Cuando siento que estamos fuera de peligro, nos sentamos debajo de unas rocas, el Mayor Simmons no puede caminar más, se nota que la pierna le duele mucho.
- Sentémonos acá, Mayor, llamaré a mí pelotón para que nos encuentre - saco mi radio intento comunicarme con Limmer pero nadie contesta, eso me preocupa tal vez fueron emboscados y soy lo último que queda de mi pelotón.
- Tal vez sus compañeros perdieron la señal de la radio, Sargento, siéntese a mi lado.
- Creo que lo primero que debo revisar es esa pierna, señor...- respondo colocándome de rodillas, saco su bota derecha y levantó su pantalón hasta casi la rodilla, tiene una enorme herida que le hizo las cadenas a las que estaba amarrado - debo limpiar la herida pero no tengo nada más que un poco de agua.
- Un poco de agua ayudará - responde haciendo una mueca de dolor en el rostro.
Saco de mi bolsillo una pequeña cantinflora, ahora me arrepiento de haber dejado mi mochila en el
Hemos estado esperando que lleguen mis compañeros pero tardan una eternidad, estoy cansada y el sol nos amenaza con quemarnos, lo que me preocupa es que el Mayor ésta indispuesto lo más seguro es que esa herida en su pie se está infectando.- Debemos movernos, señor - comento dándole la mano para ayudarlo a que se ponga de pie.- ¡No sé si lo lograré, sargento, me duele mucho la herida! - exclama dándome la mano mientras siento una electricidad que nunca sentí recorre todo mi cuerpo de pies a cabeza.- Mayor debemos movernos, el sol nos matará mucho antes que los de ISIS, no tenemos agua, ni comida, mis compañeros no llegan, no tengo la menor idea el porque, pero no pienso dejarlo acá, con el pie tan mal.- Está bien, Scarlett - se para haciendo un esfuerzo descomunal, sonríe colocando su mano en mi hombro.Intento mantenerme en mi centro pero me da rabia sentir estos extraños sentimientos que nacen cuando siento a Alexander tan cerca mío.
Los días han pasado, he intentado alejarme de Alexander lo más que he podido, tal vez me estoy portando un poco absurda y miedosa, pero ese sentimiento extraño debe salir de mi sistema, no pienso aceptarlo es sólo una enfermedad que debe salir cómo cualquier otra.-Scarlett - entra Limmer a mí barraca - el Mayor Simmons te ha estado buscando.- ¿Ya salió del hospital?- Si, está mañana, me pregunto por tí... Después me ordenó que te buscara.- Ah...- respondo intentando sonar tranquila, empiezo a caminar afuera de la barraca, la base está llena, están preparando algo importante y hay mucho movimiento.- ¿Que tienes con el Mayor? - pregunta acercándose a mí.- Nada, tan sólo el mayor no se olvida que hace unos días lo rescaté y está muy agradecido conmigo.- Pensé que harías lo mismo que hiciste con Corwell...Ahí me doy vuelta bruscamente y detengo a Limmer mirándolo con molestia.- ¿Que crees que hacía con Corwell, Limmer?
