Es muy temprano, todavía es de noche pero es hora de colocarse las botas y cumplir con nuestro deber, casi no dormí, estoy entusiasmada con esta misión, espero que todo salga bien.
La verdad que no fue solo la misión la que me mantuvo despierta, también ese tormento llamado Alexander, ¡Joder, nunca creí que un hombre me iba a atraer tanto como él! ni con Philip me sentí de esta manera, es muy extraño y molesto, odio sentirme de esta manera, me nubla mis sentidos y en estos momentos debo tenerlos de hierro.
Salgo de mi barraca, aunque es muy temprano el calor es sofocante, me molesta estar tan cargada pero debo estarlo, mi pelotón se está preparando para subir a las camionetas, miro a todos y puedo asegurar que siguen muy molestos con la decisión de Alexander de darme el mando pero no puedo hacer nada para evitarlo, él es el que manda.
- Buenos días, Scarlett - escucho la voz de Alexander y salto unos centímetros de mi lugar.
- Buenos días señor -
Cada vez me acerco más y mi corazón late tan fuerte que puedo escucharlo, puedo jurar que nuestros labios están por juntarse...- ¿... Señor? - Alexander se aleja de mi torpemente y mira a la puerta, espero que no nos hayan visto, uno de los cabos está metiendo la cabeza por la puerta - ¿Que decidió hace
- ¿No dirás nada? - pregunta extrañado por mi silencio mirándome sentado en la cama.- Es que...¿Es verdad lo que me estás hablando? - pregunto todavía incrédula, es mucha felicidad y todavía no sé cómo exteriorizarla, necesito volverla a escuchar.- Sargento Phoenix, ¿piensa que un hombre de mi rango, de mi edad, puede venir hasta acá, con un pie enyesado para contarle un chiste de esa envergadura? - pregunta sonriendo burlón.- No, no lo creo - respondo lanzándome emocionada a sus brazos, me acomodo en sus piernas y lo beso, lo beso esta vez con pasión y deseo, moría por volverlo a hacer, él me responde de la misma manera y esto es perfecto.- ¿Sabes que esto es una completa locura, Verdad? - pregunta mirándome después de besarme.- Siempre estoy lista para una buena locura, Mayor. - respondo levantando una ceja.- Ya qué... - vuelve a besarme después se detiene - pero te adelanto que no soy bueno con esto de las relaciones.-
Pasaron unos días desde que comenzamos a planear la misión de rescate, Alexander está preocupado cree que el equipo nuevo no nos servirá, piensa que necesitamos más experiencia, así que está tomando la decisión de sacar a Limmer y a los otros de su arresto.Es de tarde, dentro de poco el capitán Johnson llegará para una reunión mientras tanto intento que Alexander se sienta mejor, el dolor de su cuello y sus brazos lo está desesperando.- ¿Te duele mucho los brazos, verdad? - pregunto mientras le hago un masaje en el cuello y los hombros.- Las muletas cansan y como todo el tiempo estoy parado y caminando, seguirá doliendo...- ¿Cuando te quitan la férula?- Dentro de dos semanas pero todavía tendré fisioterapia por un tiempo.Dejo lo que estoy haciendo y me siento en sus piernas.- ¿No crees que deberías pedir que te den de baja por un tiempo para descansar ese pie? - pregunto mirándolo a los ojos.- ¿Para que pediría mi baja? -
Abro los ojos, Alexander duerme tranquilo a mí lado, es la primera vez que duermo con alguien sin hacer algo antes y es delicioso, Alexander es un caballero en toda la extensión de la palabra y eso hace que me enamoré más de él, sé que me desea lo siento cuando se aferra a mí cuerpo pero teniendo la oportunidad, no me tocó, tan sólo me acomodó entre sus brazos y durmió abrazado a mi.Pero ahora el hechizo se rompió, debo irme, asi que me deslizó por las sábanas para no despertarlo, me pongo mis botas y me levanto, debo salir sin que nadie me vea antes de que empiece el movimiento en la base, si me descubren, tendremos muchos problemas, pero antes de irme debo darle un beso sino no podré estar tranquila, así que me acerco lentamente y poso mis labios en los suyos.- Debo irme antes que el día empiece, te amo - susurro y empiezo a caminar de puntillas para no hacer ruido dirigiéndome a la puerta del baño.- Yo también te amo... - escucho su vo
