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Buscando un padre para mi bebè

Dejo de insistir, antes de ponerme de pie me quedo observando a mis alrededores intentando calmarme un poco.

Cuando estoy preparada me pongo de pie, tomo mis dos maletas y avanzo hacia la calle, no sé que hacer. De un momento a otro recuerdo que tengo dinero en mi bolso claro junte ese dinero pero no para ser tal cosa sino para cubrir gastos de mi bebé total Háuser es su padre y tiene esa obligación. Por lo menos tratare de vivir con ese dinero en lo que consigo algún trabajo o pienso que hacer.

En cuestión de algunos minutos llego a la avenida en donde la lluvia se hace presente, excelente lo único que me faltaba, dirijo mi mirada hacia el cielo del cual baja un diluvio de agua.

Bajo la mirada y me veo empapada, me doy por vencida y solo espero a que pase un taxi el mismo que pasa después de un rato.

Le hago la parada, subo las  maletas y después a la unidad.

Media hora más tarde…

No tengo a donde ir, lo único que tengo en esta ciudad es a mis padres asì que no puedo ir a otro lugar más que a un hotel.

Como sea solo sigo con mi camino hacia adentro.

Algunos minutos más tarde por fin estoy en mi habitación, tal vez no sea la mejor pero esta cómoda, además es para lo único que me alcanza ni loca gasto de más debo ahorrar al menos hasta ver que más puedo hacer.

Dejo esas maletas cerca a la cama, sin perder más el tiempo, me meto a la ducha en donde planeo darme un baño caliente, rayos como necesitaba este baño, cierro los ojos en cuanto siento esa agua caliente recorrer mi cuerpo.

Bueno al menos el agua es perfecta y por hoy tengo donde dormir, sigo bañándome a pesar de que mi celular ha estado sonando infinidad de veces  pero ¿Quién rayos llama? No creo que sean mis padres, o tal vez puede que sea Háuser quien quizá ha cambiado de opinión.

Enseguida salgo del baño, me pongo una bata y me dispongo a tomar mi celular el cual no se desbloquea con mi huela “Que extraño” vuelvo a intentarlo sin embargo me doy cuenta de que este no es mi celular cuando noto que el usuario que llama es mi propio número.

Frunzo el ceño a lo que al instante contesto esa llamada.

— ¿Sí? ¿Quién llama? —tomo asiento en la cama.

—Soy Edan, Edan Freeman.

—¿Freeman? Te apellidas Freeman.

—Señorita creo que eso no es importante ahora, lo importante es que me regrese mi celular lo ocupo de urgencia, mire soy el chico que choco con usted hoy por la noche, lo único que se me ocurre es que cuando chocamos los celulares se revolvieron.

—Ah claro eres el chico con el choque—me desilusiono al oír eso.

— ¿Qué tal si nos vemos mañana para que me entregue el celular? —propone.

—Claro, mañana me marca a la hora que quiera que nos veamos —cuelgo enseguida.

Que tonta eres Noelia ¿Cómo rayos se te ocurre que Háuser iba hablar? Aunque si lo llegue pensar eso es porque solo hay muy pocas personas quienes llevan ese apellidos por lo que me llevo a pensar que quizá Hauser había mandado alguien a llamarme.

Qué tontería me digo a mi misma al mismo tiempo que observo mi rostro decaído “Te ves terrible Noelia” Resoplo y después opto por seguir preparándome para dormir.

Al día siguiente…

Estoy parada en esta plaza, según ese chico dijo que aquí me vería pero es hora de que aun llega aunque yo soy la que llegue demasiado temprano la razón no la sé solo sé que no quiero pensar más.

Creo que fue suficiente con sobre pensar las cosas una y otra vez, estoy por suspirar sin embargo eso no sucede debido a que soy interrumpida por el timbre de ese celular.

— ¿Sí? —contesto la llamada.

