Ni si quiera comprendo de donde… Pero de alguna forma encuentro la fuerza, y presionando uno de mis puños con ira, lo estrello con fuerza en el rostro de Peter, obligándolo a retroceder y soltarme.—¿Qué mierda te pasa? —le grito furiosa, limpiando mis labios con el dorso de mi mano, sin poder evitar sentir asco— ¡Eres un acosador demente!Peter mantiene la calma, sujetando su mejilla enrojecida por mis dedos, solo me mira fijamente. Por un minuto me pregunto qué pasa por su mente, tal vez devolverme el golpe, o incluso hacer algo peor…Pero él no hace eso, solo sonríe, de una forma mucho más amable de lo que hubiera esperado.—Tienes bastante fuerza para estar embarazada —se burla de mí.—Deja de repetir eso de una vez, no estoy embarazada.No sé si sirve de algo, pero ante sus amenazas el otro día, pienso que lo mejor es seguirlo negando, después de todo cuando me case con Iván y él reconozca a mi hijo como suyo, ¿Peter en verdad podrá hacer algo al respecto?Entonces siento ese vac
Las telas blancas con encajes volaban por todos lados, y yo solo podía ver todo a mí alrededor, sintiéndome algo confusa.La boda iba a ser en solo 4 días, y había venido a recoger mi vestido de bodas junto a mi hermana y mi madre, pero había un pequeño… Inconveniente, el vestido aún no estaba listo. Sé que pueden juzgarme como una idiota, pensando que es mi culpa por no haber comprado el vestido con suficiente tiempo, ¡Pero si lo compré con el tiempo suficiente! Fue casi la primera cosa que compré para la boda, ya que como cualquier persona razonable comprendo su importancia y lo mucho que tarda en realizarse.Pero aquí estamos, con mi usual mala suerte, volviendo locas a todas las empleadas de aquella tienda de vestidos, quienes como locas intentan hacer los últimos arreglos a mi vestido.—Pero… ¿Qué fue lo que pasó aquí? Eso es lo que no logro entender, ¿Acaso tomaron mal las medidas? —me quejo molesta, viendo mi vestido en el espejo.—Una disculpa señorita Mayers, probablemente hu
Al salir de la tienda de los vestidos de novia y prácticamente corriendo, voy a buscar a Iván.Podrían llamarme paranoica si así lo desean, pero conocía bien a mi hermana, y sé que hay algo que está realmente mal en todo esto. Vi sus ojos, la mirada que tenía, y temo que haya cometido una locura.—¿Dónde estás? —pregunto por teléfono, llamando agitada a mi prometido.—Buenos días Adele, es un placer hablar contigo —me responde Iván con calma—. ¿En qué puedo servirte?—Tengo que hablar contigo, ¿Dónde estás ahora?—En la oficina, en el edificio principal de mi empresa.—¿Puedo ir?—Tu siempre puedes venir a buscarme, Adele.Con sus palabras “románticas”, inevitablemente me siento sonrojada, dejando de caminar en la calle. ¿Qué se supone que tengo que responder a algo como eso? ¿Lo hace a propósito? Claro que lo hace a propósito… Le encanta molestarme, siempre le ha encantado.—Te veré en un momento —digo y corto rápidamente la llamada, impidiéndole responderme, porque seguro encontrarí
Mi corazón estaba latiendo desbocado, mientras sentía los tibios labios de Iván sobre los míos, dándome esos besos apasionados…—Iván… Dios… Esto está mal… Deberíamos parar… —digo entre los besos.Mi corazón estaba latiendo desesperado, ya que no podía olvidar donde estábamos, en su oficina, con la puerta sin seguro, y Anthony en el exterior. Mi cuerpo estaba muy caliente, yo también quería hacerlo, ¿Pero no era esto demasiado riesgoso? Me sentía aún mucho más nerviosa al considerarlo.—No… —se niega él en rotundo, haciendo que mi cuerpo entero vuelva a estremecerse.Su voz había sonado tan clara en uno de mis oídos que me hizo temblar, ya que aun si mi mente no lo deseaba, mi cuerpo sí.Mis ojos se cierran y un suspiro de placer se escapa de mis labios cuando siento sus besos calientes en mi cuello, mientras sus manos toman mis caderas, masajeándolas con suavidad entre sus grandes dedos. No podía apartar su cuerpo del mío, aunque en realidad… Yo no quería apartarlo. Y a pesar de que
