La alarma suena sin cesar, indicando que son las 7 a.m.
Ashley levantó su mano para apagarla, tenía jaqueca después de desvelarse. Estira su cuerpo y se da cuenta que se habían quedado dormidas en la sala. Ayer se habían mudado y al terminar de arreglar las cosas, decidieron ver algo de películas, aturdidas por el cansancio y el sueño, se quedaron a dormir ahí.Toma una almohada y la avienta a Joselyn, haciendo que esta despierte de forma inmediata.- Estoy despierta – dice ella hablando rápido – oh, por Dios mira la hora, tenemos que vestirnos y más tú para la entrevista de trabajo. Date prisa, Ashley. - como pudo se puso de pie y empezó a correr.Joselyn, trabajaba en una agencia de modelo y por medio de sus amistades le había conseguido una entrevista a Ashley. Empezaría como asistente del CEO y con algo de suerte, lograría ejercer su profesión.- Iré a darme un baño – respondió Ashley restregándose las vistas, su trabajo en realidad no le importaba, sólo lo hacia por su amiga.- De acuerdo, yo también me daré un baño. - gritó desde ahí.Ashley odiaba la idea de ir a trabajar, pero su amiga la había ayudado y no pensaba hacerle quedar mal. Salió de la ducha y observó su cuerpo desnudo en el espejo, miró su tatuaje, dos años desde aquel día, se dijo. Se enorgullecía de haberse tatuado, ahora era fuerte, era otra persona sin dudarlo.Salió del baño y se puso la ropa que Joselyn había elegido y comprado para esta ocasión. Tenía mucho tiempo sin usar falda, tendría que hacerlo y acostumbrarse. Tomó la falda de color gris y se la puso, le quedaba al cuerpo, por debajo de sus rodillas. Luego tomó la blusa negra y se la coloco, y porenzima se puso un chaleco blanco. El chaleco y la camisa cubría todo su tatuaje, algo que le disgustaba y molestaba a la vez. Se lo había hecho para que todos lo vieran, pero su amiga la convenció de que la primera imagen es importante. Se puso unos tacones bajos color negro para hacer juego con el traje y volvió a verse en el espejo. Desconocía aquella mujer que se reflejaba, definitivamente esa no era ella, dio un gran respiro, cerró sus ojos y se dijo así misma que será por un corto tiempo, después salió de la habitación.- Has quedado hermosa – dijo Joselyn al verla – Pero te falta algo de maquillaje, no te muevas – volvió a decir sacando de su bolso sus cosméticos de belleza.Puso un labial de color coral bajo sobre los labios de Ashley, algo de mascarilla en las pestañas y un poquito de rubor sobre sus pómulos.- Listo, ahora eres perfecta – le pasó un espejo para que viera el resultado.- Esto es incómodo, mírame, esta no soy yo – habló Ashley un poco moleta por lo que veía.- Ánimo, recuerda que la imagen es importante y más para esa empresa. Es una de las más prestigiosas y tu puesto es importante, serás la asistente del CEO.- Vamos, no quiero llegar tarde a mi entrevista y perderme de ver a mi "jefe" – respondió Ashley entre comillas, mientras caminaba hacía la puerta.Joselyn fue tras ella entre risitas. Además, llevaría a Ashley para su entrevista. Su trabajo le quedaba de camino y no iba a permitir que su amiga vaya en moto. “Esa no era la imagen de una señorita” pensó.Llegaron hasta la empresa, dicha empresa se dedicaba a la exportación e innovación en tecnología y dispositivos electrónicos “Empresas de Exportación e Innovación Smith” (EEIM).- ¡Suerte! estoy segura de que lo lograrás, el trabajo ya es tuyo – dijo Joselyn muy feliz antes que Ashley bajara del carro por completo.- Prometo avisarte cuando esté de regreso - habló, mientras abria la puerta.- Al menos un abrazo o gracias Joselyn por conseguirme trabajo.Ashley sonrió ante el comentario de su amiga, la abrazó muy fuerte y le dijo.- Gracias Joselyn por conseguirme este trabajo, te quiero.