Cuando el carruaje se detuvo frente a la enorme mansión de Samuel, yo me incline para verla, había algunas personas ya llegando, así que samuel se apresuró a bajar. El me tendió la mano y me ayudo a mí a bajar del carruaje.— tu madre es muy buena para organizar eventos, te va a encantar la recepción — me dijo.Yo camine agarrada de la mano al interior de la mansión, cuando entre todo estaba decorado con hermosas flores, y el ambiente tenía un exquisito aroma.— ¿tu madre vendrá? — le pregunte.Ya que no la había visto en la ceremonia, Samuel torció los labios y después negó con la cabeza.— ella esta indispuesta — me comento.Yo no dije nada, pero era obvio que él estaba mintiendo, esa señora me odiaba, al menos hoy no le iba a ver su amargada cara.— ¿duquesa, me permite guiarla hasta el salón? — me pregunto tendiendo su mano.— puedo caminar sola, solo indíqueme donde está el salón — le respondí.Él se mordió el labio inferior mientras sonreír.— ¿será así siempre? — me pregunto.Y
Entre a la habitación me saque el saco de Samuel y lo tire al piso con rabia, camine directo a la cama, me acosté de lado y espere, espere tanto que creo y pasaron horas, pero la rabia y el dolor que sentía no me dejaron dormir.Escuche la puerta abrirse y de un salto me levante, iba a enfrentarlo, iba a golpearlo por ser un bastardo.— pensé que dormías — me dijo. Yo me acerqué a él y con ganas le di una bofetada, que resonó por toda la habitación, mis dedos quedaron marcados en la mejilla de Samuel. — eres asqueroso — le escupí con rabia. Samuel me miro con los ojos muy abiertos. — ¿para qué te casaste conmigo? — le pregunte. La manzana de adán de samuel se movió, él se veía muy nervioso. Pero no pronuncio palabra y eso me enfureció aún más, empuñe mi mano y con fuerza lo golpee en el rostro. — respóndeme, ten al menos el valor de hacerlo — le grite. Sentía como todo mi cuerpo temblaba de la ira, quería golpearlo hasta que la rabia se disipara. — la amo — me soltó de golpe.
Los rayos de sol se filtraron por mis parpados cerrados, yo abrí los ojos poco a poco y vi la habitación donde estaba, era tan triste, las cortinas eran de un color opaco, y toda la decoración era deprimente. — solo debes aguantarlo, pronto no se sentirá tan mal — me dije a mi misma. Me levante del suelo y camine un poco por la habitación. Era bastante ostentosa, tenia una enorme cama vestida con finas sabanas, los muebles también se veían muy costosos, de hecho, todo en la habitación gritaba dinero, pero carecía de alma, ¿acaso todo en esta casa era así de deprimente? Me di la vuelta y me dirigí a la puerta, no quería salir, pero el frio me estaba matando, y quería un baño tibio y ponerme algo de ropa, y tal vez con suerte samuel ya no esté en casa, o al menos espero que no se aparezca frente a mí. Agarré el pomo de la puerta y la abrí, un cuerpo pesado cayo rápidamente al suelo, el golpe de la cabeza de Samuel estrellándose contra el piso resonó por la habitación. Sus ojos oscur
Luisana se había ido a casa de su madre, ella solo me miraba con desprecio y no podía quejarme por eso, hasta yo sentía repulcion de mi mismo por haber hecho algo tan ruin y bajo como lo que hice con Natasha, pero es que para mi era muy difícil decirle que no y como un tonto enamorado cai en su provocación. — mi lord ya hemos llegado — anuncio el cochero. Yo abri la puerta del carruaje y me baje, iba a hablar seriamente con Natasha, algo como lo de anoche no se podía volver a repetir, ella no podía ir a mi casa cuando se le diera la gana, ella sabia que clase de relación íbamos a tener, y aunque no amaba a Luisana, ella merecía mi respeto. Cuando entre a la casa, una de las sirvientas estaba en el suelo llorando, yo me acerque con rapidez a ella. — ¿pasa algo? — le pregunte. Ella levanto la cabeza y tenia el rostro muy golpeado. — Samuel — llamo Natasha. Yo me di la vuelta y la mire. — ¿Qué le ha pasado? — le pregunte. Natasha camino a mi y me abrazo con fuerza. — estaba rob
