Mansión Hardy
—Ya tengo la información, nuestro primo es cliente de ese burdel— asegura Alexander Black, también militar y hermano del capitán.Decir que ambos están furiosos es poco, se trata del primo que si bien es cierto llegó a sus vidas como el hijo adoptivo de su querido tío, la familia a pesar de sus drásticas y ácidas personalidades es lo más importante para ellos por lo que es molesto investigar a Zamir y darse cuenta que no es lo que aparenta.—Ese imbécil compró a una joven, me da cólera no haber podido hacer más por ella pero, no me podía poner en evidencia.—¡Feliz cumpleaños!— saluda la familia a Zamir con todo el cariño que siempre le han dado.—Mi hermosa familia, gracias por todo, yo también tengo una sorpresa, me he enamorado tanto que voy a casarme— informa el hombre ante la algarabía y sorpresa del resto presentando a su novia, la tímida mujer que saca de las sombras haciendo que ella retenga su miedo mientras los ojos color miel del capitán se abren con asombro.—Es ella— piensa para sus adentros mirando a su enorme familia que ignora la verdad sobre Zamir, la mujer es presentada como Cielo, una chica albanesa que vive en Londres y tanta mentira genera más furia en el hombre que aprieta los dientes y la mira de pies a cabeza.—¿Cómo se conocieron?— pregunta con su tono grave y enérgico haciendo que Cielo se le erizara el cuerpo, no lo conoce, no sabe quién es sin embargo, la presencia de un Black siempre es algo que te deja sin aliento. —En uno de mis viajes — responde el rubio que besa la mejilla de la pelinegra.—¡A la mesa!— habla la cabeza de la familia y si las miradas matarán, Zamir ya sería un cadáver.Los ojos del implacable capitán no se despegan de cada movimiento de su primo quién nota algo diferente pero, ya todos conocen el carácter serio de los militares por lo que ignora aquello pero, Cielo no hace lo mismo, sus impactantes ojos celestes se posan con cierto miedo en Aaron Black, que no comprende porque ella no pide ayuda si no que recibe el tacto de Zamir y eso le genera una molestia particular.—Lamento llegar tarde— se escucha la voz y presencia de una rubia muy bonita, Cassy Wilson, la novia del capitán.La mujer es recibida con atenciones pero ni su presencia logra que Aaron despegue la vista del objetivo, necesita entender porque una mujer comprada actúa así, sabe que es sumisa, que hay inocencia en ella pero, podría pedir ayuda y es que la idea de que Zamir sea un completo monstruo duele un poco, la familia es vital para ellos y con todo y eso, Aaron no está dispuesto a dejar que el cariño lo ciegue.—Eres muy bella Cielo— halaga Paloma, la madre de Zamir.—no más que usted señora— responde con timidez la joven que evita el asco y miedo cuando su captor la besa y le susurra en el oído que si se sigue portando como una buena chica, está noche tomará su virginidad con algo de paciencia.—No puedo creer que te vayas a casar—yo tampoco— se escucha a Aaron que le pide a su primo que les cuente a todos quién es la mujer con la que se va a casar. —te escuchamos Zamir — demanda el capitán poniendo con ligera fuerza su copa en la mesa y ese mínimo gesto hace que Cielo salte en su sitio.—¡Dios mío, Zamir! ¿Has sacado a esta chica de algún escenario post traumático o qué?— se burla Cassy que disfruta de verdad a la pelinegra agachar la cabeza.—amor, eres un hermoso y excelente militar, parte del ejército más poderoso del mundo, pero estamos celebrando a tu primo, no es necesario interrogatorios para los enamorados— se acomoda la rubia en el hombro de su novio que no reacciona como él espera.—no estoy interrogando a nadie. Solo quiero saber de la pareja del momento— hay veneno en sus palabras. —¿Cómo es que Zamir quien siempre anda en el trabajo sin tiempo a cumplir órdenes que le da la familia, ahora aparece con una desconocida llamándola su futura esposa? ¿Cómo? ¿Desde cuándo ¿Por qué ella?.—¡Basta Aaron!— interrumpe con molestia el tío del capitán viendo que la actitud del militar es agresiva aparentemente por nada. —¿Por qué estás interrogando a mi hijo?—qué importa eso, ¿Por qué ella?— repite Cassy con fastidio desatando la tensión en la mesa y los nervios de Cielo que quiere llorar y no tiene dónde refugiarse. —a ti que te importa si es ella o cualquiera, ¿O es que acaso me estoy perdiendo de algo?.—de nada y deja de gritar, ni se te ocurra llorar porque no tolero escenas. —¡Basta, Aaron!— regaña su madre al arrogante hombre.