Samuel estaba muy atareado, los planos que tenía que hacer a los japoneses lo tenían al borde, estos hombres eran muy llevados a la nueva arquitectura.Las juntas y las reuniones fuera, más el cambio de horario lo tenían muy mal, no había podido hablar muy bien con su mujer, pues cuando ella quiere hablar él tenía que salir a una reunión y su esposa ya estaba descansando, últimamente se la pasaba mucho tiempo durmiendo, aunque también la había notado un poco extraña.*Tiempo atrás*Ese mismo día, después de que Alía término de grabar, se fue a encontrar con la señora Olga, la verdad es que era una mujer rubia, muy guapa y tenía unos hermosos ojos grises azulados, tenía un parecido con alguien, pero ella no podía saber de quién era.—lo siento, me demoré un poco más, el director, a lo último nos dispuso a hacer algunas cosas y cambiar otras.— dijo Alía muy apenada, pues no sabía que se demoraría media hora más, cuando entró vio a la mujer un poco impaciente y con una mirada triste.Olg
Alía y Olga se habían vuelto muy inseparables en esos días, mientras Alía terminaba las grabaciones la hermosa señora la esperaba ya sea para comer algún postre rico o charlar, Olga se le había hecho una señora muy consentida y carismática a Alía quien estaba encantada.Como Alía era muy mala para ocultar las cosas, tuvo que decir su secreto a alguien antes de que le dijera sin querer a su esposo, aunque ella ya había notado que su esposo preguntaba más de lo debido esos días.—Hija mía, mi hermosa niña. ¿Qué es lo que te pasa? ¿Que es lo que te tiene tan pensativa en estos días?.— y si allí estaba su madre como siempre preocupada por ella, Alía de verdad no podía pedir una familia más perfecta que la suya, con dos padres que se aman tanto o más desde el primer día que se vieron, en su familia nunca hubo la falta la respeto o desconfianza y es qué a eso le tenía que retribuir a ellos el no poder mentir? —Mamá, es solo que no sé qué hacer o simplemente por donde comenzar.— habla tranqu
Al día siguiente de la llegada de Samuel, Alía y Olga estaban muy impacientes cada una a la distancia y se preguntaba si lo que estaban haciendo era lo correcto. Alía no se dejaba de preguntar y en qué ella misma sabía que no había necesidad de una prueba de ADN, pues tanto el padre como el hijo eran dos gotas de agua, palabra de la chica, ya que la señora Olga le mostró la foto de su difunto esposo, la foto era la del día que los dos viajaron a su país y es que se veían tan felices y esa sonrisa que tenía Olga cuando veía a su esposo y su hijo al momento de tomar la foto. —¡Dios, si me estás escuchando, ayúdame!— Alía era una tormenta en su cabeza, ella esperaba que todo saliera muy bien, dio instrucciones en la cocina de que prepararán la comida que a su esposo le gustaba y esas eran las pastas, y ahora la muchacha sabía de donde su adorado tenía la afición por esa comida italiana.Olga no estaba para nada peor, sus nervios la traicionaban, Francesco tuvo que hacerle una agua aromá
—¿Cariño estás bien?-Alía sin dudas estaba muy preocupada por su esposo, verlo tan afligido y perdido en sus pensamientos, tratando de recordar momentos que no lograba y batallando en su mente la tenía muy ansiosa, Olga se encontraba igual que Alía. Pues aún no lograba imaginar la magnitud de lo que le estaba pasando.—querida, él está un poco en shock, yo la verdad tengo todas mis esperanzas y no quiero que piensen que soy una mala mujer, pero de todas maneras me gustaría realizar la prueba de ADN y si Samuel es mi hijo que sé con todo mi corazón que así es, volver a tener el nombre que le corresponde, quiero que todos sepan que el heredero de los Rinaldi aún está vivo, mi adorado bruno por fin debe de estar feliz por volver a vernos estar juntos.— Alía era toda lágrimas, su esposo por fin no estaba solo, ahora tendrá a dos familias que lo aman como el gran hombre que es y en el que se logró convertir.—Yo… Si me gustaría hacer esa prueba, mañana mismo podemos ir a hacerla, ya que ta
