Ángel.
Mi hermano ha insistido en que quiere salir a comer conmigo yo me reusado ya que la última vez que salimos intentaron envenenar, malditas personas son cobardes que intentan matarme sin darme la cara pero no me van a vencer tan fácil, llegamos al restaurante elegido por mi hermano y tomamos una mesa, tardan en venir atendernos, no es novedad pero al tiempo se acerca una mujer bajita, bajita es poco creo que me llegaría al ombligo, creo que es rubia con los ojos verdes, no le doy mucha importancia y parecer que no me tiene miedo, no tartamudean ni está temblando la abran obligado a atendernos no lo sé me da igual toma nuestras órdenes y se retira, yo y mi hermano intentamos hacer una conversación cosas triviales pero puedo escuchar los murmullos de las demas personas y sus miradas en mi espalda, volteo y les doy una mirada fría que los hace callar, me encanta que las personas me sigan teniendo miedo a los pocos minutos regresa la chica con nuestras órdenes primero le sirve a mi hermano y luego me da la mía.
-Se les ofrece algo más caballeros.
Mi hermano niega pero yo la detengo alzando la mano.
-Prueba la comida.
La mujer me mira con incertidumbre en su rostro, oigo como mi hermano da un suspiro.
-Disculpe señor.
-Qué estás sorda, prueba la comida.
-Disculpe pero no sé si eso esté bien.
-Bueno si no la quieres probar puede ser que le hallan echado algo y es por eso que no la quieres probar.
-Disculpe señor pero somos un restaurante profesional nadie le echaría nada a su comida.
-Pruébala entonces.
Veo como la chica aprieto los puños toma una cuchara y toma un pequeño bocado de la comida, al parecer no le han echado nada, deja la cuchara en la mesa y me da una sonrisa que obviamente se ve falsa.
-Alguana otra cosa que se le ofrezca señor.
Eso lo dijo para mí yo hago un ademán con la mano para que se largue y se retira sin más, empieso a comer y siento la mirada de mi hermano sobre mí.
-En serio tenías que decirle que probar la comida.
-Te recuerdo lo que pasó la última vez.
-No, no tienes que recordármelo, no deberías de ser tan desconfiado de la gente hermano.
-Ni tú confiar tanto, el mundo es cruel y pisotean a los débiles lo sabes bien.
-Sí lo sé, me tendré que disculpar con la pobre joven después.
-Deve de soportar a los comensales es su trabajo.
Amber.
Pero que impertinencia y osadía al insinuar de que le había echado vendeno a su comida de haber sabido lo ago, entró a la cocina y realmente estoy enojada lavando los platos Philip se da cuenta y se acerca a mí.
-Te dijo algo inapropiado.
-No.
Doy un suspiro y lo volteo a ver
-No, no es nada mi carácter me quiere dominar pero lo contengo.
-Si necesitas algo o ocupas alguien aquí estoy.
-Sí gracias.
Me vuelven hablar para que vuelva a tender la mesa espero que en realidad se largue ese maldito imbécil, me acerco a la mesa con una sonrisa y mi mejor actitud que puedo tener.
-Buenas noches necesitan algo.
-Si señorita necesitamos la cuenta.
No lo sé pero algo del más bajo me provoca un hormigueo en la nuca, no me da confianza, me retiro para buscar la cuenta al regresar ya no esta el más alto y solo está el más joven le entregó la cuenta, algo en su mirada me da miedo, me paga la cuenta y me da 10 € más como propina y se aclara la garganta.
-Señorita Amber cierto.
-Sí señor necesita algo.
-Quiero disculparme en el nombre de mi hermano Ángel es un poco desconfiado.
-Descuide señor.
-Alfred.
-Yo también lo sería señor Alfred.
Miro como se retira, tomo los platos y me los llevo de nuevo a la cocina, le doy el dinero al cajero y yo me quedo con los 10 € regreso a lavar los platos, vaya que este ha sido un día interesante en el trabajo.
