POV: MARÍA JOSÉ.Me cuesta mover mi cuerpo, mi cabeza amenaza con explotar si me muevo, quiero chillar pero siento como si no hubiese despertado aún. Abro los ojos después de varios párpados pesados, cierro los ojos y los vuelvo a abrir para acostumbrarme.Mi cintura duele como si un camión me hubiera aplastado, pero… ¿Por qué me siento así? Si parece que simplemente sufrí un desmayo, ¿Por qué me duele tanto el cuerpo?—Oh Dios —chillo mentalmente.Giro de lado, y mis ojos caen sobre la figura de un hombre sentado de pies cruzados a la par de mi mesita de noche, mirando hacia un punto fijo en frente mientras mantiene un dedo debajo de su barbilla.Se ve sexy pensativo.Agacho la mirada al percibir que pretendía voltearse.—¿Estás bien?No le contesto, siento su peso sobre la cama y levanto la mirada. Estamos a un centímetro de que nuestros cuerpos se rocen, él no se hace esperar y rodea mis hombros.—Lo siento, pero dijiste que la presión no causaba desmayos —reprocha, mirándome preoc
—Aún no estoy seguro de dejarte sola.—No te preocupes, estoy bien, además los hombres están cuidando la casa —repito nuevamente.Menea la cabeza dudoso.—Bueno, está bien pero piensa en lo que te dije —asiento. Besa mi mejilla y se va.Debo admitir que Antony tiene un gran amigo, por cariño a él, se sentía en la obligación de traerme a salvo y eso hizo.Sonrío con tristeza, tal vez el hecho de que Hugo y la bruja de Dalia fueran sus únicos amigos de verdad es la razón por la que se rehúsa a ver la verdad.Saludo a los chicos de seguridad, y me encierro en mi habitación con seguro, me cambio y me acuesto de espaldas mirando el techo.Pienso en Carmen y recuerdo que olvidé tratar de quitarle alguna información a Hugo. De hecho ahora que pienso en ella, recuerdo lo de la prueba de embarazo, no me tomé ninguna pastilla por si acaso.Me incorporo de golpe, asustada por donde me lleva esos pensamientos. Todos esos malestares, ése desmayo.¿¡Estaré embarazada!?Unos golpes en la puerta inte
Avergonzada, y con miedo de que ella sospeche algo trato de contener las ganas, pero al no poder, salgo disparada a la cocina.¿Sospechará?Cualquiera vomita, y es la primera vez que me ve haciéndolo así que no hay motivos de dudas.—¿Habrá sido algo que comiste?—pregunta sobando mi espalda.—Tal vez —murmuro incómoda.—Puedo hacerte algo, algún té —propone mirándome preocupada.—No, tranquila, estoy bien, vamos.Nos servimos algo de beber y continuamos nuestra charla.Ya para cuando vino Antony tenía la cena lista, aunque quería dormir entre sus brazos, mantuve la cordura.[...]Entro a la oficina de Dalia acomodando mi vestido, Antony no se rinde, está empeñado a toda costa lograr que lo perdone antes.—Hola —saludo con una sonrisa. —. Aquí estoy, pude notar que aprovechaste muy bien mi ausencia —lanzo el folio a su escritorio. —. Pero ya volví, así que espero que sepas cual es tu lugar.—¿Terminaste?—pregunta parándose de su asiento.—Que sepa tú y yo no somos amigas, sólo era eso.