—Estoy aquí pero no te veo ¿Puedes hacerme una seña? —me pide con amabilidad.

Levanto la mano y a lo lejos veo un chico alto, de tez blanca, fornido y claramente bien vestido, deslizo ese celular por mi oreja.

—Hola—él saluda en cuanto llega hacia mí.

Tomo su mano en forma de amabilidad después pongo su celular en ella.

—Siento mucho esta confusión, pero aquí tienes tu celular —trato de sonreír.

—Muchas gracias —me ve con intriga—Era urgente tenerlo en mis manos.

Si claro debe ser por esa chica que no deja de llamar por la madrugada creo que se llamaba Lola o por lo menos ese nombre no dejaba de aparecer en la pantalla.

—Si debe ser que tu novia te contacto y pues contestabas —se me escapa decir eso.

— ¿Mi novia? No yo tengo novia ¿Cómo se llamaba esa persona? Tal vez era mi socio quien llamaba es por eso que me urgía mi celular ya que mañana tendré una junta muy importante.

—Ya veo creo que me confundí de nuevo, era una tal Lola la que llamaba solo ella llamo o por lo menos era la que más insistía—menciono apenada.

—Claro Lola ella es mi mejor amiga, la llamare luego. En fin aquí tienes tu celular —extiende su mano.

También extiendo mi mano tratando de tomar mi celular, cuando lo logro mis manos tocan la llema de sus dedos, justo en ese momento siento algo extraño es como una corriente  divagando por todo mi cuerpo de manera que eso hace que me aparte de inmediato.

— ¿Estas bien? —parece preocupado.

Levanto la mirada en tanto que asiento con la cabeza.

—Eh, si, si  lo estoy, disculpe las molestias, gracias y hasta pronto—me doy la vuelta y sigo con mi camino.

Por la noche…

Ni sé lo que estoy haciendo en este lugar, lo único que sé es que he venido nuevamente a este antro, aunque me quiera la fuerte debo aceptar que estoy aquí por la m*****a costumbre de verlo a él.

M*****a sea me digo a mi misma recargando mi rostro en la barra.

—Veo que tienes problemas —levanto la mirada y es el barista quien me da una bebida —Cortesía de la casa —deja una bebida.

Tomo esa copa, quizás beber sin parar haga que mis problemas desaparezcan por un rato, estoy por beber pero alguien choca conmigo y hace que esa bebida caiga en mis piernas.

Veo quien es y ese chico, claro el mismo de esta mañana y el mismo con el choque ayer por la noche.

—Lo… Lo siento—él parece estar ebrio.

— ¿Estás bien? —cuestiono preocupada.

—Si es solo que me pregunto ¿Por qué es tan complicado amar? —él ahora parece estar desilusionado.

—Tienes razón es muy complicado—en ese momento miro la copa en mi mano.

Rayos pero ¿Qué estaba pensando? Yo debo cuidarme no puedo beber, menos mal que ese chico me tiro la bebida encima.

—Una botella por favor—él bebe sin parar.

Ignoro eso por un momento debido a que las chicas de al lado tienen una plática muy interesante y es que una de ellas le ha ocurrido exactamente lo mismo que a mí con Hauser.

En silencio escucho como ellas hablan.

—Si yo fuera tù no hubiera andado con ese tipo—comenta una de sus amigas.

—Tienes tanta razón si no hubiera seguido con esa relación ahora mismo no estaría aquí pensando si debo seguir con este embarazo.

— ¿Y ponerte en riesgo? ¿Qué, si las cosas salen mal? Ya no podrás formar una familia con quien quieras no seas tonta—interfiere la otra.

—Si mejor ve y busca un nuevo papa para la criatura asì no estará desprotegido ni tú ni él.

— ¿Estás loca? Además lo que él no sabe es que cuento con mis padres por lo tanto seguiré sola sin él.

