Jennifer StoneMe levanto del suelo con una sonrisa guasona, que luego se convierte en una mueca al sentir el tirante dolor en mi antebrazo, por Dios.Me muerdo el labio y me coloco el abrigo para ir a la enfermería de verdad me duele mucho, me atienden rápidamente y me hacen una placa, no me rompí nada. Me recetan analgésicos y cuando vuelvo a la oficina una media hora después mi ex está sentado en su escritorio con mala cara, viendo su reloj.—Stone la hora de entrada fue hace una hora. —Me señala, —este es motivo de despido. — Agrega boqueo de la indignación, estoy acá primero que todo el mundo.—Señor tuve un accidente. — Comienzo a explicar, me da rabia lo idiota que se está comportando conmigo al querer despedirme.—No me interesan tu excusas ordenare que tengan el cheque de lo que te corresponde en recursos humanos. — Me dice como si nada.— ¿Es en serio?, no puedes botarme solo porque soy tu ex esposa…Eso algún tipo de discriminación y te puedo demandar por eso. — Le digo lo
ANILLOJennifer Stone—Te pido de la forma más amable posible que te ocupes de tu trabajo y los asuntos personales las soluciones cuando salgas de acá. — me dice Samir odioso.—Bien. — Respondo entre dientesA él le gusta molestarme, no he terminado una cosa cuando ya me está ordenando otras dos.—Me levanto de la silla después de dos horas a estirar un poco las piernas y me pregunta — ¿Adonde crees que vas?——Al baño. — Respondo caminando a la salida, necesito apoyo si quiero terminar con toda la carga laboral que me acaba de ordenar.—Tienes un baño acá. — Me dice señalando su baño privado.—No cargo toallas y me vino el periodo. — Me excuso—No te tardes, tienes mucho que hacer. — Me señala la computadora.—Si señor. — Respondo entre dientes, ni crea que me voy a dejar volver loca, para eso tengo amigas, camino hacia el baño y le hago una señal disimulada a mis amigas con los dedos ellas comprenden de inmediato y me siguen.— ¿Qué sucede?— Cuestiona Bianca. —— ¡El jefe me acaba de
Jennifer Stone Volvemos al trabajo, el se sigue comportando igual como si no supiera el golpe que le dio a mi corazón…Es el peor villano que puede haber. El sabe que lo amo, mis ojos no pueden mentirle, trato de refugiarme en el trabajo y no levantar la mirada ni verlo…Es el elefante blanco en la habitación, pero no se puede. —Sírveme un café.— Ordena Asiento, me levanto le sirvo el maldito café, mientras el no pierde ninguno de mis movimientos mis dedos están temblorosos. —Maldición.— Susurro con voz temblorosa cuando derramo café, me siento torpe, estúpida y tengo una tristeza dentro de mi…Nunca pensé que fuese fácil tenerlo tan cerca, pero tampoco que acabaría siendo una tortura. —¿Qué sucede?— Pregunta, estoy de espaldas a el y no se da cuenta que estoy temblando como una hoja. Aclaro mi garganta antes de responderle —Nada se me derramo café.— Sonrió al voltear, intento que no me vea llorar, que no vea mi fragilidad, coloco el café en el escritorio, para que él lo tome de a
Jennifer Stone Salgo del trabajo a las seis de la tarde, caminando con lentitud sumida en mis pensamientos… Es rápido para concluir esto pero esto no está funcionando…Debo ser más sutil si quiero volver con Samir, el salió corriendo después que lo bese. Acaricio mi boca con suavidad recordando el roce de sus labios, eso casi me saca un suspiro, debo estar loca pero Samir me gusta incluso más que antes, en estos casi tres años separados esta más lindo que nunca…más fornido ¡quiero comérmelo! Pienso mordiendo mi labio. Se siente bien feo ver a Samir con otra, tal vez si yo le doy celos se dé cuenta que soy yo la mujer que él quiere en su vida, medito haciendo muecas, ¡no puedo caminar con estos tacones! Así que aprovecho que esta temprano y puedo tomar un bus. Pero cuando subo al bus también siento miedo ¿y si él se enamoro de su novia?, me pregunto mordiéndome los labios preocupada, miro hacia la ventana y veo a mi hermano, cuando voy a gritar su nombre para que suba al bus conmi
