Samuel se encontraba en un gran dilema, no sabía si decirle a su mujer sobre esta situación, la verdad él no quería preocuparla más. Pero también sabía que su chica se enojaría mucho si no le contaba sobre eso, pero la situación en la que se encontraba Samuel, en estos momentos no era la mejor

—¿no saben quién era esa loca obsesionada?.—Pregunto una de las persona que estaba en esos momento en ese lugar

—¡Basta, esto me está volviendo loco!— Samuel dio un grito mientras su suegro lo quedaba mirando preocupado, él más que nadie sabía que era estar en esta situación.

—Creo que tienes que tratar de tranquilizarte, pensar con la cabeza fría y la mente despejada, pronto será el certamen de premios y estamos con esta encrucijada. Pienso que sería muy importante mantener a Alía informada de esta situación, ya que se puede presentar un inconveniente y el que ella no sepa nada de lo que en estos momento está pasando la hará enojarse mucho contigo Samuel.

—Si lo sé, tienes toda la razón Antho