Abrí los ojos encontrándome con un lugar que no conocía.—¿Dónde…? —susurro asustada, sentándome en esa cama de golpe.—Que ruidosa eres…Algo sorprendida, me giro en dirección a la voz masculina que me había hablado, encontrándome con Iván, quien estaba acostado a mi lado en esa cama.¿Dónde estamos?El día anterior literalmente lo hicimos en todos lados en su oficina, sobre su escritorio, en la silla de su oficina, en uno de los sofás… Fueron tantas veces y por tanto tiempo que creo que caí desmayada.No tengo tan mala resistencia en el sexo, pero desde que estoy embarazada creo que todo se ha vuelto más cansado. Vaya… Solo son cuatro meses desde que empecé con esto, si continuo de esta forma, ¿Cómo voy a aguantar nueve meses a su lado? Es una locura…Después de haberme desmayado, supongo que Iván me trajo a su casa. Así que ahora mirando a mí alrededor, me doy cuenta de que estamos en su habitación. Es… Interesante.Cuando éramos niños nunca había entrado aquí, ya que su padre y mi
Después de pasar mis clases matutinas con el profesor Stone regrese a la mansión de mi familia, las cosas han estado un poco más tranquilas, mi padre y yo no hablamos mucho, pero lo prefiero de esa manera, porque no quiero tener más sorpresas desagradables con él sobre la “decepción” que significa mi vida a su lado.Como sea, no es como que está sorprendida del tipo de opinión que tiene mi padre sobre mí, ya lo sabía, pero a veces la verdad duele.Cuando llego a casa me encuentro con mi madre, la cual no está sorprendida de verme fuera con Iván. Creo que volverte un adulto te da este tipo de beneficios, no tener que darle tantas explicaciones a mis padres, ya sea que les gusten o no mis decisiones, creo que ser un adulto me da la posibilidad de tener más privacidad.—Tu hermana vino más temprano queriendo hablar contigo —me dijo mi madre.—¿Alicia? ¿Y sabes que quería? —le pregunto.—No me lo dijo, pero no creo que haya sido tan importante, porque me dijo que podía esperar.—Ya veo… E
Y entonces llegó, el día tan esperado por absolutamente todos en mi familia, el día de mi boda.Pero no era un acontecimiento feliz, en absoluto.Después de mi reunión con Peter, Alicia no volvió a venir a casa o a responder mis llamadas. Al inició traté de contactarme con ella por la furia que sentía, quería gritarle e insultarla, ya que se había atrevido a traicionarme de esa forma al entregarme con Peter. Pero Alicia nunca respondió ninguna de mis llamadas, llenándome de incertidumbre.Ahora ya era claro que mi hermana sabía que estaba embarazada, pero yo no había visto ningún cambio en Iván todos estos días, así que no comprendía porque no le había dicho sobre mi embarazo, ¿Acaso me tuvo algún tipo de piedad?—¿Estas lista, querida? —me preguntó mi madre, abrazándome suavemente por la espalda.Regresando a mis sentidos, recuerdo que estamos en una habitación privada en la parte posterior del salón donde íbamos a celebrar la ceremonia de la boda, habíamos llegado ahí hace un par de
A veces me pregunto… ¿Por qué siempre huyo de mis problemas?Nunca he sido una persona especialmente buena en los confortamientos o las peleas, tengo una personalidad más calmada, y por eso no me gustan los gritos o los insultos, me ponen demasiado mal. Es por eso que a veces reacciono… De una forma algo cobarde.Por ejemplo cuando descubrí que Peter me estaba engañando, no realicé la típica escena de las telenovelas, en las que entro gritando a la habitación y armo un escándalo. Lo que pasó fue un poco más deprimente, llegue a mi departamento por que salí temprano del trabajo, los encontré en mi cama, llore un momento en el pasillo, y luego me fui.Peter no supo que lo había descubierto hasta que un abogado de mi padre lo contactó para hablar del divorcio, solo entonces fue a buscarme a la casa de la amiga con la que me estaba quedando para tratar de resolver la situación, le importó tan poco que en más de una semana ni se le ocurrió buscarme. E incluso cuando vino por mí, yo solo es