Muy temprano salimos en dirección a la misión, el  Sargento Mayor Corwell nos explica la situación, al estar en rescate y salvataje la mayoría de nuestras misiones es rescatar rehenes antes que sean asesinados por ISIS.

Esta vez teníamos que salvar a algunos compañeros que estaban recluidos en algún lugar inhóspito del desierto.

Estoy lista para actuar, mi adrenalina corre ni bien doy un salto dentro de la camioneta pero Corwell, como siempre, tiene otra idea.

- No quiero que hagas lo de siempre - ordena terminante.

- ¿Que es "lo de siempre" Corwell?

- Deja de jugar, Phoenix, esta vez harás lo que ordené, no pienso seguir aguantando tus insubordinaciones.

- Está bien - respondo colocando los ojos en blanco - seguiré tus órdenes.

- Ver para creer como dijo Santo Tomás - responde con seriedad.

Resopló molesta, odio seguir órdenes, si hubiera seguido órdenes la mayoría de las misiones de Corwell no hubieran resultado ser exitosas y el no lo quiere reconocer.

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En estos inhóspitos lugares uno no sabe cuánto tiempo está en las camionetas, además de llevar un kilo de armamento en el cuerpo y un calor infernal de más de 40 grados, bajo un sol que derrite tu cuerpo.

Bajamos de la camioneta, el lugar parece un pueblo fantasma, aunque hay que tener cuidado, de seguro utilizarán a los habitantes como escudos humanos.

Necesito concentrarme, saco mis audífonos y pongo música, sé que Corwell le vendrá un ataque pero es la mejor manera de fijar mi mente en el objetivo.

Creo que la elección de hoy será Chevelle con Letter for a Trief. 

Empiezo a caminar al lado de mi pelotón, entramos por las callejuelas de las ciudades bajo la mira de nuestra Ak- 47 atenta a cualquier movimiento que se nos presente.

Observó a unos niños correr de lado a lado, no disparo, detengo mis reflejos, hay que ser muy adiestrada para no fallar y asesinar civiles.

Corwell nos hace una señal para proseguir camino lentamente, dos de mis compañeros se separan para sacar a los niños que vimos anteriormente, deben hacerlo con cuidado, tal vez es una trampa.

Nosotros proseguimos lentamente, en mi cabeza la canción ya cambió, escucho a Linkin Park con Bleed it up, sube mi adrenalina.

Llegamos a un edificio de unos cuatro pisos, está casi destruido por las balas y las bombas, Corwell está seguro que están adentro, así que hay que entrar, todo me parece muy lento, quisiera salirme de la formación y subir las gradas hasta encontrar a los rehenes pero prometí al sargento que no lo haría, aunque esto me molesta.

Empezamos a subir las escaleras y hay una tensa calma en el ambiente, aunque estoy con audífonos logró escuchar disparos que surgen de afuera, veo para atrás, mi pelotón está partido a la mitad, afuera se quedó una mitad y están disparando a un contingente que apareció por atrás.

- ¡Apúrense! - grita Corwell haciendo señas con su mano, es hora de apresurar el paso y me apuro más que mi grupo,  me cansé de este ritmo, me coloco casi al lado del sargento que me mira con el ceño fruncido - no te adelantes Phoenix.

- Lo sé, no necesita ordenarme...- respondo con torpeza.

- Y  sácate esos audífonos, debes estar atenta a la situación.

- Y lo estoy, señor - respondo y voy para atrás para dejar de escuchar al idiota de Corwell.

Subimos las gradas, hay tres hombres que empiezan a dispararnos, respondemos a la agresión rápidamente pero al matar a los tres atrás aparecen más, seguimos disparando, Corwell me hace una señal para que suba mientras ellos me cubren.

Muy bien, un poco de acción, empiezo a subir y disparar a los que me amenazan, Corwell casi va a mi lado para taparme, cuando observo que está un poco abierto el camino, corro para revisar los cuartos, el primero que entro solo me topo con dos terroristas que les disparo sin pensar, caen los dos pero no hay nadie dentro, atrás observó cómo mi pelotón va manejando la situación a su favor.

Así que sigo abriendo los cuartos con ayuda de mis compañeros, encontramos a algunos rehenes, son personas del pueblo que las van bajando rápidamente sigo buscando, ¿Donde están nuestros compañeros?

Mi música cambió ahora tengo a Ac/DC con highway the hell, Está me ayuda a mantener mi adrenalina a flor de piel.

En el tercer piso después de disparar a unos cuantos terroristas más, entro a un cuarto y encuentro a cuatro de nuestros compañeros, dos están bien, corren ni bien me ven y dos están heridos, cortó la música y aviso a Corwell mi posición y la situación, el manda unos minutos después a dos compañeros para que los saquen.

Faltan personas así que subo hasta el último piso, encuentro a dos más y los sacó, empiezo a bajar, Corwell y mi pelotón ya tienen la situación manejada, vamos bajando pero escucho unos gritos de ayuda en un lugar que nadie entró, debo volver.

Corwell mira que me desvío.

- No vayas puede ser una trampa - ordena.

- No lo creo - respondo y me doy la vuelta sin hacer caso a la situación.

- ¡Phoenix! - chilla pero no lo escucho, trepó las gradas de dos en dos y me dirijo a la puerta.

Desde adentro se escucha, ¡Ayuda!  Así que decido patear la puerta, son dos niños que están agazapados en la pared, los tomo de la mano y salgo con ellos, cuando salgo me topo con Corwell que está con el ceño fruncido.

- Sal de una vez Phoenix, después hablamos.

Le sonrió pícaramente y sigo mi camino con los niños en mis manos, bajo con ellos y los dejo con otros compañeros, miro para atrás, de seguro Corwell está tras mío listo para gritarme pero no es así, así que decido entrar para buscarlo pero me detiene una ola de disparos que salen del edificio.

- Hay que irnos - exclama Limmer, uno de mis compañeros.

- Corwell no ha vuelto - chillo.

- Corwell ordenó volver, cuando tengamos a los rehenes fuera de peligro.

- ¿Pero Corwell? - grito y decido volver - vuelvan, yo lo buscaré.

- No, Scarlett, eso no pasará - me toma del brazo - ¿Escuchaste los disparos? Puede haber caído...

- ¡Debo ir! - exclamó y me suelto, corro adentro y busco piso por piso, no encuentro a Corwell por ningún lado hasta que veo su AK - 47 en el piso.

- ¡¿Por dónde salieron?! ¡Joder! - frustrada y asustada decido bajar.

Me encuentro con Limmer que me espera en la puerta.

- ¿Lo encontraste muerto?

- No, solo encontré su AK - 47 en el piso.

- ¿Tú crees que lo tomaron prisionero?

- Yo creo que sí - respondo con rabia y frustración - me debías dejar ir, le fallé.

- Scarlett hay daños colaterales, nuestra misión era salvar rehenes y fue lo que hicimos, vamos, subamos a la camioneta, estamos todavía en área peligrosa, al volver daremos parte, nuestros superiores sabrán que hacer.

Corwell no es un daño colateral, esta vez desobedecer en vez de ayudar arruinó todo. Debo salvarlo.