Hace un año atrás, cuando Ashley trabajaba como mesera en una de los restaurantes más prestigiosos de la ciudad de Chicago, tuvo una disputa con una clienta.
Ella había ordenado unos bocadillos y Ashley se los llevó. Al entregárselos le dijo que ese no era su pedido. Algo histérica empezó a insultarla y la abofeteó frente a todos en el restaurante. Esa fue la gota que llenó el vaso, Ashley reaccionó de forma violenta, le rompió la nariz y como consecuencia fue denunciada y tuvo una orden de aprehensión en su contra. Por suerte las cámaras de seguridad grabaron todo, y mostraron que quien había iniciado la pelea fue Briidy Williams, una joven de familia a dinerada quien creía que siempre tenía la razón absoluta.Pero como castigo, Ashley tuvo que pagar una gran cantidad de dinero, una parte iba para Briidy por los daños que le había provocado y la otra iba para los policías. Sus padres no querían que la reputación de su hija se viniera abajo y pagaron todo el dineroEl oficial se había marchado, Ashley recogió su bolso del suelo y fue a esperar a su amiga, ya no tenía nada más que hacer. Al estar caminado, Alexis la tomó de la mano y le dijo con una voz calmada.-Sube al coche, yo te llevaré. - sus ojos se mantuvieron posados en los de ella.-Señor Smith, le he dicho que estoy esperando a mi amiga – respondió Ashley, mientras se soltaba de su mano. Era extraño sentir el contacto de su piel así sea un toque. -Ha pasado una hora y media y su amiga no ha llegado. Es mejor que venga conmigo, no pienso dejarla sola en la noche, no después de aquel atentado. Por más que quiera negarse, su jefe tenía razón, Jos jamás tardaba mucho y en esta ocasión tardo más de lo esperado. Vio a la calle y estaba sólida, su amiga no iba a llegar algo le había pasado. Miró a Alexis y le dijo.-De acuerdo, iré con usted. En el camino le diré por dónde ir.Alexis asintió, caminó hasta el coche y abrió la puert
Alexis llegó a su departamento. Dejó prendida la débil luz que alumbraba dentro. Sólo era una pequeña lampara que hacía ver al departamento semi alumbrado.Se quitó el blazer, sentía que lo asfixiaba, fue esta su bar privado y se sirvió un trago de whisky, quería relajarse y el sabor del licor lo ayudaba por completo. El celular comenzó a sonar, vio la pantalla y reconoció el nombre que se reflejaba.-“Lo encontramos, señor Smith” – escuchó del otro extremo de la llamada.Alexis guardó silencio y bebió otro trago de su whisky mientras pensaba en aquellas palabras que perturbaron su mente. El pasado era lo que más temía y amenazaba con consumirlo. -“Lo tenemos en la bahía” – volvió a decir la voz de la llamada - "Es necesario que venga, señor"Alexis colgó la llamada, le dio otro trago al whisky, se volvió a poner el blazer y salió de departamento a pasos breves....-Señor, el yate está aquí - dijo John su chó
Alexis fue hasta su trabajo, seguido de él los nuevos guardaespaldas.Llegó al piso y entró como siempre, sin saludar a nadie e ignorando a todo mundo. Observó el puesto de Ashley y vio que no estaba, apretó sus puños de frustración por tal irresponsabilidad y caminó hasta su oficina donde se encerró.El tiempo pasó y observó por segunda vez el lugar de Ashley, continuaba vacío, ya eran las 10 a.m. demaciado tarde como para atreverme a ir. Decidió salir de su oficina y se dirigió donde la secretaria.-¿Dónde está la señorita Vera? - preguntó neutro, su secretaria dio un pequeño salto del susto que se llevó cuando escuchó su voz.-Señor, la señorita Vera nos informó que hoy no vendría, pues se le presentó una calamidad domestica - respondió Mariela respirando muy rápido, mientras se recupera del susto.Alexis no dijo nada y fue para su oficina una vez más. Pasó toda la mañana sin concentrarse en su trabajo. Ashley había presentado una c
