¿Dormir? Ni siquiera era posible pegar el ojo, ¿Cómo podría? ¿Cómo podría con mi esposa y mi hija en las manos de una psicópata? Una desquiciada con una estúpida sed de hacer sufrir a mi familia. Cayó la noche y seguíamos revisando los supuestos lugares posibles a los que nos llevó Emilia, a quién Hugo se llevó a su casa, no puedo tenerla cerca, me recuerda a su hermana y no es que tenga buenos deseos para su hermana. Acabo de salir del hospital con Carmen, fue un tanto incómodo ver como miraba a Emilia, sobre todo como Hugo se aprovechó de la ocasión, están de locos. Me pego de espaldas a la pared dejando el agua caer sobre mi piel, pidiendo perdón internamente por haberle fallado de esa manera. Debí acompañarla, pero me hice el loco ante mi corazonada. —Dios Antonio, ¿en qué diablos nos metiste?—golpeo la pared. —. Afortunada Mary de haberte conocido en el momento en que sentaste cabeza. Salgo del baño más enojado de lo que entré, nada puede relajarme, nada me quitará ésta angu
—Mi amor… —susurra. Dios, nunca me he sentido de esa manera, mi corazón se estruja al escuchar su voz, mis ojos pican y no hago nada para evitarlo. ¿Es posible amar de esa manera? Tan fuerte y profundamente. Me lanzo hacia ella para abrazarla. —Lo siento, lo siento —farfullo desesperado. Me alejo para desatar sus manos rápidamente, seguido sus pies. Cuando se libera me abraza fuertemente llorando. —Lo siento preciosa, lo siento tanto. —Lo sé todo —dice entre cortada, y yo me tenso. —. No te disculpes. Te amo. Me alejo y tomo su rostro entre mis manos. —No más. —Oh por Dios Antony tenemos que ir al hospital no siento a la bebé —dice entrando en pánico. —¿Qué?—Si dejo de sentirlo es grave —dice tocando mis manos desesperada. «Esto no»La tomo de la mano, y de prisa salimos del lugar, literalmente la arrastro detrás de mí, pero con cuidado, no quiero meterme en otro lío queriendo salir de otro. Caminamos cerca de las rejas ansiosos por llegar a la salida. —¡Antony!Volteo,
Hay momentos en la vida donde deseas estar en una dimensión, pero la vida se encarga de abofetearte con la verdad, la dura y cruel verdad. Mis pasos son lentos, nunca me gustaron los cementerios, aunque eso nadie lo sabía, era muy serio como para ser leído. Me inclino ante la tumba y dejo la rosa negra sobre ella, no tengo palabras, me decepcionó muchísimo, no tenía mucho que decir, lo perdonaba, de seguro si él pudiera ver la trágica historia que dejó atrás, debe de estar arrepintiéndose. —Le hiciste daño a tu sobrina sin siquiera conocerla, te perdono hermano, si tan sólo Dalia hubiera sabido hacerlo mismo, no estaría tan destruido como lo estoy hoy, a ella, a ella le hiciste doble daño, tu pasado la arrastró hasta la… —limpio mis mejillas con rabia. —. Estaba dispuesto a que nos viéramos, porque había conocido el amor y eso me había hecho vivir, siempre serás mi querido hermano menor. Cuando desperté en aquel hospital, desperté de una terrible pesadilla, alguien me gritaba que
POV: MARÍA JOSÉ. Nunca había estado en una cárcel, que yo sepa no tengo ni una familia que haya tenido problemas con la ley, tal vez es esa la razón por la que nunca he si quiera visitado una cárcel. Las puertas se abren, y ella aparece, se ve desorientada, su melena era un desastre, tenía un hermoso cabello, pero así terminó. Era hermosa, pero no supo usarlo para bien. Ella duda si avanzar al verme, yo espero pacientemente porque ninguna pierde nada con tener está charla. Empieza a caminar hacia mi mesa y se sienta. —Aún me cuesta creer todo lo que hiciste por una aventura de años, pero yo te perdono, de esto aprendí que el perdón es muy importante y necesario para vivir en paz y ser feliz, lo hago porque todos merecemos bien y no existe una persona que no deba de tener porque somos circunstancias que tal vez no elegimos ser, pero podemos ser quien queremos ser. Ella levanta la cabeza y me mira a los ojos al fin, una escasa sonrisa se aproxima a sus labios y se encoge como una p
