Espero Jennifer logre lo que vino a buscar, ¿y ustedes?. ¡Gracias una vez mas por los comentarios y el apoyo a esta y todas mis historias, es muy importante para mi.
Jennifer Stone Salgo del trabajo a las seis de la tarde, caminando con lentitud sumida en mis pensamientos… Es rápido para concluir esto pero esto no está funcionando…Debo ser más sutil si quiero volver con Samir, el salió corriendo después que lo bese. Acaricio mi boca con suavidad recordando el roce de sus labios, eso casi me saca un suspiro, debo estar loca pero Samir me gusta incluso más que antes, en estos casi tres años separados esta más lindo que nunca…más fornido ¡quiero comérmelo! Pienso mordiendo mi labio. Se siente bien feo ver a Samir con otra, tal vez si yo le doy celos se dé cuenta que soy yo la mujer que él quiere en su vida, medito haciendo muecas, ¡no puedo caminar con estos tacones! Así que aprovecho que esta temprano y puedo tomar un bus. Pero cuando subo al bus también siento miedo ¿y si él se enamoro de su novia?, me pregunto mordiéndome los labios preocupada, miro hacia la ventana y veo a mi hermano, cuando voy a gritar su nombre para que suba al bus conmi
Jennifer Stone No me doy cuanta cuando llega Adriana, mis ojos están nublados por las lagrimas, pero siento su abrazo—No sabes lo que hizo.— Silábelo —¿Por Dios quien te golpeo?— Pregunta ella tomando mi cara entre sus manos, se separa solo un poco. —Mi mama.— Gimoteo precisamente comienza a llover. —Vamos a casa.— Me dice ella ayudándome a levantar del banco…Subo al auto y me coloco en posición fetal, estoy tan decepcionada de mi familia, creí que por lo menos esta vez mi madre me daría la razón, pero no…ella prefirió creerle al mentiroso ese. —Tranquila todo estará bien.— Me dice ella, y me acaricia la espalda antes de arrancar, yo asiento segura de que es así, he pasado por cosas peores y estoy viva. Ella maneja hasta su casa, donde vive con sus padres y dos hermanas mas, me da vergüenza molestarla, pero no tengo a más nadie a quien recurrir…Podría llamar a Samir pero no creo que esté dispuesto a ayudarme. Cuando entro a su casa esta toda su familia y las miradas se centran e
Jennifer Stone Ese beso, término en lamidas, mordiscos y chupetones…el beso más rico me ha dado en mi vida, saquea mi boca de forma apasionada... Me besa mejor que antes, pero no todo queda en el contacto de nuestros labios, me vuelvo loca literalmente cuando sus manos comienzan a recorrer mi cuerpo con suavidad, no quiero suavidad quiero que me apriete y me arranque la ropa de la piel. Pero él se toma su tiempo…Aunque por el temblor de sus manos esto nos afecta de la misma forma a los dos. No me quedo tranquila, no soy ninguna niña tímida yo no dudo que estar con él es lo que quiero y después pensare en las consecuencias…Lo he soñado tantas veces, lo he extrañado tanto…su olor su piel, sus besos… Me comienza a apretar las nalgas y gimo de placer, un calor se concentra en mis entrañas –Samir. — Silabeo cuando ¡lame mi cuello!, por Dios me siento arcilla entre sus dedos. Me mira a los ojos y acaricia mi zona sur sobre la ropa, con los ojos tan oscuros que parecen negros— ¿Te gus
Jennifer Stone —Gracias por todo lo que estás haciendo por mí en este momento. — Me dice el pálido, el es muy unido a su padre, esto es muy difícil para los dos, no tenemos idea como está su papá. —No hay de que, tú sabes que yo aprecio mucho al señor Soleimani, estoy segura que tú harías lo mismo por mí— Le respondo con toda la seguridad. El cierra sus ojos y traga grueso, se que la situación que está viviendo no es fácil, pero estoy contenta de estar a su lado. Estoy segura que él ni siquiera sabe de la muerte repentina de mi padre en aquel tiempo, él desapareció sin dejar rastro, me sentí tan solo al no tenerlo conmigo en ese momento, fue muy difícil para mí superar todo. Creo que aun no lo supero, solo he aprendido a vivir con la ausencia de mi padre. —No sé qué haría si no estás aquí en este momento. — Susurra con la voz estrangulada sin verme, me siento incomoda al no llevar ropa interior. —No pienses en eso no pienso alejarme de nuevo de ti. — Le respondo. —Eso espero, a
