CAPÍTULO 09Estoy tan nerviosa que siento que mi vista se nubla cada vez que lo veo, el hierro de las esposas marca la piel de mi muñeca derecha y aunque la propuesta del profesor Ford revolotea dentro de mi cabeza no puedo evitar sonreír por dentro. Desde un principio me había dando entender que jamás se involucraría con alguien como yo, pero mírenlo ahora, rogando por algo tan trivial como un beso. No puedo evitar sentirme poderosa, un hombre del nivel de Gabriel no se rebajaría ante nadie y menos a solicitar algo tan íntimo como esto; es que me imagino que las mujeres se le ofrecen gratis y en bandeja de plata casi todos los días, pero siendo honesta, teniéndole de esta forma tan vulnerable ya no sé ni que pensar.Mi corazón golpea con fuerza contra mis costillas, lo creo capaz de dejarme así, completamente expuesta por lo que queda de clases, pero al menos el abuelo Miguel nos enseñó muchas cosas, ya que por un tiempo nuestra familia se vio involucrada en una terrible guerra sinfí
CAPÍTULO 10He intentado sacarle a Gabriel algún tipo de información pero fracasé en el intento. Manejo con cuidado en dirección a Blue Sky con Lucrecia a mi lado. Llevamos más de diez minutos en silencio y ninguna de las dos es capaz de decir algo después de lo que sucedió en estos días. Sus manos están puestas con delicadeza sobre sus rodillas, mientras que sus ojos siguen fijos en la carretera; sus hombros suben y bajan pausadamente como si quisiese reprimir el llanto, muevo las pestañas al darme cuenta por primera vez del pequeño moretón que tiene en su mejilla derecha.La observo fugazmente—¿Te hizo daño?—Lu rompe la mirada para ahora dirigirla hacia mí y quebrarse de una forma tan atroz que un nudo se ha formado en mi garganta, verla como mueve su cabeza confirmando lo que le acabo de decir me ha roto el alma en miles de pedazo. Gabriel pudo salvarme a mí pero no a ella, sus dientes castañean y aunque hace el intento de mantener la mandíbula firme y no llorar termina perdiendo l
CAPÍTULO 11Mi respiración está más caliente de lo habitual, Gabriel me observa desde una de las esquinas de la habitación y brinco al escuchar el látigo del cordón de sus botas estrellar contra la piel de su brazo. Trago saliva con algo de dificultad al observar como pasa el pestillo de mi puerta para asegurarse de que no voy a escapar.—¿Estás segura de esto? No me va estar obligando a florecitas inocentes e inexpertas a para que hagan lo que deseo… Además mis gustos son un tanto peculiares…—barre mi cuerpo con sus ojos mientras deja una capa ligera de saliva sobre sus labios.Limpio mis manos con la tela de mi falda al sentirlas pegajosas por mi nerviosismo—No sé a qué se refiere y si no se ha dado cuenta, soy una Smirnov y jamás nos retractamos de nuestra palabra…—y aunque yo misma estoy dudando de lo que digo, verlo sacarse la camisa me hace retroceder un poco pero vuelvo a mantenerme firme porque realmente hago esto por Lucrecia. La espalda del profesor Ford es enorme, los tatuaj
CAPÍTULO 12Solo tendré que hacer esto una vez en mi vida.Luego de obtener lo que quiero no tendré ni un solo motivo para volver a hablarle a Gabriel Ford o al menos algo que no sea referente a la universidad y todo lo que en ello conlleva. Puedo notar el brillo en sus ojos y esa forma tan particular de apretar su labio inferior entre sus dientes, lo cual me da tanta curiosidad que termino jalando de ellos para que no se haga más daño. El español me observa dudoso por algunos segundos, un hilo de sudor se desliza por su mejilla y aunque no haya ni una gota de calor en este lugar creo que el deseo que emana de nuestros cuerpos nos está controlando más de lo que debería.No estoy segura si esto sucederá una sola vez pero por mi lado lo mas preferible será guardar la distancia con Gabriel una vez que él salga de mi apartamento, respiro hondo al recibir su mano en una de mis mejillas, sus ojos se centran sobre mis labios y niego para que no se le ocurra besarme—Eso no entra en nuestro ac
