¡Hola, hola! Aquí dejo otro capítulo, para que se vayan entusiasmando. Aún no iniciaré las actualizaciones diarias, ya que estoy estudiando, pero falta poquito: así que, ténganme paciencia, porfis. No olviden comentar. ¡Les mando un abrazo!
━═ Joshua ═━La recepcionista nos entrega un obsequio por parte del hotel, antes de abandonar la capilla. Le hago un gesto a Maya quien con entusiasmo abre la caja. Nos sorprendemos al encontrar en su interior algunas fichas para los tragamonedas, una tarjeta válida por una cena para dos en uno de los restaurantes del hotel, un pase libre para el bar y tickets de descuento para una próxima visita. Es como si Las Vegas estuviera dispuesta a seguir siendo la ciudad de las sorpresas para nosotros.—Esto es inesperado, ¿no crees? —comento, mientras reviso el contenido de la caja.—Totalmente. Parece que este matrimonio nos ha traído algo de suerte —responde con una risa—. Muero de hambre, así que, ¿qué estamos esperando para celebrar con una deliciosa cena nuestro matrimonio? —pregunta con una chispa de diversión.—Me parece perfecto, señora Evans —respondo con una sonrisa.Luego de agradecer a todos por la boda, salimos de la capilla entre aplausos y vítores de los empleados que se encont
━═ Joshua ═━Me pongo delicadamente sobre ella, distribuyendo el peso de mi cuerpo en mis codos y rodillas. Mis manos exploran su perfil mientras siento sus eróticas caricias en mi espalda. Dejo un reguero de besos a lo largo de su cuello y desciendo hacia sus hombros y clavículas. Continúo bajando hacia sus generosos y turgentes senos, los que libero del sujetador. Maya me da mayor acceso al curvar su espalda cuando comienzo a estimular y mimar sus pezones con besos y caricias.La intensidad de sus jadeos y gemidos aumenta avivando mi deseo, a medida que mi erección reclama ansiosa por un poco de atención. Como si pudiera leer mis pensamientos, una de sus manos se desliza sobre mi miembro, que yace bajo el bóxer, iniciando un masaje lento y tortuoso que intensifica mi excitación. Jadeo cuando, con destreza, libera completamente mi hombría, tomándola con firmeza y realizando movimientos de arriba abajo al comenzar a masturbarme, guiándome hacia el éxtasis.En un rápido movimiento, la l
━═ Maya ═━Las ganas de orinar me despiertan de golpe, obligándome a abrir los ojos. Intento desperezarme y estirar el cuerpo, pero cada movimiento se convierte en una tortura. Me duele todo. Abro lentamente los ojos y me encuentro totalmente sola. Me muevo para buscar a Joshua por la habitación y siento punzadas dolorosas en las costillas, el cuello, los brazos y piernas.La habitación está a oscuras, pero intuyo que, tras los pesados cortinajes del hotel, el sol de Las Vegas brilla en todo su esplendor. Me siento magullada y exhausta, pero la sensación no me distrae lo suficiente como para no darme cuenta de que sigo completamente desnuda. Una sonrisa se asoma en mi rostro al recordar la razón.Destellos de la noche anterior inundan mi memoria como una lluvia de estrellas: nuestra boda exprés, la celebración en el bar, los chicos de la despedida de soltero, y Joshua. Sus apasionados besos, su lengua entrelazada con la mía, nuestra piel desnuda en movimiento, el jacuzzi, más alcohol,
━═ Maya ═━Joshua y yo seguimos conversando sobre la coartada, tratando de hilar cada detalle para que suene convincente ante la mirada escrutadora de mi abuelo. La historia que ideamos parece suficientemente convincente, pero no puedo evitar sentir la tensión palpable en el aire.—Entonces, solo para estar seguros, ¿nos conocimos en la despedida de soltero, mientras tu bebías algo en el bar y decidimos casarnos en Las Vegas al tener un flechazo instantáneo? —pregunta Joshua, intentando resumir nuestra coartada.—Exacto. Nada de detalles innecesarios. Solo una noche de locura en Las Vegas que terminó en un matrimonio exprés —respondo, tratando de simplificar las cosas.Mientras discutimos los detalles, mi teléfono suena, interrumpiendo la conversación. Miro la pantalla y el nombre de Tobias Levy, el leal empleado y mano derecha de mi abuelo, flota en la pantalla. Aunque esperaba encontrarme con él en el aeropuerto, la noticia de que está esperándome en el hall del hotel me desconcierta
