Hola, muchas gracias por seguirme.
Se sentía un poco débil, no en ese momento sino en general, porque siempre le ocurre algo. Esteban, siempre estaba a su rescate y eso, en parte la entristecía.Sabía que le ocurrió a su amigo, pero algo le pasaba, estaba segura de ello. Lo que más le extrañaba Cómo eran sus plantas .s a pesar del frío, 1 incluso había brotado. Era como un pequeño invernadero, estaba cubierto con pareja los costados, y obviamente en el techo. La acarició con sutileza, con la yema de sus dedos. Estaba muy feliz por sus plantas, porque habían crecido muy rápido.Esteban le había mencionado, que aquellos plantines eran más de invierno. No debía preocuparse, porque se congelará Las heladas . de igual forma como tenían que resguardar las de las heladas . por esos lados de los habían cubierto, con mucho amor.Esteban, la observó desde adentro tenía una taza de café en una de sus manos . no pudo evitar con más quedarse perdido en la sonrisa de ella. Briana, sonreía mientras miraba cada uno de sus plantines Es
Hizo un gesto de saludo.Esteban, quiso soltarse del agarre de Briana, pero no pudo, Briana sostuvo con fuerza, incluso metió su mano en el bolsillo de ella.Esteban, no pudo evitar largar una risita. No entendía la actitud, ella estaba teniendo; pero de lo que estaba seguro, era que tampoco quería soltarse de su agarre.De momento a otro, villana se levantó y lo soltó. Liana comenzó a caminar, y dirección área invernadero: a dónde estaban aquellas plantas extrañas.Atravesó, la puerta de plástico transparente. Al ingresar, un ambiente cálido, la abrazó. Era un sitio bastante extraño decir verdad, pero era muy cálido, no solo por la temperatura, sino por las plantas.No podía negar, que se sentía muy contenida, entre flores violetas, azules e incluso rojas. Se quedó sentada, en el mismo banco de ayer. De pronto sintió a alguien sentarse a su lado con a levantar la vista se encontró con los ojos de Esteban.—Te gusta este sitio ¿Verdad?Ella asintio.—Si Quieres puedes ayudarme aquí ta
Le costaba entender que una persona como ella, se encontrará con el y lo más extraño de todo, es que ellos se notaba feliz. Desde la primera hora de la mañana, hasta la última hora de la noche y ya no paraba de sonreír a pesar de que no podía hablar. Eso era algo que a Esteban le confundía enormemente, pero que podía hacer . no podía decirle sus sentimientos que empezaban a nacer dentro de el. Tenía muchísimo miedo, ella se apartará de su lado asustada.A pesar de todo: el era un desconocido que la había ofrecido su casa.Después de algunos minutos, se dió cuenta de un pequeño detalle. Brianna estaba temblando, no sabía si era porque hacía frío, ya que la chimenea no estaba encendida.Solo cuando estaban presentes. O si era por el hecho, de que tenía solo un camisón.Esteban, no pudo evitar quedarse embelesado, observándola sin una gota de arrepentimiento.Briana lo miró confundido, no entendía el motivo, por el cual el se había quedado sin habla... mirando hacia la ventana. Brianna i
A pesar de eso, se da cuenta que había gran cantidad de leña.Más tarde, empezó a encenderse el fuego con un poco más de intensidad, en cuánto estuvo el agua caliente:ambos se acercaron al fuego, sentándose en un almohadón grande que había un costado.Sin decir nada, estaban en la sombra de la fogata, Brianna miraba lo hermoso en el exterior. Había sido uno de los momentos más especiales, qué Briana había tenido en toda su vida.Nunca se ha sentido tan feliz, emocionada desde ese momento. No pude evitar apoyar su cabeza en el hombro de Esteban, el cuál la recibió con gusto. Briana, le sonrío con amabilidad. Sintiéndose en ese instante: la persona más feliz y alegre.—¿Te sientes bien? — comentó él.Ella afirmó con una sonrisa, y sin previo aviso le besó la mejilla.Los colores de Esteban, se encendieron al fuego vivo. Pero intento disimular.Briana, se miró hacia ella misma, pudo contemplar: no tenía esos temblores de frío. Se suponía que entre el calor de la leña, y el saco que la ha