Tuve que volver a mí barraca, deseaba quedarme con Alexander, pero no debo levantar sospechas, desearía abrir el juego pero cada vez que lo pienso me doy cuenta que sería contraproducente para ambos.Espero a que la base entré en silencio haciendo planchas en el piso de mi pequeño cuarto, cuando por fin el sonido del silencio reyna, salto por la ventana y camino ocultándome de los guardias hasta llegar a la barraca de Alexander, ya sé que su soldado custodio está en la puerta así que me desvío para entrar por el baño, doy un salto y camino hasta la puerta, otra vez Alexander no está acostado, debe estar en su oficina, así que me dirijo hasta el umbral, lo veo mirando los planos, no deja de hacerlo desde que nos dieron está misión.- ¿Otra vez trabajando hasta tarde? - pregunto mientras levanta la mirada.- Tan sólo estaba haciendo hora, te estaba esperando.- ¿No sé, porque no te creó? - pregunto sentándome en su escritorio.- Está bien
Camino todavía agobiada por la base, mi cuello está lastimado, la verdad es que me hizo daño, si no hubiera reaccionado rápidamente tal vez hubiera terminado muerta, vi sus ojos inyectados de rabia y furia, Limmer no es el chico que conocí hace cuatro casi cinco años atrás cuando empezamos la academia, está cegado por los celos, por la rabia y por la frustración, debo detenerlo, es una mezcla volátil que en cualquier momento estallará.
Tengo un reloj mental en la cabeza se cuándo debo pararme para estar lista para una misión, abro los ojos y busco a Alexander a mi lado, lo que más deseo es verlo después de tener una noche tan perfecta y maravillosa como la que tuvimos hace unas horas, al notar que estoy sola en su cama, me levanto, preocupada, ¿Donde sé metió?Tomo mi ropa que está tirada en el piso, por lo que noto, Alexander ya debe estar vestido, me apresuró, también estoy ya atrasada y tengo una misión muy importante, dentro de una hora debo estar con mi pelotón.Después de vestirme salgo directo al despacho de Alexander y lo encuentro sumido en sus pensamientos mirando por la pequeña ventana que hay cerca a la puerta de salida, me acerco a él lentamente y lo abrazo por atrás con fuerza intentando mitigar su preocupación, estoy segura que sus pensamientos están metidos en lo que debo hacer hoy, le doy un beso en su espalda para que vuelva a mí.- ¿Pensé que me despertaría contigo
Estamos a pocos kilómetros de nuestro objetivo, el capitán Johnson nos explicó que son unas ruinas de los pueblos Bereberes, al ser en medio del desierto de hace más peligroso porque estamos expuestos, a la vista de cualquier francotirador con buena vista, además estamos hablando de personas que conocen muy bien el entorno y el territorio, esa es una de las desventajas más grandes que nos hacen ser mucho más vulnerables en esta misión.Cuando estamos a pocos metros de las ruinas tomo más cuidado, doy la orden de que nos mantengamos calmados y muy atentos a cualquier movimiento extraño. Escucho la voz melodiosa de Alexander por la radio, la saco rápidamente para no despertar sospechas.- Sargento ¿Dónde están? - pregunta preocupado, puedo notarlo por el tono de su voz.- Estamos muy cerca del objetivo, Mayor - respondo bajito.- Ten cuidado, por favor - lo escucho decir casi entre susurros, solo desea que lo escuché yo.- Lo haré - respondo bajando