CAPÍTULO 11Mi respiración está más caliente de lo habitual, Gabriel me observa desde una de las esquinas de la habitación y brinco al escuchar el látigo del cordón de sus botas estrellar contra la piel de su brazo. Trago saliva con algo de dificultad al observar como pasa el pestillo de mi puerta para asegurarse de que no voy a escapar.—¿Estás segura de esto? No me va estar obligando a florecitas inocentes e inexpertas a para que hagan lo que deseo… Además mis gustos son un tanto peculiares…—barre mi cuerpo con sus ojos mientras deja una capa ligera de saliva sobre sus labios.Limpio mis manos con la tela de mi falda al sentirlas pegajosas por mi nerviosismo—No sé a qué se refiere y si no se ha dado cuenta, soy una Smirnov y jamás nos retractamos de nuestra palabra…—y aunque yo misma estoy dudando de lo que digo, verlo sacarse la camisa me hace retroceder un poco pero vuelvo a mantenerme firme porque realmente hago esto por Lucrecia. La espalda del profesor Ford es enorme, los tatuaj
CAPÍTULO 12Solo tendré que hacer esto una vez en mi vida.Luego de obtener lo que quiero no tendré ni un solo motivo para volver a hablarle a Gabriel Ford o al menos algo que no sea referente a la universidad y todo lo que en ello conlleva. Puedo notar el brillo en sus ojos y esa forma tan particular de apretar su labio inferior entre sus dientes, lo cual me da tanta curiosidad que termino jalando de ellos para que no se haga más daño. El español me observa dudoso por algunos segundos, un hilo de sudor se desliza por su mejilla y aunque no haya ni una gota de calor en este lugar creo que el deseo que emana de nuestros cuerpos nos está controlando más de lo que debería.No estoy segura si esto sucederá una sola vez pero por mi lado lo mas preferible será guardar la distancia con Gabriel una vez que él salga de mi apartamento, respiro hondo al recibir su mano en una de mis mejillas, sus ojos se centran sobre mis labios y niego para que no se le ocurra besarme—Eso no entra en nuestro ac
CAPÍTULO 13Gabriel Ford La observo determinadamente al notar su rostro lleno de preocupación, ni siquiera me he movido de la cama y tampoco tengo intenciones de hacerlo. Sus mejillas están rojas e intento no reírme al verla buscar entre la multitud de cosas que están sobre el suelo cada una de sus prendas. Sandara toma mis botas con sus manos temblorosas y me hace una señal con su dedo índice para que guarde silencio. La mujer diminuta delante de mí lleva el pulgar hacia el oído derecho simulando de que alguien que ha llegado nos va a escuchar y es allí donde por primera vez odié a Dara Smirnov.Recorro con mis ojos hipnotizados sus tersas y suaves piernas, la chica de ojos verdes desliza la falda por sus muslos y solo aterrizo al escuchar el clic de su cinturón, camina angustiada hasta donde me encuentro y tira de mi brazo para que salga de la comodidad de su cama pero me niego a hacerlo. Su mirada se vuelve suplicante logrando que mi flujo de sangre viaje directamente a mi entrepi
CAPÍTULO 14¿Qué es eso lo que acabo de escuchar? Gabriel sonríe cómo si nada mientras que mi corazón amenaza con salirse disparado de mi pecho, cierro el libro que estaba leyendo y lo agito tan cerca de su rostro para que sepa que esta clase de juegos oscuros y macabros no me gustan para nada. El profesor Ford coloca sus cejas unidas quizás esperando una respuesta que jamás le llegará de mi parte. Las venas marcadas de sus brazos llaman mi atención, sus manos se ven jodidamente calientes y sus nudillos se vuelven rojizos en un abrir y cerrar de ojos por lo tanto debo desviar mi mirada para no quedar expuesta ante él.Toco mis mejillas al sentirme caliente y debo apretar la tela de mi vestido al percatarme que no puedo respirar bien. ¿Por qué mi cuerpo se siente tan extraño hoy? ¿Qué es ese olor tan dulce que desprende de su cuerpo? ¿Por qué me mira como si solo él supiese lo que me está sucediendo? Son tantos interrogantes que yo misma no puedo responder.Mis hombros suben y bajan y