—¿Olga Rinaldi? ¿Querida eres tú?— Samuel y Alía quedaron en blanco cuando escucharon el jadeo y la voz de Mía hablarle a la mujer, ellos no sabían qué estaba pasando.—¿Mía Anderson?— Mía enseguida asintió con su cabeza y se levantó de la silla para ir a abrazar a su querida amiga, después del accidente que había tenido Bruno, la mujer no quería saber más del país donde habían perdido la vida sus seres más queridos. “¿Mamá, acaso ustedes se conocen?” —Claro, que si hija, su difunto esposo, el querido Bruno Rinaldi era un gran socio de tu padre, nos conocemos muy bien y en ese entonces éramos la comidilla del país por haber pescado a los solteros de modas, claro está estos hombres fueron los que cayeron por nosotras— su madre se mofaba y recordando aquellos tiempos donde podían están juntos.— ¡Pero hija! ¿De dónde la conoces?—Madre, recuerdas que te había comentado de una situación por la que estábamos pasando con mi esposo, pues ella es la mujer que probablemente sería la madre de
El siguiente día de la reclamación de la prueba,,, Samuel les había dicho que sería el quien quería buscar los resultados, después ellos podrían reunirse en una sala privada en un lujoso restaurante de estilo Oriental, quería tener todo preparado para lo que pudiera pasar, los nervios y la desesperación lo tenían al borde de un colapso mental en ese momento, no sabía qué hacer, mientras caminaba dando vueltas por el pasillo del hospital donde esperaba a que el médico le diera la autorización de pasar. Hablaba por teléfono con su esposa y quien poco a poco lograba calmarlo.~Amor, no estés tan preocupado, sé que es una situación difícil, pero sé que todo saldrá bien, pronto vas a tener la dicha de encontrar lo que siempre habías buscado.Las palabras de Alía le transmitían paz y eso era algo que en ese momento agradecía.~¿Pequeña y si no es así? ¿Cómo voy a superar otro golpe en mi vida?— esas palabras descolocaron a su esposa, pues también estaba muy nerviosa, solo que no quería hacé
Nadie estaba preparado para lo que pasaría el día siguiente, pues no todo en la vida es felicidad, muy temprano la pareja se levantó y se alistó, samuel después de despedirse de su esposa se fue rumbo a su oficina, pues la secretaria lo había llamado y la noto un poco nerviosa, eso también lo preocupo a él.~Señor Anderson, buenos días, disculpe que lo llame a esta ahora, pero aquí hay una chica que requiere hablar con usted, dice que tiene información de la mujer que ha estado buscando~>~Por favor, dile que la veo en una hora, dirígela a la sala de juntas, que tengan todo listo, y llama al oficial que tiene la investigación a cargo, quiero que este presente y por favor también llama a mi suegro, esto es de suma importancia, gracias~Samuel no le quiso decir nada a Alía, solo para no preocuparla, su esposa está viviendo los mejores momentos de su vida y él espera que sea así por un largo tiempo.Le dejo su característica rosa a su mujer y después de un prolongado beso y caricias en s
Después de la visita inesperada de aquella chica, los meses fueron pasando sin tener noticias y sin saber más nada de la mujer que quería hacerle daño a Alía. La pequeña hada ya había terminado con las grabaciones de la serie y se había retirado por un tiempo, pues quería vivir lo bueno y lo mano de su embarazo con sus seres queridos, Olga había decidido, quedarse un tiempo más en compañía de su hijo y ahora la familia de este, estaba muy feliz que su niño tuviera una hermosa esposa y más que los suegros que hasta terminaron siendo amigos, no podía pedir mejor compañera de vida para su hijo. La pancita de Alía cada vez estaba más grande, la pareja no había querido saber el género del bebe, pues quería que fuera sorpresa, aunque sus padres ya estaban emocionados y siempre salían a relucir que sería una pequeña niña de mejillas abultadas, labios rosas y grandes pestañas como las de Alía, los meses cada día pasaban más y Samuel no dejaba de estar preocupado, tenía mucha seguridad y sie