- Yo también, no olvides ir al departamento, te conozco – le dijo señalándola con los dedos.- Prometo ir al departamento a penas termine la entrevista ¿Contenta?- Es una promesa, no la vayas a romper.Joselyn arrancó el coche feloz por la promesa y se marchó.Ashley observó la gran empresa, la miró por unos segundos, respiró profundo y entró. Llegó a recepción y le habló a una mujer joven que se encontraba ahí. Era esbelta y usaba mucho maquillaje.- Buenos días, vengo por la entrevista de trabajo para asistente del CEO.La mujer la miró de pies a cabeza, analizándola por completo, con algo de desprecio le dijo.- Décimo segundo piso.- Gracias – respondió, ella había notado ese desprecio por parte de la mujer, miró su perfecto maquillaje y sin dudarlo le dijo – tu labial se ha regado.La mujer tomó una servilleta e intentó limpiarse a lo ciego he hizo que su labial enserio se regara.- ¿Ahora está bien? – preguntó la mujer, buscando una respuesta que no dañara su perfecta imagen.- Perfecto – Respondió observando lo que había provocado. “Enserio la imagen era importante en ese lugar” pensó Ashley.Fue hasta el elevador y marcó el número 12. Antes de que las puertas se cierren por completo, un hombres gritó de lejos.- Detén ese elevador, por favor.Ashley no le gustaba hacer favores,. Recordó las palabras de su amiga sobre la imagen y lo detuvo alzando su pie para que las puertas no se cerraran.Un joven muy apuesto entró de forma rápida.- Gracias por detenerlo – dijo tomando aire.- No fue nada.Él hombre observó a Ashley, ella tenía su mirada fija en la puerta. Notó el poco maquillaje que llevaba, algo que le sorprendió. La observó muy bien y se dio cuenta de su belleza.- ¿Eres nueva aquí? – preguntó buscando sus ojos.- En realidad, vengo por el trabajo de asistente, todavía no trabajo aquí – Respondió Ashley con su mirada fija en la puerta.- ¿Asistente? – preguntó el hombre levantando sus cejas y sonriendo – Te deseo suerte, Alexis es algo exigente con el puesto, sus asistentes sólo duran seis meses a la mucho. Siempre salen corriendo por la gran carga que él les pone.Ashley decidió verlo y le preguntó.- ¿Lo conoces?- Es mi mejor amigo, lo conozco desde niño.- Si la carga me resulta fácil seguiré en el trabajo, pero si se vuelve estresante sabre darme por vencida – dijo segura de sí misma.Llegaron al doceavo piso y las puertas se abrieron.- La oficina de Alexis se encuentra por allá – dijo señalando a su derecha.- Gracias.- Mucha suerte.Ashley se acercó hasta el escritorio de la secretaria. Una muchacha muy joven, de piel blanca, cabello claro de color amarillo, de mediana estatura, sus enormes ojos se escondían tras unos lentes cafés. La miró y le dijo.- He venido a mi entrevista.- Claro ¿Tú eres? – preguntó la joven de una forma dulce, dejando enseñar su sonrisa.- Ashley Vera.- Toma asiento, el señor Smith te atenderá en dos minutos.- Gracias – respondió y fue a sentar.En menos de dos minutos la secretaria le informó que pasara, pues el señor la esperaba. Ashley volvió a agradecer y fue hasta la oficina.Dio pequeños golpes con sus nudillos, una voz profunda se escuchó del otro extremo.- Adelante.Ashley pasó de forma lenta. Un hombre con un traje muy elegante estaba de espaldas parado observando por la ventana.- Buenos días, vengo por la oferta de trabajo – dijo Ashley.El hombre se dio la vuelta al escuchar su voz, pareció reconocerla. Al verla la reconoció por completo, era la chica con la que se había acostado dos años atrás. Ashley también lo reconoció de inmediato. Era el mismo hombre al que ella se había entregado y ahora sería su jefe, pensó en mil formas de salir de ese lugar.