeo de las acciones de Inglaterra y la situación de la empresa, luego ingreso a mi correo y me consigo con un mensaje de mi hermano. “Aiko, padre está furioso, pero espera que tú y mamá regresen y le pidan perdón, sé que te molestó lo de la empresa pero no tuve opción, por favor vuelve, ¿a dónde irás sin dinero?, si no vuelves en un par de días padre no te permitirá ingresar a ninguna empresa, eliminará tus accesos, así lo ha dicho”. Me alegra que mi hermano me escriba y muestre algo de respeto hacia mí, a la vez me indigna que mi padre piense que mi madre y yo debemos pedirle disculpas y volver a él cuándo es Akiro Hung quien debería pedir disculpas. Mis ojos se llenan de lágrimas por la impotencia, un dolor de cabeza amenaza con aparecer. “No puedo disculparme y
Narra Aiko. Desayune y salí de la habitación, lavé los utensilios de comida y le pedí a Alicia que me indicara dónde lavar mi ropa, ella quería hacerlo por mí pero no se lo permití, metí la ropa a la lavadora y luego la guindé en un espacio de mi habitación junto a la ventana para que el sol y el viento hicieran su trabajo ya que la tela se encogería en la secadora y perdería mi único traje. Me acosté en la cama frente a mi computadora, me coloqué audífonos para escuchar música mientras escribía un mensaje para mi abuela. Necesito de su ayuda, aunque no sé si quiera dármela, pero debo intentarlo. Siento que no puedo seguir en el hogar de Karim, apenas y conozco al hombre y no sé si pueda sentirme segura en este lugar, llegué ayer y es más que suficiente para mí, nunca me había quedado en casa de un hombre y además éste es un desconocido. Narra Karim. Toco la puerta de la habitación de Aiko pero no contesta, aviso que voy a entrar y lo hago, la observo acostada en la cama boca aba