POV: MARÍA JOSÉ. Nunca había estado en una cárcel, que yo sepa no tengo ni una familia que haya tenido problemas con la ley, tal vez es esa la razón por la que nunca he si quiera visitado una cárcel. Las puertas se abren, y ella aparece, se ve desorientada, su melena era un desastre, tenía un hermoso cabello, pero así terminó. Era hermosa, pero no supo usarlo para bien. Ella duda si avanzar al verme, yo espero pacientemente porque ninguna pierde nada con tener está charla. Empieza a caminar hacia mi mesa y se sienta. —Aún me cuesta creer todo lo que hiciste por una aventura de años, pero yo te perdono, de esto aprendí que el perdón es muy importante y necesario para vivir en paz y ser feliz, lo hago porque todos merecemos bien y no existe una persona que no deba de tener porque somos circunstancias que tal vez no elegimos ser, pero podemos ser quien queremos ser. Ella levanta la cabeza y me mira a los ojos al fin, una escasa sonrisa se aproxima a sus labios y se encoge como una p
Decir que quería otro bebé, no era la palabra, estoy obsesionada con tener otro embarazo, ya Antonella tiene tres años, está grandecita y lista para tener un hermanito o hermanita, pero llevamos dos meses intentándolo y no se ha dado. Y tengo miedo de correr con la misma suerte que mi madre, aunque ya me hice estudios, ya que no soportaba la idea y tenía loco a Antony. La relación entre yo y los padres de Antony seguía igual que al inicio nada de rencores, y él los seguía amando tal cual, dejamos el pasado a donde pertenece, en el pasado. Ambas estamos en el suelo viendo caricaturas, ella sonríe tiernamente señalando salteado todo. Coloco una mano debajo de mi cabeza mirándola de lado. Es tan hermosa, con ése hermoso color de piel de su padre, cremosa y mis ojos, su sonrisa que irradia mi corazón, es la luz de nuestros ojos. Ella levanta la cabeza y sonríe abiertamente al verme mirándola. Con ella olvido todo, no existe el tiempo ni espacio, somos sólo ella y yo. Sin querer term
Estaba ansioso, al fin tendríamos esa conversación que tanto deseaba, que me traía loco. Ya no soportaba que me evitara, quería que me hiciera frente, y había llegado el momento. Pacientemente la espero llegar, me he hecho todo tipo de conclusiones en la cabeza, pero nada es seguro y sólo me pongo más nervioso. —Hola. Levanto la cabeza de golpe, encontrándome con sus ojos cafés oscuros, la miro sintiendo mi pecho latir con fuerza, estoy tan nervioso, no he dejado de preguntarme que hice mal. El vestido de color anaranjado resalta su piel morena, está radiante y hermosa. —Hola —devuelvo el saludo casi sin voz. —Vamos atrás —señala con su dedo detrás, nerviosa. No soy el único. Asiento. Me paro de la mesa, y salimos del pequeño local, pasamos por la entrada para poder colarnos hacia la parte trasera. Junto mis manos detrás de mi espalda mirando alrededor, esperando que ella tome la palabra. —¿Y?—pregunto al ver que no dice nada. —No podemos seguir. Busco sus ojos rápidamente
No sé ni por donde empezar, tenía esa historia en mi mente hace tiempo, pero no me había atrevido a compartirla, y ahora que veo el resultado, no me arrepiento de haberlo hecho. Estoy muy agradecida con todo el apoyo que le han brindado a la historia, no tengo palabras para expresar la emoción, me encariñe con la historia y me cuesta despedirme, sé que ustedes también, pero se viene la segunda parte, para no dejarlos con la duda sobre Carmen y Hugo. Gracias a todas por su apoyo, sus comentarios bonitos. ¡Ya está publicada la historia de Hugo y Carmen! La pueden encontrar en mi perfil o simplemente buscarlo por el título. Espero que se pasen por ahí. Les invito a pasar por mi perfil, les puede gustar otras historias que tengo. Las espero en... «Pequeña Mía» ¡Gracias!Pueden encontrarme en mis redes sociales como: Patricia Jean. Tanto en facebook como instagram. Insta: jeanpatricia435 , jeanpatricia130. Facebook: Yalow WriteWattpad: patriciajean15r. ¡Ash! es tan frustrante que
En ningún momento de mi vida, creería que llegaría a éste punto, jamás. Cada día me convenzo de que jamás podré amar a ése hombre, aún siendo tan parecido al hombre que amé con toda mi alma, pero por dentro era tan pero tan diferente a él.Él es, el hermano del amor de mi vida, quién desgraciadamente ya no está.—Una cosa quiero que tengas claro, que no me estoy vendiendo, y que yo siempre voy a amar a tu hermano —digo, mientras le clavo la mirada manteniéndome firme.Con un sutil movimiento deja su reloj sobre su escritorio, y vuelve a mirarme, pero ésta vez me clava sus ojos grises tan oscuros.—Y yo no quiero que te confundas, que tengas muy claro que… Yo, no soy Él.«Y jamás lo ser&aac
POV: MARÍA JOSÉDicen que el amor llega cuando menos te lo esperas, no puedo negarme a esa afirmación, soy testigo de ello. ¿Han sentido eso de conocer a su media naranja? En el momento menos esperado, pero sobre todo sentir el amor puro recorrer cada esquina de tu piel, y estar segura de que esa persona siente lo mismo.Su nombre es Antonio, ay es todo lo que no pedí, pero suficiente para mí.Nadie sabe sobre nuestra relación de dos años, recién cumplidos, y mantenerlo oculto ha sido sencillo, menos por la parte pública, pues él es una figura pública, y mi familia igual.Él, sólo vino a acompañarme, a ser mi compañero de aventuras, antes era feliz sólo que ahora lo soy más, él, lo ha completado, porque como persona, soy mía, luego
POV: MARÍA JOSÉ.La bocina suena, y me paro inmediatamente, acomodo mi vestido negro y salgo de casa. Mis padres no están, pero ya le había avisado a mi madre que saldría, aunque ya soy toda una adulta, no me gusta tener que preocuparlos.—Buen día, Manuel —saludo al chofer de mi novio sonriendo.—Buen día señorita —contesta formalmente abriendo la puerta del jeep.Subo y me acomodo, sé que el viaje será un poquito largo, pues su casa cerca de la playa queda a una hora de la mía. Es nuestro lugar de encuentro, ahí no tenemos que preocuparnos por los reporteros.Ignoro sus mensajes y me concentro en un vídeo de maquillaje, espero que papá no me esté necesitando en la oficina, tuve suficientes vaca
Me quedo perpleja, mañana es viernes, y no es como que el sábado estuviera tan lejos.Parpadeo varias veces, sin dejar de clavarle mis ojos.—¿Estás listo?Suspira, regresa hacia el sofá y se sienta a mi lado.Toma mis manos atrayéndome a él.—Como nunca antes, sé que estás asustada, temes su reacción pero peor es dejar que pase más tiempo.Tiene razón.Pero…Pero, ¡tengo miedo! No me quiero ni imaginar el hecho de que me quieran separar de él. Muero.—Tienes razón —toco su mejilla. —. Pero tengo mucho miedo, yo estoy dispuesta a renunciar al resto con tal de estar contigo.