Esa conversación termina. Lo único razonable es que deba seguir con este embarazo solo que no tengo apoyo, ni siquiera tengo donde dormir y estoy más aterrada que nunca.

Pero eso no importa, debo seguir sola aunque me cueste, me pongo de pie y camino hacia afuera.

Es ahí donde veo a Háuser quien enseguida me ve y me toma del brazo.

— ¿Qué haces aquí? —no mide su fuerza.

—Nada ya me iba.

—Solo te advierto algo, si sigues con ese tema te juro que hare que cada día te arrepientas, asì que más vale que lo hagas tu misma o yo mismo te obligare, total ni tus padres te quieren estas sola, no tienes a nadie quien reclame por ti —se ríe y se va.

Pestañeo un par de veces, no puede ser como es que se enteró de que mis padres, no puedo permitir que él le haga daño  a mi bebé, tengo que protegerlo como a dé lugar, en ese instante recuerdo la plática de esas chicas.

Claro un nuevo papá para mi bebé solo asì evitare que Háuser le haga daño, claro pero quién es igual o más poderoso que él.

—Lo siento de nuevo—es ese chico él que nuevamente choca conmigo.

Él está demasiado ebrio su caminar es de un lado a otro, claro él es quien puede ser el nuevo papá para mi bebé dijo que esperaba una llamada de un socio eso quiere decir que él es rico, su vestimenta, su coche dice más que mil palabras, además se ve que es buena persona su amabilidad dice más que mil palabras.

Lo sigo hasta alcanzarlo, me meto debajo de su brazo, él voltea y solo miro esos ojos somnolientos.

—Eres un ángel—sonríe de lado.

—Déjame ayudarte —sigo caminando con él.

—Ese es mi coche, no sé quien eres pero vamos te llevo a casa.

Él se detiene para luego entrar a un coche lujoso el cual es manejado por un chofer, no puedo permitir que esta oportunidad se me vaya de las manos.

Sin esperar me meto al coche, aprovechare esto.

Minutos más tarde….

El coche se estaciona en un edificio enorme, con la ayuda del chofer y yo bajamos a ese chico del cual ni siquiera sé su nombre.

Llegamos  a una puerta enorme la cual se abre en cuanto ese chofer pasa una tarjeta, ambos caminamos hacia adentro.

No lo puedo creer esto es una residencia, es enorme este departamento lleno de lujos y ni hablar de todo lo demás que tiene.

Sabía que él era el correcto.

—Creo que hasta aquí está bien, se puede ir señorita.

—No pero yo vengo con él, soy su novia—le miento a la cara.

— ¿Su novia? Pero si el joven no tiene novia —parece estar confundido.

—Nuestra relación es en secreto y si no quiere problemas váyase ahora mismo y déjeme sola con mi novio—trago saliva.

Si bien parezco firme en lo que digo por dentro estoy que me muero de nervios.

—Mi amor yo te amo, ven conmigo ahora—no tengo idea del porque él dice eso pero lo aprovechare.

Me siento a un lado de él  tomo su mano y le doy un beso.

—Ve que no me equivoco—sonrio victoriosa.

—Muy bien pero creo que esto no le gustara a la señora Alexa —él se retira dejándonos solos.

¿Quién rayos es Alexa? Como sea debo hacer lo que sea para proteger a mi hijo.

Toco mi vientre y miro a ese chico el mismo que esta más dormido que nada, debo hacer que despierte para que asì tenga al menos un recuerdo de que estuvo conmigo, me pongo de pie, camino hacia la cocina saco un vaso de agua fría, regreso hacia él, meto mi mano y enseguida le hecho un poco de agua en su rostro.

Él medio despierta y me ve un poco asustado.

—Hola—le sonrio.

Él frunce el ceño debe ser porque está confundido aun asì no dejare que aclare sus ideas.

Me abalanzo a él, lo beso y pongo sus manos en mis piernas, él cierra los ojos y me toma de la cintura.

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