Decir que quería otro bebé, no era la palabra, estoy obsesionada con tener otro embarazo, ya Antonella tiene tres años, está grandecita y lista para tener un hermanito o hermanita, pero llevamos dos meses intentándolo y no se ha dado. Y tengo miedo de correr con la misma suerte que mi madre, aunque ya me hice estudios, ya que no soportaba la idea y tenía loco a Antony. La relación entre yo y los padres de Antony seguía igual que al inicio nada de rencores, y él los seguía amando tal cual, dejamos el pasado a donde pertenece, en el pasado. Ambas estamos en el suelo viendo caricaturas, ella sonríe tiernamente señalando salteado todo. Coloco una mano debajo de mi cabeza mirándola de lado. Es tan hermosa, con ése hermoso color de piel de su padre, cremosa y mis ojos, su sonrisa que irradia mi corazón, es la luz de nuestros ojos. Ella levanta la cabeza y sonríe abiertamente al verme mirándola. Con ella olvido todo, no existe el tiempo ni espacio, somos sólo ella y yo. Sin querer term
Estaba ansioso, al fin tendríamos esa conversación que tanto deseaba, que me traía loco. Ya no soportaba que me evitara, quería que me hiciera frente, y había llegado el momento. Pacientemente la espero llegar, me he hecho todo tipo de conclusiones en la cabeza, pero nada es seguro y sólo me pongo más nervioso. —Hola. Levanto la cabeza de golpe, encontrándome con sus ojos cafés oscuros, la miro sintiendo mi pecho latir con fuerza, estoy tan nervioso, no he dejado de preguntarme que hice mal. El vestido de color anaranjado resalta su piel morena, está radiante y hermosa. —Hola —devuelvo el saludo casi sin voz. —Vamos atrás —señala con su dedo detrás, nerviosa. No soy el único. Asiento. Me paro de la mesa, y salimos del pequeño local, pasamos por la entrada para poder colarnos hacia la parte trasera. Junto mis manos detrás de mi espalda mirando alrededor, esperando que ella tome la palabra. —¿Y?—pregunto al ver que no dice nada. —No podemos seguir. Busco sus ojos rápidamente
No sé ni por donde empezar, tenía esa historia en mi mente hace tiempo, pero no me había atrevido a compartirla, y ahora que veo el resultado, no me arrepiento de haberlo hecho. Estoy muy agradecida con todo el apoyo que le han brindado a la historia, no tengo palabras para expresar la emoción, me encariñe con la historia y me cuesta despedirme, sé que ustedes también, pero se viene la segunda parte, para no dejarlos con la duda sobre Carmen y Hugo. Gracias a todas por su apoyo, sus comentarios bonitos. ¡Ya está publicada la historia de Hugo y Carmen! La pueden encontrar en mi perfil o simplemente buscarlo por el título. Espero que se pasen por ahí. Les invito a pasar por mi perfil, les puede gustar otras historias que tengo. Las espero en... «Pequeña Mía» ¡Gracias!Pueden encontrarme en mis redes sociales como: Patricia Jean. Tanto en facebook como instagram. Insta: jeanpatricia435 , jeanpatricia130. Facebook: Yalow WriteWattpad: patriciajean15r. ¡Ash! es tan frustrante que
En ningún momento de mi vida, creería que llegaría a éste punto, jamás. Cada día me convenzo de que jamás podré amar a ése hombre, aún siendo tan parecido al hombre que amé con toda mi alma, pero por dentro era tan pero tan diferente a él.Él es, el hermano del amor de mi vida, quién desgraciadamente ya no está.—Una cosa quiero que tengas claro, que no me estoy vendiendo, y que yo siempre voy a amar a tu hermano —digo, mientras le clavo la mirada manteniéndome firme.Con un sutil movimiento deja su reloj sobre su escritorio, y vuelve a mirarme, pero ésta vez me clava sus ojos grises tan oscuros.—Y yo no quiero que te confundas, que tengas muy claro que… Yo, no soy Él.«Y jamás lo ser&aac