CAPÍTULO 15No soy capaz de responderle el beso.Coloco ambas manos sobre sus hombros, intentando alejarlo pero Gabriel ejerce una fuerza descomunal sobre mi estómago haciendo que no me pueda mover ni un solo centímetro lejos de él. Su lengua se abre paso dentro de mi boca y todo empeora cuando posiciona su mano derecha en la parte trasera de mi cabeza bloqueando así mi propio movimiento. Su boca tiene un delicioso y exquisito sabor a dulce y cada paso que logra hacer, me llena de unas sensaciones extrañas pero también placenteras que no puedo describir. Es como si todo de él colapsara dentro de mí.Puedo sentir su entrepierna endurecida golpeando una y otra vez sobre mis glúteos los cuales empiezan a danzar encima de su cadera por si solos; sus suaves manos buscan cada centímetro de mi piel y aunque al principio intentaba parar esto porque era lo más coherente que debería hacer, creo que la humedad en medio de mis piernas dicen lo contrario. Escucho algunas cosas caer sobre el suelo
CAPÍTULO 16Mis manos temblorosas tocan la joya que mi profesor me ha puesto sobre mi cuello, sus dedos se hunden sobre mis caderas mientras sigue moviéndome a su antojo en mi interior a tal punto que debo fruncir el ceño al sentir como mi cuerpo reacciona al suyo y ambos nos unimos en un orgasmo bestial. Gabriel me atrae hacia su pecho y acaricia con suavidad mi espalda acomodando un poco mi vestido de nuevo a su posición inicial.Mis piernas no me reaccionan y aunque necesito encararlo ahora mismo, los jadeos constantes que salen de mi boca no me lo permiten, Gabriel Ford lleva sus manos hacia mis mejillas para así levantar mi rostro y poder mirarme a los ojos y aunque al principio intentaba bloquear este tipo de movimiento; sé que esto es inevitable—Te estarás preguntando que significa ese collar ¿Verdad?—no puedo describir las emociones reflejada en su cara pero puedo jurar que esto le hace feliz—Desde mil ochocientos setenta y siete cuando Damián Ford pisó este país los celos hac
CAPÍTULO 17Gabriel Ford Hijo de mil putas…Wilson, el decano de esta universidad se sienta sobre la silla en donde hace tan solo algunos segundos le hacía el amor a aquella chiquilla de ojos saltones. Estira su mano hasta la botella de bourbon escocés que la madre de Tiger me regaló hace algunos días sin ningún tipo de descaro y vierte un poco del líquido en el vaso de cristal que estaba encima del pico de este. Sus sonrisa se expande y puedo ver sus pómulos marcados cuando gesticula la primera palabra que sale de su boca.—¿Quién te ayudó a falsificar los documentos de profesor?Miro todo a mi alrededor y borro la sonrisa de mi rostro de inmediato, las ganas de partirle el cuello se hacen cada vez más fuertes pero debo controlarme mas de lo que deberían por el lugar en donde me encuentro, el sujeto tira una carpeta negra sobre mis pies en un acto de soberbia y arrogancia; le observo de soslayo y debo apretar mis manos para no darle un guantazo tan fuerte sobre su cara hasta que est
CAPÍTULO 18Mi hermana gemela cae desplomada en mis brazos, sus ojos se encuentran cerrados mientras que siento como Gabriel salta por encima de nosotras para tomar a Tine del cuello de su camisa y así poder sacarlo del salón de clases. Lucrecia me observa con los ojos bien abiertos desde la puerta principal del aula de artes y saca su teléfono con sus manos temblorosas del bolsillo izquierdo de la chamarra que lleva puesta, en su rostro puedo ver lo aterrada que está, quizás para llamar a mis padres o llamar a emergencias y así alguien pueda ayudarnos. Todo es tan confuso, tanto que ni siquiera me he podido percatar en que momento mi profesor y mi ex novio se han perdido de mi vista; algunos de mis compañeros me auxilian para reanimar a Dara pero casi todo lo que hemos hecho ha sido imposible.Lu me toma del brazo para levantarme y para cuando me doy cuenta los paramédicos y el abuelo Miguel están aquí. Mi corazón late con tanta fuerza al correr detrás de la camilla en donde va en cu