Hefesto se quedó viéndolo con incredulidad, le costaba creer en las palabras de su hermano, sencillamente, porque Ares no era hombre de enamorarse, una sola vez le pareció verlo enamorado, fue de la madre de sus hijas, aunque más tarde el amor se fue tan rápido como llegó, por eso aparte de por sus dos hijas, nunca lo vio expresar amor por ninguna mujer, las cambiaba como hacerlo de calcetines o ropa interior, no creaba vínculo con nadie a excepción de con Elora, con quien tenía una especie de conexión, sin embargo, no era amor.—¡Estás mintiendo! —exclamó Hefesto, obstruyéndole el paso.—Es tu problema si no quieres creerme, ¡Apártate del medio! Respecto a lo otro no te preocupes, ya veré como soluciono eso —bordeó a su hermano pasándole, por un lado, y caminó por las escaleras del avión con la chica en brazos.—No le vayas a hacer daño, por favor —pidió Hefesto, mirándolo subir.La aeromoza le indicó los asientos y Ares negó con la cabeza.—No, a ella voy a recostarla en la cama de
Ella sonrió feliz ante las palabras de Ares, le gustaba esa forma de tratarla, se sentía tan bien juntó a él. —Ares, yo nunca podría vivir sin ti, sé que es poco tiempo conociéndonos, pero lo que siento por ti es tan fuerte que si algún día me faltaras o supiera que tu amor no es verdadero, preferiría tirarme a un río y morir —expresó con seriedad y el cuerpo de Ares se estremeció de miedo.Él la levantó acostándola en su pecho.—¡Nunca vuelvas a decir eso Calli! Prométeme que jamás atentarás contra tu vida —pidió Ares con miedo. Ella lo vio tan asustado y solo sonrió.—No te asustes tontito, eso en la vida nunca va a suceder, porque jamás me vas a dejar y tú me amas de verdad ¿Cierto? —preguntó.No obstante, Ares se sentía miserable, ni siquiera pudo responder a esa pregunta, porque sabía que no sería sincero, pese a que ahora tenía ciertos sentimientos por ella, no podía evitar el miedo a que Calli descubriera en algún momento sus razones para haberla buscado, es no lo dejaba estar
El cuerpo de Ares se tensó al escuchar la voz de Calli, sobre todo por las preguntas que ella le estaba formulando, llegó de forma tan silenciosa que no la escuchó, se levantó de la arena y se giró hacia ella, sin poder simular la sorpresa que le ocasionó su llegada.Su mente estaba en blanco, no sabía que responderle, porque ni loco le diría la verdad, no ahora cuando decidió darse una oportunidad y quería ver hasta donde lo llevaba esa relación.La tomó de la mano, sin decir nada, la acercó a su cuerpo, se escondió en su cuello y comenzó a besarla.—¿Me dirás quien es esa Basha? ¿Por qué le decías que lo lamentabas? —al volverla a escuchar preguntar, sintió un poco de nervios.Los engranajes de su cerebro se activaron, su conciencia corrió en su auxilio «Quizás puedas optar por una verdad a medias», le dijo mentalmente, mientras trataba de construir una nueva verdad ajustada lo más posible a la realidad, incorporó la cabeza y se quedó viéndola a esos ojos tan expresivos que daban la
El cuerpo de la joven se estremeció, sintiéndolo incendiarse como si se tratarán de leños en una fogata, Ares la giró dejándola boca abajo, comenzó a besarla recorriendo su espalda, al mismo tiempo que sacaba la punta de su lengua y probaba su exquisito sabor. La chica arqueó su columna hacia arriba para darle mayor acceso.Un suave jadeo salió de la boca de Calli al sentir el contacto del hombre en su cuerpo, el corazón de Ares golpeaba su pecho de manera frenética.—Mi hermosa y dulce Calli, eres increíble, nunca pensé encontrar la perfección en ti —pronunció el hombre de manera seductora, hasta llegar al hueco de su columna dónde se deleitó acariciando con suavidad su derrier.El cuerpo de la pequeña Calli tembló producto de la excitación, mientras él descendía hasta llegar al punto ciego de su cuerpo, ella gimió intentando alejarse, pero él la retuvo sosteniéndola por sus caderas, de allí bajó hasta llegar a ese hinchado botoncito que recorrió con su lengua.Su intimidad se humed
