Narra Aiko.
<<¿Mi padre y la secretaria …?>>
No lo podía creer, quería estar equivocada, caminé a un lado y al otro, no quería salir, pero mucho menos quería quedarme a escuchar sus sonidos.
Saqué mi teléfono y le envié un texto a mi madre “¿por qué lo toleras, él no te merece”, guardé mi teléfono en mi maletín, tomé mi caja y empujé la puerta con fuerza.
Mi padre y la zorra se separaron de golpe y buscaron vestirse con rapidez, caminé hacia la puerta, la abrí y grité a todo pulmón.
- Continúa la fiesta con la zorra de la secretaria, tal vez prostituirse sea la única forma de ganar dinero porque es una pésima empleada.
Me fui, dejando la puerta abierta, y a ambos en evidencia ante las personas que transitaban en el piso, me fui de prisa de la oficina, vi el auto negro de mi padre estacionado frente a la empresa, me subí a la parte trasera y dije con mi voz quebrada.
- ¡Miguel llévame a casa!.
El auto comenzó a andar directo a mi lugar de residencia, al llegar entré agitada, con el rostro lleno de lágrimas, mi madre me miró en silencio, tenía el teléfono celular en sus manos y estaba parada al lado de sus maletas.
- Sólo me quedé por ti – me dijo con lágrimas en los ojos.
- No lo hagas, yo tampoco me quedaré.
Subí las escaleras directo a mi habitación y un par de minutos después llegó mi madre, me ayudó a hacer las maletas.
- ¿Lo sabías? – le pregunté, refiriéndome a la infidelidad de mi padre.
- Ha cambiado mucho así que lo imaginé - me dijo mirando el suelo.
La abracé y juntas lloramos, mi madre llamó un taxi, ya tenía todo planeado, se iría a Cali a la casa que había heredado de su madre y me pidió que me fuera con ella, pero yo no quería. No sabía qué hacer ni a dónde ir, solo sabía que necesitaba estar lejos de todo y todos, odiaba mi vida antes de este día y ahora estaba en crisis, y aunque mi madre era una víctima, también era culpable.
Nos despedimos en un abrazo, mi madre se fue y yo observé el auto alejarse, con un dolor profundo en mi corazón, entré en la casa a buscar mis maletas, ahora yo me iría, tomé mi pasaporte y mi boleto de avión, solo tendría que luchar en el aeropuerto porque me cambiara el boleto por un vuelo para este día y sabía que lo conseguiría sin problemas, ya que no es temporada vacacional.
Abro la puerta y salgo de la casa, miro hacia atrás con nostalgia, dolor y esperanza de un mejor futuro, miro al frente y un auto negro llega. Parece ser el auto de papá, pero… aún está el otro auto negro estacionado en la calle... me siento desconcertada, no entiendo qué es lo que pasa, ni con quién me vine a casa.
Mi padre se baja del auto hecho un demonio, camina directo a mí con mi hermano a un lado y golpea con fuerza mi rostro.
Caigo al suelo con un dolor fuerte en mi mejilla y también en mi corazón, levanto la mirada y mi hermano se muestra asustado pero no me defiende, en la cultura de mi padre, nadie lleva la contraria al anciano de la familia, ni al padre y yo, para él, hoy he sido una deshonra, aunque en realidad la única deshonra es él.
- ¡Ya no eres mi hija!. – dice en un grito.
- Y tú no eres mi padre – respondo con ira, me levanto del suelo con fuerza.
- ¡Sal de mi vista! – me grita.
- Es lo que hago – tomo mis maletas y camino hacia la calle pero algo me detiene, mi padre hala mi maleta hacia atrás.
- Vete sin nada, porque yo todo esto lo he pagado.
- Te equivocas – digo mirándolo a la cara con lágrimas en mis ojos y señalándolo con mano temblorosa - he sido tu esclava desde los doce años, tú estás en deuda conmigo – digo con fuerza e ira, los vecinos comienzan a asomarse pero eso no me detiene y prosigo en mi reclamo – eres un miserable, te he hecho ganar millones y ni siquiera me has dado un sueldo en toda mi vida, eres repugnante y morirás solo – mi corazón está acelerado por la emoción, mi voz ronca de tanto gritar y mi cabeza me duele tanto que siento que va a explotar, miro a mi hermano llena de ira y lo señalo - Y tú – hago una pausa - no sigas sus pasos o te irá muy mal.