—no le hagan caso, sean como yo, ustedes me enseñaron que a pesar de no ser un Black de sangre lo sea de alma, mi primo nunca ha aceptado eso pero ni esto va a arruinar mi felicidad.El hombre toma a Cielo de la mano con fuerza disimulada cuando ve que los ojos celestes de ella no dejan de repasar cada gesto de Black, no es lasciva a pesar de ser un hombre hermoso, es una intuición que le hace creer que el capitán sabe y no está lejos de la verdad.—lo mejor es que nos vayamos.—Cielo, ¿Tú también te quieres ir? — interroga de la nada Aaron Black haciendo que el mundo de ella se detenga, la pregunta arde en sus oídos y no sabe porque, el mismo no entiende porque está dejando que el impulso haga ver a Zamir como una víctima. Sin embargo, la pregunta sigue en el aire haciendo que ella lo mire como un héroe o un verdugo, Cielo ya no confía en nadie y el tacto del hombre que la compro es aterrador...NOVELA DE LA ESCRITORA PALACIO Y ALESSI SALAZAR—¿Acaso los ratones te comieron la lengua?— Aaron tiene su mirada clavada en el comportamiento sumiso de Cielo—¡Suficiente!— interviene Cassy entre dientes, mientras esboza una sonrisa hipócrita, claramente no le agrada la actitud que tiene su novio Aaron. Incluso lo toma de la mano, mientras le lanza una fría mirada a Cielo, aunque sabe que la chica tímida es muy hermosa, no tiene temor porque se siente muy segura de que Aarón jamás se fijaría en ella —¿Nos podemos calmar por favor?— interviene Paloma, madre de Zamir —no estoy haciendo nada malo hermosa, madre, solo que mi primito está muy a la defensiva— Zamir toma a Cielo de la cintura —ella y yo nos amamos ¿Cierto cariño?— ejerce su agarré sin demostrarlo, por lo que Cielo asienta con la cabeza y sonríe forzosamente, pero aún puede sentir ese intensa mirada de Aarón Black Anderson que congela sus huesos —de todas formas no hay por qué discutir, quizás habrá boda doble porque Aaron y yo nos vamos a casar— Cassy abraza muy feliz
—¡Aaron Black Anderson! ¡Capitán condecorado de la milicia inglesa! que no sé te olvide quién es tu madre, te exijo una explicación— habla molesta su pelirroja madre. —eres el militar pero, no te he dado permiso de irte. —Tengo 24 años madre, soy un adulto. —¡Y sigues siendo mi hijo!Deja en claro la mujer del coronel general haciendo que su hijo le responda con incomodidad que lo lamenta pero que esto es algo problemático resumiendo todo a una misión por lo que se le ocurre necesita su ayuda, ella definitivamente no entiende, la familia Black, Hardy y compañía son inseparables y leales pero en este caso Aaron antes los ojos de todo está tratando mal a Zamir cosa que no es correcto. El hijo le explica a la madre que debe interferir para que Cielo no duerma con Zamir y eso hace todo más confuso. —¿Estás loco? él es tu primo ¡Dios mío! ¿Te gusta esa chica?— se sorprende Bonnie y tiene miedo, sabe que sus hijos al igual que su marido son algo egoístas pero esto se trata de la famili
Cielo siente su corazón bombeando a velocidad sin poder detenerlo, es delatando su temor y dolor, es como si haber nacido hubiera sido una maldición para ella en la que no encuentra fin.Retrocede un paso como desconfianza hacia el capitán Black Anderson, porque él proviene de la misma familia y piensa que quizás Aarón es igual a Zamir pero en realidad, el futuro a su lado es incierto.—¿¡Cómo pudiste!?— Zamir siente su sangre hervir, desea tener un arma y dispararle a Aarón por quitarle a su mujer, sabía que algo se traía entre manos, pero no pensó que llegaría a tanto, con razón el padre llegó antes de la hora acordada, ya que Aaron con ayuda de su madre y hermano tenía todo planeadoAaron Black Anderson, ni siquiera pudo conciliar el sueño, como un hombre inteligente, precavido y eficaz que es, estuvo organizando todo junto a su hermano mayormente, y afortunadamente todo salió bien, pero ahora su infierno empieza porque la familia lo verá como un desleal.—¿¡Desde cuánto mi mujer
—¿Enamorarme?— la risa sarcástica de Cielo es algo que la sorprende tanto a ella como al capitán que la ve de reojo mientras maneja.—Para enamorarse hay que haber conocido el amor, yo nunca he tenido eso— piensa Cielo ya que creció en el orfanato. ¿Cómo llego ella a ese punto? Fue encontrada en las calles divagando, con tan solo 3 años de edad y desde entonces creció en el orfanato, Pero lo malo fue al cumplir su mayoría de edad y salir a enfrentar al mundo, sin imaginarse en todo lo que él destino le tenía preparado —no sé preocupe señor Black, yo jamás me he enamorado, no lo haré nunca, ni de usted, ni de nadie. La sonrisa arrogante de Aaron pasa a segundo plano cuando la sinceridad de la pelinegra lo ataca, por un momento piensa que tanto drama para una vida, parece de novela, sin embargo, en su carrera militar, el caso de Cielo es uno de tantos que pocas veces tiene un final feliz y eso lo hace apretar las manos grandes en el volante. —Déjame ir por favor— habla ella, no lo mi
Cielo se sonroja hasta sus mejillas, y sus manos se tornan frías por los nervios de que el capitán, haya podido descubrir un poco de lo que ella tanto oculta. —¡Dios!— se cubre aún más bajando su mirada porque no es capaz de verle—¡Joder! ¡Es tu culpa!— Aarón le da la espalda —¡No intentes escapar! ¡Entiende que no puedes huir de mí!— espetó empuñando sus manos —¡Camina!— le ordena con esa voz firme y prepotenteCielo siente que ya no tiene salida, más que obedecer a ese cruel capitán que la tiene por beneficio. Sus pasos son lentos a comparación de Aarón, que camina con esa firmeza y buena postura. Al ingresar al Dúplex, Cielo alza su mirada para contemplar semejante lujo, por un lado su corazón se calmó porque desconfía de Aarón y pensó que la llevaría a un lugar de perdición, pero cae en cuenta que es su propiedad. Cielo continúa cubriendo su pecho con la tela del vestido desgarrada, y ya se siente súper incómoda con la situación.—¿Cuál será mi habitación oscura? ¿Me tendrás e
—Soy la única mujer para ti— se mueve la rubia viendo todos los grandes atributos del capitán que lo hacen el hombre hermoso y varonil que es. —Dime qué eres solo mío— pone sus labios sobre su longitud arrancándole jadeos de placer. —¡Joder! El deseo está en el aire, la carne reacciona al tacto del uno al otro haciendo que Aaron se relaje lo suficiente para cerrar los ojos dejando que la modelo lo lleve al cielo y es precisamente ese pensamiento que interrumpe todo, la imagen de la pelinegra que lleva su apellido llega a su mente y hasta causa un poco de susto en el cual abre los ojos y por unos segundos ve los ojos celestes de su ahora esposa en lugar de los verdes de la mujer que ama. —¡Mierda...!— gruñe imaginando que fantasea con los pechos voluptuosos de quién no está ahí y la rabia lo hace tomar a Cassy para cambiar posiciones, él sobre ella devorando sus labios, tomando un preservativo para entrar en su interior. —No te lo pongas, sabes que me cuido. —yo también— se pone
Cassy saca su talento, ese que tiene para caminar como si estuviera en la pasarela, sacando ese porte de sensualidad al caminar, resonando sus tacones.—tengo sed, dame de beber— le ordena apoyándose en la isla, por lo tanto Cielo la voltea a mirar y observa lo hermosa que es Cassy, usando ropa de diseñador, el cabello perfecto, accesorio costosos, piensa que así le gusta a Aarón, así que niega con la cabeza —no ¿Qué?— le pregunta arqueando una ceja—le puedo dar de beber, si me pide el favor— Cielo continúa cocinando, lo único que le gusta de esta cocina, es que es hermosa y que la despensa tiene de todo —¡El favor! ¿Estás loca? Estás en la propiedad de mi hombre, así que debes ser agradecida y darme lo que te ordenó—lo siento, pero conmigo las cosas no funcionan así— Cielo desea que Cassy se marche, pero no esperaba que la mujer se acercará más y le hablará al oído —¿Qué parte no entendiste?— su voz es suave pero firme —te voy a aclarar una cosa, siento que eres una de esas mujer
—Zamor, solo me haces reír— se burla el militar que si bien es cierto está sorprendido, pero su orgullo jamás lo haría flaquear. —¡Eres un malnacido Aaron!, no sé que mierdas se te metió en tu puta cabeza para haberte robado a mi mujer, pero lo voy a pagar muy caro, yo sé que a pesar de la basura que eres, amas a nuestra familia, ellos te odian y yo haré que eso sea peor, has avergonzado al gran Evans Black, por tu culpa, tu padre y el mío están enfrentados, la manada se ha destacado por su unión y tú basura de mierda lo has destruido —¿Seguro que yo? — responde con cinismo el pelinegro. La forma en la que se me miden el uno al otro es tan tensa como dramática, nunca en sus mundos se hubiesen imaginado enfrentarse, un Black contra un Black, no tiene sentido, aún así la guerra se ha desatado, ambos son altos y atléticos, sin embargo, Aaron se destaca y sé supera, es un Black auténtico y eso es algo que siempre ha causado inseguridades en Zamir quien a pesar de ser muy amado por toda