Sigo pensando que ponerme al mando es una locura y media, el Mayor está completamente lunático si piensa que me van a hacer algún caso, sí no lo notó, hubo mucho descontento en las filas por esta descabellada decisión, tendré que repartir muchos golpes gracias a esto, porque sé que la marea se me vendrá en cima.Como no quiero estar cerca de nadie antes de esa dichosa reunión a la que estoy obligada a ir, decido irme al campo de tiro que está en la parte trasera de la base, saco mi arma y empiezo a disparar mi frustración, después lo haré con un punch y mis puños, necesito sacar todo esto o me estrellaré con mi tormento personal llamado Alexander Simmons.Disparo casi una hora, tengo puntuación perfecta, cuando reviso los carteles de tiro, decido ir al gimnasio así que me dirijo hasta donde se encuentra, me preparo y empiezo a golpear el punch con toda mi fuerza, ¡Joder! Estoy molesta con todo esto, con lo que empiezo a sentir por Simmons, por sus estúpidas ó
Es muy temprano, todavía es de noche pero es hora de colocarse las botas y cumplir con nuestro deber, casi no dormí, estoy entusiasmada con esta misión, espero que todo salga bien.La verdad que no fue solo la misión la que me mantuvo despierta, también ese tormento llamado Alexander, ¡Joder, nunca creí que un hombre me iba a atraer tanto como él! ni con Philip me sentí de esta manera, es muy extraño y molesto, odio sentirme de esta manera, me nubla mis sentidos y en estos momentos debo tenerlos de hierro.Salgo de mi barraca, aunque es muy temprano el calor es sofocante, me molesta estar tan cargada pero debo estarlo, mi pelotón se está preparando para subir a las camionetas, miro a todos y puedo asegurar que siguen muy molestos con la decisión de Alexander de darme el mando pero no puedo hacer nada para evitarlo, él es el que manda.- Buenos días, Scarlett - escucho la voz de Alexander y salto unos centímetros de mi lugar.- Buenos días señor -
Cada vez me acerco más y mi corazón late tan fuerte que puedo escucharlo, puedo jurar que nuestros labios están por juntarse...- ¿... Señor? - Alexander se aleja de mi torpemente y mira a la puerta, espero que no nos hayan visto, uno de los cabos está metiendo la cabeza por la puerta - ¿Que decidió hace
- ¿No dirás nada? - pregunta extrañado por mi silencio mirándome sentado en la cama.- Es que...¿Es verdad lo que me estás hablando? - pregunto todavía incrédula, es mucha felicidad y todavía no sé cómo exteriorizarla, necesito volverla a escuchar.- Sargento Phoenix, ¿piensa que un hombre de mi rango, de mi edad, puede venir hasta acá, con un pie enyesado para contarle un chiste de esa envergadura? - pregunta sonriendo burlón.- No, no lo creo - respondo lanzándome emocionada a sus brazos, me acomodo en sus piernas y lo beso, lo beso esta vez con pasión y deseo, moría por volverlo a hacer, él me responde de la misma manera y esto es perfecto.- ¿Sabes que esto es una completa locura, Verdad? - pregunta mirándome después de besarme.- Siempre estoy lista para una buena locura, Mayor. - respondo levantando una ceja.- Ya qué... - vuelve a besarme después se detiene - pero te adelanto que no soy bueno con esto de las relaciones.-
Pasaron unos días desde que comenzamos a planear la misión de rescate, Alexander está preocupado cree que el equipo nuevo no nos servirá, piensa que necesitamos más experiencia, así que está tomando la decisión de sacar a Limmer y a los otros de su arresto.Es de tarde, dentro de poco el capitán Johnson llegará para una reunión mientras tanto intento que Alexander se sienta mejor, el dolor de su cuello y sus brazos lo está desesperando.- ¿Te duele mucho los brazos, verdad? - pregunto mientras le hago un masaje en el cuello y los hombros.- Las muletas cansan y como todo el tiempo estoy parado y caminando, seguirá doliendo...- ¿Cuando te quitan la férula?- Dentro de dos semanas pero todavía tendré fisioterapia por un tiempo.Dejo lo que estoy haciendo y me siento en sus piernas.- ¿No crees que deberías pedir que te den de baja por un tiempo para descansar ese pie? - pregunto mirándolo a los ojos.- ¿Para que pediría mi baja? -
Abro los ojos, Alexander duerme tranquilo a mí lado, es la primera vez que duermo con alguien sin hacer algo antes y es delicioso, Alexander es un caballero en toda la extensión de la palabra y eso hace que me enamoré más de él, sé que me desea lo siento cuando se aferra a mí cuerpo pero teniendo la oportunidad, no me tocó, tan sólo me acomodó entre sus brazos y durmió abrazado a mi.Pero ahora el hechizo se rompió, debo irme, asi que me deslizó por las sábanas para no despertarlo, me pongo mis botas y me levanto, debo salir sin que nadie me vea antes de que empiece el movimiento en la base, si me descubren, tendremos muchos problemas, pero antes de irme debo darle un beso sino no podré estar tranquila, así que me acerco lentamente y poso mis labios en los suyos.- Debo irme antes que el día empiece, te amo - susurro y empiezo a caminar de puntillas para no hacer ruido dirigiéndome a la puerta del baño.- Yo también te amo... - escucho su vo