El fin de semana había terminado y con ello su descanso. Ashley se levantó muy temprano para maquillar su tatuaje, Jos le había ensañado como hacerlo, aprovecharon que tuvieron días libres y las clases de maquillaje había empezado.
Utilizó un maquillaje resistente, que sea antiagua y duradero, al menos las horas que este laborando el maquillaje debería de resistir, más algo de polvo y lo difuminó.Se miró en el espejo y odiaba aquella imagen que se reflejaba, no era ella, su tatuaje había desaparecido por completo y aquella ropa que utilizaba no era para nada de su estilo. La chica mala sólo salía en las noches, debería de ser paciente y aguantarse un año, al menos hasta conseguir una buena recomendación e ir a trabajar a otro lugar.Envió un mensaje a Camilo explicándole lo de su costilla y que no podría pelear durante un mes o más, hasta que sanara por completo. Camilo entendió la situación y le deseó una pronta recuperación y suerte en su trabajo. TamAshley estaba en su último día de horas extras. Deseaba que sean las 9 p.m. para marcharse lo antes posible. Miró la hora y apenas eran las 11 a.m. respiró de frustración, el tiempo exageraba en pasar muy lento. Toda esa semana había sido agotada, se mantenía en la pantalla de la laptop organizando eventos, caminaba de un lado a otro y asistía a reuniones con personas igual o peor de aburridas que su jefe.Escuchó el sonido de las puertas abrirse, Cristian se dirigía a la oficina de Alexis.-Buenos días señor, Johnson – dijo Mariela poniéndose de pie al verlo. -Buen días, Mariela – respondió el hombre con una amplia sonrisa.Fue hasta donde estaba Ashley, ella lo vio y se puso de pie por cortesía.-Hola Ashley ¿Cómo esta tu costilla? - preguntó él fijando que mirada en esa zona. -Buen día, señor Johnson. Estoy mejorando poco a poco, en un par de días estaré mejor, gracias por preguntar. -¿Señor Johnson? – Cristian arrugó el entrecejo – llámame Cristian, ya nos conocemos y no son ne
Alexis salió de su oficina segundos después y se dirigió donde Ashley. Ella no lo vio salir, toda su atención estaba en la pantalla de la laptop, quería terminar lo antes posible. -Venga conmigo, señorita Vera – habló él mientras camiba hasta el ascensor.Ashley se sobresaltó por su voz que dio un pequeño salto por escucharlo. La había asustado.-¿La tengo que ir a ver? – preguntó Alexis algo molesto al ver que no se movía Ashley de su puesto. -Voy enseguida – respondió Ashley tomando sus cosas apresurada y corriendo donde él.Subieron juntos al ascensor. Alexis marcó el número nueve, donde se llevaría acabo la reunión con los socios. A Ashley jamás se le había hecho tan largo el tiempo, mientras estaban dentro del levador, empezó a sentirse incomoda por la presencia de su jefe que decidió mantener su mirada al frente sin la necesidad de hacer contacto visual o físico. Alexis mantenía una postura autoritaria, sus pensamientos eran indescifrable, al salir l
Pasaron ocho meses y Ashley ya se había acostumbrado a su trabajo, lo tenía todo bajo control, nada se le podía escapar. Sabía lo que necesitaba su jefe y que no. Alexis se impresionó por el buen desempeño de Ashley, la mejor asistente que había tenido hasta ahora, se decía así mismo, pero no lo demostraba. Ahora se encuentra en la oficina de Alexis detallando una entrega muy importante que llegaría hoy en la tarde, era indispensable su presencia.Ashley está sentada al frente de su jefe anotando cada palabra que sale de sus labios, parece una máquina de escribir. Alexis decide ponerse de pie y extiende una gran lamina sobre el escritorio. Son los planos para la construcción de su siguiente empresa, una nueva línea de expansión que ampliaría su fortuna.-Por favor señorita, sujete aquí – dijo él indicando el otro extremo de la lámina, Ashley obedeció ante su pedido y lo tomó con mucho cuidado - Me parece que la zona de cargamento está mal ubicada – vuelve a decir A
