Julian se enderezó en la cama sosteniéndose su pulsante cabeza, tan mal que le daba mareo. La habitación estaba en penumbras a pesar de que afuera anunciaba que comenzaba a caer el atardecer. Buscó en su memoria que demonios había pasado y solo quedaba como último recuerdo la casa donde Aidan y Dominic vivían, un apartamento lujoso pero a la vez acogedor. Después de eso de conciencia se había vuelto oscura. Se había desmayado.
Entonces solo podía llegar a la conclusión de que estaba en casa de ellos todavía. ¿no?
Había una constante feromona rondando dentro de aquel inmenso cuarto, que de alguna forma no hacía que se sintiera para nada mal. Más bien, era acogedora, protectora, lo envolvían de forma posesiva. Era tan familiar que se encontró cerrando los ojos y dejándose embriagar por él. No podía definir de quien era exactamente pero le hacía sentir demasiado bien. No sabía a quién pertenecían pero su mente se dirigió directo al alfa que era el centro de su todo, de su e
Julian no supo si fue lo mejor pero apagó el teléfono sin ni siquiera descolgarlo. No estaba muy interesado en lo que Nolan quisiera decirle, más bien, se preguntaba cómo era que tenía su número. Su celular nuevo junto con la línea era algo que Madox le había comprado hacía tiempo. No se dio cuenta que fruncía el ceño hasta que sintió el dedo del alfa acariciando esta zona suavemente.-¿No vas a contestar?- vio curiosidad en su rostro- Acaso es un pretendiente. Al menos tiene que ser más guapo que yo- bromeó.Julian lo miró con rostro de En serio y este se carcajeó. Si había algo que le molestaba de él era el poco tacto que podía tener para algunas cosas y su poca percepción para otras. Mira que decirle algo como eso cuando estaban los dos casi sin ropa en la cama. Suspiró rindiéndose, Madox podía estar en la cumbre de los alfas pero eso no quitaba que tenía detrás una rastra de defectos.Apretando los labios se incorporó y se acercó al alfa y rodeó su cuello con s
Dominic no pensó que el viaje al aeropuerto fuera tan incómodo como creía. Todavía recordaba cuando se había despertado junto a un delicioso olor y el cuerpo suave y delicioso de su omega a su lado. Una imagen tentadora que le había hecho perder la poca cordura que tenía después de un abrir los ojos. Sin pensarlo mucho se había inclinado y había agarrado los labios de su pareja entre los suyos con un hambre atroz.Había sentido a su omega removerse debajo de él al despertarse tras su ataque pero se había quedado quieto recibiendo lo que él tenía para ofrecerle hasta que la falta de oxígeno se hizo presente y &
Aidan sabía que la en la cuenta bancaria, tanto de Dominic como de Madox, debían de haber al menos unos buenos millones, pero no se imaginaba que acostumbraban a gastarlos de aquella manera.El supuesto hotel que habían reservado era grande, muy grande, lujoso, muy lujoso y si había una palabra para definir todo el siempre con el MUY incluido. Él había estado en hoteles debido a reuniones por el trabajo pero nunca se imaginó estar en uno que podía superar las cinco ellas con facilidad. Apenas si podía cerrar la boca.La
Madox se removió ligeramente abrazando más contra su pecho la espalda del pequeño omega junto a él, mientras enterraba su nariz contra la descubierta nuca. Su olor hacía que dormir fuera más placentero. Julian respiraba pausadamente indicándole que estaba totalmente rendido. Su pierna entre las del menor se enredaba por debajo de las delicadas sábanas de seda y no estaba para nada incómodo a pesar de no estar acostumbrado dormir con nadie, por largas horas.Pero debido a que la habitación tenía una sola cama, y que después de bañarse y comer algo se habían acostado, él al momento se había abrazado a su cuerpo
