CAPÍTULO 04

CAPÍTULO 04

La primera vez que tomé de esta forma fue hace aproximadamente tres años, recuerdo que papá le tocó llevarme cargada hasta mi habitación porque yo había perdido todos mis sentidos, el sabor amargo del mezcal cuece las paredes de mi garganta pero los aplauso de los estudiantes de mi facultad que  nos rodean me animan a continuar. Una chica morena está sobre las piernas de Logan y al menos le agradezco el girar hacia donde estoy cada tanto tiempo intentando controlar un poco cada uno de mis movimientos. Lu, se le cuelga del cuello a Oliver y este aprovecha la situación para meterle mano a mi mejor amiga y aunque ya van varias veces que intento separarlos creo que las ganas de estar con él le está ganando a Lucrecia.

Hago de nuevo la fila luego de haberme tomado una hilera completa de shots por haber pedido en el juego que los estudiantes de la facultad de Artes habían sugerido, Galantis de Jackson Wang suena con fuerza y es casi inevitable que no mueva mis pies al ritmo de la música. Mi primo saca a bailar a su acompañante y espabilo al escuchar los gritos de mis compañeros de clases anunciando que me toca de nuevo tirar. Agarro la moneda que debo insertar en algunos de los vasos sobre la mesa, el cobre se desliza por mi mano sudorosa, cierro los ojos y respiro pausadamente para lanzar el centavo que termina cayendo de nuevo sobre el suelo. Lu grita alterada ya que no le he atinado a ninguno de los objetivos y escuchar al hombre tatuado en el fondo reírse con sonoras carcajadas pone mi humor mucho peor.

Bebo lo más rápido que puedo, mi cuerpo se está calentando tanto que debo quitarme la chaqueta que cubre mi piel expuesta. No escucho nada a mi alrededor por lo tanto debo girarme para saber que sucede, dejo caer mi prenda al suelo al notar la mandíbula de casi todos los hombres que juegan conmigo prácticamente caída. Lucrecia me sonríe y asiente para que siga jugando, creo que ninguno está acostumbrado a mirarme de esta forma y bueno, creo que nunca antes estuve tan abierta como hasta ahora. Oliver me da algunos limones para bajar la ebriedad. Puedo sentir como el suelo se mueve, mi cabeza quiere estallar pero tengo los ánimos por las nubes, tanto que quiero bailar hasta que me duelan demasiado los pies y deba irme a casa con los zapatos en la mano. Mi primo pasa por encima de mí y entre cierra los ojos dándome a entender que si necesito ayuda solo debo llamarlo.

Los hombres de mi familia son autoritarios, celosos y posesivos y aunque para ellos es algo difícil vernos un poco más sueltas, pero eso sí, jamás nos van a cortar las alas. Busco a mi mejor amiga con los ojos y puedo percibir como una torrente de emociones me invade al verla besarse con el imbécil de Oliver García. Doy un paso hacia atrás tropezando con alguien pero por suerte logra sujetarme de la cintura evitando que caiga al suelo—Soy JB, ¿Cuál es tu nombre?—me alejo de él lo más distante posible al presenciar algo de picardía en sus palabras pero puedo reconocerlo de inmediato, es uno de los tipos que llegaron con el tarado que está besando a mi mejor amiga. Aunque he estado jugando con su grupo creo que es la primera vez que interactúo con alguien de aquí que no sea Lucrecia o Logan—Disculpa, no pensé que te molestaría…—frunce levemente las cejas. Sus pestañas se mueven de arriba hacia abajo intentando ordenar sus emociones.—¿Te puedo invitar a beber algo?—¿A caso no está viendo que estoy hasta la cabeza de borracha? una corriente eléctrica recorre todo mi cuerpo y esa sensación de que alguien te está observando con insistencia de instala en medio de mi pecho. Debo mirar todo a mi alrededor pero me detengo asustada al notar los ojos cristalinos de Gabriel Ford sobre mí, observo cómo agarra con sus manos fuertes y venosas una copa de whisky que está sobre una mesa pequeña de centro delante de él para enseguida llevarla con tanta sensualidad hacia su boca que debo pasar saliva y hasta se me ha olvidado como se respira. El rubio lleva la comisura de sus labios hacia una esquina y niega burlonamente. ¿Qué le hice a este patán para que me despreciara tanto?

La misma chica de la cafetería aparece en mi campo de visión, hoy se ve más perfecta que nunca y ese cuerpo diminuto y tonificado llama la atención de todos los presentes, el profesor Ford la jala de la mano para sentarla en medio de sus piernas y plantearle un beso tan caliente que debo observar hacia otro lado al sentir mis propias mejillas sonrojarse. Es un completo estúpido, arrogante y déspota que cree que puede hacer con las personas lo que se le venga en gana.—¿Podríamos ir parque que queda en el condominio? Necesito respirar…—JB relame sus labios y asiente tomando mi mano y así sacándome del apartamento de Logan. Busco mi móvil para avisarle a mi primo que estaré afuera pero aprieto los dientes al notar que lo he dejado morir y no he traído conmigo el cargador—¿Qué edad tienes?—cuestiono por su apariencia mayor.