Tiro las maletas al suelo, solo me quedo con mis documentos y computadora portátil que están en mi maletín.
- Quédatelo todo, véndelo en una tienda de segunda mano, así recuperas dinero, ¡miserable!- mi padre levanta su mano para golpearme nuevamente, yo escondo mi rostro tras mis brazos en un acto reflejo, mientras espero el golpe una sombra se interpone.
- Tengo todo grabado en mi teléfono, si te metes con ella nuevamente serás demandado y tu imagen será manchada – escucho a un hombre decir, esa voz ronca y viril me suena familiar.
El hombre me toma del brazo, me lleva con él y me sube a su auto, el auto negro en el que llegué a casa. Rodea el auto y se sienta a mi lado.
- Al penthouse – dice y el auto comienza a moverse.
- ¿Qué?, ¿Quién eres? – digo reaccionando al fin.
- Soy Karim – me dice, observo su rostro y lo recuerdo.
- ¿Cómo llegaste aquí? - pregunto confundida.
- Tú nos pediste que te trajéramos - dice con simpleza.
- No a ti, al chofer de mi padre.
- Este es mi auto y mi chofer, yo estaba sentado a su lado.
- ¿Cómo sabías dónde vivía? - sigo preguntando sin entender lo que sucede.
- Tu padre me lo había dicho, me invitó a cenar esta noche, quiere hacer un trato conmigo pero no me interesa.
- ¿Por qué me ayudas?
- No te ayudo, quiero hacer un trato contigo.
- ¿Qué? – pregunto intentando comprender.
- Investigue a tu padre y me di cuenta que es un pésimo empresario, pero entendí que alguien más hacía el trabajo importante, estaba investigando quién era, pensé que era tu hermano pero sus palabras en la presentación eran deficientes comparadas con el informe escrito, escucharte me hizo entender quién es la genio en los negocios y quiero que trabajes para mí.
- Lo lamento, no me interesa.
- Por lo que escuché no tienes a dónde ir, ni dinero – me dijo, le mostré mi pasaporte y billete de avión.
- Te equivocas, soy una empresaria brillante y adinerada, no sería tu empleada sino tu socia en dado caso que quisiera trabajar contigo pero no me interesa – dije dándome más importancia de la que creo tener.
- Pensé que eras sumisa, pero veo que eres feroz – sonrió – eso me gusta, socia- extendió su mano hacia mí pero no quise estrecharla.
Lo miré fijamente, sabiendo que ahora estoy sola y que debo saber muy bien que decir y hacer de ahora en adelante.
- Tu rostro está inflamado, necesitas ser atendida – me dijo con amabilidad, asentí y me quedé en silencio.
…
Cuando entramos al elevador fue que vino a mi mente la idea de que el señor Karim apenas era un recién conocido y qué tal vez esa invitación, podía tener otra intención.
Aunque me sentí incomoda no dije nada pues no hay en mi mente las palabras adecuadas para expresarme en esta situación.
El elevador abrió sus puertas justo en el departamento del hombre, era en el último piso del edificio y ocupaba todo el espacio. El área del recibidor era un lugar muy iluminado, moderno, amplio y hermoso realmente sorprendente pero decidí no demostrar mi agrado.
- Bienvenida a mi hogar temporal - dijo Karim tras de mí.
- Gracias - fue lo único que logre pronunciar.
- Por favor toma asiento - me dijo el hombre y así lo hice, sentándome en un hermoso y pulcro sofá blanco, un par de aplausos después y apareció una mujer de servicio.
- Atiende a mi invitada - dijo Karim.
Su forma de llamar a la empleada me disgusto totalmente y de inmediato pensé que el hombre era tan patán y machista como mi padre, pero en este momento lo necesitaba así que decidí que por ahora lo mejor sería callar.
La mujer me atendió con mucha amabilidad, colocó en mi rostro una pomada, luego una pequeña toalla y sobre esta una bolsa con hielo además me incitó a recostarme en la habitación destinada para los invitados, acepte ya que Karim nos observaba y me pidió que no despreciara su ofrecimiento. Aunque tanta amabilidad me parecía extraña decidí aceptarla pues sentía mucho agotamiento y también dolor.