Se sentía impotente al no saber cómo defenderse de las palabras su jefe. Él estaba recostado en él sofá dándole la espalda, mientras ella continuaba parada y en silencio.Había puesto la excusa perfecta para desquitarse con ella de aquel rompimiento con Vanessa, pues le había reclamado sobre la mercadería que todavía no llegaba al punto de encuentro. Ashley trató de explicarle sobre un contratiempo que hubo en el aeropuerto, pero él no escuchó razones y su voz sonaba en lo más alto, mientras liberaba el enojo que sentía.- ¿Piensas quedarte ahí parada sin hacer nada? – preguntó de repente con voz molesta y mirando para la ventana. - Qué más puedo hacer, señor – contestó Ashley, sentía como su sangre le hervía, quería enseñarle que a ella nadie la iba tratar de esa forma, pero era imposible, él era su jefe la autoridad de toda la empresa y además, había guardias de seguridad que no dufarían en intervenir para defenderlo. Guardó su enojo para después, concentrándose en respirar al ritmo
Ashley escuchó el sonido de la camioneta al estacionarse. Vio a su jefe salir con las manos en alto y a unos hombres apuntarlo. Pensó por unos segundos en ayudarlo o no.Hoy la trató como basura al desquitarse con ella por terminar su relación con Vanessa Jones. Quizás esas sería una gran forma de desquitarse, viendo en primera fila como lo secuestran y humillan. Pero por otro lado, sintió pena por el hombre. Repiró e indecisa sacó una moneda de su bolso y la lanzó en el aire. Cara lo ayudaba, cruz se quedaba a ver, ahora era cosa de suerte. Alexis bajó del coche muy despacio con las manos arriba. Los hombres seguían apuntando con la pistola, estaban decididos a llevarlo, era obvio que se trataba de un secuestro.Él no había contratado guardaespaldas porque pensó que no lo iba a necesitar. El único encargado de su seguridad era su chofer, John, pues él era un exmilitar en combate, sólo que hora estaba ausente resolviendo otros problemas encargados por Alexis. Ahora
Hace un año atrás, cuando Ashley trabajaba como mesera en una de los restaurantes más prestigiosos de la ciudad de Chicago, tuvo una disputa con una clienta.Ella había ordenado unos bocadillos y Ashley se los llevó. Al entregárselos le dijo que ese no era su pedido. Algo histérica empezó a insultarla y la abofeteó frente a todos en el restaurante. Esa fue la gota que llenó el vaso, Ashley reaccionó de forma violenta, le rompió la nariz y como consecuencia fue denunciada y tuvo una orden de aprehensión en su contra. Por suerte las cámaras de seguridad grabaron todo, y mostraron que quien había iniciado la pelea fue Briidy Williams, una joven de familia a dinerada quien creía que siempre tenía la razón absoluta.Pero como castigo, Ashley tuvo que pagar una gran cantidad de dinero, una parte iba para Briidy por los daños que le había provocado y la otra iba para los policías. Sus padres no querían que la reputación de su hija se viniera abajo y pagaron todo el dinero
El oficial se había marchado, Ashley recogió su bolso del suelo y fue a esperar a su amiga, ya no tenía nada más que hacer. Al estar caminado, Alexis la tomó de la mano y le dijo con una voz calmada.-Sube al coche, yo te llevaré. - sus ojos se mantuvieron posados en los de ella.-Señor Smith, le he dicho que estoy esperando a mi amiga – respondió Ashley, mientras se soltaba de su mano. Era extraño sentir el contacto de su piel así sea un toque. -Ha pasado una hora y media y su amiga no ha llegado. Es mejor que venga conmigo, no pienso dejarla sola en la noche, no después de aquel atentado. Por más que quiera negarse, su jefe tenía razón, Jos jamás tardaba mucho y en esta ocasión tardo más de lo esperado. Vio a la calle y estaba sólida, su amiga no iba a llegar algo le había pasado. Miró a Alexis y le dijo.-De acuerdo, iré con usted. En el camino le diré por dónde ir.Alexis asintió, caminó hasta el coche y abrió la puert
Alexis llegó a su departamento. Dejó prendida la débil luz que alumbraba dentro. Sólo era una pequeña lampara que hacía ver al departamento semi alumbrado.Se quitó el blazer, sentía que lo asfixiaba, fue esta su bar privado y se sirvió un trago de whisky, quería relajarse y el sabor del licor lo ayudaba por completo. El celular comenzó a sonar, vio la pantalla y reconoció el nombre que se reflejaba.-“Lo encontramos, señor Smith” – escuchó del otro extremo de la llamada.Alexis guardó silencio y bebió otro trago de su whisky mientras pensaba en aquellas palabras que perturbaron su mente. El pasado era lo que más temía y amenazaba con consumirlo. -“Lo tenemos en la bahía” – volvió a decir la voz de la llamada - "Es necesario que venga, señor"Alexis colgó la llamada, le dio otro trago al whisky, se volvió a poner el blazer y salió de departamento a pasos breves....-Señor, el yate está aquí - dijo John su chó