Capítulo 4

Capitulo 4

 

 

"Te quedarás conmigo, seguirás en mí

 

Por más que te despidas, no te irás de aquí

 

Lo que fue hermoso no se puede borrar

 

Lo que es eterno no se puede matar

 

Nunca me olvides

 

Nunca me olvidaré de ti

 

Quédate en mi corazón, tatuado en lineas de tu piel"

 

Esteban la mira un poco preocupado por el rabillo del ojo, pudo ver cómo los ojos de Briana comenzaban a llenarse de lágrimas.

 

"Y se comienza a sangrar, seguramente sera yo

 

Llorando por nosotros dos

 

Lágrimas de soledad

 

A donde estés yo llegaré , un gran señal

 

Te quedarás conmigo, seguirás en mí

 

Por más que te despidas, no te irás de aquí"

 

—Hace muchos años atrás, tenía una novia que se llamaba Camila, había pensado que con ella había encontrado el amor verdadero. Tuvimos bastantes meses juntos , para llegar a sentirme enamorado. Por así decirlo—, se detuvo, y Brianna lo observó con curiosidad —Al principio... me parece un poco extraño que no quería que nadie se enterara de nuestra relación. 

 

Brianna tocó, su pecho intentando decir que lo sentía.

 

—Yo también lo siento... —dijo, hizo una mueca para seguir hablando —empecé acostumbrarme la idea de una relación en secreto. Tal vez ella no quería que sus padres se enteraran y tener que pedir permiso, por momentos pensé. Después la encontré en la cama con mi hermano,. De idiota que fui yo.. no le dije nada.

 

Brianna abrió los ojos sorprendida. Ambos se quedaron en silencio, de fondo la voz de Abel pintos resonaba.

 

—En... aquella relación seguí, pero odiando. Hasta que en un punto, ambos anuncioron que se casarían y que ella está embarazada. La enfrente y lo que más me ha interesado en este momento, era saber si aquella criatura que lleva en el vientre, era mío. Pero ella incluso negó que habíamos tenido algo ella y yo.

 

 

Brianna, tomó su cuaderno y escribió:

 

"Lo lamento, ella no te merecía"

 

Término de sonar aquella canción, ya me quedaron perdidos en dolorosos recuerdos.

 

Unos minutos más tardes, habían llegado al pueblo. 

 

A Bree, le parece agradable cada casa que hacía sintonía con el cálido lugar. No pudo evitar sentirse, bienvenida en aquel sitio.

 

<<Es... cálido>>

 

Después de unos minutos el estaciono frente a una especie de verdulería.

 

—Vuelvo enseguida.

 

Él salió del vehículo y comenzó a cargar cajas de verduras, una tras otra.

 

Briana se bajó dispuesta a ayudar, tomó una de las cajas más livianas y empezó a llevarlas a la verdulería. Esteban la mira un poco curioso y alavés confuso, aquel gesto le había llenado de una sensación que nunca antes había encontrado.

 

Había llegado bastante exhausto, él había cobrado su dinero para poder comer al resto del mes y pagar los servicios. El se sentó en el gran sofá que se encontraba en la sala y le dijo:

 

—Te contaré la historia de mis abuelos:

 

—Joselyn, es obligada a casarse por decisión de sus padres. Su hermana, quién debía ocupar su lugar, en forma misteriosa había desaparecido. Por lo tanto, ella se encontraba en la habitación ya casada, en la espera de su marido. Quién al llegar: quería tenerla para el, pero no quiere obligarla a estar en sus brazos.El Duque había amado toda su vida a su hermana,no a ella; por esa razón estaba bastante molesto.

 

"Aunque con el paso de los días, el Duque había insinuado con abrazarla: Joselyn se había negado a este contacto.

 

"La primera vez, se empezó a dar cuenta de sus sentimientos: cuando el Duque no llegaba en la noche a casa. Eso la inquieto de alguna manera, nunca había planeado sentir algo por él. Lo que aminoraba su tristeza, era el granero donde estaban sus animales; sin embargo había alguien llamado Juan, quién la había confundido.

