Capítulo 34. Este es tu lugar

Erik Subió de rodillas a la cama, depositó con mucho cuidado a Hedda antes de responderle:

—Solo deseo estar con mi esposa. —Hedda abrió la boca para decir lo que pensaba al respecto, pero Erik unió sus labios ahogando sus palabras.

Inevitablemente un gemido se les escapó. Hedda trató de resistirse, pero se le estaba haciendo muy difícil. No podía negar que lo deseaba también, y quería entregarse por completo a él. Pero eso no le daba ninguna certeza de que todo sería diferente de ahora en adelante. Erik aún no le había dicho que mantendría su promesa de que ella sería su única mujer. No se conformaría con menos, no, jamás lo haría.

Erik deslizó sus labios hasta su cuello, y ella aprovechó para llamarlo por su nombre un par de veces y pedirle que se detuviera.

—¿Qué sucede? Ya lo hemos hecho antes —dijo él.

—Sí, pero la primera vez fue porque dudabas de mí y quería demsotrarte que estabas equivocado. Y las otras veces estabas ebrio, ni siquiera estoy segura de que lo recuerdes. B
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo