El amor, es un sentimiento difícil de explicar y comprender. Las cosas que somos capaces de hacer en su nombre, están fuera de la imaginación de muchos y, en dados caso, representan todo lo contrario a lo que la mayoría entiende por Amor.
Dicen, que si es lo suficientemente fuerte puede trascender la distancia, incluso el tiempo, y ¿Si en realidad va más allá? debo decir con toda certeza que sus alcances están fuera de nuestro entendimiento. Mi experiencia, me demostró que puedes desear estar con una persona incluso por muchas vidas.
En mi juventud me enamore perdidamente del hombre que con solo mirarme me deslumbró. Su presencia era tan imponente, que todo mi cuerpo vibraba por su efecto. Debo decir que no era deseado solo por mí, muchas se desvivían por pasar un rato a su lado y quien no, si parecía la encarnación de un dios griego en la tierra, alto fuerte, de rasgos cuadrados, con barba varonil. Sus ojos oscuros y profundos te invitaban a perderte en un mar de sensaciones.
El caso es que no soy una persona normal, los demás siempre me rechazaron por ciertas aptitudes que tengo bien desarrolladas. Así que, infundía temor en una época donde la falta de conocimiento era la reina suprema. Claro, en esta época seguiría causando miedo si llegaran a descubrir las cualidades que oculto sigilosamente.
Aquel hombre fue una de las pocas personas que no me temía y por ello, nos hicimos cercanos, pude disfrutar de su compañía, tenerlo para mí, únicamente para mí. Fui la envidia de muchas por un amplio intervalo de tiempo. Él no era indiferente conmigo correspondía a mis sentimientos y en el arte del placer era un maestro inigualable.
Definitivamente el deseo ardiente, era el centro de nuestra conexión por lo que saque el mejor provecho. No hay mejor manera de encantar a un hombre que haciéndolo feliz en la intimidad, que mejor forma de retenerlo a mi lado, que darle todo el placer que solo mi cuerpo podía brindarle.
Él no lo sabía, pero cada vez que hacíamos el amor, me brindaba poder sobre su alma. Mi dominio sobre él crecía sin límite, lo tenía justo como lo quería; solo mío.
Todo marchaba tal y como deseaba, había asegurado nuestra unión por el resto de la eternidad, no podía contener la necesidad de tenerme a su lado, porque en cada sesión erótica garanticé que su deseo por mí solo aumentara.
No permití que nadie se le acercara, era solo mío, no le hacía falta nada más que yo, me complacía verlo loco por mí, el objetivo se había consolidado y mi felicidad era inmensa.
Hasta que un día ella apareció en nuestro camino, inevitablemente todo cambió con su llegada, el lazo que había entre nosotros se fue debilitando. El buscó tenerla quería tenerla, sin que yo le importara, era como si mis esfuerzos se hubieran desvanecido en el aire. No lo pude creer, se suponía que nuestra unión era inquebrantable.
Desesperada por retenerlo acudí al único lugar donde sabia encontraría la solución a todos mis problemas, la antigua biblioteca. Muy pocas personas la visitaban, preferían darle la espalda al conocimiento, por eso, recordé que en mi orden decían, “Si quieres esconder algo, déjalo a plena vista”. Es así como el libro de la eternidad permanecía resguardado dentro de aquel lugar.
El contenido de aquel texto garantizaría que permaneciera a mi lado para siempre, no podría apartase de mí, así lo quisiera. Después de buscar muy bien encontré el encantamiento adecuado, solo necesitaría unir su sangre con la mía, parecía sencillo.
Fue entonces, cuando al salir de la biblioteca los vi, él la miraba con jamás se atrevió a mirarme, sus ojos expresaban calma y pureza, ella simplemente lo veía como si su mundo iniciara y terminara con él.
-¡NO VOY A PERMITIR QUE TE ALEJES DE MÍ!- grité enfurecida, al borde de perder por completo el control, mis ojos volvieron a su color real un rojo vivo.
Por primera vez revele mi verdadera identidad como hechicera de la orden del fénix negro, la rabia contenida en mi cuerpo eliminó los efectos del encantamiento de camuflaje.
—TU ERES MÍO, ME PERTENECES, NO TE APARTARAS DE MI LADO NUNCA— grité.
Perdí el control por completo, la tierra comenzó a temblar, una tormenta azotó el lugar como manifestación de mi ira. El viento que respondía a mis órdenes los golpeaba con rudeza. El miedo en ambos era evidente.
—¿Qué no entiendes que me perteneces? Yo te amo, tu alma es mía, nada debería ser más importante para ti que yo—
Mi furia era cada vez mayor, en ese momento él se levantó, colocándose frente a ella, mirándome fijamente respondió.