-Por favor toma asiento – dijo el hombre ocultando toda clase de expresión de su rostro. Para decir verdad estaba sorprendido por verla, pero no iba a demostrarlo. Ashley volvió a respirar profundo, para contener sus expresiones, a igual que él tenía que mantener una postura seria y hasta autoritaria. Respirar profundo era su tic, cuando se sentía incomoda o molesta lo hacía. Tomó asiento con mucha calma y la entrevista empezó.Alexis tomó los documentos de Ashley. Su currículo era de buenas recomendaciones por parte de empresas pequeñas en las que ella había trabajado y que extrañamente el trabajo sólo le duraba ocho meses. Notó que apenas se había graduado y tenía buenas calificaciones, pero no era suficiente, él buscaba una persona eficaz para el puesto, alguien responsable y dispuesto a obedecer sus órdenes.Ashley se mantenía serena, pero por su mente empezaron a recorrer miles de ideas. Se decía así misma sí ese trabajo era importante, sí realmente
Joselyn llegó y lo primero que hizo fue ir por su amiga.-¡¿Cómo te fue? ¿te aceptaron?! – preguntó entusiasmada, queriendo escuchar una repuesta positiva de parte de Ashley.-Dijeron que me llamarían – respondió Ashley sin ninguna emoción. Ella sabía muy bien que esa llamada jamás iba a llegar, pues su entrevista fue un asco, un fracaso, un completo fiasco provocada por ella misma.-Se que te van a llamar ¡Lo hará! En un parpadeo tu celular va a sonar y te daran información de que estas contraatada, animó Ash.Ashley trató de fingir una sonrisa para su amiga, no podía quitarle la alegría. Joselyn era la última persona que le quedaba, con la que podía confiar y sentirse en familia, era esa hermana que nunca tuvo.-De acuerdo, pero hasta que se atrevan a llamar, veamos películas. - habló fingiendo estar feliz. -Dame un segundo, iré a cambiarme de ropa. Ya no soporto estos zapatos, me están matando. - en cuanto pudo se los quitó
Ashley llegó al punto de encuentro, estacionó su moto y entró a pasos breves. Al entrar pudo apreciar los gritos de los fanáticos desesperados por ver la pelea, cosa que le alegraba, se sentía como en casa. Llegó en su camerino, ahí le esperaba Camilo, su amigo y representante de peleas.-Llegas a tiempo – dijo Camilo acercándose a ella y ayudando a quitarle la chaqueta del cuerpo.-¿Ella está aquí? – preguntó Ashley, mientras vendaba sus manos con un trozo de tela para protegerlas de los golpes. -Sí, ahora mismo se está cambiando. Recuerda ser directa y rápida mientras te proteges. Intimídala como solo tú sabes hacerlo.Ella estiró sus labios por el gran concejo de su amigo, terminó de arreglarse y le dijo.- Lo haré.Al poco tiempo entró Helen, novia de Camilo, quien al verla fue a abrazarla.- ¿Lista para ganar? - preguntó, al mismo tiempo que se separaba de Ashley.- Por supuesto, Helen, siempre estoy lista
La alarma empezó a sonar. Ashley despertó enseguida, no pudo dormir bien, el dolor en su costilla la estaba matando, definitivamente necesitaba ir al hospital de urgencia.Salió de la cama y fue hasta el espejo de la habitación, levantó su blusa y vio lo que antes era una marca roja, ahora se había transformado en un gran moretón con algo de verde en su costilla. Intentó tomarla, pero el dolor no se lo permitió. Nuevamente sacó las pastillas y tragó una, tenía que ir a trabajar, era su primer día y no iba a faltar por unas costillas rotas. Se cambió con mucho cuidado, sin lastimarse y salió hasta a la sala, donde Joselyn la esperaba.-Buenos días ¿lista para tu primer día de trabajo? – dijo Jos sonriendo de oreja a oreja por verla frente a ella.-Supongo que si – respondió Ashley sin ninguna emoción.-Ya quita esa cara y siéntate a comer, he preparado el desayuno tal y como te gusta.-Gracias Jos – Aunque el sueño la estaba y la costilla