Era una mesa un poco extraña a la hora del almuerzo, en el restaurante al aire libre, no por la naturaleza de las cuatro personas sentadas en ella sino por sus rostros. Uno con rostro avergonzado, otro con rostro complacido, uno pensativo y el otro no muy feliz. Sus emociones ponían incluso nervioso al beta que les servía el almuerzo.-¿Cómo pasaron su primera noche?- soltó Madox sin ningún tacto tensando los hombros de la pareja delante de él.-Madox- Julian le murmuró con los ojos abiertos.-¿Qué parajito mío? Si la pasaron como nosotros no deberían tener esos rostros horribles- le sonrió para dejarle un beso sobre su mejilla sonrojada.Apenas si habían terminado de tener sexo cuando amanecía y dormido hasta la hora del almuerzo. Todos los comentarios que le habían dicho sus compañeros de trabajo eran verdad. Con un lazo de por medio, aún si solo lo había hecho temporal el sexo era mucho más intenso y los orgasmos más prolongados. Cada vez que llegaba a la
Madox bajó sus gafas de sol mirando el nombre de la pantalla y descolgó su celular asegurándose que era el de él.-Espero que tengas una buena razón para llamarme cuando hace apenas unas horas que nos vimos. Vinimos juntos pero no revueltos y además que sea rápido. Julian está durmiendo- él bostezó al terminar. Ambos se habían quedado rendidos en la tumbona, el omega sobre él y entre sus piernas. El alfa tenía una mano sobre su nalga posesivamente y cuidado aquel que osara echarle el ojo.-Madox- la respiración de otro lado del teléfono era algo alterada- Cállate de una puta vez-Madox pestañeó pues era extraño que Dominic le soltara una palabrota como aquella, así que se alarmó.-¿Qué pasa?- se removió pero se quedó quieto al momento recordando al omega contra él.-Es Aidan, está entrando en celo--¿Solo es eso?- este dejó salir todo el aire de sus pulmones más calmado- No me asustes así-Dominic se exasperó del otro lado de la línea.
Dominic cerró la puerta de su cuarto y pudo jurar que estaba temblando, de pies a cabeza. Apoyó la espalda hacia atrás y cerró por un momento los ojos dejándose embriagar por las deliciosas y fuertes feromonas. Esas que eran las feromonas de un omega en celo, su omega.Se relamió los labios en consecuencia. Ya comenzaba a reaccionar y la erección en sus pantalones era la evidencia de aquello. Siempre se decía que los omegas eran los más débiles y Dominic nunca había estado de acuerdo con eso, después de todo, ningún alfa podría resistirse a un olor tan plácido como aquel. Entonces quién era el más débil.Tampoco ayudaba la imagen delante de él. Aidan estaba sentado con algo de trabajo sobre la cama con las manos agarradas en su regazo con fuerza. Su cabeza también baja y su cabello cubriéndole el rostro. Sus hombros subían y bajaban con la rápida respiración, dando a entender que su celo estaba llegando a un momento crucial.Y por dios, la ropa que llevaba. Dominic
Julian estaba sentado en el borde de la piscina. A pesar de que se había puesto el demasiado sexy bañador que Aidan le había hecho comprar para usar en el interior, se había puesto un pullover de Madox sobre él que escondía la piel descubierta, aunque sus pezones aun inflamados se mostraban. Movía sus piernas dentro del agua suavemente haciendo ondas que lo mantenían entretenido mientras estaba perdido en sus pensamientos.El celular a su lado sonó y él lo agarró rápido frunciendo ligeramente el ceño. Otra vez ese número. Se le había olvidado apagarlo otra vez después de que su jefa le llamara para mandarle el plan de trabajo para cuando él regresara. Colgó y lo apagó dejándolo nuevamente hacia un lado.-¿Por qué no respondes?- Madox se detuvo y se acercó nadando hacia él. Se recostó entre sus muslos. Solo llevaba un corto y ajustado bañador negro que lo llevaba por la poca decencia de que era de día porque no le apetecía la idea. Pero aún le quedaba respeto por Julian q