Mordida

Madox se removió ligeramente abrazando más contra su pecho la espalda del pequeño omega junto a él, mientras enterraba su nariz contra la descubierta nuca. Su olor hacía que dormir fuera más placentero. Julian respiraba pausadamente indicándole que estaba totalmente rendido. Su pierna entre las del menor se enredaba por debajo de las delicadas sábanas de seda y no estaba para nada incómodo a pesar de no estar acostumbrado dormir con nadie, por largas horas.

Pero debido a que la habitación tenía una sola cama, y que después de bañarse y comer algo se habían acostado, él al momento se había abrazado a su cuerpo

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