CAPÍTULO 13Gabriel Ford La observo determinadamente al notar su rostro lleno de preocupación, ni siquiera me he movido de la cama y tampoco tengo intenciones de hacerlo. Sus mejillas están rojas e intento no reírme al verla buscar entre la multitud de cosas que están sobre el suelo cada una de sus prendas. Sandara toma mis botas con sus manos temblorosas y me hace una señal con su dedo índice para que guarde silencio. La mujer diminuta delante de mí lleva el pulgar hacia el oído derecho simulando de que alguien que ha llegado nos va a escuchar y es allí donde por primera vez odié a Dara Smirnov.Recorro con mis ojos hipnotizados sus tersas y suaves piernas, la chica de ojos verdes desliza la falda por sus muslos y solo aterrizo al escuchar el clic de su cinturón, camina angustiada hasta donde me encuentro y tira de mi brazo para que salga de la comodidad de su cama pero me niego a hacerlo. Su mirada se vuelve suplicante logrando que mi flujo de sangre viaje directamente a mi entrepi
CAPÍTULO 14¿Qué es eso lo que acabo de escuchar? Gabriel sonríe cómo si nada mientras que mi corazón amenaza con salirse disparado de mi pecho, cierro el libro que estaba leyendo y lo agito tan cerca de su rostro para que sepa que esta clase de juegos oscuros y macabros no me gustan para nada. El profesor Ford coloca sus cejas unidas quizás esperando una respuesta que jamás le llegará de mi parte. Las venas marcadas de sus brazos llaman mi atención, sus manos se ven jodidamente calientes y sus nudillos se vuelven rojizos en un abrir y cerrar de ojos por lo tanto debo desviar mi mirada para no quedar expuesta ante él.Toco mis mejillas al sentirme caliente y debo apretar la tela de mi vestido al percatarme que no puedo respirar bien. ¿Por qué mi cuerpo se siente tan extraño hoy? ¿Qué es ese olor tan dulce que desprende de su cuerpo? ¿Por qué me mira como si solo él supiese lo que me está sucediendo? Son tantos interrogantes que yo misma no puedo responder.Mis hombros suben y bajan y
CAPÍTULO 15No soy capaz de responderle el beso.Coloco ambas manos sobre sus hombros, intentando alejarlo pero Gabriel ejerce una fuerza descomunal sobre mi estómago haciendo que no me pueda mover ni un solo centímetro lejos de él. Su lengua se abre paso dentro de mi boca y todo empeora cuando posiciona su mano derecha en la parte trasera de mi cabeza bloqueando así mi propio movimiento. Su boca tiene un delicioso y exquisito sabor a dulce y cada paso que logra hacer, me llena de unas sensaciones extrañas pero también placenteras que no puedo describir. Es como si todo de él colapsara dentro de mí.Puedo sentir su entrepierna endurecida golpeando una y otra vez sobre mis glúteos los cuales empiezan a danzar encima de su cadera por si solos; sus suaves manos buscan cada centímetro de mi piel y aunque al principio intentaba parar esto porque era lo más coherente que debería hacer, creo que la humedad en medio de mis piernas dicen lo contrario. Escucho algunas cosas caer sobre el suelo
CAPÍTULO 16Mis manos temblorosas tocan la joya que mi profesor me ha puesto sobre mi cuello, sus dedos se hunden sobre mis caderas mientras sigue moviéndome a su antojo en mi interior a tal punto que debo fruncir el ceño al sentir como mi cuerpo reacciona al suyo y ambos nos unimos en un orgasmo bestial. Gabriel me atrae hacia su pecho y acaricia con suavidad mi espalda acomodando un poco mi vestido de nuevo a su posición inicial.Mis piernas no me reaccionan y aunque necesito encararlo ahora mismo, los jadeos constantes que salen de mi boca no me lo permiten, Gabriel Ford lleva sus manos hacia mis mejillas para así levantar mi rostro y poder mirarme a los ojos y aunque al principio intentaba bloquear este tipo de movimiento; sé que esto es inevitable—Te estarás preguntando que significa ese collar ¿Verdad?—no puedo describir las emociones reflejada en su cara pero puedo jurar que esto le hace feliz—Desde mil ochocientos setenta y siete cuando Damián Ford pisó este país los celos hac