El motor del helicóptero que nos trae de vuelta después de una difícil misión suena estruendosamente, pero la música suena más fuerte, mi pelotón canta a todo pulmón The Phoenix de Fall Out Boy, podría decir que es mi canción, puesto que mi apellido es Phoenix pero se hizo costumbre cantarla siempre que volvemos de una misión.
Hey Youngblood doesn't it feel like our time is running outI'm going to change you like a remixThen I'll raise you like a phoenixWearing all vintage miseryNo I think it looked a little better on meI'm going to change you like a remixThen I'll raise you like a phoenix...- ¡Vaya que estuvo dura la misión! - exclama el sargento mayor Corwell sentándose a mi lado.- Lo importante es que todo salió bien - respondo acomodándome mejor en la silla.- Y como siempre insubordinandote, no entiendo ¿Porque no te gusta seguir órdenes? - pregunta.- Por lo menos, logré salvar la situación, señor - respondo con sarcasmo - si hacía lo que ustedes planeaban, hubiéramos perdido tiempo y vidas...-! ...Siempre la misma...!- exclama poniendo los ojos en blanco - ¿no entiendes que exigimos disciplina en la institución?- Solo por salirme un poco del libreto no quiere decir que sea indisciplinada, además siempre resulta, todos exigen resultados pues... - muevo las manos para hacer énfasis - los resultados los hay y muy buenos.- Cuando no resulten tus planes ¿Qué harás?- Encontraré una solución - le guiño un ojo - Señor.- Eso no funcionará ésta vez, soldado.- Eso lo veremos - respondo coqueta - cuando lleguemos a la base.Corwell se levanta negando con la cabeza y se aleja de mí, se podría decir que está molesto conmigo y no por mí insubordinación del día, sino porque sabe que tengo poder sobre él.Somos buenos amigos, nos conocimos cuando entramos a la academia, al comienzo tan solo éramos buenos amigos que se contaban todo pero un tiempo después nos volvimos "amigos de alcoba", mejor dicho amantes de una noche, aunque hace cinco años que pasamos unas tres noches a la semana en el juego de "amigos con derecho" pero nada más, Corwell es muy idiota para ser "algo más" sé que tampoco soy su tipo y mejor así, tampoco tengo ganas de cargarme con un chico en estos momentos, estoy muy bien sola, la única relación en mi vida causó estragos en mi ser, en estos momentos lo que más deseo es alejarme de ese sentimiento, llamado amor.Llegamos unas horas después a la base, sé que tendré problemas cuando Corwell cuente mi "insubordinación del día" el general se hará un almuerzo conmigo, pero me alegro mucho de haberlo hecho, como le dije a Corwell si esperaba sus órdenes hubiéramos tenído muchas bajas y la misión no se hubiera concluido, así que los resultados están ahí, latentes y palpables, es bueno salirse, algunas veces del libreto.Mientras camino en dirección al angar del avión, escucho un estruendoso movimiento muy cerca de mi, miro en dirección al garaje de la base, el equipo de asalto está subiendo a las camionetas, de seguro tienen una misión, como no estoy cansada y mis sensores gritan fuerte y claro que algo sucedió y que debo hacer algo al respecto.Me dirijo hasta el garaje, no estoy dispuesta de ver de palco la situación, así que tomo un equipo táctico, me apresuró en colocarmelo y salto a la camioneta con mi AK - 47 al hombro.Con tanta confusión, ni sé dieron cuenta de mi intromisión, será más fácil mezclarme sin ser vista, mimetizarse con el entorno de mis compañeros, una media hora después casi cayendo la tarde la camioneta se detiene en un lugar inospito, la verdad es que no sé dónde estamos, todos empiezan a bajar y con ellos desciendo yo, pero ni bien lo hago siento que me toman del brazo con fuerza.- ¿Que demonios haces acá? - chilla Corwell apretando mi brazo con fuerza - tu no debías estar en esta misión.- Sargento Mayor Corwell o me suelta o se recibirá un golpe en las bolas, ¡Señor! - chillo desafiante mirándolo atravesado, lo intimidó, no permitiré que me trate de esa manera. Corwell me suelta, lo miro, noto que está con el ceño fruncido, podría jurar que está por salirle humo por las orejas. - Vine porque puedo ser de mucha ayuda - comento con tranquilidad y con mucha seguridad- Sabes que me necesitan, Corwell - respondo guiñándole un ojo.- El equipo puede solo con esta misión, Phoenix, no te necesitan.- ¿Y usted que hace acá, señor? - pregunto mordaz.- Soy sargento Mayor, debo manejar a los soldados desde acá, ni bien llegué de la otra misión debía acompañar a este pelotón.- Disculpe señor, pero sé que estoy en el lugar correcto y no me iré porque usted lo quiera.