Saber que yo le gustaba tanto como él me gustaba a mí era muy estimulante. No estaba acostumbrada a recibir halagos por mi apariencia, así que saber que yo le gustaba a Iván, y que gracias a eso él también se sentía caliente, me quitaba un poco de la timidez que sentía al tener sexo con él.Los labios de Iván bajaron por mi barbilla, dando besos sobre mi cuello que parecían fuego sobre mi piel, la cual se erizaba cada vez que él me daba su cariño. Mis ojos volvieron a cerrarse, mientras que mis caderas temblaron ansiosas, pues los masajes en mi clítoris ya no eran suficientes para calmar el calor que sentía, y solo podía añorar algo en mi interior, sintiendo mí vagina temblar por el deseo de sentirlo dentro de mí.—Estas muy ansiosa… ¿No es verdad? —me preguntó Iván dando una suave mordida en mi cuello.—Solo mételo… —le pido muy avergonzada.—¿Meter que?¿De verdad esperaba que le dijera eso? ¡Es demasiado vergonzoso! Negándome a responder solo moví mi rostro a otro lado, escuchando
Me desperté sintiéndome algo abrumada, ya que me encontraba… En sus brazos.La noche anterior habíamos tenido sexo por horas, no estaba bromeando cuando dijo que planeaba hacerlo “hasta el amanecer”, porque nos detuvimos solo cuando los rayos del sol entraron por la ventana.—¿Puedes verlo? Es un paisaje hermoso… Cuando el sol se refleja en la superficie del lago —me dijo él.Y yo como una idiota, apenas pudiendo razonar entre el placer y el cansancio, respondí:—Si… Es hermoso.Esa fue otra mentira, pues desde mi posición en la cama no podía ver el mar, solo los rayos del sol entrando por la ventana, disipando la obscuridad e iluminando su rostro. Aunque no era una mentira del todo…. Yo había dicho que era “hermoso”, y estaba hablando de Iván.¿Pero acaso podía negarlo? Era ridículo intentarlo si quiera, ya que él con sus hermosos cabellos dorados, esos ojos azules como el mar, y su rostro de facciones tan masculinas era… Un verdadero ángel caído del cielo.Así que tenerlo ahora tan
—¿Estas segura de lo que estás haciendo?Esa pregunta me dejó helada, sentada frente a mi padre en su estudio, finalmente los dos juntos.—Elegir a Iván Coscov, aun sabiendo las consecuencias, ¿Es lo que de verdad quieres? —me pregunta mi padre.Yo no sé qué responder por que… La verdad era que no estaba segura.Después de un largo viaje de regreso a San Francisco, estaba temblando de miedo, algo que se intensificó aún más cuando llegamos a la mansión de mi familia. Temía enfrentar a mi padre.—Tranquila, todo va a estar bien —me dijo Iván de forma suave, mientras tomaba mi mano con delicadeza.—¿Lo estará en verdad?—Yo estaré contigo para apoyarte, así que no temas, todo va a salir bien.No sabía por qué me sentía como una pequeña niña adolescente enfrentando a sus padres molestos en este punto, creo que siempre me sentía de esta forma ante problemas tan graves. Aun con Peter en nuestro matrimonio, este era el sentimiento que tenía cuando sabía que íbamos a pelear, no me gusta confr
Supongo que siempre supe que era una decepción para mi padre y mi familia, estaba bien con eso antes, cuando me casé con Peter y acepté que esa sería una de las consecuencias de mis actos… Que todos en casa me odiaran.Pero después de dejarlo, ahora que he regresado a casa como todos me pedían, y estaba intentando de verdad arreglar todo… ¿Mi padre sigue pensando esto de mí?—¿Por eso rompiste el compromiso aun después de saber la verdad? —pregunté dolida.—Sí, esa es la razón.Ya sabía la repuesta a la pregunta, pero la confirmación es solo… Dolorosa.—¿Entonces me vas a prohibir casarme con Iván? —le pregunte sin saber que más decir.—No, porque eres una adulta, o eso confió. Además Iván sigue insistiendo en casarse contigo, aunque no puedo comprender la razón.Ya no puedo soportar esto, así que dando la charla por terminada, me pongo de pie de la silla y camino fuera del estudio de mi padre. Sin embargo no puedo irme sin aclarar una última de mis dudas, y para lastimar aún más mi c