Amber.Los días han pasado y yo sigo trabajando donde mismo, día tras días la misma historia llegó me pongo la falda, lavo los platos, se acaba mi turno me pongo el pantalón y me voy en mi bicicleta a mi departamento y al dia siguiente es lo mismo, estoy ida en mis pensamientos mirando la espuma provocada por el jabón en el agua de los trastes sucios cuando alguien me toca el hombro y me hace saltar en mi lugar, volteo muy asustada y es de nuevo el dueño de restaurante el señor Edward.-Dios mío señor qué susto me dio.-Discúlpame pero necesitamos otra vez tus servicios como camarera.-Disculpe señor sí le paresco muy entrometida pero por qué.-Bueno volvió sierto comensal.Lo pienso un poco y viene a mi mente otra vez ese molesto y odioso rubio platinado y digo un gran.-Ooooh y déjeme adivinar nadie lo quiere atende
Amber.Los días pasan y se hacen semanas y las semanas se hacen meses y este maldito llamado Ángel sigue viniendo y como nadien más lo quiere atender me toca lidiar su mal genio y soportar sus malditos insultos, estado tentada un parde veces en darle unas buenas bofetadas del coraje y a él le produce gracia hacerme enojar ya que lo veo cómo se ríe con satisfacción es un maldito infeliz.Hoy llego con unos papeles que ponen en la mesa en una carpeta y solo ordena dos cafés negros tal vez espera alguien más llegó y le deposito su café enfrente y el otro cerca, tal vez llegará después su hermano y decido irme antes de que él venga ya que a él si le tengo miedo pero su voz me detiene.-Dime a quién mataste.Eso hace que mi pulso se acelere y volteo a verlo dicinulando que estoy nerviosa.-De qué habla señor yo nunca he matado a
Amber.No puedo creer que este maldito imbécil sepa de mi pasado tendré que seguir soportando lo y atender lo mejor que pueda para que no valla a decir nada de eso o tener que deshacerme de el aunque no creo que sea tan fácil siempre va acompañado de un guardaespalda pero que estoy diciendo tengo que alejar esos pensamientos de me mente, estoy terminando de lavar los platos y me vuelven hablar, doy un suspiro ya que tendré que verle la cara de nuevo, ya me an dado un sobrenombre la sirvienta del nazi parece que no se les pudo ocurrir algo más inteligente aunque es directo, insultante les doy un punto por eso, voy y para mí sorpresa llegó con una chica.-Wow al parecer trajo su novia interesante tal vez se comporta un poco mejor esta vez.Llegó y saludo como siempre cordialmente.-Hola buenas tardes aquí les dejaré los menús quieren un vino o alguna bebida en lo que m
Amber.Cuando me acerco a la mesa escucho como al parecer están discutiendo, no me sorprende al tener un novio tan ojete y vale madres cómo ese imbécil que está sentado al lado de ella yo también tubiera problemas con solo verle la cara de estúpido, ganas de tirar le la comida ensima pero la mujer al parecer lo termina, al levantarse y pasarme por un lado me re empuja haciendo que la charola se me venga encima, escucho como ese maldito desgraciado se está riendo de mí y luego intentar ayudarme a levantar, esta imbécil sí cre que voy a aceptar su ayuda, golpeó su mano me terminó de levantar sola y empiezo a recoger los pedazos de platos y comida del suelo cuando escucho que alguien me habla y es Edward el dueño del lugar.-Disculpe señor Ángel yo arreglo estoTomo la bandeja y el me mete a la cocina del brazo.-Me podés decir qué car
Ángel.Estoy comiendo y siento su mirada en mí desde hace rato, also la mirada y efectivamente me está mirando mientras come, tiene una cara de fastidio qué se mira a gran distancia, qué felicidad al parecer está llegando a su límite.-Qué algun problema señorita Amber.-No ninguno señor Ángel solo que se extraño comer con un genocida.Vaya va a comenzar a insultarme.-No soy un genocidio señorita yo solo cumplía órdenes.-Si eso hace que pueda dormir en paz dígaselo hasta el día que fallezca señor.Doy una risa nasal, más tarde intento aser una conversación un poco normal ya que siento las miradas de los demás comensales alrededor de nosotros no sé si es por mí o por el hecho de que prácticamente le pague para que comiera conmigo, no es que me agrade su compañ&i
Amber.Ángel sigue viniendo y como siempre me pide que pruebe su comida hasta cuándo va a dejar de desconfiar que lo estamos envenenando aunque si yo fuera él ni siquiera saldría de mi casa y mucho menos a comer, dicen que es de una familia pudiente supóngo que a de tener servidumbre que la prepare mejor comida que la de aquí, a su gusto y sin estarle viendo la cara a nadie, hay a quién engañó lo que quiero es que me deje de joder, cada vez que lo atiendo me insulta aunque últimamente le estoy devolviendo los insultos pero de una forma amable ya que no quiero que me despidan.Estoy en el trabajo y como siempre lo atiendo de buen humor.-Buenas tardes señor Ángel desea ver el menu aunque creo que ya se lo sabe de memoria.-Sí, sí me lo sé y esta vez solo quiero una rebanada de pastel y un café de casualidad no tendrán el periódico d
Ángel.Hoy como muchas de las noches tengo insomnio ya son las 11:30 de la noche y no he podido dormir así que decidió dar un paseo en el auto y como Nicolás está dormido son de las pocas veces que puedo salir solo y armado ya que es por mí seguridad, conduzco sin rumbo por la ciudad y miro a una mujer usando una gabardina guinda bastante pequeña y la reconozco de inmediato mi mesera, voy a conducir cerca de ella para mojarlo con alguno de los charcos que ha dejado la lluvia de hoy pero me doy cuenta como un tipo se le acerca y al parecer está diciendo palabras que no son de su agrado se ve por la expresión de su cara, no muestra otra cosa más que odio y desprecio por el hombre parado enfrente de ella, los observó esperando que ella se vaya pero para mí sorpresa el hombre intenta tocar su mejilla Amber aparta su mano y le da un puñetazo en el estómago que lo hace doblar y le da u
Amber.Los días han pasado y cómo lo pedíje comer con Ángel y hablarle como a una persona normal me ha traído grandes problemas los pocos compañeros de trabajo que me hablaban ahora me ignoran y me miran de reojo el único que sigue hablándome es Fhilip, he estado un poco estresada y como este es el único día al mes que me dan libre tecido salir a tomar una cerveza, claro solamente una y me regreso a mi casa, intento dormir un poco pero últimamente estado teniendo pesadillas con la muerte de mi hermana así que pues se me hace algo muy dificil así que ignoro el intento estúpido que tengo de dormir, me pongo una gabardina, unos zapatos y salgo a caminar por la calle es algo peligroso viendo la hora pero no dudare en defenderme con el puñal que llevo siempre conmigo, un hombre me molesta y se que está hebrio por el aroma que despide su cuerpo con un padre golpes lo derr