Samir Soleimani Después que Jen se va me quedo con un mar de emociones encontradas con ella, fue una locura lo que hice anoche casi me hace perder la cabeza no puedo caer en su tentación, cierro los ojos y mis papilas gustativas recuerdan su sabor, me siento mal por estar pensando en sexo cuando mi padre aun está mal, pero gracias a Dios ya está estable. —Ya pueden pasar a ver al señor Soleimani uno a la vez. —Anuncia el doctor entrando a la sala de espera Solo estamos mi madre y yo, ya que mi hermano menor esta en el extranjero desde hace un tiempo estudiando Arquitectura. —Yo primero. — Se apresura a decir mi madre limpiando su cara para que mi padre no la vea descompuesta, yo también quiero verlo pero sé que ella está desesperada desde anoche, Los frenos del auto no funcionaron, casi no puedo creerlo, el auto es nuevo y de alta gama eso nunca debió haber sucedido, todo resulta muy sospechoso ese es el auto que uso regularmente. Espero un largo rato hasta que sale mi madre más
Jennifer Stone —¿Adriana puedes venir por mi?— Cuestiono entre susurros llamando a mi amiga, desde un rincón de la sala de espera, lo mas alejado de Samir, su novia y la señora Soleimani, me siento muy débil después de esta noche, ademas incomoda al tener frente a mí a mi ex suegra, ella jamás me acepto. A pesar que hice todo por hacer feliz a mi esposo y apoyarlo en todo, para ella nunca fui suficiente — ¡Claro!, te escuchas agotada. — Dice ella y ríe como una hiena con ideas equivocadas…Ya quisiera quien hubiese pasado de todo entre él y yo. —Lo estoy, no te imaginas la noche que tuve. — Respondo en el mismo tono cansado, mientras la señora Soleimani me mira con expresión amargada Si las miradas mataran…Ya estaría muerta — Puedo imaginarlo. — Dice Adriana con voz cantarina, —No es lo que piensas en realidad pase la noche en la clínica, el señor Soleimani tuvo un accidente y salimos corriendo para acá. — Le cuento, mientras miro con celos y envidia como Daniela acaricia el cab
Jennifer SmithAl día siguiente, a las seis de la mañana, cuando me arreglaba para ir al trabajo Samir me llama a mi teléfono— ¿Dónde demonios estas?— Reclama.—En casa de Adriana, ¿por?.— Cuestiono vistiéndome—Porque estoy donde tu madre y ella dice que no sabe donde estas desde hace cuatro días, desconocía esas conductas de ti.— Reprocha.—No voy a justificarme, yo no tengo porque darte explicaciones de mi vida, solo eres mi jefe y además que haces buscándome, yo puedo llegar sola al trabajo.— Le respondo—No vamos a empresa, tenemos un viaje de negocios prepara dos cambios de ropa.— Me responde y cuelga sin despedirse.Tomo la maleta que aun no he desecho, y salgo de la habitación—¿Te vas?.— Pregunta con una sonrisa Zora sentada en el sofá de la sala.—Si.— Respondo con un monosílabo.—¿Tan pronto, creí que estarías en casa más tiempo, si es por lo que dice Zora, no tienes que mortificarte, la conoces, perro que ladra no muerde.— Me dice la madre de Adriana con pesar— Oye mamá
A la hora de la conferencia el sube a una tarima y comienza a explicar la presentación con fluidez, yo lo observo con una sonrisa y de pronto el señor Roger se sienta en la mesa donde estoy.—¿Qué hace usted aquí?.— Cuestiono seria, y preocupada del que me este siguiendo.—Soy uno de los empresarios del año, puedo ponerte el mundo a tus pies si quieres.— Me ofrece intentando tomarme las manos.—¿Qué parte de no estoy interesada no comprendió?.— Pregunto entre dientes sin querer llamar la atención de los demás.—Todavía no comprendes que estas en mis manos?.— Pregunta descarado.—Usted está equivocado, no me importa qué tipo de negocios hizo con mi hermano, es a el que debe cobrarle—._Le aseguro.—No puedo creer que dejes a tu madre en la calle y en la absoluta pobreza.— Me dice él con voz cantarina.—¿De qué demonios está hablando?.— Cuestiono seria y con ganas de meterle una patada en el orto que no le queden más ganas de acosarme.—Que tengo las escrituras de la casa de tus padres y