POV: MARÍA JOSÉ.El clima no podría estar peor, inmediatamente que pisé las puertas de la casa de mis suegros empezó a llover a cántaros. No me gusta mucho la lluvia, prefiero simplemente un clima fresco.—Gracias a Dios llegaste antes —con una manta cubre mis hombros y me entrega la tasa de chocolate caliente.—Gracias —susurro ronca, por todo lo que grité y lo mucho que lloré.Se sienta a la par mía acariciando suavemente mi espalda.—¿Qué te hizo mi hijo? Mira como estás —dice el señor González señalándome.—No pasa nada, es entre nosotros —llevo la tasa de café cerca de mi boca para soplar levemente.—De todos modos quiero hablar con él —insiste. —. Ustedes las mujeres siempre hacen eso, pero si se merece una paliza hay que dársela.Sonrío abiertamente después de esas horas de agonía que pasé.—Descuide.Luego de tomar la tasa de café viendo a mis suegros discutir como una pareja de adolescentes, me cambié, Fiorella me consiguió ropa cómoda, de hecho no sabía si se llamaba así tam
POV: ANTONY.Mi asistente me entregó los vídeos antes del lunes, un día antes de la fiesta, supe todo de un golpe, y lo primero que tuve en cuenta fue mantenerla a ella lejos de todo eso, fuera, fingir que seguía de parte de Dalia para que ella no atentara contra ella.Los detectives están tratando de hacer al hombre hablar, éste se ha rehusado rotundamente, debieron de haberle pagado muy bien.Todo estaba bien, yo me hacía el loco mientras la investigaban, hasta que le dijo aquello a Mary.Fue una tortura pegar el ojo sin saber donde se encontraba u cómo estaba.Por ahora lo único que teníamos eran informaciones de lo que ella hacía, pruebas, no suficientes. Enamorar y engañar a empresarios para sacarles dinero, yo fui uno de esos tontos, hasta que llegó Mary, confíe tanto en ella que no revisaba nada, cuando ella andaba de allá para acá vendiendo información y falsificando informaciones para cubrir sus faltas.Tenía un historial de tres hombres, dos ya mayores, y un joven, eran los
POV: MARÍA JOSÉ.Colgada del brazo de mi mejor amiga nos adentramos a la clínica, no pedí cita porque mis padres se enterarían ya que estaría contactando nuestro doctor privado.Pasamos a recepción para preguntar por la doctora que atiende a mi madre, y para sorpresa nuestra nos encontramos con ella.—Mary —exclama la señora avanzando para abrazarme, unas canas delatan su edad, porque para estar vieja se mantiene muy bien. —. ¿Por qué no me avisaste que venías? —pregunta al alejarse.—Es que sólo tengo contacto de su hijo —explico sonriéndole.—¿Y en qué les puedo ayudar? —pregunta mirándonos con su radiante sonrisa de siempre.—Quiero hacerme una ecografía —respondo, mirando a Carmen quien no deja de sonreír.—Ahh, supongo que es lo que estoy pensando —me mira en modo acosadora con una sonrisa pícara.Carmen asiente como una niña pequeña muy emocionada, río por su acto, lo hace tanto que pienso que se romperá el cuello.—Bueno, síganme.Mientras la seguimos ella me pregunta por cómo
Ella hizo lo posible por no toparse conmigo, me hice el loco para que se sintiera segura y sorprenderla en el momento menos esperado. Sé que debe estar malinterpretando las cosas con Dalia ya que está se mantuvo tal como dije: colgada de mí, pero me aliviada saber que pronto podría explicarle todo. La observo echarse aire con las manos un poco incómoda, está extraña, sólo espero que no sea producto de su salud, o tal vez en aquella discusión por el pique que hizo le haya subido demasiado la presión. Hugo hizo su parte de llevarse a Carmen, ahora me toca a mí. No me sorprende que esté en el jardín, a ella le gustan las flores, más los girasoles, sus favoritas. Con pasos lentos, pero determinados avanzo hacia ella, está de espaldas a mí por lo que no me ve. Me cuelo detrás de ella sin que se de cuenta, aspiro el aroma de su melena y suelto un fuerte respiro lleno de sentimiento. Sé que el cosquilleo de mi respiración la alarmado, y espero pacientemente a que se voltee a verme. —¿Q
Sus palabras retumban en mi cabeza una y otra vez, los hombres de seguridad junto a mi chofer privado cuando vivía con mis padres la sacan a la fuerza. Carmen me ayuda a regresar hacia el sofá para sentarme, casi me desmayo del susto, ¿Cómo es que ella sabía de mi embarazo?—Tranquila Mary, piensa en el bebé —dice pasando su mano por mi frente. —. Tranquilízate, recuerda que cualquier cosa te puede afectar. Quiero gritar, llorar, y más pero sólo me mantengo callada, no me sale nada, ella lo mató, no me equivocaba con ella, mi instinto nunca me falló, y para colmo vino a amenazarme en mi propia casa. —¿Puedes creer lo que ella acaba de hacer?—pregunto casi sin voz. —No pienses en eso, nosotros estamos aquí, no te preocupes ¿vale?Por más que me lo dijera no era posible, ¿Cómo podría estar tranquila? Ella amenazó contra mí y mi bebé. —Llamaré al detective —propongo, queriendo pararme pero ella me detiene. Mantiene mis manos apresadas sobre mis piernas. —Si por algo cortaste comun