— Después de haberlos visto sonrientes y abrazados, yo no sé si me estás mintiendo. Yo creo que lo mejor va a ser que nos separemos Briana.
Ella en cuanto escuchar esas palabras se pone a llorar. No puede con el teléfono y corta la llamada.
Hernán que había escuchado todo y se había tragado su orgullo, su dolor se acerca.
—¿Estás bien? —quiere saber preocupado por la palidez de la misma.
—El me ha dicho que quiere que nos separemos. Me duele, no esperaba esa respuesta de parte de el.
—Tranquila.
—Tienes razón, todo lo que yo hago y tocó lo arruinó. Así que no lo culpo de que quiera alejarse de una persona tóxica ,.
Ella no dice nada más, deja el teléfono en silencio en el bolsillo iba a cocinar con su abuela. Mientras cocina y pelan un par de papas, su abuela la mira de reojo algo preocupa
— Briana... yo entiendo que no estás enamorada de mí y lo entiendo, lo entendí y lo acepto. No te debes sentir culpable, tampoco te tengo que dar pena no necesito la lástima de ti ni de nadie.—Solamente quiero que sepas que pase lo que pase, yo estaré aquí para ti.—Gracias, gracias por siempre ser tan comprensivo.—No es nada enserio.Hernán se acerco a la cocina. Briana lo mira con una sonrisa y lo a. con una cuchara jugando.—¿Cocinaras tú?—¿Cocinar? —quiere saber divertido —cocinar es para el que mejor sabe hacerlo: es decir yo —comenta el orgulloso.—En realidad yo no sé , cocinas. Así que en verdad no sé bien.—Está bien, entonces cocinaras tú. Mejor así puedo estar un poco sentada en la ,didad de la mesa.—¿Y tu abuela? —quiere saber el
—Yo... no quiero que te la lleves —comenta Briana la defensiva.—Tengo todo el derecho del mundo. La que me escribiste , papá fuiste tú, yo ya la siento de ese modo. ¿Ahora también me quitarás a mi hija? además de perder a mi hijo —comenta sin pensar Esteban.Brianna no dice ninguna palabra más, se queda sola en el pasillo. Mientras Esteban se marcha. En ese instante le duele mucho el corazón, pero no hace nada se gira en forma lenta sosteniendo su pecho, temiendo que le diera un ataque en ese preciso instante.Esteban, cierra los ojos mientras camina de la mano con Ana. Se sintió que fue muy duro con Briana, pero no quiere girar, no quiere verla. Había sido un imbécil en ese momento y lo sabía.Siempre la ha lastimado, por eso sentía que lo mejor era alejarla de su vida: que ella encuentre alguien que en verdad la ame y la pueda contener.
Suspira, no había querido lastimarla , pero lo hizo. Cuando le a,do un poco. Se aleja, se pone de pie y con dolor en el alma se marcha. Aunque cuando estaba caminando: se da cuenta que tal vez Briana tendría frío. Suspira, se quita el saco y se lo coloca sobre los hombros.—Me lo tienes que devolver Briana: pasaré por él mañana —comenta a la nada.Briana abre la boca balbucea:— Esteban... Esteban.El suspiró... le parece bastante extraño que ella lo mencioné de ese modo. Esteban en ese momento, se da cuenta de un pequeño detalle: aún la ama a pesar de que lo niega.<<No, solo me parece hermosa. Ya la olvide ¡Ya la he olvidado!>>Esteban, es muy necio en ese instante a pesar de todo se aleja. Unos minutos más tarde, Briana se siente cobijada en algo caliente sobre sus hombros. Mira confundida hacia arriba, busca lo que tiene encima y s
Briana se encontraba caminando sin ninguna clase de ruta fija. >Todas las esperanzas: se habían reducido a ese día, en la misma nada. Había perdido la persona que más amaba.No porque lo hubiera decidido así; más bien al contrario: la habían dejado plantada en el altar.Aquella muchacha de ojos grises, siguió caminando ignorando el dolor que sentía al pisar las piedras del camino, de esa manera amortiguado el que tenía en el corazón.No le importó tampoco las miradas curiosas de los vehículos que pasaban a su lado, nada le interesaba en ese momento. Paso a paso, se sentía cómo un cascarón sin vida; con un vestido blanco acompañando la pureza que ahora no tenía.Algo hizo que se frenará, había una pequeña casa de madera a unos metros de distancia. >Habían plantadas unas flores que ella recordaba cuando era pequeña, y eso la hizo ir a ese lugar. Se encaminó, como una luciérnaga perdida hacia la luz.No miro atrás, no tenía a nadie quien llorara por