-¿Puedo pasar? – preguntó Alexis viendo a Ashley. Habia escuchado prácticamente todo, pero no dijo nada al respecto e hizo como si nada pasó. -Claro – respondió Ashley dejándolo pasar. No sabía cuánto tiempo su jefe había estado tras la puerta y si había escuchado su conversación o peor aún, el insulto cuando le dijo “el imbécil de mi jefe”. Se recompuso y guardó la calma.-¿Se encuentras bien? – preguntó entrando en la habitación, mientras observaba el lugar. -Yo me encuentro muy bien, señor Smith, la que se encuentra mal es mi amiga – Alexis vio a Joselyn la muchacha estaba algo pagoda pero aun así ella lo saludó con la mano, mientras sonreía amigable. -Lo siento, no los presente - habló Ashley desorientada - Señor Smith, ella es mi amiga y hermana, Joselyn Walker. Jos, él es el señor Alexis Smith, mi jefe y dueño de la empresa donde trabajo.-Es un placer conocerla, señorita Walker – dijo Alexis extendiendo su mano para salud
-Vamos a la cafetería, ahí podemos hablar tranquilos - dijo Alexis y empezó a caminar hasta salir de las instalaciones.-De acuerdo, señor - respondió Ashley y fue tras él. Fueron hasta la cafetería y ordenaron algunos bocadillos. Ashley no tenía mucha hambre, comió poco, seguía preocupada por su amiga y la deuda por pagar.-Y bien señor ¿Qué tiene que decirme? – preguntó Ashley, a la vez que cruzaba los brazos.Alexis bebió un sorbo de su café, relajó el rostro y dijo sin rodeos. -Pagaré tu deuda, pero a cambio serás mi novia.Ashley abrió sus ojos, sin poder creer lo que su jefe le había dicho. Era una completa locura. -¡¿Perdón?! - estaba atónita por su comentario - Creo que la falta de sueño me ha vuelto sorda o en el peor de los casos, una loca. - topó su frente para saber si estaba despierta. -Has escuchado bien, yo pagaré tu deuda, pero tendrás que ser mi novia - el tono de Alexis era decidido,
Ashley volvió a la habitación de Jos. Estuvo con ella hasta que la noche cayó por completo como un manto oscuro en toda la ciudad. Se despidió de su amiga con un gran abrazo y fue hasta kas afueras del hospital, donde tomó un taxi, hasta el departamento.Tomó un baño, sentía que lo necesitaba. Como de costumbre se miró en el espejo y topó con sus manos aquel tatuaje, ahora más que nunca tenía que ocultarlo ante la presencia de Alexis, él mo podía verlo, al menos por un año. De acuerdo con lo que le había dicho Cristian, su jefe odia los tatuajes, aunque ella no sepa los motivos.Se puso su pijama y revisó la laptop, al hacerlo encontró el correo de su jefe, era el contrato.Se colocó los lentes y comenzó a leer.Tal cual como se lo dijo, estaban sus condiciones y las de ella. Alexis era la parte A, donde se beneficiaba de todo y Ashley la parte B, donde tendría que obedecerlo y formar la imagen de novia ante todos. Sólo había una cláusula que no había
-Eso es todo señorita Vera, recuerde seguir cada punto del contrato. Ahora continue con sus labores – se levantó del escritorio y tomó una carpeta para luego decirle – aquí están los contactos de algunas personas que asistirán al evento de mañana en la noche. Llámelas y pregunte a cada una de ellas su confirmación para el evento. - movió sus manos y dijo. - Puede retirarse.Ashley tomó el documento en sus manos, leyó cada uno de los contactos y lo miró para decir. -Lo haré en seguida – asintió y antes de retirarse le preguntó - Señor ¿Cuándo sabrán los demás de nuestra relación?-Pronto – volvió a tomar asiento y levantó la tapa de su laptop - lo haré público a mi manera y sólo a mi manera.-De acuerdo – asintió y se marchó sin ver atrás.Llegó a su puesto y empezó a contactar a cada uno de ellos, le tomó casi todo el día en hacerlo, la lista era larga y parecía interminable.Todos confirmaron su asistencia. Ahora sólo fal
El chofer llegó faltando 30 minutos para la media noche. Ashley tomó su equipaje y bajó en seguida hasta donde estaba él.Saludó al chofer educada y entró en el coche. El hombre arrancó y la llevó hasta el aeropuerto, sólo faltaba Ashley para que el avión despegara.Alexis la vio salir del vehículo y se alegró internamente. La tomó de la cintura y subieron juntos al avión privado de su empresa. Ashley notó lo elegante y caro que era el avión por dentro, hasta sus asientos eran cómodos y tenían una tela muy suave, pero aun así estaba aterrada.-Iré a dormir, debería de hacer lo mismo – dijo Alexis caminando a su gabinete. Necesitaba descansar antes de llegar a su destino. -Me quedaré aquí, quiero ver el cielo cuando sea de día – respondió Ashley, a la vez que se sentaba en uno de los asientos.-Como quiera – dijo Alexis cerrando la puerta.El avión empezó a despegar y Ashley enterró sus uñas como un felino asustado e