━═ Joshua ═━—Saba, nosotros… —Comienza Maya, pensando cómo persuadir a su abuelo, quien alza una ceja como si hubiese estado esperando la intervención de su nieta. Es un hombre muy astuto, y al parecer, nada se le escapa de las manos.Miro a mi alrededor, sintiendo la opulencia que nos rodea, recordándome que no pertenezco a un lugar como éste. La forma en que impuso su voluntad se repite en mi mente, mientras puedo sentir la mirada de Maya clavada en mí, llena de preocupación y expectación.—Nos vendrá muy bien su oferta, señor Weiss —digo con calma, sosteniendo la mirada de este implacable hombre—. Maya y yo, no lográbamos ponernos de acuerdo sobre dónde vivir. Estaré feliz de convivir con usted en su preciosa casa, y conocer de cerca las raíces de mi esposa —farfullo—. ¿Qué opinas, cariño? —Mis palabras son decididas, aunque por dentro la incertidumbre me carcome.—Me parece… estupendo, tesoro —titubea un poco, pero luego sonríe ampliamente, como si mi respuesta hubiese dado justo
━═ Joshua ═━Un silencio incómodo inunda el apartamento, mientras guardo las últimas cosas en las maletas. Mis amigos observan a Maya con una mezcla entre incredulidad y curiosidad, por lo que intento aligerar el ambiente con una sonrisa.—¿Alguna pregunta, chicos? —cuestiono, cerrando la maleta. Cory rompe el silencio, con una mirada entre sorprendida y juguetona.—Josh, no sabía que eras tan rápido para estas cosas. ¿Casarse en menos de veinticuatro horas? ¡Guau, es todo un récord personal! —bromea, intentando inyectar un poco de humor a la situación—. Espero que no te decepcione si siempre es así de rápido, Maya —dice en doble sentido, ocasionando las risas entre todos.—No tengo ninguna queja al respecto —declara Maya, mirándome con picardía. La señalo con falsa soberbia y sonrío triunfal.Salimos de la que era mi habitación y volvemos a la sala, donde Owen, en su rol sobreprotector, cruza los brazos y me escudriña con una mirada más seria. Sólo espero que esto no afecte a nuestra
━═ Maya ═━Juego con la comida, moviéndola de un lado a otro, incapaz de probar bocado mientras siento el peso de mis acciones. Me siento culpable por arrastrar a un chico tan alegre y gentil como Joshua a esta familia amargada, llena de normas y tradiciones de la prehistoria. Además, vivir con mi abuelo solo complicará más las cosas. Hubiera resultado mucho más llevadero ser simplemente compañeros de cuarto, en lugar de tener que aparentar estar enamorados y recién casados todo el tiempo, incluso, hasta último momento cuando cerremos la puerta de nuestra habitación.—No le des más vueltas, cariño. Disfruta la comida y luego hablaremos con tranquilidad —susurra Joshua a mi lado. Nuestras miradas se encuentran, y me regala una dulce sonrisa; sus ojos brillan con complicidad, y el cosquilleo en mi estómago se intensifica.—No me cansaré nunca de darte las gracias, tesoro —respondo, apoyándome en su costado.El carraspeo de mi abuelo me hace dar un respingo en el asiento; puedo sentir la
━═ Maya ═━El suave clic al cerrar la puerta nos indica que estamos a salvo de las miradas acusadoras y los interrogatorios incómodos. Ambos soltamos el aire que habíamos estado conteniendo, convirtiendo nuestra habitación en un oasis de paz en medio de la tormenta.De una manera que no puedo explicar, siento la necesidad de abrazar con fuerza a Joshua, buscando entre sus brazos la calma que solo su contacto físico ha logrado brindarme. Sus brazos me acogen, envolviéndome con ternura, como si acunaran mi alma. Tras dejarme un beso en la coronilla, apoya su mentón sobre ésta y suspira.—Maya, siento si metí las patas... Lo de Italia, fue un impulso —dice apenado, tras haber improvisado sin consultarme—. Pero puedo justificarlo y posiblemente no te parezca tan descabellado —menciona. Alzo la mirada y me encuentro con sus bonitos ojos.Asiento, y comienza a explicarme cómo se le ocurrió esta nueva mentira. Dijo que, mientras discutía con mi madre y mencioné Milán, recordó un viaje a Itali