-No, no te pertenezco, ahora que veo cómo eres en realidad, me doy cuenta, que nada de lo que sentía por ti fue real, solo era producto de tus embrujos- -NUNCA PODRÍA AMARTE- gritó e hizo que mi ira se multiplicara.
— ¿Entonces la eliges a ella? — Lágrimas de decepción cayeron de mis ojos.
El odio se apoderó de mí. En un movimiento audaz logré levantarla del suelo y atraerla hasta mí, cuando la tuve enfrente, la miré fijo a los ojos y le di un beso apasionado. Ambos quedaron fríos y desconcertados por mí proceder.
—Ahora una parte de tu Alma está bajo mi poder— Susurré con malicia en sus labios, para luego arrojarla al suelo con cólera.
El acudió en su auxilio, su preocupación era evidente. Fue ahí cuando comprendí finalmente, no volvería a ser mío. Mi lado oscuro me dominó por completo.
Con la ayuda del libro eterno, proclamé su sentencia:
“Por el poder de las llamas oscuras del Fénix Negro, Dos Almas, Dos Almas que sufrirán por el resto de la eternidad”
Con esas palabras, condené su amor para siempre, así quieran, no podrá consolidarse mientras yo exista.
—Aaay amor mío (suspiré), esto lo pagarás por siempre, tu alma pasara el resto de la eternidad intentando estar con ella— —Me aseguraré de que nunca lo logres, estaré cerca pero no lo sabrás—
La burla, el enojo y la desilusión en mis palabras eran evidentes.
…..
Gracias al Libro de la eternidad conseguí la juventud y vida eterna, tuve que pagar un precio muy alto, nada es gratis en las artes oscuras. He cumplido mi juramento, sus almas no han podido estar juntas ni ser felices, en ninguna de sus reencarnaciones.
Debido al dominio que poseo, puedo saber con exactitud cuando, como y donde regresaran al mundo de los vivos. Como dije antes siempre estoy cerca, atormentándolas sin que lo sepan.
Así que, aquí estamos otra vez, un nuevo ciclo que esta por empezar y aunque están por reencontrarse, en esta vida tampoco estarán juntos, porque las llaves de su destino, las tengo yo.
Hay una inmensa oscuridad en la vereda, no logro ver bien a mí alrededor, las luces son tenues y la lluvia no ayuda mucho; creo que estoy parada entre dos árboles grandes que baten sus hojas a un ritmo tempestuoso, gracias al fuerte viento que los golpea.El agua cae por mi rostro y la brisa que viaja en todas direcciones moja el resto de mi cuerpo. No entiendo que hago aquí, no parece el mejor lugar para estar sola en una tormenta. Estoy muy confundida, miro a los lados en busca de ayuda y me doy cuenta de mi vestimenta.Traigo un vestido casual, blanco con puntos rojos, muy típico de los años 50, en realidad todo mi atuendo es de la época. — ¿Qué está pasando?, ¡No entiendo nada! — Exclamo casi a punto de llorar.Empiezo a correr y lloro desconsolada como una niña pequeña, tengo demasiado miedo, nunca me ha gustado estar sola, menos en circunstancia
Entro al piso número 8 donde se encuentra mi oficina, voy caminando por el pasillo mientras saludo a mis compañeros. Frente a la puerta de mi oficina me espera Luz, Lucecita como le digo de cariño, ella es más que mi secretaria, mi amiga.— ¡Buenos días jefecita, aquí está su jugo de frutas tropicales bien frio como le gusta! — me dice con una gran sonrisa.—Buenos días Lucecita, yummmm ¡muchas gracias! Tú siempre complaciendo mis antojitos, cuéntame ¿está todo listo para la reunión de las 10 am? — bebo un sorbo del jugo que esta delicioso, es mi bebida favorita después del café, claro está.—Sí, todo listo, las carpetas están armadas con el expediente de cada becario, el departamento al que se integraran, el tutor al que van a apoyar y por su puesto la descripción del cargo por el cu
Salgo del auditorio con una enorme sonrisa, el inicio de proyecto fue todo un éxito, tanto los miembros de la directiva universitaria como los de la empresa se veían muy complacidos; estoy muy muy feliz, ver realizado el fruto de nuestros esfuerzos me llena de satisfacción.Suena el teléfono y es Luz, me comunica que la señora Gutiérrez quiere verme en su oficina, me arreglo un poco y voy directamente a verla, su secretaria me autoriza a entrar.—Buenas Tarde Sra. Gutiérrez, dígame en que puedo servirle— ella levanta la mirada y me indica que tome asiento.—Gracias por venir Iliana, quiero primero que nada felicitarte por la el éxito de la conferencia de hoy— yo me sonrojo un poco y recibo el cumplido con una sonrisa tímida.—Te hice venir porque el día de mañana tenemos que asistir a la cede la UCE a solicitud del rectorado— sus palabra
