-Por favor toma asiento – dijo el hombre ocultando toda clase de expresión de su rostro. Para decir verdad estaba sorprendido por verla, pero no iba a demostrarlo.
Ashley volvió a respirar profundo, para contener sus expresiones, a igual que él tenía que mantener una postura seria y hasta autoritaria. Respirar profundo era su tic, cuando se sentía incomoda o molesta lo hacía. Tomó asiento con mucha calma y la entrevista empezó.Alexis tomó los documentos de Ashley. Su currículo era de buenas recomendaciones por parte de empresas pequeñas en las que ella había trabajado y que extrañamente el trabajo sólo le duraba ocho meses. Notó que apenas se había graduado y tenía buenas calificaciones, pero no era suficiente, él buscaba una persona eficaz para el puesto, alguien responsable y dispuesto a obedecer sus órdenes.Ashley se mantenía serena, pero por su mente empezaron a recorrer miles de ideas. Se decía así misma sí ese trabajo era importante, sí realmenteJoselyn llegó y lo primero que hizo fue ir por su amiga.-¡¿Cómo te fue? ¿te aceptaron?! – preguntó entusiasmada, queriendo escuchar una repuesta positiva de parte de Ashley.-Dijeron que me llamarían – respondió Ashley sin ninguna emoción. Ella sabía muy bien que esa llamada jamás iba a llegar, pues su entrevista fue un asco, un fracaso, un completo fiasco provocada por ella misma.-Se que te van a llamar ¡Lo hará! En un parpadeo tu celular va a sonar y te daran información de que estas contraatada, animó Ash.Ashley trató de fingir una sonrisa para su amiga, no podía quitarle la alegría. Joselyn era la última persona que le quedaba, con la que podía confiar y sentirse en familia, era esa hermana que nunca tuvo.-De acuerdo, pero hasta que se atrevan a llamar, veamos películas. - habló fingiendo estar feliz. -Dame un segundo, iré a cambiarme de ropa. Ya no soporto estos zapatos, me están matando. - en cuanto pudo se los quitó
Ashley llegó al punto de encuentro, estacionó su moto y entró a pasos breves. Al entrar pudo apreciar los gritos de los fanáticos desesperados por ver la pelea, cosa que le alegraba, se sentía como en casa. Llegó en su camerino, ahí le esperaba Camilo, su amigo y representante de peleas.-Llegas a tiempo – dijo Camilo acercándose a ella y ayudando a quitarle la chaqueta del cuerpo.-¿Ella está aquí? – preguntó Ashley, mientras vendaba sus manos con un trozo de tela para protegerlas de los golpes. -Sí, ahora mismo se está cambiando. Recuerda ser directa y rápida mientras te proteges. Intimídala como solo tú sabes hacerlo.Ella estiró sus labios por el gran concejo de su amigo, terminó de arreglarse y le dijo.- Lo haré.Al poco tiempo entró Helen, novia de Camilo, quien al verla fue a abrazarla.- ¿Lista para ganar? - preguntó, al mismo tiempo que se separaba de Ashley.- Por supuesto, Helen, siempre estoy lista
La alarma empezó a sonar. Ashley despertó enseguida, no pudo dormir bien, el dolor en su costilla la estaba matando, definitivamente necesitaba ir al hospital de urgencia.Salió de la cama y fue hasta el espejo de la habitación, levantó su blusa y vio lo que antes era una marca roja, ahora se había transformado en un gran moretón con algo de verde en su costilla. Intentó tomarla, pero el dolor no se lo permitió. Nuevamente sacó las pastillas y tragó una, tenía que ir a trabajar, era su primer día y no iba a faltar por unas costillas rotas. Se cambió con mucho cuidado, sin lastimarse y salió hasta a la sala, donde Joselyn la esperaba.-Buenos días ¿lista para tu primer día de trabajo? – dijo Jos sonriendo de oreja a oreja por verla frente a ella.-Supongo que si – respondió Ashley sin ninguna emoción.-Ya quita esa cara y siéntate a comer, he preparado el desayuno tal y como te gusta.-Gracias Jos – Aunque el sueño la estaba y la costilla
Ashley fue atendida de forma rápida. Cristian dio su apellido y el personal médico sin dudarlo los dejaron pasar, tenía mucha influencia en esa clínica. Además, él donaba una cantidad de dinero anualmente. -Quítate la camisa – ordenó la doctora, mientras tomaba sus herramientas para examinarla. Ashley obedeció y empezó a desbotonar la camisa que llevaba puesta, era una blanca con mangas largas. Cristian estaba dentro de la habitación, algo incomodo, fijó su vista en otro lado, pero cuando volvió a verla, se dio cuenta del enorme tatuaje que cargaba ella sobre su pecho, cosa que hizo que se sorprendiera. La doctora vio el enorme moretón en la costilla derecha, estaba algo infectado y hasta inchado. Miró a Ashley y le dijo.-Tus costillas están rotas, pero para estar más segura, te haré unas radiografías de inmediato. - la miró un poco más y pregunte curiosa. -¿Cómo es que te hiciste esto?-Caí en el baño mientras me bañaba – mintió, no