- Eso no es...- uno de los soldados se acerca a nosotros y detiene la conversación.- ...Señor, estamos listos...este es el plano de la edificación - abre un plano y lo coloca encima del capo de la vagoneta - los rehenes están aquí, aquí y aquí - exclama poniendo su dedo en tres puntos muy marcados - los sospechosos están aquí, aquí y aquí, tal vez podamos entrar por el techo.- ¡Suban al techo y cubran las salidas! - ordena Corwell.- ¿No crees que sería mejor...? - pregunto mirando el plano con detenimiento.- ¿Que sería mejor, Scarlett? - pregunta molesto mirándome con el ceño fruncido.- ¡Qué te vayas al cuerno! - chillo molesta y empiezo alejarme de él, lo más lejos posible para que no me note, saco mis audífonos pongo It's my life de Bon Jovi, la coloco a todo volumen y es mi aviso, estoy lista para hacer una de mis típicas locuras.Camino sin que nadie me vea hasta la edificación, sí Corwell me hubiera escuchado se hubiera dado cuenta de está entrada vacía y sin vigilancia, doy una patada para abrirla y sigo adelante.Nunca me gustó escuchar el ruido ambiente, se que no es lo correcto, podría estar poniendo en peligro a todo el pelotón y obviamente a mi, pero siempre me sirvió para concentrarme, la música a todo volumen me ayuda y punto, como siempre, hago las cosas a mi modo.Subo las gradas lentamente, los ojos en la espalda y en frente, cualquier cosa que se mueva y que no sea un rehén debe ser eliminado de inmediato, encuentro dos guardias al subir al tercer pasillo y sin pensarlo disparo, caen dos pero sé que el sonido de mi AK - 47 hizo un ruido estridente así que ya avisé mi posición, en este punto hay que disparar sin pensar.- ¡Mierda, Phoenix! - la música cambia a la voz estridente de Corwell - ¡te entraste sin esperar órdenes! - chilla.- Después me regañas, imbécil, en estos momentos estoy concentrada en llegar a los rehenes, ¡sí de una vez mandas a tus refuerzos que siguen planeando cómo entrar, me ayudarías un montón! - chillo y corto comunicación.Prósigo con mi subida, la música cambió a Metallica con St Anger, levanta mi adrenalina al límite, es la mejor manera de seguir con estas misiones.Logró sentir el movimiento de los pisos superiores, saltarán de algún lado así que preparó mi arma con la mira lista para derribar cualquier blanco, unos minutos después observó cómo saltan tres tipos de las gradas a mi posición y vuelvo a disparar, son tres menos, no sé cuántos faltan, pero está vez, por fin logró ver por las ventanas como el equipo de asalto empieza a bajar por el techo, mientras ellos se dedican a asesinar a los malos, me dirijo a los cuartos donde están los rehenes, por todo el movimiento, los guardias tuvieron que dejar sus posiciones, así que puedo entrar dando un duro golpe a las puertas.- ¡Afuera! - chillo, ni bien tiro la puerta de una patada - ¡Ahora! ¡sin mirar atrás!Los rehenes salen desesperados de los cuartos, siento como van bajando las gradas, voy trás de ellos, unos minutos después bajo más rápido para colocarme en su delante para protegerlos, nunca se sabe, puede haber blancos que estén ocultándose en las sombras.Lo bueno es que no nos encontramos con ningún enemigo, los rehenes salen por la puerta que yo entre, los otros soldados que se quedaron afuera van a socorrerlos ni bien notan que no hay más peligro, mientras yo levantó mi cabello que se alborotó con todo lo sucedido, me deshago de mis audífonos y camino orgullosa hasta el idiota de Corwell que está mucho más molesto todavía por mi osadía.- ¡Estás loca! - chilla - entrar tú sola a un edificio lleno de asesinos, ¿No podías esperar un poco para esperar refuerzos?- ¿Para que? ¿Para que empiecen a matar rehenes mientras ustedes pensaban que hacer?- Estás en problemas, Phoenix - advierte.- Siempre los estoy... - respondo sonriendo sarcásticamente, alzo los hombros demostrando que eso no me interesa y vuelvo a subir a la camioneta para esperar a mis compañeros.Unas horas más tarde volvemos a la base, ahora tendré doblé de problemas por mis "insubordinaciones del día" pero sé que hice lo correcto, las misiones salieron perfectas gracias a ello, pero escuchemos que tiene que decirme el general de todo esto.Corwell no me habla, sigue con el ceño fruncido, a diferencia de mí, él sí sigue cada una de las normas de la institución, eso me resulta difícil, odio ser tan rígida como lo es él, algunas veces algo de locura es necesaria.Llegamos a la base ni bien desciendo de la camioneta un soldado se acerca a mi.