Ni si quiera comprendo de donde… Pero de alguna forma encuentro la fuerza, y presionando uno de mis puños con ira, lo estrello con fuerza en el rostro de Peter, obligándolo a retroceder y soltarme.—¿Qué mierda te pasa? —le grito furiosa, limpiando mis labios con el dorso de mi mano, sin poder evitar sentir asco— ¡Eres un acosador demente!Peter mantiene la calma, sujetando su mejilla enrojecida por mis dedos, solo me mira fijamente. Por un minuto me pregunto qué pasa por su mente, tal vez devolverme el golpe, o incluso hacer algo peor…Pero él no hace eso, solo sonríe, de una forma mucho más amable de lo que hubiera esperado.—Tienes bastante fuerza para estar embarazada —se burla de mí.—Deja de repetir eso de una vez, no estoy embarazada.No sé si sirve de algo, pero ante sus amenazas el otro día, pienso que lo mejor es seguirlo negando, después de todo cuando me case con Iván y él reconozca a mi hijo como suyo, ¿Peter en verdad podrá hacer algo al respecto?Entonces siento ese vac
Las telas blancas con encajes volaban por todos lados, y yo solo podía ver todo a mí alrededor, sintiéndome algo confusa.La boda iba a ser en solo 4 días, y había venido a recoger mi vestido de bodas junto a mi hermana y mi madre, pero había un pequeño… Inconveniente, el vestido aún no estaba listo. Sé que pueden juzgarme como una idiota, pensando que es mi culpa por no haber comprado el vestido con suficiente tiempo, ¡Pero si lo compré con el tiempo suficiente! Fue casi la primera cosa que compré para la boda, ya que como cualquier persona razonable comprendo su importancia y lo mucho que tarda en realizarse.Pero aquí estamos, con mi usual mala suerte, volviendo locas a todas las empleadas de aquella tienda de vestidos, quienes como locas intentan hacer los últimos arreglos a mi vestido.—Pero… ¿Qué fue lo que pasó aquí? Eso es lo que no logro entender, ¿Acaso tomaron mal las medidas? —me quejo molesta, viendo mi vestido en el espejo.—Una disculpa señorita Mayers, probablemente hu
Al salir de la tienda de los vestidos de novia y prácticamente corriendo, voy a buscar a Iván.Podrían llamarme paranoica si así lo desean, pero conocía bien a mi hermana, y sé que hay algo que está realmente mal en todo esto. Vi sus ojos, la mirada que tenía, y temo que haya cometido una locura.—¿Dónde estás? —pregunto por teléfono, llamando agitada a mi prometido.—Buenos días Adele, es un placer hablar contigo —me responde Iván con calma—. ¿En qué puedo servirte?—Tengo que hablar contigo, ¿Dónde estás ahora?—En la oficina, en el edificio principal de mi empresa.—¿Puedo ir?—Tu siempre puedes venir a buscarme, Adele.Con sus palabras “románticas”, inevitablemente me siento sonrojada, dejando de caminar en la calle. ¿Qué se supone que tengo que responder a algo como eso? ¿Lo hace a propósito? Claro que lo hace a propósito… Le encanta molestarme, siempre le ha encantado.—Te veré en un momento —digo y corto rápidamente la llamada, impidiéndole responderme, porque seguro encontrarí
Mi corazón estaba latiendo desbocado, mientras sentía los tibios labios de Iván sobre los míos, dándome esos besos apasionados…—Iván… Dios… Esto está mal… Deberíamos parar… —digo entre los besos.Mi corazón estaba latiendo desesperado, ya que no podía olvidar donde estábamos, en su oficina, con la puerta sin seguro, y Anthony en el exterior. Mi cuerpo estaba muy caliente, yo también quería hacerlo, ¿Pero no era esto demasiado riesgoso? Me sentía aún mucho más nerviosa al considerarlo.—No… —se niega él en rotundo, haciendo que mi cuerpo entero vuelva a estremecerse.Su voz había sonado tan clara en uno de mis oídos que me hizo temblar, ya que aun si mi mente no lo deseaba, mi cuerpo sí.Mis ojos se cierran y un suspiro de placer se escapa de mis labios cuando siento sus besos calientes en mi cuello, mientras sus manos toman mis caderas, masajeándolas con suavidad entre sus grandes dedos. No podía apartar su cuerpo del mío, aunque en realidad… Yo no quería apartarlo. Y a pesar de que