Cuando Alexis llegó a la empresa, notó el escritorio vacío donde se suponía que debería estar su asistente. No le dijo nada a la secretaria y entró en silencio. Ella lo vio y cuando quiso alcanzarlo para darle el recado de Cristian, fue tarde, pues las puertas se cerraron de golpe. Alexis tenía demasiado trabajo, tanto que la jaqueca empezaba a florecer. Se molestó aún más al observar por segunda vez la oficina de su asistente vacía. No sabía si esa molestia era por la irresponsabilidad de Ashley o porque quería verla.Horas más tarde llegó su mejor amigo Cristian. - Señor Johnson. - dijo la secretaria al verlo. - No he podido darle su recado al señor Smith.- Descuida Mariela, lo haré yo mismo. - dijo con su coqueta sonrisa y fue donde Alexis.Entró en la oficina, tomó asiento y pudo apreciar que Alexis estaba molesto.-Cambia ese humor, hombre – habló en tono de burla.Alexis levantó su mirada y bajó la tapa de la la
El fin de semana había terminado y con ello su descanso. Ashley se levantó muy temprano para maquillar su tatuaje, Jos le había ensañado como hacerlo, aprovecharon que tuvieron días libres y las clases de maquillaje había empezado. Utilizó un maquillaje resistente, que sea antiagua y duradero, al menos las horas que este laborando el maquillaje debería de resistir, más algo de polvo y lo difuminó.Se miró en el espejo y odiaba aquella imagen que se reflejaba, no era ella, su tatuaje había desaparecido por completo y aquella ropa que utilizaba no era para nada de su estilo. La chica mala sólo salía en las noches, debería de ser paciente y aguantarse un año, al menos hasta conseguir una buena recomendación e ir a trabajar a otro lugar. Envió un mensaje a Camilo explicándole lo de su costilla y que no podría pelear durante un mes o más, hasta que sanara por completo. Camilo entendió la situación y le deseó una pronta recuperación y suerte en su trabajo. Tam
Ashley estaba en su último día de horas extras. Deseaba que sean las 9 p.m. para marcharse lo antes posible. Miró la hora y apenas eran las 11 a.m. respiró de frustración, el tiempo exageraba en pasar muy lento. Toda esa semana había sido agotada, se mantenía en la pantalla de la laptop organizando eventos, caminaba de un lado a otro y asistía a reuniones con personas igual o peor de aburridas que su jefe.Escuchó el sonido de las puertas abrirse, Cristian se dirigía a la oficina de Alexis.-Buenos días señor, Johnson – dijo Mariela poniéndose de pie al verlo. -Buen días, Mariela – respondió el hombre con una amplia sonrisa.Fue hasta donde estaba Ashley, ella lo vio y se puso de pie por cortesía.-Hola Ashley ¿Cómo esta tu costilla? - preguntó él fijando que mirada en esa zona. -Buen día, señor Johnson. Estoy mejorando poco a poco, en un par de días estaré mejor, gracias por preguntar. -¿Señor Johnson? – Cristian arrugó el entrecejo – llámame Cristian, ya nos conocemos y no son ne
Alexis salió de su oficina segundos después y se dirigió donde Ashley. Ella no lo vio salir, toda su atención estaba en la pantalla de la laptop, quería terminar lo antes posible. -Venga conmigo, señorita Vera – habló él mientras camiba hasta el ascensor.Ashley se sobresaltó por su voz que dio un pequeño salto por escucharlo. La había asustado.-¿La tengo que ir a ver? – preguntó Alexis algo molesto al ver que no se movía Ashley de su puesto. -Voy enseguida – respondió Ashley tomando sus cosas apresurada y corriendo donde él.Subieron juntos al ascensor. Alexis marcó el número nueve, donde se llevaría acabo la reunión con los socios. A Ashley jamás se le había hecho tan largo el tiempo, mientras estaban dentro del levador, empezó a sentirse incomoda por la presencia de su jefe que decidió mantener su mirada al frente sin la necesidad de hacer contacto visual o físico. Alexis mantenía una postura autoritaria, sus pensamientos eran indescifrable, al salir l