Egan, terminó sentándose de golpe en la silla al escuchar las palabras de Ares, por un momento, se quedó por completo mudo, no sabía ni que decir, le parecía increíble todo lo que estaba ocurriendo.—Egan ¿Estás allí? ¿No vas a decir nada? —inquirió Ares, sin poder controlar esa sensación de peligro.—¡Mierd4! —fue la única expresión de sorpresa que pudo pronunciar Egan.Aunque siempre trataba con respeto a su jefe, en ese momento se podía decir que estaba prácticamente en shock, porque nunca, durante el tiempo que tenía de conocer a su jefe, le escuchó decir que estaba enamorado de alguien.—Es lo mínimo que provoca mi confesión, lo sé… Egan tienes que ayudarme, por favor, necesito liberarme de ese matrimonio, debo buscarle un sitio hermoso, seguro para llevar a vivir a Calli, lejos de la ciudad, donde ni siquiera sea posibles las comunicaciones, donde ni Adara ni Elora lo sepan, no quiero contacto entre ellas.El hombre sabía que era una locura, casi un secuestro lo que estaba haci
—¡No eso no puedo hacerlo! —exclamó Calli asustada haciendo amago de apartarse.Ares la abrazó por detrás.—Pequeña, va a gustarte, te lo prometo —ella negó con la cabeza—. Está bien, si no quieres, no lo haremos, déjame solo abrazarte.Así pasaron varios minutos en silencio, hasta que ella lo interrumpió.—Esas mujeres experimentadas con quien estuviste antes ¿Ellas hacen todo eso que deseas… en la cama? —interrogó con timidez.—Ya, no pienses en eso. Vamos a olvidarlo, si —pronunció el hombre acariciando con suavidad su rostro.—Lo siento, me estoy comportando inmadura… yo prometí complacerte para que no te buscaras otra chica… Vamos a hacerlo como deseas.—No es necesario Calli, si no quieres no lo hagamos así —debatió Ares, más ella insistió.—Por favor, si quiero, por favor —insistió y ella accedió.Segundos después, Calli se puso en la posición indicada por Ares, el hombre comenzó a estimularla hasta excitarla de nuevo, recostó su poll4 de su trasero frotándose en él, la chica g
Ares se quedó estático ante la petición de Calli, incluso fue necesario que ella volviera a repetírselo.—Amor, ¿Por qué no respondes? —interrogó frunciendo el ceño, preocupada porque él no se ponía al teléfono. El hombre la tomó de la mano, la acercó a su cuerpo y la abrazó, suspiró y luego le respondió.—Después le regreso la llamada, no quiero hablar con ella, por ahora solo deseo estar contigo, consentirte, cuidarte —pronunció sin poder dejar de sentir esa opresión en el pecho. Apagó el celular, lo lanzó a un lado y se acostó con ella, pegando su espalda a su pecho y se mantuvo abrazado a ella en forma de cucharita, se sentía cómodo, cálido, la apretó más a su cuerpo y así se quedó dormido junto a ella.«Basha se quedó viéndolo con tristeza—¿Por qué papá? ¿Tan poco te importo? ¿Cómo pudiste involucrarte con la hermana del hombre que acabó con mi vida? ¿De esa manera me muestras tu amor? —expresaba su hija con un tono de decepción.—Hija, lo siento, me enamoré de Calli, ella es
Cuando Calli se despertó aunque sintió el leve olor de la fragancia de su esposo, no lo vio a su lado y eso la entristeció, se duchó, bajó a buscarlo y no lo encontró, se fue a la cocina y se sentó a comerse un par de sándwich.Así fueron pasando los días, transcurrió una semana y prácticamente no lo había visto. Calli no aguantaba más esa situación, estaba demasiado desconcertado con la actitud del hombre, por eso esa noche, se sentó en el sofá de la cocina a esperarlo.Para Ares no fue fácil mantenerse alejado de Calli, a pesar de que todas las noches, cuando calculaba que ella dormía, regresaba y se acostaba a su lado, al amanecer se levantaba antes de que ella se despertara, los primeros días se quedaba dando vueltas por la isla, más la tentación de volver a ella era mucha, por eso comenzó a ir cada día a Atenas en helicóptero y regresar.Ese día llegó y vio a Calli sentada en la sala, su cuerpo se tensó, pensaba pasar frente a ella sin hablarle, pero lo detuvo.—Ares, ¿Dime qué s