Capitulo 2Unos pasos más adelante, se encontraban frente a frente: una desgastada puerta de madera. Briana la observa con curiosidad y también no pudo evitar mirarse en un espejo que se encontraba en la esquina superior. Envuelta en aquellos trapos blancos, sucios y desgastados. Se miró a sí misma con pena; recordando todo lo que había pasado unas horas antes.>Se quedó perdido en sus propios pensamientos: aún recordando, el momento que su esposo se fue.Su familia se rió de ella.Había estado 6 años con una persona, quién decidió abandonarla en el día de su boda.—Oye, ¿estás bien? Te conseguí ropa de mujer. Si quieres puedes... probar —se quedó pausado y con las mejillas sonrojadas, al dudar si llevarle o no ropa interior—. Yo iré a comprar algunas cosas que necesitas o puedes dejarme una lista.>Briana asintió, sintió que él, era un hombre bastante bueno y comprensivo. Después de uno
Capitulo 3Había sentido los rastros del abandono desde que era una bebé, y por un momento, había pensado que había elegido bien. Pero al parecer nuevamente se había equivocado.Cuándo se asomó, el comedor no pudo ver a nadie. Mira un poco confuso su alrededor y decidió salir por la puerta de atrás, al llegar al patio pudo encontrarse con un jardín bastante cuidado. >Unos metros más adelante había una huerta, grandes plantines de lechuga y de otras verduras las cuales no supo identificar.Ella se sorprendió.Por alguna razón siempre la había llamado atención las plantas, en su casa siempre colocaba alguna en cada rincón.Lo había heredado de su abuela, y en parte: del chico misterioso de su adolescencia.Él, no tenía idea que ella: era consciente que él, le ayudaba con las plantas a su abuela.>Esteban al verla confusa se acercó y le dijo:—¿Te gustan las plantas?Ella lo observó sorprendida, la alejó de la nebulosa de recuerdos.<<¿Cómo podía lleg
Capitulo 4"Te quedarás conmigo, seguirás en míPor más que te despidas, no te irás de aquíLo que fue hermoso no se puede borrarLo que es eterno no se puede matarNunca me olvidesNunca me olvidaré de tiQuédate en mi corazón, tatuado en lineas de tu piel"Esteban la mira un poco preocupado por el rabillo del ojo, pudo ver cómo los ojos de Briana comenzaban a llenarse de lágrimas."Y se comienza a sangrar, seguramente sera yoLlorando por nosotros dosLágrimas de soledadA donde estés yo llegaré , un gran señalTe quedarás conmigo, seguirás en míPor más que te despidas, no te irás de aquí"—Hace muchos años atrás, tenía una novia que se llamaba Camila, había pensado que con ella había encontrado el amor verdadero. Tuvimos bastantes meses juntos , para llegar a sentirme enamorado. Por así decirlo—, se detuvo, y Brianna lo observó con curiosidad —Al principio... me parece un poco extraño que no quería que nadie se enterara de nuestra relación. Brianna tocó, su pecho intentando decir
Ella asintió, siguiéndolo a través de los largos pasillos. Podía ver qué es su mano izquierda, el llevaba su estropeado vestido. Hasta que llegaron a la parte de la cocina, él dejó el vestido depositado en la mesa. Saco una gran olla de aluminio, bajo su mirada atenta y curiosa.Briana, no entendía muy bien el propósito de aquella olla.se siempre, había lavado todo en el lavarropa automático, ni siquiera sabía interesado en siquiera refregar alguna mancha difícil de salir, porque no las había. Siempre había estudiado, y nunca había hecho un trabajo que requiere mayor esfuerzo . Por eso siempre estuvo impecable, con su ropa moderna, sus zapatillas blancas inmaculada.Nunca se había preocupado, por un par de zapatillas sucias, y eso le hizo recordar que debería mirarse los pies. Encontrándose con sus triste zapatillas blancas ahora de color oscuro. Él había pasado, porque le había pedido a el , zapatillas de ese color . él le había puesto uma que no era buena idea en ese sitio. Pero habí