A pesar de eso, se da cuenta que había gran cantidad de leña.Más tarde, empezó a encenderse el fuego con un poco más de intensidad, en cuánto estuvo el agua caliente:ambos se acercaron al fuego, sentándose en un almohadón grande que había un costado.Sin decir nada, estaban en la sombra de la fogata, Brianna miraba lo hermoso en el exterior. Había sido uno de los momentos más especiales, qué Briana había tenido en toda su vida.Nunca se ha sentido tan feliz, emocionada desde ese momento. No pude evitar apoyar su cabeza en el hombro de Esteban, el cuál la recibió con gusto. Briana, le sonrío con amabilidad. Sintiéndose en ese instante: la persona más feliz y alegre.—¿Te sientes bien? — comentó él.Ella afirmó con una sonrisa, y sin previo aviso le besó la mejilla.Los colores de Esteban, se encendieron al fuego vivo. Pero intento disimular.Briana, se miró hacia ella misma, pudo contemplar: no tenía esos temblores de frío. Se suponía que entre el calor de la leña, y el saco que la ha
El ser uno de los momentos, los cuales Briana por alguna extraña razón se sentía feliz. No sabía si era por el hecho, que podía sentir la cercanía de Esteban, o si era porque estaban los dos juntos.En su mente como habían pasado miles de imágenes, una de ellas era que lo llevan preso a él y otra era que ya no podría volverlo a ver.Por algún motivo, que en ese momento desconocía: esa imagen la destrozó.Se había dado cuenta , qué no podría vivir sin saber que Esteban estaba bien . a pesar de eso sabía que tarde o temprano tendría que alejar de su lado, y esperaba que ese momento, fuera dentro de mucho tiempo.Ahora no se sentía preparada, para de aquello. Se había percatado, todo era más difícil de lo que ella pensaba. En cuanto Esteban la vió, su mundo se llenó de tranquilidad. Esteban se había dado cuenta, en ese momento que necesitaba más de Briana, de lo que había necesitado a alguien, en toda su vida.—De seguro, debe estar pensando que soy un cobarde. Te mandé a enfrentar aquel
—¿En que piensas?Y ella comenzó a escribir, escribir sin parar..."Cuando era una niña , me sorprendía cuando mis amigas me contaban, que sus mamás le leían un cuento antes de dormir. También me sorprendía, cuando me contaban que les daban un abrazo y un beso cada vez que ellas querían. Yo jamás me había atrevido, a pedirle un beso y menos un abrazo a mi madre . creo que eso hubiera sido una burla de parte de ellas . ella pensaba como que las muestras de afecto eran para débiles.Por muchos años, estuve convencida de que la vida era así. Que uno crece en un mundo frío y desolador, después conocí a Javier, también me acostumbré a sus muestras frías de afecto .s cómo me habían criado en un mundo así como triste y sin nadie yo pensaba que aquello era normal. Hasta que mi abuela empezó a crearme, ahí me di cuenta que era una niña sin afecto y sin cariño. Pero ya estaba marcada, había estado tantos años, bajo las mismas circunstancias una y otra vez como que aunque mi abuela me daba amor,
Al final comimos una bandeja de papas gigante con queso cheddar. Nos sentamos en el borde de una vereda, con la bandeja en mis piernas. Teníamos dos palitos, dónde picabamos cada uno. Habíamos pedido mitad queso, y el otro sin queso.A él no le gustaba tanto el queso.¿A qué persona no le gustaba el queso?Pues a él.—Se mezclaron las papas —dijo en un puchero.No pude evitar reírme.—No seas llorón, ten—le convide una papa sin queso.—Gracias.Cuando terminamos, yo obviamente no iba a dejar ninguna a pesar que había comido hamburguesas en mi casa; seguimos caminando por el parque. La gente llega por distintos medios. Los vecinos van caminando o en bicicleta, algunos con su reposera o su silla plegable. Los que viven en zonas más alejadas igual se animan a pedalear unas cuantas cuadras, pero aquellos que tienen hijos pequeños se tr
A llegar a la cocina, el frío se sentía en forma más fuerte.No pudo evitar abrazarse a sí misma, y sentirse un poco resfriada. Un repentino estornudo salió desde lo más profundo de su garganta, resonó por toda la casa, incluso Esteban quién estaba a varios metros de distancia, lo escuchó.Unos minutos más tarde mientras y se calentaba el agua, no pudo evitar sentir pena.Esteban, se encontraba somnoliento parado observándola un poco confuso. Brianna se sintió culpable, seguramente ese estornudo tan extremoso, lo había despertado.No pudo evitar sentirse culpable.—¿Estás bien Briana, pasa algo? —quizo saber, él obviamente como todo un caballero preocupado por ella.Ella no tenía justamente su nota ni su libreta.—¿No podías dormir, verdad? —adivinó por ella, asintió
"Conoce a una buena persona, le pide matrimonio y quiere tener una vida con ella,algo que nunca la había pasado.Habia conocido a muchos hombres ya que era bonita,pero nadie quería hacerse cargo de una mujer con una pequeña.El problema fue que cuando se casaron:todo empeoró el empezó a decirle de que manera debía vestirse. Luego aunque aún seguía en la universidad, casi ni podía cursar porque él quería tenerla en casa.Le exigía que estuviera toda la cena hecha,limpio cada ambiente y no tenía tiempo para estudiar.A el le molestaba en sobremanera verla hablar con alguien, desde ese momento gritaba y empezaron los golpes."Hasta que en un momento dado,ella puede liberarse tras poner denuncias.Vuelve a su vida, descubre al ser mayor de edad que tenía una herencia y puede tener un departamento para vivir."Con el tiempo empieza a hacerse una extraña amistad con Leandro,qui&ea
BriannaA la mañana siguiente, sabía que alguno le esperaba, algo distinto, algo que la llenaba de bastante ansiedad.Vendría el ternerito y era muy bebé así que le tendría que dar mamadera, sería una especie de hijo para ambos juntos.Esteban, nunca había tenido un ternero, así, verdad siempre había optado, x ovejas, pero nunca por un ternerito.Después de varios minutos, los cuales le parecieron algo eterno, el camión llegó con una bonita y hermosa ternerita.Era hembra y le había llenado de amor apenas la había visto.—Me alegra que te guste lo veo en tu mirada.Briana, enseguida se acercó a la bebé. Hacía frío así que enseguida, las llevaron al granero. Aunque sabían bien que debían tenerla en la casa, Ya que era muy pequeña.Un poco inquieta en verdad, pero p
Ella asintio, un poco más calmada. Después de haberle preguntado eso, Esteban, empezó a preparar la camioneta y en menos de 15 minutos ya estaba subido en ella junto con Bri.Brianna se sentía un poco más segura, ya que ella era muy tímida en esas cosas. Su madre, nunca la había acompañado compraste las toallitas. Desde el primer momento ella siempre había elegido todo.No había tenido un acompañamiento junto a su madre, su abuela le empezó a criar, ya sabía desde los 11 años que toallitas usar.Después de unos minutos, había ido al mercado el cual como siempre rebosaba de gente: siempre la había llamado la atención.Ese sitio no parecía un pueblo tan numeroso de gente, sin embargo siempre estaba lleno. Tal vez toda la gente se encontrará el mismo sitio en ese momento.Vió con curiosidad las góndo