- La llama el General Grinder.- Si, ya voy - exclamo colocando los ojos en blanco y empiezo a caminar en dirección a las oficinas del General, lista para una regañiza de esas que ya tengo el gusto de escuchar.Toco la puerta y meto la cabeza abriendo el picaporte de la puerta.- ¿Señor? Phoenix reportándose.- Soldado Phoenix, pasé por favor.- Si, señor.- Iré al grano, no tengo tiempo para preámbulos, el día de hoy me reportaron dos insubordinaciones de parte suya.- Pero resultaron ser buenas ideas, señor, las misiones resultaron salir perfectas por esas "insubordinaciones" Señor.- Es uno de mis mejores elementos, no niego lo contrarío, Phoenix pero eso no quiera decir que debo aguantar sus impertinencias.- No son impertinencias, señor, yo solo soy así. - alzó los hombros y sonrió graciosamente.- Sabe que su frescura me molesta, soldado.- No es frescura, señor...pero sea sincero conmigo, no se dió cuenta que mis impertinencias, como usted las llama, han solucionado mucho más problemas que seguir la rigidez de un solo plan.- Su actuar hormonal es peligroso para nuestra institución, está arrestada por el fin de semana, en su cuarto, no podrá salir, ni tener días libre.Pongo los ojos en blanco, alzó los hombros pues "¿ya qué?"- Si, señor - respondo intentando no sonar impertinente.- Espero que eso le enseñé a cambiar su comportamiento.- Si, señor - vuelvo a responder de esa manera porque debo decir algo, pero la verdad es que yo nunca, jamás cambiaré.Ahora que estoy encerrada en mi cuarto, he estado dando vueltas como León enjaulado, sé que estoy arrestada por mis "insubordinaciones del día" pero esperaré a que todo esté en silencio y le haré una visita al Sargento mayor Corwell, me vale lo que me dijo el General, necesito una sesión de relajamiento.Unas horas después cuando ya cayó la noche siento que el silencio sepulcral reina el base, sé que es el momento, debo aprovecharlo puesto que no tengo mucho tiempo, el movimiento en la base despierta muy temprano.Camino unos cuantos cuartos, me paro en frente de la puerta del Sargento Mayor Corwell y tocó suavemente solo para que el escuche.Unos minutos después, siento los pasos de sus botas de combate, se dirigen a la puerta, abre con el ceño fruncido, como siempre está molesto.- Buenas noches, señor...- saludo melosa.- Phoenix ¿Que demonios haces acá? - pregunta entre susurros.- Le dije que vendría esta noche...¿No se acuerda?-
Muy temprano salimos en dirección a la misión, el Sargento Mayor Corwell nos explica la situación, al estar en rescate y salvataje la mayoría de nuestras misiones es rescatar rehenes antes que sean asesinados por ISIS.Esta vez teníamos que salvar a algunos compañeros que estaban recluidos en algún lugar inhóspito del desierto.Estoy lista para actuar, mi adrenalina corre ni bien doy un salto dentro de la camioneta pero Corwell, como siempre, tiene otra idea.- No quiero que hagas lo de siempre - ordena terminante.- ¿Que es "lo de siempre" Corwell?- Deja de jugar, Phoenix, esta vez harás lo que ordené, no pienso seguir aguantando tus insubordinaciones.- Está bien - respondo colocando los ojos en blanco - seguiré tus órdenes.- Ver para creer como dijo Santo Tomás - responde con seriedad.Resopló molesta, odio seguir órdenes, si hubiera seguido órdenes la mayoría de las misiones de Corwell no hubieran resultado ser exitosas y e
Aunque no quise irme del lugar, me obligaron a volver a la base, quiero saber de Corwell, sigo intentando volver sobre mis pasos, intento imaginarme que sucedió en esos segundos que yo había bajado con los niños, pero es imposible, no puedo ver más allá de mis narices.Entro a mi barraca, me siento en la cama, coloco música, necesito meterme a mi mundo para relajar mi mente pero es tan difícil que hasta la música que elijo me traiciona y solo siento culpabilidad.- ¿Estás bien? - pregunta Limmer acercándose a mi, lo miro y me retiro los audífonos, ni siquiera sé cuando entró a mi cuarto.- Estoy preocupada ¿Hablaste con el superior?- Sí, ya di parte de todo lo sucedido, quiere verte.- Hoy merezco que me retén - exclamo poniéndome de pié.- Salvaste a los niños, creo que hiciste lo correcto.- No lo hice, debía haber hecho caso a Corwell.- Y dos niños hubieran muerto...nadie los vio.- Pero Corwell hubiera estado con nosotros -