Desde que salimos de la empresa, Martha no ha hecho otra cosa que no sea alardear delante del resto de los miembros del comité directivo, sobre el éxito del proyecto que ella supervisa, bla, bla, bla, me da tanta rabia, porque ella posee un cargo de papel, y soy yo, quien hace todo el trabajo; respiro profundo y controlo mis impulsos de desmentirla, no me conviene hacer un show delante de los ejecutivos que pronto descubrirán quien hace en realidad el trabajo.Llegamos a las instalaciones de la UCE, quedo maravillada el campus es impresionante, hay jardines hermosamente diseñados a los alrededores, y la infraestructura sería un deleite para cualquier arquitecto. Al entrar, justo en el medio del enorme salón se encuentra una señorita con look estilo bibliotecaria, quien nos da la bienvenida.—Buenos días, mi nombre es Margaret Fuentes, soy la secretaria de la rectoría de la UCE, seré su gu&iacut
Voy caminado por los pasillos de la universidad, creo que estoy perdida, no recuerdo que Sergio dijera que me esperaría tan lejos. Doy un par de vueltas en círculos, cuando decido preguntarle a una amable chica, cual pasillo me lleva a la cafetería, ella noto mi vergüenza y con una sonrisa me señala con la mano la dirección correcta, yo la miro agradecida y me dirijo hacia allá.A lo lejos puedo ver a Sergio hablando con un hombre que esta de espaldas, parece importante, yo sigo caminado el pasillo es realmente largo, en eso el sujeto se marcha y Sergio camina hasta donde estoy para alcanzarme.—Disculpe Señor Maldonado, la universidad es tan grande que me perdí— le digo realmente apenada con mis mejillas rojas, y la mirada baja.—Tranquila, Iliana, no te preocupes, y por favor no me digas señor que me haces sentir viejo, dime Sergio— me dice con una dul
Hacia muchos días que no me levantaba con energía, a pesar de que soñé toda la noche, puede dormir más que otras veces durante el último mes, la identidad de ese hombre me tiene intrigada, porque vamos, tiene que ser alguien importante para mí, llevo días con ese sueño recurrente donde es protagonista.No dejo de pensar en el asusto mientras hago mis labores domésticas, hoy es Sábado, así que me dispongo ayudar a mi mami en todo lo que puedo mientras estoy en casa, oigo sonar mi celular, es un WhatsApp de Sergio, me desconcierta un poco, porque no recuerdo tener ningún pendiente con él.Abro el mensaje y leo:—Buenos días Iliana, espero hayas descansado y te deseo un bello día—Eso es todo lo que dice, me parece un bello gesto y después de mucho pensar encuentro una respuesta.—Buen día Sergio, muchas graci
El día está muy bonito, el sol no esta tan fuerte, la brisa es fresca, no está haciendo calor ni frio tampoco; así que podría decirse que es el domingo perfecto para salir a pasear. Camino lo más rápido que puedo porque se me hizo tarde esta mañana —¡Rayos no quiero que Sergio piense que soy una impuntual, qué pena! —Al llegar al parque central, me quedo maravillada por la inmensa cantidad de flores que pueden observarse, ¡Son hermosas! Y en tantos colores, inmediatamente me lleno de energía ante tanta naturaleza, simplemente ¡Me encanta! Mi andar se vuelve lento, en este punto no me importa ya llegar tarde, lo único que quiero hacer es disfrutar de la vista.Camino unos cuantos metros, y a lo lejos se puede mirar el restaurante al aire libre en el que Sergio me cito —tiene un lindo ambiente, espero la comida sea igual de buena— digo con una sonrisa.
Estoy muy ansiosa, tengo alrededor de dos años que no veo a Caroline. Ella es mi mejor amiga desde que tengo 19 años, somos muy cercanas pero, es una nómada natural, le fascina viajar por el mundo, además que hace parte de su carrera como conservadora de arte. Últimamente estuvo viviendo en Paris por un par de años, así que nuestra amistad estuvo limitada, a video llamadas y chat a diario, es por eso, que estoy muy emocionada de verla y que me cuente sus aventuras.Mi círculo de amistades es muy limitado, siempre he sido una mujer muy solitaria, aparte de Caroline, Lucecita es mi otra amiga cercana, se puede decir que en cierta forma es mi culpa, porque no dedique mucho tiempo a las relaciones interpersonales, así que esas son las consecuencias; claro, prefiero tener pocas amigas valiosas, que tener muchos conocidos de juguete.Llego a la puerta de su casa, toco el timbre y después de unos minutos, a