El ser uno de los momentos, los cuales Briana por alguna extraña razón se sentía feliz. No sabía si era por el hecho, que podía sentir la cercanía de Esteban, o si era porque estaban los dos juntos.En su mente como habían pasado miles de imágenes, una de ellas era que lo llevan preso a él y otra era que ya no podría volverlo a ver.Por algún motivo, que en ese momento desconocía: esa imagen la destrozó.Se había dado cuenta , qué no podría vivir sin saber que Esteban estaba bien . a pesar de eso sabía que tarde o temprano tendría que alejar de su lado, y esperaba que ese momento, fuera dentro de mucho tiempo.Ahora no se sentía preparada, para de aquello. Se había percatado, todo era más difícil de lo que ella pensaba. En cuanto Esteban la vió, su mundo se llenó de tranquilidad. Esteban se había dado cuenta, en ese momento que necesitaba más de Briana, de lo que había necesitado a alguien, en toda su vida.—De seguro, debe estar pensando que soy un cobarde. Te mandé a enfrentar aquel
—¿En que piensas?Y ella comenzó a escribir, escribir sin parar..."Cuando era una niña , me sorprendía cuando mis amigas me contaban, que sus mamás le leían un cuento antes de dormir. También me sorprendía, cuando me contaban que les daban un abrazo y un beso cada vez que ellas querían. Yo jamás me había atrevido, a pedirle un beso y menos un abrazo a mi madre . creo que eso hubiera sido una burla de parte de ellas . ella pensaba como que las muestras de afecto eran para débiles.Por muchos años, estuve convencida de que la vida era así. Que uno crece en un mundo frío y desolador, después conocí a Javier, también me acostumbré a sus muestras frías de afecto .s cómo me habían criado en un mundo así como triste y sin nadie yo pensaba que aquello era normal. Hasta que mi abuela empezó a crearme, ahí me di cuenta que era una niña sin afecto y sin cariño. Pero ya estaba marcada, había estado tantos años, bajo las mismas circunstancias una y otra vez como que aunque mi abuela me daba amor,
Al final comimos una bandeja de papas gigante con queso cheddar. Nos sentamos en el borde de una vereda, con la bandeja en mis piernas. Teníamos dos palitos, dónde picabamos cada uno. Habíamos pedido mitad queso, y el otro sin queso.A él no le gustaba tanto el queso.¿A qué persona no le gustaba el queso?Pues a él.—Se mezclaron las papas —dijo en un puchero.No pude evitar reírme.—No seas llorón, ten—le convide una papa sin queso.—Gracias.Cuando terminamos, yo obviamente no iba a dejar ninguna a pesar que había comido hamburguesas en mi casa; seguimos caminando por el parque. La gente llega por distintos medios. Los vecinos van caminando o en bicicleta, algunos con su reposera o su silla plegable. Los que viven en zonas más alejadas igual se animan a pedalear unas cuantas cuadras, pero aquellos que tienen hijos pequeños se tr
A llegar a la cocina, el frío se sentía en forma más fuerte.No pudo evitar abrazarse a sí misma, y sentirse un poco resfriada. Un repentino estornudo salió desde lo más profundo de su garganta, resonó por toda la casa, incluso Esteban quién estaba a varios metros de distancia, lo escuchó.Unos minutos más tarde mientras y se calentaba el agua, no pudo evitar sentir pena.Esteban, se encontraba somnoliento parado observándola un poco confuso. Brianna se sintió culpable, seguramente ese estornudo tan extremoso, lo había despertado.No pudo evitar sentirse culpable.—¿Estás bien Briana, pasa algo? —quizo saber, él obviamente como todo un caballero preocupado por ella.Ella no tenía justamente su nota ni su libreta.—¿No podías dormir, verdad? —adivinó por ella, asintió