Jennifer Stone No me doy cuanta cuando llega Adriana, mis ojos están nublados por las lagrimas, pero siento su abrazo—No sabes lo que hizo.— Silábelo —¿Por Dios quien te golpeo?— Pregunta ella tomando mi cara entre sus manos, se separa solo un poco. —Mi mama.— Gimoteo precisamente comienza a llover. —Vamos a casa.— Me dice ella ayudándome a levantar del banco…Subo al auto y me coloco en posición fetal, estoy tan decepcionada de mi familia, creí que por lo menos esta vez mi madre me daría la razón, pero no…ella prefirió creerle al mentiroso ese. —Tranquila todo estará bien.— Me dice ella, y me acaricia la espalda antes de arrancar, yo asiento segura de que es así, he pasado por cosas peores y estoy viva. Ella maneja hasta su casa, donde vive con sus padres y dos hermanas mas, me da vergüenza molestarla, pero no tengo a más nadie a quien recurrir…Podría llamar a Samir pero no creo que esté dispuesto a ayudarme. Cuando entro a su casa esta toda su familia y las miradas se centran e
Jennifer Stone Ese beso, término en lamidas, mordiscos y chupetones…el beso más rico me ha dado en mi vida, saquea mi boca de forma apasionada... Me besa mejor que antes, pero no todo queda en el contacto de nuestros labios, me vuelvo loca literalmente cuando sus manos comienzan a recorrer mi cuerpo con suavidad, no quiero suavidad quiero que me apriete y me arranque la ropa de la piel. Pero él se toma su tiempo…Aunque por el temblor de sus manos esto nos afecta de la misma forma a los dos. No me quedo tranquila, no soy ninguna niña tímida yo no dudo que estar con él es lo que quiero y después pensare en las consecuencias…Lo he soñado tantas veces, lo he extrañado tanto…su olor su piel, sus besos… Me comienza a apretar las nalgas y gimo de placer, un calor se concentra en mis entrañas –Samir. — Silabeo cuando ¡lame mi cuello!, por Dios me siento arcilla entre sus dedos. Me mira a los ojos y acaricia mi zona sur sobre la ropa, con los ojos tan oscuros que parecen negros— ¿Te gus
Jennifer Stone —Gracias por todo lo que estás haciendo por mí en este momento. — Me dice el pálido, el es muy unido a su padre, esto es muy difícil para los dos, no tenemos idea como está su papá. —No hay de que, tú sabes que yo aprecio mucho al señor Soleimani, estoy segura que tú harías lo mismo por mí— Le respondo con toda la seguridad. El cierra sus ojos y traga grueso, se que la situación que está viviendo no es fácil, pero estoy contenta de estar a su lado. Estoy segura que él ni siquiera sabe de la muerte repentina de mi padre en aquel tiempo, él desapareció sin dejar rastro, me sentí tan solo al no tenerlo conmigo en ese momento, fue muy difícil para mí superar todo. Creo que aun no lo supero, solo he aprendido a vivir con la ausencia de mi padre. —No sé qué haría si no estás aquí en este momento. — Susurra con la voz estrangulada sin verme, me siento incomoda al no llevar ropa interior. —No pienses en eso no pienso alejarme de nuevo de ti. — Le respondo. —Eso espero, a
Samir Soleimani Después que Jen se va me quedo con un mar de emociones encontradas con ella, fue una locura lo que hice anoche casi me hace perder la cabeza no puedo caer en su tentación, cierro los ojos y mis papilas gustativas recuerdan su sabor, me siento mal por estar pensando en sexo cuando mi padre aun está mal, pero gracias a Dios ya está estable. —Ya pueden pasar a ver al señor Soleimani uno a la vez. —Anuncia el doctor entrando a la sala de espera Solo estamos mi madre y yo, ya que mi hermano menor esta en el extranjero desde hace un tiempo estudiando Arquitectura. —Yo primero. — Se apresura a decir mi madre limpiando su cara para que mi padre no la vea descompuesta, yo también quiero verlo pero sé que ella está desesperada desde anoche, Los frenos del auto no funcionaron, casi no puedo creerlo, el auto es nuevo y de alta gama eso nunca debió haber sucedido, todo resulta muy sospechoso ese es el auto que uso regularmente. Espero un largo rato hasta que sale mi madre más