Ashley fue atendida de forma rápida. Cristian dio su apellido y el personal médico sin dudarlo los dejaron pasar, tenía mucha influencia en esa clínica. Además, él donaba una cantidad de dinero anualmente. -Quítate la camisa – ordenó la doctora, mientras tomaba sus herramientas para examinarla. Ashley obedeció y empezó a desbotonar la camisa que llevaba puesta, era una blanca con mangas largas. Cristian estaba dentro de la habitación, algo incomodo, fijó su vista en otro lado, pero cuando volvió a verla, se dio cuenta del enorme tatuaje que cargaba ella sobre su pecho, cosa que hizo que se sorprendiera. La doctora vio el enorme moretón en la costilla derecha, estaba algo infectado y hasta inchado. Miró a Ashley y le dijo.-Tus costillas están rotas, pero para estar más segura, te haré unas radiografías de inmediato. - la miró un poco más y pregunte curiosa. -¿Cómo es que te hiciste esto?-Caí en el baño mientras me bañaba – mintió, no
Cuando Alexis llegó a la empresa, notó el escritorio vacío donde se suponía que debería estar su asistente. No le dijo nada a la secretaria y entró en silencio. Ella lo vio y cuando quiso alcanzarlo para darle el recado de Cristian, fue tarde, pues las puertas se cerraron de golpe. Alexis tenía demasiado trabajo, tanto que la jaqueca empezaba a florecer. Se molestó aún más al observar por segunda vez la oficina de su asistente vacía. No sabía si esa molestia era por la irresponsabilidad de Ashley o porque quería verla.Horas más tarde llegó su mejor amigo Cristian. - Señor Johnson. - dijo la secretaria al verlo. - No he podido darle su recado al señor Smith.- Descuida Mariela, lo haré yo mismo. - dijo con su coqueta sonrisa y fue donde Alexis.Entró en la oficina, tomó asiento y pudo apreciar que Alexis estaba molesto.-Cambia ese humor, hombre – habló en tono de burla.Alexis levantó su mirada y bajó la tapa de la la
El fin de semana había terminado y con ello su descanso. Ashley se levantó muy temprano para maquillar su tatuaje, Jos le había ensañado como hacerlo, aprovecharon que tuvieron días libres y las clases de maquillaje había empezado. Utilizó un maquillaje resistente, que sea antiagua y duradero, al menos las horas que este laborando el maquillaje debería de resistir, más algo de polvo y lo difuminó.Se miró en el espejo y odiaba aquella imagen que se reflejaba, no era ella, su tatuaje había desaparecido por completo y aquella ropa que utilizaba no era para nada de su estilo. La chica mala sólo salía en las noches, debería de ser paciente y aguantarse un año, al menos hasta conseguir una buena recomendación e ir a trabajar a otro lugar. Envió un mensaje a Camilo explicándole lo de su costilla y que no podría pelear durante un mes o más, hasta que sanara por completo. Camilo entendió la situación y le deseó una pronta recuperación y suerte en su trabajo. Tam
Ashley estaba en su último día de horas extras. Deseaba que sean las 9 p.m. para marcharse lo antes posible. Miró la hora y apenas eran las 11 a.m. respiró de frustración, el tiempo exageraba en pasar muy lento. Toda esa semana había sido agotada, se mantenía en la pantalla de la laptop organizando eventos, caminaba de un lado a otro y asistía a reuniones con personas igual o peor de aburridas que su jefe.Escuchó el sonido de las puertas abrirse, Cristian se dirigía a la oficina de Alexis.-Buenos días señor, Johnson – dijo Mariela poniéndose de pie al verlo. -Buen días, Mariela – respondió el hombre con una amplia sonrisa.Fue hasta donde estaba Ashley, ella lo vio y se puso de pie por cortesía.-Hola Ashley ¿Cómo esta tu costilla? - preguntó él fijando que mirada en esa zona. -Buen día, señor Johnson. Estoy mejorando poco a poco, en un par de días estaré mejor, gracias por preguntar. -¿Señor Johnson? – Cristian arrugó el entrecejo – llámame Cristian, ya nos conocemos y no son ne