—¿Cariño estás bien?-Alía sin dudas estaba muy preocupada por su esposo, verlo tan afligido y perdido en sus pensamientos, tratando de recordar momentos que no lograba y batallando en su mente la tenía muy ansiosa, Olga se encontraba igual que Alía. Pues aún no lograba imaginar la magnitud de lo que le estaba pasando.—querida, él está un poco en shock, yo la verdad tengo todas mis esperanzas y no quiero que piensen que soy una mala mujer, pero de todas maneras me gustaría realizar la prueba de ADN y si Samuel es mi hijo que sé con todo mi corazón que así es, volver a tener el nombre que le corresponde, quiero que todos sepan que el heredero de los Rinaldi aún está vivo, mi adorado bruno por fin debe de estar feliz por volver a vernos estar juntos.— Alía era toda lágrimas, su esposo por fin no estaba solo, ahora tendrá a dos familias que lo aman como el gran hombre que es y en el que se logró convertir.—Yo… Si me gustaría hacer esa prueba, mañana mismo podemos ir a hacerla, ya que ta
—¿Olga Rinaldi? ¿Querida eres tú?— Samuel y Alía quedaron en blanco cuando escucharon el jadeo y la voz de Mía hablarle a la mujer, ellos no sabían qué estaba pasando.—¿Mía Anderson?— Mía enseguida asintió con su cabeza y se levantó de la silla para ir a abrazar a su querida amiga, después del accidente que había tenido Bruno, la mujer no quería saber más del país donde habían perdido la vida sus seres más queridos. “¿Mamá, acaso ustedes se conocen?” —Claro, que si hija, su difunto esposo, el querido Bruno Rinaldi era un gran socio de tu padre, nos conocemos muy bien y en ese entonces éramos la comidilla del país por haber pescado a los solteros de modas, claro está estos hombres fueron los que cayeron por nosotras— su madre se mofaba y recordando aquellos tiempos donde podían están juntos.— ¡Pero hija! ¿De dónde la conoces?—Madre, recuerdas que te había comentado de una situación por la que estábamos pasando con mi esposo, pues ella es la mujer que probablemente sería la madre de
El siguiente día de la reclamación de la prueba,,, Samuel les había dicho que sería el quien quería buscar los resultados, después ellos podrían reunirse en una sala privada en un lujoso restaurante de estilo Oriental, quería tener todo preparado para lo que pudiera pasar, los nervios y la desesperación lo tenían al borde de un colapso mental en ese momento, no sabía qué hacer, mientras caminaba dando vueltas por el pasillo del hospital donde esperaba a que el médico le diera la autorización de pasar. Hablaba por teléfono con su esposa y quien poco a poco lograba calmarlo.~Amor, no estés tan preocupado, sé que es una situación difícil, pero sé que todo saldrá bien, pronto vas a tener la dicha de encontrar lo que siempre habías buscado.Las palabras de Alía le transmitían paz y eso era algo que en ese momento agradecía.~¿Pequeña y si no es así? ¿Cómo voy a superar otro golpe en mi vida?— esas palabras descolocaron a su esposa, pues también estaba muy nerviosa, solo que no quería hacé
Nadie estaba preparado para lo que pasaría el día siguiente, pues no todo en la vida es felicidad, muy temprano la pareja se levantó y se alistó, samuel después de despedirse de su esposa se fue rumbo a su oficina, pues la secretaria lo había llamado y la noto un poco nerviosa, eso también lo preocupo a él.~Señor Anderson, buenos días, disculpe que lo llame a esta ahora, pero aquí hay una chica que requiere hablar con usted, dice que tiene información de la mujer que ha estado buscando~>~Por favor, dile que la veo en una hora, dirígela a la sala de juntas, que tengan todo listo, y llama al oficial que tiene la investigación a cargo, quiero que este presente y por favor también llama a mi suegro, esto es de suma importancia, gracias~Samuel no le quiso decir nada a Alía, solo para no preocuparla, su esposa está viviendo los mejores momentos de su vida y él espera que sea así por un largo tiempo.Le dejo su característica rosa a su mujer y después de un prolongado beso y caricias en s