—Veintisiete ¿Y tú?—omito mi edad por algunos segundos, la noche está fría y aunque por mi fuese, ya estaría en casa—¿Estudias en Hilton? ¿Podrías darme tu número?—miro mis manos y prenso mi labio inferior, JB me extiende una botella de refresco que abre ágilmente para mí.

Empujo el pico del plástico sobre mis labios, el sabor del jugo de naranja es algo amargo pero luego de algunos segundos se vuelve dulce—Cumplí recientemente veinte, estudio Artes en Hilton y no sé si pueda darte mi número, ya que no sé si eres un…—cierro los ojos al sentir un fuerte dolor de cabeza; no estoy para nada acostumbrada a beber de esta forma—¿Podríamos volver? Le diré a mi primo que me iré a casa…—me arrepiento de haber salido del condominio, mi corazón late con demasiada fuerza y una capa de sudor se instala en mi frente, doy algunos pasos hasta alejarme de JB aunque puedo escuchar su voz pidiéndome que me detenga, coloco ambas manos sobre la puerta de cristal para entrar al edificio, mis piernas empiezan a fallarme y aunque no tengo idea de como pude llegar de nuevo a la fiesta creo que necesito ayuda urgente.

La música se vuelve mas fuerte pero nadie se da cuenta de mi estado, estoy tan desesperada buscando a Lu o a Logan pero el único que se atraviesa ante mí es el despreciable de Gabriel Ford. Camino casi en tropezones hasta él—Pro…Profe…Profesor…—estoy hiperventilando.—Ayuda…—me desplomo ante él pero ni eso se inmuta a auxiliarme, al contrario puedo ver como dibuja una sonrisa en sus labios como si estuviese disfrutando verme de esta forma, vuelvo a mirar a las personas, Lucrecia… Lu ¿Dónde estás? El hombre tatuado se inclina un poco hacia el frente y aunque no sé si es realidad o solo un sueño sentir como uno de sus dedos tocan mis mejillas de una forma tan detallada pero a la misma vez sádica y posesiva.

—Sandara… ¿Por qué estás tan roja? Te ves como si fueras un lindo corderito listo para ser devorado, ¿A caso buscas seducir a alguien hoy?—intento apoyarme al borde del sofá en donde él se encuentra sentado pero mis manos resbalan, necesito ir a emergencias ahora mismo. Gabriel vuelve a tomar de la copa que había dejando a un lado, todo se vuelve borroso y las ganas de vomitar me están ganando pero aunque suene demasiado vergonzoso creo que mirándome de esta forma ya no le puedo temer a nada—¿Podrías dejar de verte de esa forma? Me está dando lastima verte así de…—su rostro pasa de divertido a serio en cuestión de segundos—¿Es tu chica?—le pregunta a alguien que se encuentra detrás de mí y sólo puedo escuchar el “Ujum lo es” por parte de algún tipejo que notoriamente está mintiendo.

Las lágrimas se resbalan por mis delicadas mejillas, la expresión en su rostro es fría, necesito un teléfono para comunicarme con Logan porque por mas que intente gritar su nombre no voy a poder, puedo sentir mi espalda helada al ver como JB me agarra de la mano. Así que este era su plan desde el principio, él me ha… ¿Me drogó?—Le agradezco por cuidar de mi mujer, no le gustan los hospitales y salió corriendo apenas le dije que necesita ir a uno, ella es… ¿Cómo le digo?—toca su mentón intentando verse pensativo—Algo infantil y mimada, pero ya me la llevaré conmigo…—niego pero el pelinegro a mi lado es tan fuerte que con un solo tirón logra empujarme a unos cuantos pasos del profesor.

Cómo puedo me suelto para aferrarme a la chamarra de Gabriel—Señor…—lo miro con ojos suplicante—Ayúdeme, llame a Logan, por favor…—y allí supe lo bastardo y frívolo que podía llegar a ser este maldito, el rubio coloca sus manos alrededor de la mía pero para alejarme de él, mirarme con asco y apartarse de mí. Las personas ni siquiera me observan, el agarre de JB es tan fuerte que comienza a escocer en mi piel sensible. A tirones logra sacarme del condominio y es como si todos los que me miraran estuviesen confabulados a su favor incluyendo al guardia de seguridad que ha trabajado con mi familia tantos años. El hombre entrado en años baja la cabeza cuando la vergüenza lo toma de golpe.

Mi cabello tapa mi rostro al sentir como mis pies abandonan el suelo, JB me sostiene con fuerza sobre su hombro mientras que Oliver abre la camioneta para llevarme a Dios sabe a donde. ¿Dónde está Lu? ¡¿Qué le hicieron a Lucrecia?! El sonido de una cinta de metal ser desprendida llama mi atención pero lo que realmente lo hace es un golpe sordo que me deja casi aturdida como si de verdad me lo hubiesen dado a mí. Puedo ver el rostro de Oliver palidecer al presenciar como su amigo cae desplomado al suelo con una herida casi mortal en su cabeza. Los ojos cristalinos y confusos de Gabriel me observan mientras que no para de reír—¿Qué m****a estoy haciendo? Ni siquiera eres asunto mío…

Mete sus manos dentro del coche para así cargarme entre sus brazos, estoy demasiado mareada a tal punto que todo se vuelve negro y solo despierto al sentir como mi cuerpo es sumergido en una bañera llena de agua y rosas aromáticas.

Espera…

¡Estoy desnuda!

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