 

"Un día, Juan le tiene una sorpresa preparada. Le había llevado su yegua, ella al verla salto feliz a abrazar a Juan; qué no dudo en corresponder el abrazo. El problema fue los chismes, por toda la casa se hablaba del abrazo entre ambos."

 

"El Duque un día mientras estaban almorzando, se sostuvo el pecho con mucha fuerza. Joselyn: se había preocupado de sobremanera, fue corriendo a auxiliarlo y él le dijo que no era nada. Luego, cuando él fue a descansar, el mismo médico le había informado que era estrés. Eso le parecía verdaderamente extraña, puesto que no aparecía un dolor común. Y aquella situación no hizo más que empeorar, cada cierto tiempo le agarraba el mismo dolor.

 

 

"Joselyn, se quedó a su lado por semanas y luego se entera de que estaba embarazada. Pero le llega noticia de que sus padres habían fallecido, decía enfrascarse en un largo viaje para saber sobre algunas dudas. Descubre por medio de unas cartas, que ella en realidad era su hermana: la habían reemplazado porque tenía una enfermedad la columna, tenían miedo de perder el ducado. Ella se da cuenta que Edward: estuvo enamorado de ella toda su vida desde que era pequeño.

 

Tras pasar dos meses a su lado, el despierta. Pero así , abre los ojos, y se entera que ella estaba embarazada, los cierra."

 

Ella tomó el cuaderno y escribió:

 

"¿El niño es tu bisabuelo o algo asi?"

 

El asintió con nostalgia.

 

Brianna al día siguiente, se sentía un poco mejor.

 

El sol, le pegó de lleno de la cara, no había ninguna ventana en esa habitación que pudiera impedir lo contrario. A pesar de ese incómodo momento, se estiró cerrando los ojos, con más fuerza. 

 

Apoyó ambos pies, en el frío suelo despertando hace de inmediato. Contemplo con curiosidad, cada rincón de la habitación. Era un poco extraño, estar en un sitio , en donde no estaban sus típicas cosas de siempre.

 

Mira a su alrededor, ella se encontraba sosteniendo el picaporte de la puerta. Por algún motivo, tenía el miedo constante de no poder abrir en un momento la puerta. Pero siempre, que apoyaba su mano derecha sobre el frío metal: está cedía sin complicaciones.

 

Un rico aroma, la atrapó . mira un poco confusa, la cocina. Apenas, puso un pie dentro de ella, Esteban la miro con una sonrisa amplia.

 

—Hola, buen día.

 

Ella, solamente pudo levantar la mano en modo de saludo.

 

En la noche anterior, había intentado con todas sus fuerzas , abrir la boca y emitir algún tipo de sonido.

 

<<¡Tú puedes Brianna!>>

 

 Lo había intentado por tantas horas , que se quedó dormida arrodillada, frente a su cama.

 

 Por eso le había parecido un poco confuso, la posición donde dormía.

 

En una cama cubierta de cobija.

 

¿Tal vez él la arropó?

 

No lo sabía, con exactitud. De lo único que estaba segura, era que había un plato caliente, con una taza de café humeante frente a ella. 

 

Eso fue más que suficiente, para que aquella muchacha de cabellos desordenados y pecas salpicantes, se sentara.

 

Empezó a comer , sin sentir la mirada de Esteban; él mismo, se había ido hacia afuera, dejándola momentáneamente sola.

 

Después de que terminó hasta el último bocado, dejando el plato brillante, minutos más tarde limpió.

 

Se acercó a la puerta del exterior, aún tenía ese miedo persistente que le rodeaba la sangre. Pero ya se encontraba fuera, puedo pisar con placer las hojas secas, y sentir la brisa fría del próximo invierno.

 

Sentirse viva, no le molestaba en lo absoluto.

 

Era, despertar el alma, la cual se había quedado levemente dormida unos días atrás. Lo primero que visualizo, fue a Esteban junto a la huerta que estaba preparando para ella.

 

<<¿Él se tomó esa molestia?>>

 

—Tenía una parte, con la tierra removida. Así que te ahorré ese trabajo, te daré las semillas, y te daré un manual instrucciones así podés aprender. Te daré creo que las verduras más sencillas. Aunque sé que te gustan las plantas.