Sin quererlo me quedé dormida y cuando desperté ya era de noche, no había comido absolutamente nada después del desayuno y mi estómago rugía como un león hambriento.
Narra Aiko.Me levanté de la cama y salí de la habitación con cuidado hacia el recibidor, las luces estaban encendidas pero parecía que no había nadie en la casa, caminé en busca de la cocina y allí encontré una pequeña campanilla parecida a las qué usaban antiguamente en los hoteles, al no saber cómo llamar a la empleada toque la campanilla y al poco tiempo la mujer apareció.Me sentí indignada de la forma en cómo ella es tratada, me di cuenta que no podía trabajar con Karim por qué no toleraría estar con una persona como él, imponente, engreído y maltratador, ya con mi padre había tenido suficiente.Me acerqué a la mujer y le pedí disculpas por haberla llamado de esa forma, le expliqué que no conocía su nombre y por eso no sabía cómo llamarla.- Alicia – respondió de forma precisa.Ella me sonrío con dulzura y me preguntó si tenía hambre, hablando de una forma extraña como si tuviese algún acento extranjero.Mi respuesta fue afirmativa, la miré cocinar, cené y luego la mujer me i
La vida de Aiko ha sido complicada desde el inicio, aunque ella es totalmente inocente de todo lo que ha sucedido, también ha sido la primera afectada y eso ha determinado hasta los momentos su forma de ser.Todo inició con el matrimonio de sus abuelos, ambos herederos de familias adineradas en Corea del Sur con fuertes expectativas sobre sus hombros y una gran cultura ancestral que honrar, para Ha - naul la abuela de Aiko la decisión era clara, debía lograr ser sumisa e inteligente ante su pareja, ganar su voluntad y lograr verse eficiente para ser tomada como esposa y socia empresarial y no quedar relegada solo al hogar, por eso decidió casarse con Hyun Hung el pretendiente más sumiso y menos exitoso ante las opciones propuestas por su familia.La mejor forma de sellar la unión era ser madre y justo un año después de su matrimonio quedó embarazada de su primer hijo, que desafortunadamente resultó ser una niña y no un varón como creía conveniente, pero eso no importaría si Hyo- ri hu
Narra Karim.Después de que Aiko se fue a la habitación de huéspedes su presencia en mi hogar comenzó a inquietarme, vinieron recuerdos a mi mente que podían sacarme de mis cabales por lo que necesité irme a un bar para beber alcohol y pensar muy bien como jugar mis cartas.Mientras conducía no podía evitar repasar lo sucedido el día de hoy en mi mente. La mujer inicialmente me dio la imagen de ser insegura, sumisa, callada y reprimida, toda una presa fácil para lograr mis objetivos, luego afuera de su casa la visualicé diferente.Verla enfrentarse a su padre y la manera en la que actuó conmigo me llamó mucho la atención, pensé que me vería como su salvavidas y me trataría con más amabilidad pero no lo hizo, más bien actuó distante, supongo que es lo correcto según su educación. También pensé que haríamos trato de inmediato y que me ayudaría el hecho de haber sido su salvador pero parece que me equivoqué, ni siquiera ha escuchado mi propuesta y ya me dijo que no le interesa, así que
Narra Karim. Salgo del bar directo al auto donde mi chofer me esperaba, me dirijo a un hotel dónde descanso un par de horas y al despertar, Sergio mi asistente, chofer y amigo, ya me ha traído algo de comer y beber para mejorar mi estado, ingiero todo, luego me doy una ducha renovadora y me dirijo a mi departamento. Llego en silencio, camino con cautela y me dirijo a la habitación dónde Aiko descansa, la miro dormir, se ve serena, joven y hermosa, aun usa la misma ropa de ayer, algo en mí quiere dejarla afuera de esto, pero no es posible, las acciones suelen tener efectos colaterales y ella será uno de esos. Me dirijo a mi habitación, busco una vieja camiseta de algodón, un bóxer y lo coloco en el buró junto a su cama, salgo de la habitación y le envío un texto a Sergio pidiéndole artículos de higiene femeninos, un camisón para dormir y un par de vestidos veraniegos talla pequeña, porque la mujer se ve pequeña, frágil y delgada. Camino a mi habitación y me recuesto en mi cama, ali
Narra Aiko. Busqué mi maletín, tomé mis lentes de montura plateada, saqué mi portátil y me senté en el centro de la cama, con mis piernas cruzadas en forma de agura y la pc sobre ellas, ingreso a internet haciendo un sondeo de las acciones de Inglaterra y la situación de la empresa, luego ingreso a mi correo y me consigo con un mensaje de mi hermano. “Aiko, padre está furioso, pero espera que tú y mamá regresen y le pidan perdón, sé que te molestó lo de la empresa pero no tuve opción, por favor vuelve, ¿a dónde irás sin dinero?, si no vuelves en un par de días padre no te permitirá ingresar a ninguna empresa, eliminará tus accesos, así lo ha dicho”. Me alegra que mi hermano me escriba y muestre algo de respeto hacia mí, a la vez me indigna que mi padre piense que mi madre y yo debemos pedirle disculpas y volver a él cuándo es Akiro Hung quien debería pedir disculpas. Mis ojos se llenan de lágrimas por la impotencia, un dolor de cabeza amenaza con aparecer. “No puedo disculparme y
Narra Aiko. Desayune y salí de la habitación, lavé los utensilios de comida y le pedí a Alicia que me indicara dónde lavar mi ropa, ella quería hacerlo por mí pero no se lo permití, metí la ropa a la lavadora y luego la guindé en un espacio de mi habitación junto a la ventana para que el sol y el viento hicieran su trabajo ya que la tela se encogería en la secadora y perdería mi único traje. Me acosté en la cama frente a mi computadora, me coloqué audífonos para escuchar música mientras escribía un mensaje para mi abuela. Necesito de su ayuda, aunque no sé si quiera dármela, pero debo intentarlo. Siento que no puedo seguir en el hogar de Karim, apenas y conozco al hombre y no sé si pueda sentirme segura en este lugar, llegué ayer y es más que suficiente para mí, nunca me había quedado en casa de un hombre y además éste es un desconocido. Narra Karim. Toco la puerta de la habitación de Aiko pero no contesta, aviso que voy a entrar y lo hago, la observo acostada en la cama boca aba
Sergio es un hombre muy observador y por eso se había convertido en la mano derecha de Karim, se daba cuenta muy rápido de los gustos de las personas, sabía como tratarlas y complacerlas, para él no era nada complicado ni forzado simplemente le salía natural.De solo ver a Aiko intuía la sencillez de la chica y su inocencia a pesar de su edad, veía en ella a una persona llena de temores e insegura a la hora de actuar.Cuando Sergio vio a Aiko con Miguel, se percató rápidamente de que era cercana a su empleado, también pudo entender que le tenía temor a su abuela y que no le mentía a Karim, en efecto no estaba sola ni desprotegida, tenía el apoyo y dinero de Ha-naul. Además pudo conocer el nombre de su abuela lo que le serviría a Karim para investigar mejor a la chica.…Aiko siguió a Sergio a la tienda de lencería, éste se quedó unos pasos atrás para darle espacio, pero la joven parecía perdida en el pasillo de finas y hermosas prendas, por lo que decidió pedirle a una vendedora que a
Ha-naul hacía mucho tiempo que seguía los pasos de su hijo, porque él sería, según la tradición, su heredero, pero al saber que era un hombre infiel y egoísta con su familia había decidido no heredarle sus empresas, además le parecía que era un empresario mediocre, por eso la anciana había decidido darle una lección, pero las cosas se habían apresurado con la huida de su esposa e hija.Cuando Miguel le informó a Ha-naul del escándalo ocurrido en la empresa entre Akiro y su secretaria, la ida de su esposa que ya no soportaba la vida al lado de él y la discusión entre Akiro y Aiko, la mujer decidió que ya no debía esperar más.Ha-naul tomó sus maletas y se dispuso a viajar hacia Colombia en busca de Aiko, le daría su apoyo solo por un tiempo para determinar si la joven mujer merece ser su heredera, ya que a su nieto Kenji lo descartó por ser igual a su padre, en estos momentos solo ve alguna posibilidad en Aiko, pero si ésta no cumple con sus expectativas piensa adoptar cómo tutora legal