Después de la visita inesperada de aquella chica, los meses fueron pasando sin tener noticias y sin saber más nada de la mujer que quería hacerle daño a Alía. La pequeña hada ya había terminado con las grabaciones de la serie y se había retirado por un tiempo, pues quería vivir lo bueno y lo mano de su embarazo con sus seres queridos, Olga había decidido, quedarse un tiempo más en compañía de su hijo y ahora la familia de este, estaba muy feliz que su niño tuviera una hermosa esposa y más que los suegros que hasta terminaron siendo amigos, no podía pedir mejor compañera de vida para su hijo. La pancita de Alía cada vez estaba más grande, la pareja no había querido saber el género del bebe, pues quería que fuera sorpresa, aunque sus padres ya estaban emocionados y siempre salían a relucir que sería una pequeña niña de mejillas abultadas, labios rosas y grandes pestañas como las de Alía, los meses cada día pasaban más y Samuel no dejaba de estar preocupado, tenía mucha seguridad y sie
Por cosas del destino, ese día todo era muy diferente, Alía se levantó y le extrañó no ver la rosa que su esposo todo el tiempo dejaba para ella, la sensación de que algo malo podría pasar ese día estaba alojado como una espina en su corazón; sin embargo, la mujer no le dio mucha importancia, fue hasta el baño, hizo su rutina matutina y después de una hora bajo las escaleras para llegar hasta el comedor.— Buenos Días, Señora Alía, ¿va a comer de una vez?— la voz de la mujer llego a las espaldas de Alía, que con un poco de susto giro para verla y regalarle una sonrisa.—Claro de sí Adela, muchas gracias - después de eso alía se ubicó hasta esperar que la señora viniera con su desayuno, Reviso su celular y se encontró con el mensaje de su esposo, quien se disculpaba por haber salido de prisa sin despedirse de ella, pues había llegado el japonés a revisar el proyecto que ya casi estaba completo, y ella sabe como trabajan esos hombres, pues son muy puntuales y no les gustan las fallas. —
— ¿Qué rayos está pasando?¡¡No, no, no Aliaaa!! — El grito de Samuel puso en estado de shock a las personas que aún se encontraban en la sala de juntas. Después de 15 minutos, una reunión que él pensaba tomaría más tiempo término tan rápido.— Jason… Ordena a tus hombres que entres a la casa ya, están atacando a Alía, comunícate con la policía, llama a mi suegro de inmediato.El segundo grito salió dejando casi paralizados a todos, el hombre salió corriendo como si un espíritu maligno lo estuviera persiguiendo, el mismo había roto su teléfono al ver lo que estaba pasando en la habitación donde su adorada esposa tenía que estar descansando. Pero lo que vio fue a la arpía de su acosadora, propinarle una bofetada a su mujer, de verdad quería a esa mujer muerta.Jason rápidamente hizo lo que se le ordenó mientras seguía a su jefe muy de prisa bajando las escaleras y que este no quiero esperar el ascensor, gracias a Dios la sala de juntas quedaba en los pisos de abajo, hubiera sido mucho
Todo se había vuelto un caos de un momento a otro mientras los periodistas interrumpían la captura de Natalia, la mujer no sabe dónde saco las agallas para quitarle el arma a uno de los oficiales, de lo que si puedo estar segura es que en ese momento vi mi vida pasar por milisegundos.—Tú lo decidiste así Samuel Anderson, entonces si no eres para mí no eres para esa perra— El detonante del arma fue ensordecedor, vi como mi esposo iba cayendo en mis brazos, trate de sujetarlo como pudiera, pero su peso no me dejaba, pues era mucho más.— ¡Oh, Dios, No…! - El grito que pude dar después de volver en sí hizo que todo en ese momento estuviera en silencio, cuando los policías vieron lo que acababa de pasar enseguida dispararon a la mujer, lo vi porque estaba buscando ayuda en la gente que allí se encontraba. Y aunque los oficiales me estaban tratando de decir algo, era como si no escuchara y solo pudiera ver a mi esposo tirado en el suelo inconsciente y un enorme charco de sangre a su alred