 

Briana, le sonrío con amabilidad. Tomó las cosas, que le daba. También tenía entre sus manos algunas palas, entre otros utensilios necesarios para la tierra. 

 

Sabía que él , la quería ayudar. Hace muchos años, que no se sentía contenida por alguien. La única persona que siempre había estado: había sido su abuela.

 

 Una persona de mayor edad, la cual muchas veces se olvidaba incluso su propio nombre. Sabía que no lo hacía adrede, pero a veces sentía que necesitaba otro tipo de apoyo. Un apoyo, que su novio no le brindaba en lo absoluto.

 

Su rostro, se inundó en un mar de tristeza. 

 

<<Gabriel...>>

 

Tal vez era el hecho, de que empezaba a recordar. O tal vez era la necesidad imperiosa, que tenía su mente, de querer olvidar.

 

De lo único que estaba, más segura que nada en este mundo y en ese momento: quería volver a sonreír y hablar. Quería poder decírselo en voz alta, lo muy agradecida que estaba, hacia un desconocido.

 

Esteban, quien la había rescatado: en todos los sentidos.

 

Esteban, se marchó.

 

Se acercó con curiosidad a la tierra , la acarició con la punta de sus dedos, sintiendo el tacto frío y húmedo.

 

En la noche, caía un intenso rocío, que regaba las plantas; se estaba acercando una época de frío , tendría que armar una especie invernadores para sus plantas.

 

Una hora después, incluso había enterrado muchas semillas. Estaba muy ansiosa,regando las con un inmenso amor. 

 

Entró sus herramientas adentro, y se miró al espejo un poco aterrada. La tierra y suciedad, se metieron hasta en lugares que no debían.

 

Sus uñas se encontraban negras, pero solamente de tierra; su bonito vestido, que la había obsequiado Esteban , ahora tenía grandes manchas marrones. 

 

<<¡Voy a asustar al pobre chico!>>

 

Decide ir a bañarse, así de ese modo podría lavar el sucio vestido.

 

Lo agradable de ese lugar era que había agua caliente; había luz, y demás servicios. 

 

Cómo si fuera una casa común y corriente.

 

<<Es un lugar cálido...>>

 

Brianna en el momento de que abrió la canilla, cerro los ojos al instante. 

 

Sintiendose atraída, en el calor que emana va su cuerpo, junto con el agua caliente. 

 

Después de desenredar, sus cabellos rebeldes. Se sentía un poco mejor, no sabía si era por el hecho de estar limpia de nuevo, o porque en ese lugar de alguna que otra manera: se sentía libre.

 

Algo que hace mucho tiempo, no lo sentía; no obstante sabía que tenía que volver junto con su abuela. La misma seguramente estaría preocupada, y no quería darle un trago amargo, a una persona de más de 70 años. 

 

Por ese motivo, disfrutaría de su estadía allí, lo más que pudiera. Pero en algún momento, se tendría que marchar o más con el dolor en el alma.

 

En cuantoempezó a terminar de lavar su vestido, se percató: bastantes manchas de suciedad. Aunque el color blanco que tenía el principio , no lo volvería a tener. Se sentía un poco triste por el vestido, tendría que haberse cambiado, y de esa manera no arruinarlo.

 

Esteban, estaba parado frente a ella . no pudo evitar preocuparse por su rostro femenino, el cual tenía indicios de preocupación. 

 

Se acercó aún más a su lado, y tomó una de sus pequeñas manos, ese primer contacto la impactó.

 

Por algún motivo, que ella desconocía sintió un leve cosquilleo eléctrico. Se separó con sutileza.

 

Aunque algo impresionada, por lo que había sentido.

 

—¿Estás bien?

 

Ella asintió , y enseguida le mostró su estropeado vestido.

 

No pudo evitar, incluso poner una mueca de tristeza auténtica. Él , emitió una leve risita y ella lo miro con una ceja levantada. No sabía muy bien, el motivo de su alegría amena.

 

De lo que sí estaba seguro, es que a ese extraño sujeto, algo le estaba ocurriendo.

 

—Las cosas blancas, por lo general, para que se le salga la suciedad la pongo en agua hirviendo. Si quieres te puedo enseñar.

 

 

 

 

 

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