Cuando iba a entrar a casa, ví a Samuel, él estaba con una mujer mayor que se veía muy maltratada, seguramente el la golpeó, con lo bastardo que es no esperaba menos.yo entre y me acerque lentamente, me puse a su lado. Samuel volteo a verme me miro y sonrio. — te presento a miss Adelaida, ella se encargara de la cocina junto a las otras sirvuentas — me dijo. Yo le sonrei a la nueva criada y después voltee a ver a Samuel. — pensé que habían suficientes sirvientas, ¿o eso solo era para mi? — le pregunte. Samuel sonrio forzadamente, pero se veía muy incómodo.— se necesita a alguien mas en la cocina — me contesto. Yo me cruce de brazos y lo mire muy mal, como si yo fuera estúpida.— no mientas, no me permites traer a mi doncella simplemente porque no quieres, eres un hipócrita — le dije. Samuel me miro, como diciendo que me quedara en silencio, pero obviamente no lo iba a hacer, le iba a amargar la existencia, siempre haría lo contrario a lo que él me ordenará.— ¡Duquesa! Se le h
Agarre a mi madre por el brazo y la saque de la oficina, yo no podía tener otro problema mas o iba a volverme loco. — suéltame Samuel — me ordeno ella indignada. Yo no le conteste nada y segui arrastrándola conmigo, si Luisana la veía esto se convertiría en una tragedia. — ¿que hace esa vieja bruja en mi casa? — pregunto Luisana desde las escaleras. Mi madre se sacudió el brazo y se solto de mi agarre. — pero como te atreves mujerzuela — le contesto ella. Luisana bajo rápidamente y se acerco a mi madre, enfrentándose las dos. — cuando se muera ire vestida de rojo a su funeral — le dijo Luisana. Mi madre la miro de arriba a bajo y después se rio. — estas tan flaca que se que moriras dando a luz, y te juro que cada dia de mi vida le hablare pestes a mi nieto de ti — le dijo ella. Arthur se detuvo a mi lado y miro la escena con diversión. — las dos se parecen — comento. Ambas los voltearon a ver, con sus miradas penetrantes y llenas de rabia e indignación. — ¿quien es ese imb
Después de salir de la junta en la que se hablo sobre el problema de la construcción del ferrocarril, decidí ir a visitar a Natasha, hace días que no la veía. Me subí al carruaje y me recosté en el espaldar del asiento, cerré los ojos por un momento y pensé en esa chiquilla de cabello rojo que me odiaba y que no desperdiciaba un momento para restregármelo en la cara. Me reí un poco al recordar todas sus palabras, ella era bastante creativa a para decirme un insulto nuevo cada vez que nos cruzábamos, o esos gestos de desprecio que me lanzaba cada que me quería acercar para hacerle platica. Sentí el carruaje detenerse, abrí los ojos y bajé de inmediato, necesitaba relajarme un poco, y eso lo iba a lograr con Natasha, ella sabia muy bien como quitarme el estrés. Entre a la casa, y vi a una de las sirvientas barriendo lo que parecía cabello. — ¿Qué ha pasado? — le pregunte. La sirvienta dejo de barrer y se acercó a mí. — la Duquesa se ha presentado y le ha cortado todo el cabello a l
Samuel agarro mi cintura y me pego mas a el, la cercania de su cuerpo era casi insoportable, lo único que podía imaginar mientras nos besábamos era a esa mujer en el escritorio mientras el se la follaba. Me separe de Samuel y lo mire a los ojos. — pensé que te daba asco — me dijo algo sorprendido. Yo me mordí el labio inferior, pensando en que responderle, pero después le di una pequeña sonrisa.— solo estaba furiosa — le respondi. Había decidido hacer todo lo posible por enamorarlo, quería que ella sufriera como lo hice yo, y obviamente él también iba a sufrir por como me había humillado.— ¿Te ha molestado el beso? — Le pregunté.Samuel quedó un poco pensativo, pero después nego con la cabeza.La señora Adelaida tenía razón cuando me dijo que los hombres son como cachorros mansos cuando se trata de algo sexual.Yo me acerque más y acaricie el pecho de samuel de manera sutil, quería ver cual era su reacción. Samuel agarro mi mano y se la llevo a los labios, besando mi palma. ¡Dios