Desde hace una semana que no duermo, no logro hacerlo, la verdad es que estoy furiosa con lo que pasó, llena de rabia y frustración, repaso en mi cabeza todo lo sucedido hasta escuchar esos disparos ensordecedores y no logro comprender lo sucedido, Corwell era muy capaz, no sería fácil tomarlo prisionero pero lo hicieron, lo golpearon, lo lastimaron y al final lo asesinaron, para ellos era una presa valiosa, esas son las mejores para demostrar poderío en contra de nuestro gobierno.Me aconsejaron no estar presente en misiones por un tiempo, digo aconsejaron porque saben que si me lo ordena no haré caso, estoy como leona enjaulada y necesito sacar este estrés que se acumuló en todo este tiempo.Sé que mi pelotón tendrá una misión hoy y no tengo animó de seguir metida en la base, así que iré con ellos, quieran o no.Es muy temprano como siempre, el movimiento en la base empieza mucho antes que amanezca, me levanto rápidamente, me visto a velocidad y corro donde se
Cuando siento que estamos fuera de peligro, nos sentamos debajo de unas rocas, el Mayor Simmons no puede caminar más, se nota que la pierna le duele mucho.- Sentémonos acá, Mayor, llamaré a mí pelotón para que nos encuentre - saco mi radio intento comunicarme con Limmer pero nadie contesta, eso me preocupa tal vez fueron emboscados y soy lo último que queda de mi pelotón.- Tal vez sus compañeros perdieron la señal de la radio, Sargento, siéntese a mi lado.- Creo que lo primero que debo revisar es esa pierna, señor...- respondo colocándome de rodillas, saco su bota derecha y levantó su pantalón hasta casi la rodilla, tiene una enorme herida que le hizo las cadenas a las que estaba amarrado - debo limpiar la herida pero no tengo nada más que un poco de agua.- Un poco de agua ayudará - responde haciendo una mueca de dolor en el rostro.Saco de mi bolsillo una pequeña cantinflora, ahora me arrepiento de haber dejado mi mochila en el
Hemos estado esperando que lleguen mis compañeros pero tardan una eternidad, estoy cansada y el sol nos amenaza con quemarnos, lo que me preocupa es que el Mayor ésta indispuesto lo más seguro es que esa herida en su pie se está infectando.- Debemos movernos, señor - comento dándole la mano para ayudarlo a que se ponga de pie.- ¡No sé si lo lograré, sargento, me duele mucho la herida! - exclama dándome la mano mientras siento una electricidad que nunca sentí recorre todo mi cuerpo de pies a cabeza.- Mayor debemos movernos, el sol nos matará mucho antes que los de ISIS, no tenemos agua, ni comida, mis compañeros no llegan, no tengo la menor idea el porque, pero no pienso dejarlo acá, con el pie tan mal.- Está bien, Scarlett - se para haciendo un esfuerzo descomunal, sonríe colocando su mano en mi hombro.Intento mantenerme en mi centro pero me da rabia sentir estos extraños sentimientos que nacen cuando siento a Alexander tan cerca mío.
Los días han pasado, he intentado alejarme de Alexander lo más que he podido, tal vez me estoy portando un poco absurda y miedosa, pero ese sentimiento extraño debe salir de mi sistema, no pienso aceptarlo es sólo una enfermedad que debe salir cómo cualquier otra.-Scarlett - entra Limmer a mí barraca - el Mayor Simmons te ha estado buscando.- ¿Ya salió del hospital?- Si, está mañana, me pregunto por tí... Después me ordenó que te buscara.- Ah...- respondo intentando sonar tranquila, empiezo a caminar afuera de la barraca, la base está llena, están preparando algo importante y hay mucho movimiento.- ¿Que tienes con el Mayor? - pregunta acercándose a mí.- Nada, tan sólo el mayor no se olvida que hace unos días lo rescaté y está muy agradecido conmigo.- Pensé que harías lo mismo que hiciste con Corwell...Ahí me doy vuelta bruscamente y detengo a Limmer mirándolo con molestia.- ¿Que crees que hacía con Corwell, Limmer?
Sigo pensando que ponerme al mando es una locura y media, el Mayor está completamente lunático si piensa que me van a hacer algún caso, sí no lo notó, hubo mucho descontento en las filas por esta descabellada decisión, tendré que repartir muchos golpes gracias a esto, porque sé que la marea se me vendrá en cima.Como no quiero estar cerca de nadie antes de esa dichosa reunión a la que estoy obligada a ir, decido irme al campo de tiro que está en la parte trasera de la base, saco mi arma y empiezo a disparar mi frustración, después lo haré con un punch y mis puños, necesito sacar todo esto o me estrellaré con mi tormento personal llamado Alexander Simmons.Disparo casi una hora, tengo puntuación perfecta, cuando reviso los carteles de tiro, decido ir al gimnasio así que me dirijo hasta donde se encuentra, me preparo y empiezo a golpear el punch con toda mi fuerza, ¡Joder! Estoy molesta con todo esto, con lo que empiezo a sentir por Simmons, por sus estúpidas ó